Reencarnando a la musa de los Rolling Stones
La modelo inglesa Poppy Delevigne se convierte en Marianne Faithfull Al verla, Keith Richards quiz¨¢ decida volver a grabar otro disco
Es rubia, s¨ª. Se ve. Incluso se nota. Casi se huele. Para algunos, Poppy es la hermana mayor de otra modelo, Cara Delevingne (ya saben, la nueva Kate Moss, la que se besa en p¨²blico con Iggy Azealia, la it girl m¨¢s cosificada de los ¨²ltimos a?os). Para otros, un rostro m¨¢s enigm¨¢tico y fascinante. En el in¨²tili juego de las comparaciones, Poppy es m¨¢s alta (1,78 m) y tiene seis a?os m¨¢s (27). Las cifras, podr¨ªa decirse, est¨¢n de su lado, como antes lo estuvieron del lado de sus padres, que la llevaron a la Bedales School, un colegio privado que por 30.000 euros al a?o fabrica futuras portadas de revista del tama?o de Alice Dellal o Lily Allen.
Creci¨® rodeada de los chaneles de su abuela, Janie, que fue dama de compa?¨ªa de la Princesa Margarita de Inglaterra ¨Cla hermana de Isabel II¨C, y contemplando el vestidor de su madre, una socialite de los a?os setenta que ahora es estilista de los lujosos almacenes Selfridges. Su abuelo fue nada menos que el magnate brit¨¢nico Sir Jocelyn Steven, y su padre, un famoso promotor inmobiliario ingl¨¦s, que hizo el resto.
Hoy la brit¨¢nica ejerce de modelo ¨Cha desfilado para Chlo¨¦, Burberry y Alberta Ferreti, entre otros, y ha sido imagen de Mango y Louis Vuitton¨C y lleva unos a?os probando suerte en el mundo de la interpretaci¨®n en Los ?ngeles. ¡°Me gusta trabajar como modelo, pero ya estaba entrando en mi zona de confort y mi cerebro me estaba pidiendo aprender m¨¢s¡±, explica Poppy, quien hasta la fecha ha dado poco que hablar en los entornos de la prensa amarilla global, hasta el punto de que ense?a un anillo y nos dice que se va a casar sin miedo a que nadie decida inmediatamente llamar a alguna publicaci¨®n y vender la historia.
Poppy no vende historias, es lo bastante feliz como para no hacer de eso una prioridad. ¡°Me gusta mantenerme al margen de la pol¨¦mica. Trabajo mucho, tengo buenas oportunidades, pero no le intereso tanto a las revistas como otros personajes¡±, dice con orgullo. Justo lo contario de lo que pasa con Cara, cuya vida, en ocasiones, parece un revival de lo que fue la historia de Marianne Faithfull en el Londres de los a?os sesenta. Hoy Poppy rememora la ic¨®nica imagen de una de las rubias menos legales de la historia contempor¨¢nea, esa Marianne que era protagonista de toda fiesta importante. Una d¨¦cada junt¨¢ndosele la noche con el d¨ªa. Se mov¨ªa por entornos sociales VIP con una facilidad asombrosa. Su encanto de musa rubia, bella y misteriosa le ayud¨® a entrar en el c¨ªrculo de The Rolling Stones, como la novia de Mick Jagger y amante de Keith Richards, am¨¦n de lanzar un pu?ado de discos que a¨²n hoy son importantes para entender la historia del rock. Nadie fumaba como ella. ¡°Yo era una imb¨¦cil¡±, se recordaba recientemente la Faithfull, quien, como las Delevingne, tambi¨¦n proced¨ªa de alta cuna.
