Si no eres cre¨ªble, nadie confiar¨¢ en ti
?Se ha planteado alguna vez si los dem¨¢s se f¨ªan de usted? Las personas que trasmiten seguridad y confianza tienen m¨¢s ¨¦xito personal y profesional
En los tiempos que corren, ser cre¨ªble es un tesoro. La p¨¦rdida de valores, la ambici¨®n negativa y el poder nos han llevado a que perdamos la fe en algo tan importante como la confianza en las personas. Y es que la credibilidad no se regala, se gana.
?Las personas cre¨ªbles consiguen conquistar el respeto de los dem¨¢s. Significa que la gente puede confiar en usted, y que lo que dice, es lo que usted es. Se relaciona directamente con ideas tan importantes como la honestidad, la prudencia, el compromiso y el conocimiento. ?De qu¨¦ personas suele desconfiar? ?Qui¨¦nes son los que le generan rechazo cuando les escucha? Normalmente aquellos que una vez le fallaron, los charlatanes, los que no respetan los puntos de vista de los dem¨¢s, quienes critican a los que no est¨¢n presentes, los que hablan sin saber y los que faltan a su palabra y a sus compromisos.
La credibilidad es como la virginidad. Una vez que se pierde, ya no se recupera¡± (Mark Twain)
Encandilar a alguien con frases bonitas es f¨¢cil. Hay personas muy educadas, corteses, que se expresan con correcci¨®n, que se manejan en p¨²blico como pez en el agua y que su carisma les hace ser muy atractivas. Pero si se rasca un poco carecen de palabra. En el momento en el que se sienta traicionado, le costar¨¢ mucho volver a confiar en esa persona. Y lo peor es que la experiencia puede llevarle a desconfiar de quien no lo merece.
?Alguna vez se ha planteado si los dem¨¢s conf¨ªan en usted? Hay personas que transmiten seguridad y confianza. Y estos valores se relacionan con el ¨¦xito personal y profesional. La credibilidad se da en cualquier campo. Nos gustan los m¨¦dicos que nos transmiten que nos van a ayudar; los fontaneros que cuando ven la aver¨ªa en casa nos dicen que no nos preo?cupemos de nada y que lo van a arreglar, o el amigo que te da un argumento distinto al tuyo y te convence y deja tranquilo. Con ellos nos sentimos en buenas manos. Credibilidad, hablar en p¨²blico, habilidades sociales y carisma van de la mano. Y se pueden entrenar.
Para saber m¨¢s
LIBROS
¡®La importancia de llamarse Ernesto¡¯
?scar Wilde
¡®Tus gestos te delatan¡¯
Fran Carrillo (Editorial Espasa)
EMISI?N RADIOF?NICA
¡®La guerra de los mundos¡¯
Orson Wells
Consigui¨® crear el p¨¢nico en las calles de Nueva
York y Nueva Jersey. Los oyentes creyeron que se
trataba de una historia real sobre extraterrestres.
Para empezar a trabajar su credibilidad, empiece por modificar sus valores. Si solo se dedica a disfrazarse de carisma y buena comunicaci¨®n y no contempla la honestidad, su fachada no sostendr¨¢ la imagen de persona fidedigna eternamente. Necesita ser puro por dentro para ser cre¨ªble por fuera.
Tenga palabra. Significa cumplir con lo dicho. Es un privilegio contar con personas que respetan el compromiso de lo que dicen.
Sea honesto. ?Le han dado mal el cambio, le han devuelto de m¨¢s? Devu¨¦lvalo. ?Se ha encontrado una cartera que no es suya? Entr¨¦guela con todo lo que conten¨ªa dentro. Ser un listo ha terminado convirti¨¦ndose en un valor. Se trata de ganarle al otro a sabiendas que es injusto.
Sea una persona de bien, con buenas intenciones. Nadie se quiere relacionar con personas con dobleces.
Asuma sus errores. Las personas de ¨¦xito se equivocan. Para ellos el error es una forma de aprendizaje, lo reconocen, piden disculpas y reparan el da?o. Y lo vuelven a intentar. No existen las personas perfectas, por lo tanto, la perfecci¨®n no es cre¨ªble.
Comp¨®rtese de forma justa. Reconozca el m¨¦rito y el trabajo de cada uno, valore el esfuerzo por encima de los resultados.
