Un concepto inaceptable
Quejas por el uso de la expresi¨®n ¡°crimen pasional¡±, que no debe emplearse nunca para referirse a los asesinatos sexistas
Un reproche habitual de lectores es por el empleo de t¨¦rminos que se consideran gramaticalmente incorrectos o, lo que plantea otro tipo de reflexi¨®n, conceptualmente inaceptables. En este ¨²ltimo cap¨ªtulo entran las cartas recibidas por el tratamiento de cr¨ªmenes sexistas como ¡°cr¨ªmenes pasionales¡±. Aunque afortunadamente ha perdido vigencia, todav¨ªa he localizado su empleo en cuatro ocasiones durante el ¨²ltimo a?o. Las ¨²ltimas cartas recibidas lo son a prop¨®sito de la cr¨®nica Qui¨¦n cree a¨²n en Pistorius?. La expresi¨®n aparec¨ªa entre interrogantes como enumeraci¨®n de tres hip¨®tesis sobre lo sucedido que pueden manejar la fiscal¨ªa o la defensa del acusado. Una hip¨®tesis que no sosten¨ªa la cr¨®nica, pero su enunciado para explicar lo que pudo ocurrir, lo utilice quien lo utilice, ¨²nicamente conduce a un enmascaramiento. El recurso a este concepto no es aceptable. Como explica la lectora V. El¨ªas, se trata de una terminolog¨ªa propia de hace 20 a?os. ¡°Nos est¨¢ costando mucho avanzar en el reconocimiento y la lucha contra la elevad¨ªsima violencia de g¨¦nero que existe en nuestro pa¨ªs, y es un retroceso no llamar a las cosas por su nombre. El caso de Pistorius, si fuese culpable, no ser¨ªa un crimen pasional, ser¨ªa un asesinato en un contexto de violencia de g¨¦nero. Dudo que este medio se permitiese hablar con eufemismos de otros tipos de violencia con resultado de muerte¡±. Un argumento que se reproduce en la carta de Ana Gonz¨¢lez. ¡°Si un hombre mata a su pareja, no act¨²a la pasi¨®n, sino la certeza de que la vida de ¨¦sta le pertenece, y eso se llama machismo. Dejen de avalar el la mat¨¦ porque era m¨ªa y llamen a las cosas por su nombre¡±. Para Blanca Gonz¨¢lez, el uso de esta expresi¨®n traslada la tragedia de la violencia sexista al g¨¦nero de la telenovela.
Un criterio que debe respetarse escrupulosamente es el de no adjetivar este tipo de episodios de manera que puedan leerse como una justificaci¨®n, m¨¢s o menos impl¨ªcita, de la agresi¨®n. Como escrib¨ªa ya en 2008 la periodista Rosa Rodr¨ªguez C¨¢rcela, se trata de un concepto difundido durante muchos a?os por los medios de comunicaci¨®n, ¡°un tratamiento informativo basado en una construcci¨®n social y educacional que condenaba a la mujer y justificaba, en ocasiones, a los hombres violentos. Toda una visi¨®n que tend¨ªa a culpabilizar a la v¨ªctima y eximir de responsabilidad a los homicidas (¡) El concepto ha cambiado. No estamos ante un crimen pasional, sino ante la comisi¨®n de un grave delito, un asesinato cometido por la violencia machista de un hombre que piensa que la mujer es suya y que no puede ser de nadie m¨¢s¡±.
Unas cifras particularmente negras muestran tristemente que este tipo de asesinatos se producen con una preocupante frecuencia. Lo explicaba esta misma semana, refiri¨¦ndose a Espa?a, el diario, en un texto titulado Una d¨¦cada de machismo: 658 asesinadas. Una semana en la que ha habido cuatro asesinatos machistas en 48 horas. En el texto se comentaba que quienes trabajan con las v¨ªctimas alertan de que la sociedad ¡°no termina de tomar conciencia del problema¡±.
