Menos dinero para las armas
Diversas organizaciones que promueven la paz han puesto en marcha un D¨ªa Mundial contra el Gasto Militar, como fecha de movilizaci¨®n de las conciencias contra el despilfarro en armamento
El 14 de abril tenemos dos advenimientos, por un lado, celebrar la II Rep¨²blica espa?ola, y por otro, promover el D¨ªa Mundial Contra el Gasto Militar. Se trata de dos acontecimientos que, si del primero sentimos pesar por su p¨¦rdida y el coste que representa no tener un estado plenamente laico y federal; del segundo, sentimos el pesar de soportar una de las mayores lacras de la humanidad: el colosal gasto militar mundial que en el a?o 2012, fue de 1,756 billones de d¨®lares, un 2,5% PIB mundial (SIPRI 2013), que representa nada m¨¢s ni nada menos que 249 d¨®lares por habitante del planeta, una cuant¨ªa que algunos cientos de millones de habitantes tienen como renta anual para mal vivir.
Un gasto que en la realidad es muy superior pues los estados no son transparentes y facilitan un gasto en defensa inferior al real, pues existen muchas partidas militares repartidas por otros ministerios y departamentos. As¨ª, es de sobra conocido que en los casos de EE UU, Rusia y China es muy superior y dif¨ªcil saber con exactitud lo que gastan como reconocen centros de investigaci¨®n como el propio SIPRI. Esto mismo ocurre en Espa?a donde el presupuesto de 2013 del Ministerio de Defensa fue de 6.913 millones de euros, mientras el real repartido por otros ministerios fue de 17.135 millones.
Semejante despilfarro en armas ha dado pie para que diversas organizaciones que promueven la paz mundial hayan puesto en marcha este d¨ªa, como fecha de movilizaci¨®n de las conciencias para reducir ¨¦ste enorme dispendio y se dirija con m¨¢s provecho a desarrollo humano. Algo que ha dado pie a campa?as en diversos pa¨ªses bajo el lema de ¡°gastos militares para gastos sociales¡±, o en el nuestro de ¡°objeci¨®n fiscal a los gastos militares¡±.
Esto me da pie a hacer un breve an¨¢lisis de la situaci¨®n del gasto militar mundial. Seg¨²n los datos que aporta el SIPRI de Estocolmo, un centro que analiza con rigor las cifras de todos los estados. Por primera vez la cifra indicada desciende en t¨¦rminos reales respecto a 2011 en un 0,4%. Algo ins¨®lito que no hab¨ªa ocurrido desde finalizar la guerra fr¨ªa en 1991. Esta disminuci¨®n indica un cambio de tendencia que se estaba produciendo en diversos pa¨ªses del bloque occidental, especialmente en EE UU y sus aliados europeos. Por ejemplo, EE UU en 2013, redujo su gasto militar en un 5,6% respecto a 2012, que se suma a la ca¨ªda del 1% de 2011. Este cambio de tendencia se acentuar¨¢ con el anuncio de reducir sus fuerzas armadas en 50.000 efectivos este a?o y 80.000 en 2015.
Situaci¨®n que se extiende a los pa¨ªses de la Europa occidental. En este ¨¢mbito la reducci¨®n del gasto militar en 2012 de todos los pa¨ªses en su conjunto es de un 1,6%. Disminuci¨®n que tambi¨¦n continuar¨¢ con la reducci¨®n anunciada de efectivos de las fuerzas armadas: Francia propone reducir un 50% sus efectivos y pasar de 200.000 a 100.000 efectivos para 2020; Italia 33.000 hasta 2024; Alemania 40.000 en 2014 y Reino Unido 20.000 para 2020. Y en Espa?a existe un plan a¨²n no aprobado para reducir 15.000 efectivos.
Pero en cambio los BRIC, Brasil, Rusia India y China, han aumentado de forma considerable su gasto en defensa. Rusia un 16% sobre 2011 y tiene planes para aumentar su gasto militar en un 40% hasta el 2015; China un 7,8% y dos d¨ªgitos cada uno de los ¨²ltimos diez a?os; Brasil e India se mantienen en 2012 pero en los diez ¨²ltimos a?os hab¨ªan aumentado un 56% y India un 65% cada uno respectivamente.
Cierto es que los acontecimientos de Ucrania y la independencia de Crimea donde Rusia ha intervenido a favor de su anexi¨®n, ha reabierto las hostilidades entre la OTAN de EE UU y Rusia. Hecho que ha empujado a Barack Obama a pedir a sus aliados europeos un esfuerzo de aumento del gasto en defensa, advirtiendo del peligro que representa el expansionismo ruso. Pero parece improbable que la crisis econ¨®mica por la que atraviesan los europeos occidentales impulse el gasto militar para iniciar una carrera de armamentos frente a Rusia. M¨¢s bien ocurrir¨¢ lo contrario, los pa¨ªses de la UE intentar¨¢n apaciguar los ¨¢nimos y negociar¨¢n con Rusia una salida a la crisis de Ucrania, para que no se produzcan sobresaltos que afecten a los intereses comerciales, la deuda mutua y sobre todo el flujo energ¨¦tico proveniente de Rusia.
La reducci¨®n del gasto militar en Europa occidental se est¨¢ produciendo y por primera vez tenemos la esperanza de que se acent¨²e. Claro que eso no es suficiente, pues a¨²n persiste un gasto muy elevado que en ning¨²n caso deber¨ªa sobrepasar el 1% del PIB (en Espa?a es del 1,6%), tal como recomend¨® en su d¨ªa el Programa de Desarrollo Humano de la ONU. Tampoco es alentador ver como las potencias emergentes gastan de forma excesiva en defensa cuando los riesgos y las amenazas han disminuido en el mundo. Entonces bienvenida sea la campa?a de sensibilizaci¨®n mundial del D¨ªa Mundial Contra el Gasto Militar.
Pere Ortega, Centro Del¨¢s de Estudios por la Paz.
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