Las emociones tambi¨¦n juegan un papel en la imagen que transmitimos a los dem¨¢s respecto a la credibilidad. El equilibrio emocional es fundamental. No nos da seguridad una persona que se deja llevar por arranques de ira, que se muestra agresivo y que trata de tener poder por la v¨ªa autoritaria. Las personas cre¨ªbles no necesitan tirar de fuerza, volumen alto o expresiones amenazantes.
La capacidad para motivar y generar emociones positivas es otro punto fuerte. Nos atraen m¨¢s las personas que buscan y aportan soluciones que las que se recrean en la pena, el victimismo y en rumiar los problemas.
Las personas que se muestran seguras, que conocen sus fortalezas y que las utilizan para solventar soluciones, nos parecen fiables. Confianza y humildad es el binomio perfecto.
Comun¨ªquese de forma f¨¢cil y correcta. Expresarse con un vocabulario amplio, sencillo y con frases ordenadas, facilita el entendimiento. Y cuando el oyente se queda con la sensaci¨®n de haber comprendido el mensaje, le otorga credibilidad. Si utiliza un vocabulario t¨¦cnico y poco comprensible para el p¨²blico que le escucha, la gente desconectar¨¢ y saldr¨¢ de la reuni¨®n sin haber entendido nada.
Ordene su mensaje. Los procesos de recepci¨®n de la informaci¨®n, entendimiento y asimilaci¨®n tambi¨¦n dependen de saber llevar un hilo conductor que est¨¦ organizado.
El conocimiento es clave. Necesita saber de lo que habla, documentarse, tener argumentos, manejar los tiempos, coger experiencia, tener cultura, incluso recitar. S¨ª, recitar. A las personas con memoria, las que son capaces de hablar sin papeles delante, que dan datos hist¨®ricos y frases c¨¦lebres, que citan a autores y hechos relevantes, les damos confianza. Se asocia memoria con sabidur¨ªa, y nos fiamos de las personas sabias.
Por el contrario, la charlataner¨ªa, los cabezotas que se empecinan en una idea sin modo de argumentarla, nos parecen personas sin recursos. Y qu¨¦ decir del cotilleo y rumorolog¨ªa, hace que perdamos la confianza en las personas que lo practican. Los chismosos son muy poco atractivos e imprudentes. Con ellos solo se relacionan los que se comportan de la misma manera, y aun as¨ª, ni entre ellos se consideran personas de confianza.
El aspecto f¨ªsico y la presencia. Si est¨¢ empezando a ejercer su profesi¨®n y no le ha dado tiempo a ganarse una buena reputaci¨®n, necesita adaptar su forma de vestir a las expectativas del cliente. Nadie desea que le repare el coche un mec¨¢nico vestido con traje de chaqueta y corbata.
Equivocadamente o no, las personas tendemos a sacar conclusiones inmediatas basadas en lo que vemos cuando conocemos a alguien. Su forma de moverse en p¨²blico, dar la mano o su imagen dan informaci¨®n. Por supuesto que es informaci¨®n viciada por prejuicios y por la experiencia de cada uno. Pero es as¨ª. Cuando conoce a alguien por primera vez, sacamos conclusiones sobre su inteligencia, estatus, nivel socioecon¨®mico, orientaci¨®n sexual, estado civil, edad, ideas religiosas, etc¨¦tera.
En una palabra: para parecer un hombre honrado, lo que hace falta es serlo¡± (Nicolas Boileau)
Cuide su imagen, su higiene, su pelo, el aspecto de sus manos y la forma de vestir. La prudencia est¨¢ en el equilibrio. Todos los excesos, tanto en el aspecto femenino como en el masculino, llevan a que su interlocutor centre m¨¢s su atenci¨®n en lo que ve que en el mensaje que le transmite.
Cada uno en su vida privada debe arreglarse como desee, pero si quiere tener credibilidad en su profesi¨®n, modere su forma de presentarse y ad¨¢ptela, en la medida que su escala de valores y forma de ser se lo permitan, a las necesidades de su profesi¨®n. A medida que adquiera experiencia en ella y su buen hacer le posicionen, podr¨¢ relajarse con la apariencia.
El nivel de reputaci¨®n es inversamente proporcional a la importancia de su presencia f¨ªsica. ?Por qu¨¦? Porque cuanto mejor le hayan hablado de un profesional, menos le importar¨¢ la imagen que tenga. La credibilidad es tan fr¨¢gil como la confianza. Se tarda mucho tiempo en ganar, pero es muy f¨¢cil perderla. Ser fiable no se basa solo en el carisma, sino en la coherencia con la que nos comportamos.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.