Otra carta, a prop¨®sito del mismo juicio, critica que se describa a la juez como ¡°negra y diminuta¡±, por su connotaci¨®n despectiva. Sin embargo, en el art¨ªculo, la condici¨®n f¨ªsica de la jueza se menciona para contraponerlo a la grandeza de su biograf¨ªa y el que sea negra para desmentir que ello pueda influir en su juicio sobre un acusado ¡°rico, famoso y blanco¡±. No hay nada despectivo en ello.
Otro orden de cuestiones, totalmente distintas a la citada, son los debates sobre el empleo de determinados t¨¦rminos y su correcci¨®n gramatical. Los errores ortogr¨¢ficos que peri¨®dicamente se?alan los lectores, y que se producen con una frecuencia preocupante, acostumbro a rese?arlos en el blog. Pero algunos casos, por la acumulaci¨®n de cartas, merecen un tratamiento m¨¢s detenido. Es el caso de la decena de mensajes recibidos interrog¨¢ndose o cuestionando el empleo en el diario del t¨¦rmino ¡°ucranio¡± en lugar de ¡°ucraniano¡±. Es cierto, como se?alan algunos lectores, que el Diccionario Panhisp¨¢nico de Dudas, aceptando el uso de ¡°ucranio¡±, recomienda el t¨¦rmino ¡°ucraniano¡±. ¡°Esta es la forma inicialmente usada como gentilicio de este pa¨ªs europeo y sigue siendo mayoritaria en todo el ¨¢mbito hisp¨¢nico; es, por ello, la forma recomendada¡±, dice. En algunos mensajes se sospecha que la adopci¨®n del otro t¨¦rmino se debe ¨²nicamente a criterios utilitaristas: su mayor brevedad facilita la construcci¨®n de los titulares. Siendo ¨¦sta una raz¨®n, no es la ¨²nica ni la principal. El Libro de Estilo del diario opta por ¡°ucranio¡± y alega razones hist¨®ricas sin m¨¢s explicaciones. En el borrador de una pr¨®xima revisi¨®n del citado libro se dan m¨¢s detalles de las razones que sustentan esta opci¨®n por parte del diario. Son tres: su mayor brevedad, su mayor antig¨¹edad en espa?ol y su analog¨ªa con otros gentilicios de la zona. El citado texto explica que ¡°ucranio¡± es anotado ¡°por primera vez en un diccionario espa?ol (el de Gaspar y Roig) en 1855, obra que no incluye 'ucraniano'. 'Ucranio' entra en el Diccionario acad¨¦mico en 1925, edici¨®n que no registra tampoco la voz 'ucraniano'. Este segundo t¨¦rmino no llega al l¨¦xico de la Academia hasta 1984. Pero en esa edici¨®n se sigue recomendando 'ucranio' frente a 'ucraniano', forma que s¨®lo prevalece a partir de 1992 (sin invalidar la que en todo ese tiempo se vino recomendando en EL PA?S). En resumen, 'ucranio' est¨¢ en el diccionario oficial desde 1925; y 'ucraniano', desde 1984¡±. El texto recuerda que decimos ¡°estonio¡± y no ¡°estoniano¡±, "armenio¡± y no ¡°armeniano¡±, etc¨¦tera. Ejemplos que ofrecen una analog¨ªa para este caso.
La opci¨®n del diario por determinados t¨¦rminos suscita debate
Otro tema, es el empleo de ¡°paparazi¡± y no de ¡°paparazzi¡±. Aunque el Libro de Estilo consagraba ¡°paparazzi¡±, una correcci¨®n en un bolet¨ªn interno opt¨® en 2011 por ¡°paparazi¡± y, en plural, ¡°paparazis¡±. Las referencias acad¨¦micas de c¨®mo debe escribirse este t¨¦rmino son contradictorias. El diccionario de la Academia establece "paparazzi" (¡°fot¨®grafos de prensa que se dedican a hacer fotograf¨ªas a los famosos sin su permiso¡±). Sin embargo, el Diccionario Panhisp¨¢nico de Dudas acepta ¡°paparazi¡±, ¡°adaptaci¨®n gr¨¢fica propuesta para la voz italiana paparazzi, plural de paparazzo (¡). En espa?ol se usa el plural etimol¨®gico para el singular, caso an¨¢logo al de otros italianismos como espagueti ¡°.?
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