La pareja... ?al div¨¢n!
La monoton¨ªa, los conflictos, las inseguridades... nos separan. Hay amores que llegan a su fin Otros pueden tener una segunda oportunidad con algo de colaboraci¨®n por ambas partes
Los datos que arrojan las estad¨ªsticas de 2012, y posiblemente 2013 siga en la misma l¨ªnea, son demoledores: entre nulidades, separaciones y divorcios, se rompieron en Espa?a m¨¢s de 110.000 parejas. Es la cifra m¨¢s alta desde 2008. Sin duda, la mayor¨ªa de parejas desea que el amor sea eterno. Cuando decimos que el amor es ciego nos referimos a que el estado de su enamoramiento le dice que este nivel de plenitud le va a durar siempre, que su amor ser¨¢ capaz de superarlo todo, y en ese estado ingenuo, usted termina contrayendo matrimonio o compartiendo vida. Pero ni es oro todo lo que reluce, ni el amor se mantiene de por vida, a veces ni con el mejor de los abonos.
?Por qu¨¦ se rompen tantas parejas? Muchos dir¨¢n que se han perdido los valores, o que las parejas de hoy d¨ªa no aguantan la m¨ªnima; otros, que las personas se han vuelto ego¨ªstas y piensan solo en ellas, que el acceso a las redes sociales permite conocer y estar en contacto con cientos de personas que son potenciales nuevas parejas, que la incorporaci¨®n de la mujer al mercado laboral le permite tomar decisiones gracias a su independencia econ¨®mica, que las personas quieren vivir felices y no solo soportarse, y un largo etc¨¦tera. Hay cientos de motivos, y todos respetables.
Lo cierto es que la mayor¨ªa de las rupturas llegan por el simple motivo de no querer seguir compartiendo la vida con el otro. Nadie necesita justificarse. La sociedad ha evolucionado y nuestro estado de bienestar tambi¨¦n. La pareja es alguien con quien se convive, y cuando se deja de sentir junto a ella, por el motivo que sea, tambi¨¦n se deja de ser feliz muchas horas al d¨ªa.
Para que nada nos separe, que nada nos una¡± Pablo Neruda
En demasiadas ocasiones, cuando una pareja acude a terapia suele ser tarde, porque lo habitual es ir a un profesional ante la inminencia de una separaci¨®n, cuando se piensa que esta puede ser la ¨²ltima oportunidad. Normalmente una de las partes contin¨²a enamorada y desear¨ªa seguir conviviendo. La otra hace tiempo que se ha planteado que la relaci¨®n ya no funciona y accede a dar este paso, antes de romper definitivamente, por los a?os compartidos o por los hijos.
La experiencia aconseja no perder ni el tiempo ni el dinero si tiene claro que no desea seguir con su pareja y que cede solo para no le echen en cara no haberlo intentado todo. Sea honesto. La mayor¨ªa de las personas no necesitan compasi¨®n, necesitan sinceridad para saber qu¨¦ decisiones tienen que tomar. Solo debe intentar una psicoterapia si sinceramente cree que le puede ayudar y que puede volver a estar bien con ¨¦l o ella.
Para conectarnos
LIBROS
¡®Con el amor no basta: c¨®mo superar malentendidos, resolver conflictos y enfrentarse a los problemas de pareja¡¯
Aaron Beck (Paid¨®s)
¡®Amor y humor¡¯
Eduardo J¨¢uregui (Integral)
PEL?CULAS
¡®American beauty¡¯
Sam Mendes
¡®No es tan f¨¢cil¡¯
Nancy Meyers
Tampoco vale la pena realizar el intento si est¨¢ viviendo una situaci¨®n de acoso, insultos, falta de respeto o maltrato del tipo que sea. Hay personas que, por el dolor que han causado, no merecen otra oportunidad, ni siquiera por los hijos. Deje de tener en casa un modelo de conducta basado en la humillaci¨®n, el grito, el sistema de control y el autoritarismo. Usted es libre, la soledad no debe darle miedo. Amar significa respeto, estima y consideraci¨®n.