Dama, dama
¡°No me siento en absoluto parte de ninguna ¨¦lite. Me han educado para pensar que da igual de d¨®nde venga la gente¡±, dice la modelo, quien, cuanto m¨¢s cerca est¨¢, m¨¢s perfecta parece. Su pinta angelical y su actitud en los albores del gamberrismo forman un binomio perfecto. Es simp¨¢tica y desenfadada, divertida y valiente. Y due?a de una voz ronca, grave y a la vez sensual que atrapa. Pocas cosas gustan m¨¢s a un hombre que una mujer experimentada y con sentido del humor como Poppy. Y ella lo sabe. ¡°Reconozco que me encanta coquetear y el contacto f¨ªsico. De hecho, me he metido en m¨¢s de un problema porque algunos hombres confunden mis intenciones. En cuanto me conoces, ya sabes que eso forma parte de m¨ª y que en realidad no quiero nada¡±, aclara. A cada minuto que pasa, Poppy se parece m¨¢s a Marianne Faithfull, pero es un mero efecto ¨®ptico. ¡°Compraba los discos por las portadas, pero a veces me equivocaba, claro¡±, dec¨ªa llena de culpa la ex de Jagger. Y s¨ª. Ahora, en esta sesi¨®n de fotos que tiene lugar en la terraza acristalada del Hotel Urban, de Madrid, justo un d¨ªa despu¨¦s de que reciba el premio al Icono Fashion Rock de la revista Rolling Stone, la Delevingne mayor podr¨ªa ser ese disco que se compra porque combina con el color de las paredes. Pero no se equivoque, esa es su hermana, porque Cara es la Faithfull de 1966, y Poppy es Marianne en 2014. Aunque se defina como ¡°loca, desorganizada y temperamental¡± e insista en que si fuera una canci¨®n ser¨ªa Walk on the wild side, de Lou Reed, lo cierto es que, viendo a la inglesa organizar su boda con James Cook, su pareja desde 2007, entre foto y foto y con dos m¨®viles en la mano, recuerda m¨¢s a Melanie Griffith en Armas de mujer que a una roquera en tr¨¢nsito hacia la terminal de la siguiente rehabilitaci¨®n. Solo hay que preguntarle sobre sus referentes e ¨ªdolos para que se destape la mascarada. ¡°Mis iconos son Meryl Streep, que tiene una carrera impresionante, pero ha sabido mantener su vida personal al margen¡ Y mi padre¡±.
El ala oeste de la cama blanca
Poppy tiene bastante claro c¨®mo es el perfil de hombre que le interesa. ¡°Quiero uno que me d¨¦ seguridad, que tenga sentido del humor... y unas buenas piernas. Admiro la perseverancia y a los tipos fuertes que tienen el control. Es sexy¡±. Por la definici¨®n ¨Csobre todo, por lo de las buenas piernas¨C, uno podr¨ªa concluir que el tipo de hombre que le va a esta Delevingne es un pol¨ªtico de traje, corbata y moci¨®n de censura. Pero escuchemos un momento lo que declaraba el a?o pasado la Faithfull madura y obtendremos alguna pista sobre lo que Poppy nos responder¨¢ si le sugerimos sobre la posibilidad de que en ella exista una potencial primera dama. ¡°En general, detesto a los pol¨ªticos y no me interesan nada sus promesas ni sus prioridades, que no tienen que ver con mis inquietudes ni con los problemas reales o las ilusiones de la gente¡±, dec¨ªa Marianne. Poppy parece tener una opini¨®n similar, aunque m¨¢s matizada y menos radical que la de la Fiathfull oto?al, quien ya parece estar de vuelta de todo. ¡°Es cierto, los pol¨ªticos tienen poder, y hay gente a quien eso pueda parecerle sexy, pero yo me considero m¨¢s creativa, y me gusta otro tipo de hombre, m¨¢s creativo¡±, explica la modelo.
Accesorios de temporada
La relaci¨®n de las modelos y las it girls con la pol¨ªtica ha sido mucho menos estrecha que la que estas han mantenido con la realeza del rock. De hecho, durante bastante tiempo, la Faithfull fue despachada como una groupie. No una m¨¢s, una buen¨ªsima, pero una groupie, despu¨¦s de todo. Una que le dej¨® el libro El maestro y Margarita, de Mikhail Bulgakhov, a Mike Jagger, y este fue y escribi¨® Beggars banquet, inspirado por la lectura. Una que muchos saben que es sobre quien trata You can¡¯t always get what you want, pero que pocos recuerdan que es coautora de Sister morphine. Es este todav¨ªa un mundo de hombres, incluso en el universo de la m¨¢s liberal de las artes. Poppy asiente y recuerda: ¡°El otro d¨ªa le¨ª que el 80 por ciento de las pel¨ªculas que se hacen sobre l¨ªderes, las protagonizan hombres, y s¨®lo un 20 por ciento, mujeres. Aunque no creo que haya que tratar este tema como una batalla, queda mucho por hacer¡±.
Una de las que se ha puesto manos a la obra con la labor es su hermana. Como Marianne en los sesenta, Cara se li¨® con el m¨¢s prometedor de los m¨²sicos brit¨¢nicos del momento. En su caso, el cantautor Jake Bugg. Pero a diferencia de lo que pasaba entonces, Cara no termin¨® como la groupie despechada, sino que fue ella quien puso fin a la relaci¨®n. Como Alexa Chung dej¨® a Alex Turner, de Arctic Monkeys. Y es que, si antes las modelos eran accesorios de los m¨²sicos, hoy parecen los m¨²sicos quienes son ap¨¦ndices de las it girls. Poppy, mientras, se mantiene al margen de todo este juego. Ella duerme tranquila: ¡°Llegas si vales, no hay m¨¢s historia¡±.
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