Pacto migratorio
Esclarecer la tragedia de Ceuta y llegar a consensos sobre inmigraci¨®n deben ser prioridad para Interior
Despu¨¦s de semanas de enfrentamiento pol¨ªtico sobre la tragedia en la que murieron 15 inmigrantes cuando trataban de llegar a Ceuta, el Gobierno y el principal partido de la oposici¨®n empiezan a cambiar de discurso. Ahora hablan de pacto de Estado, concepto que se emplea a veces con demasiada alegr¨ªa, pero que apunta la b¨²squeda de un compromiso en materia de inmigraci¨®n entre los partidos que tienen o han tenido responsabilidades de poder, y que conviene abrir a otras opciones pol¨ªticas.
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La novedad inmediata es que el Gobierno va a entregar al Congreso los v¨ªdeos y la grabaci¨®n de las conversaciones internas entre los guardias civiles que participaron en la operaci¨®n del 6 de febrero en Ceuta. El ministro del Interior, Jorge Fern¨¢ndez D¨ªaz, ha terminado por admitir que disparar pelotas de goma no fue una buena idea. Sin embargo, se niega a destituir a autoridad alguna, con el argumento de que las muertes no se produjeron a causa del uso de medios antidisturbios. De momento, el ¨²nico relevado es un polic¨ªa que se pronunci¨® de modo contrario a una de las tesis del ministro, quien ve en las mafias el motivo de la presi¨®n migratoria sobre Ceuta y Melilla, pero tampoco comparte los datos e investigaciones que le llevan a esa conclusi¨®n.
Que la tensi¨®n pol¨ªtica est¨¢ bajando lo revelan los signos de la semana pasada: el PSOE renunci¨® a proponer la reprobaci¨®n parlamentaria de Fern¨¢ndez D¨ªaz, y el Gobierno desbloque¨® un reglamento que ofrece cierto papel a las ONG en la asistencia a los extranjeros en los centros de internamiento, tras una serie de incidentes mal aclarados en ellos.
Ning¨²n pa¨ªs europeo escapa a la realidad de que una parte de la opini¨®n p¨²blica observa con temor el crecimiento de la inmigraci¨®n incontrolada, y desde luego no se debe dejar a los extremistas la utilizaci¨®n de este asunto. Las corrientes centrales de la pol¨ªtica espa?ola tienen trabajo por delante: m¨¦todos humanos para reducir la permeabilidad de las fronteras (el PSOE ha sido muy cr¨ªtico con las cuchillas en las verjas de Ceuta y Melilla, y con las llamadas devoluciones en caliente), canales para la inmigraci¨®n legal, garant¨ªas de respeto a condiciones humanas en la retenci¨®n de extranjeros que entran ilegalmente y cumplimiento de la legislaci¨®n europea sobre el derecho de asilo, que afecta a la pretensi¨®n gubernamental de devolver inmediatamente a Marruecos a los que salten las verjas.
En la cuesti¨®n de la inmigraci¨®n sobran tambores y trompetas. Es verdad que resulta m¨¢s f¨¢cil negociar con el resto de Europa y con Marruecos si existe un grado previo de consenso en Espa?a. Pero el acuerdo sobre pol¨ªtica migratoria tiene que ser independiente del esclarecimiento de lo sucedido el 6 de febrero, que contin¨²a pendiente de una explicaci¨®n completa. No se trata de confundirlo todo ni de tapar una tragedia con un pacto, sino de resolver cada problema con tanta firmeza como prudencia.
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