Viaje de siete minutos a Vitoria de una estrella de la NBA

"Lo volver¨ªa a hacer", afirma sin dudarlo el presidente del Baskonia de baloncesto, Josean Querejeta, cuando se le requiere sobre el fichaje evanescente de Lamar Odom, una celebridad en la NBA, una celebrity en la televisi¨®n estadounidenses y un juguete roto en los juzgados de Los ?ngeles. Odom, con dos anillos de la NBA en su poder, fue recibido en Vitoria como se recibe a un premio Nobel que fuera a hacerse cargo de la unidad de oncolog¨ªa. Pero la realidad es que solo pis¨® el parqu¨¦ del Buesa Arena para entrenarse y disputar seis minutos frente al Unicaja (otros 17 los jug¨® en Valencia), antes de regresar a EE UU para tratarse de una lesi¨®n en la espalda que oblig¨® a rescindir su contrato de dos meses, inicialmente previsto para ser prolongado hasta el final de temporada. ¡°Me volver¨ªa a sacar una foto con Lamar Odom igual que lo har¨ªa con Maradona o con Lady Gaga¡±, dijo el alcalde de Vitoria, Javier Maroto, apelando al impacto que la noticia tuvo para la ciudad en todo el mundo. El debate es sencillo: ?qu¨¦ pesa m¨¢s en estos casos, el trueno de su llegada o la tormenta de su apresurada despedida? Econ¨®micamente el coste ha sido menor (se estima en unos 15.000 euros), deportivamente ha sido insignificante y medi¨¢ticamente ha durado 25 d¨ªas de pasi¨®n.

Su boda con Kardashian convirti¨® su canasta en una gran televisi¨®n

Lamar Odom no es un jugador cualquiera. Dotado de un talento natural para el basket, su vida se ha movido entre el oro y el barro, con el falso dulzor de las chucher¨ªas que tanto adora.

Se calcula en 85 millones lo que ha ingresado jugando al basket pero sus chucher¨ªas de oro apenas resist¨ªan el primer mordisco. Antes del oro, vivi¨® en el barro. Su madre muri¨® por un c¨¢ncer de colon cuando ¨¦l ten¨ªa solo 12 a?os. Su padre era cocain¨®mano y nunca se ocup¨® de ¨¦l, seg¨²n ha contado el propio jugador. Vivi¨® con su abuela ¡ªa la que ador¨®¡ª, que muri¨® ocho a?os despu¨¦s de irse a vivir con ella, y sufri¨® la p¨¦rdida de su hijo, de seis meses, por muerte s¨²bita. Odom hab¨ªa nacido en el barrio neoyorquino de Queens, donde se le compar¨®, por su talento para el baloncesto, con el ¨ªdolo local Lloyd Daniels. La coincidencia fue premonitoria: Daniels acab¨® adicto al alcohol y a las drogas y Odom, que admiraba a Daniels, acab¨® suspendido por la NBA durante ocho meses por problemas con las drogas y, en agosto de 2013, fue detenido por conducir bajos los efectos de las drogas y el alcohol, aunque no fue a prisi¨®n por un acuerdo judicial. Los reyes de Queens repet¨ªan su oscuro cuento.

En 2009, Odom dio un brinco explosivo y no para hacer un mate de esos que levantan al p¨²blico de los asientos. Se cas¨® con Khloe Kardashian, un personaje medi¨¢tico que convirti¨® la canasta de Odom en una pantalla de televisi¨®n. Particip¨® en un reality sobre su vida y fue asiduo de los plat¨®s. La pareja Odom-Kardashian era m¨¢s explosiva que la que pod¨ªa formar en el parqu¨¦ con Kobe Bryant o con Pau Gasol, dos de los 350 invitados que asistieron a su boda.

Acab¨® suspendido por la NBA durante ocho meses por problemas con las drogas

En plena vor¨¢gine medi¨¢tica, consigui¨® dos anillos de la NBA con los Lakers y fue nombrado sexto mejor jugador en 2011. Odom, aparentemente, pod¨ªa con todo: con el baloncesto, con los realities, con la actividad p¨²blica, con un matrimonio singular y con el alcohol o a las drogas. Aparentemente, el oro sobresal¨ªa por encima del barro de una infancia que solo reapareci¨® cuando su padre, Joe, concedi¨® una entrevista a The National Enquirer criticando al clan Kardashian, al que acusaba de preocuparse ¡°solo por hacer dinero¡±. Odom, a trav¨¦s de su Twitter, sali¨® en defensa de su nueva familia y acus¨® a su padre de abandono ¡°por preocuparse solo de sus demonios¡±.

Dej¨® de ser un jugador talentoso y sus promedios bajaron. Abandon¨® Los ?ngeles (12 temporadas estuvo en la ciudad), pero su vuelta a los Clippers, tras pasar unos d¨ªas en Dallas, solo sirvi¨® para ver el barro de nuevo por encima del oro. Su mujer Khloe le pidi¨® el divorcio por supuestas infidelidades y por sus adicciones. De nuevo la telerrealidad se apoder¨® del matrimonio. ?Farsa, convenio, contrato, ruptura? Incluso, tras su llegada a Vitoria, la prensa estadounidense del coraz¨®n segu¨ªa apostando por una reconciliaci¨®n medi¨¢tica entre Odom y su mujer. Los tabloides suger¨ªan que Kardashian ten¨ªa un contrato televisivo que le obligaba, a cambio de muchos miles de d¨®lares, a mantener su matrimonio con Odom al menos cuatro a?os. Lo cierto es que en 2013 (se hab¨ªan casado en 2009) present¨® la demanda de divorcio y se qued¨® con la mansi¨®n de California.

Odom dio un paso atr¨¢s, o quiz¨¢s uno adelante, y acept¨® la oferta del Baskonia porque consideraba que Vitoria ¡°era la ciudad ideal para rehacer su vida¡±. Antes de que la espalda le devolviera a EE UU con una canasta en su haber y sinti¨¦ndose ¡°avergonzado¡±, seg¨²n dijo, a¨²n sufri¨® el robo de las joyas que guardaban en su mansi¨®n de California. La tranquilidad no entra en los planes de Odom, al que Querejeta volver¨ªa a fichar y con el que el alcalde se volver¨ªa a sacar una foto. Aunque fuese un juguete de oro con la espalda rota.