Para poder participar en una terapia de pareja de forma exitosa, empiece por desmitificar la idea de que es para los que est¨¢n locos o para los d¨¦biles incapaces de solucionar solos sus problemas. A veces invertir¨¢ tanto empe?o y esfuerzo en arreglar los conflictos por su cuenta que los convertir¨¢ en algo m¨¢s temible. Hay parejas que llegan a consulta y dicen: ¡°Lo hemos intentado todo y no funciona¡±. Pero intentarlo todo no siempre es intentar lo correcto. Igual se han quemado de tanto querer discutir de otra manera, de probar a ser flexibles, pedir cambios al otro, y han agotado sus respectivas paciencias.
Y lo m¨¢s importante. No siempre se tienen recursos personales para dar soluci¨®n a todo en la vida. Hay personas que a trav¨¦s del aprendizaje de otros modelos o de educadores han aprendido a comunicarse de forma asertiva, a ser generosos en la pareja, a respetarse o ser flexibles, a superar las vivencias anteriores que les condicionan. Aunque ahora mismo no se entiendan, no significa que, si ambos lo desean, no puedan llegar a conseguir soluciones con un adecuado entrenamiento.
Se debe acudir a terapia de pareja cuando se sientan mal con lo que comparten. Puede que no sepan repartir las tareas dom¨¦sticas, o que se hablen sin respeto, que haya uno al que le gusta imponerse, que no se sienta integrado con la familia o los amigos del otro, que no hagan cosas juntos, que el sexo no funcione, que no dediquen tiempo a hablar, que no compartan los mismos valores para educar a los hijos¡ No se recreen en el sufrimiento y dejen de sentirse frustrados. Hay soluciones para los que tengan el prop¨®sito de ser felices.
Los conflictos por peque?eces van cambiando la percepci¨®n positiva de la pareja. Discuten siempre de la misma manera y cada vez se van distanciando m¨¢s el uno del otro. Llegan a dejar de contemplarse como esas personas cautivadoras y c¨®mplices que eran cuando se conocieron, y cada vez centran m¨¢s la atenci¨®n en todo lo que les separa. Y as¨ª hasta que llega el d¨ªa en el que se deja de ver al otro como alguien a quien se desea, con quien le gusta hablar y estar, y pasa a ser lo m¨¢s parecido a un compa?ero con quien comparte casa, hijos, responsabilidades, econom¨ªa y poco m¨¢s.
La convivencia conlleva obligaciones, buenos y malos momentos, cansancio, responsabilidades, ceder, priorizar, encajar. Para que no se marchite, sigan estos consejos y partan de cero desde hoy mismo. No se echen nada m¨¢s en cara. Piensen que los dos desean estar bien y que para eso hay que perdonar.
1. No est¨¢ en guerra, solo en pareja. H¨¢gase esta pregunta antes de iniciar un reproche: ?qu¨¦ busca, herir o que el otro cambie algo que le molesta y limita el buen funcionamiento de la pareja? Preste m¨¢s atenci¨®n a lo que le llev¨® a enamorarse, qu¨¦ le atrajo, d¨®nde est¨¢ el encanto de la persona con la que convive. Dirija su atenci¨®n a lo que une, a lo que desea, en lugar de lo que detesta y le distancia. ?l o ella son los mismos de entonces, lo que ha cambiado es la actitud entre los dos.
2. Hagan cosas en com¨²n. Realice actividades consensuadas, relacionadas con el placer y el disfrute. Hay que estar unidos, tanto en las obligaciones y la rutina como en el ocio. Eso no significa hacer todo juntos, pero s¨ª compartir momentos que inviten a re¨ªr, a disfrutar de un poco de calma, de conversaciones relajadas, de recuerdos y de tiempo para el sexo. Aprenda a relajarse con su pareja.
Estos labios que saben a despedida, a vinagre en las heridas, a pa?uelo de estaci¨®n¡¡± Joaqu¨ªn Sabina
3. Pida. Muchas personas en pareja se sienten insatisfechas y desdichadas porque su compa?ero no es capaz de satisfacer sus necesidades, incluso las m¨¢s vitales como son las sexuales. ?Pero c¨®mo le van a satisfacer si no pide por su boca lo que necesita! Nadie tiene capacidad de adivinar. Si quiere algo de su pareja, como colaboraci¨®n en casa, hablar de alg¨²n tema o que le diga que la comida est¨¢ exquisita, solo tiene que preguntar o pedir. La confianza est¨¢ para esto, no solo para compartir el cuarto de ba?o.
4. Sea generoso. Si existe el inter¨¦s por romper con la din¨¢mica negativa, tiene que estar abierto a las solicitudes de cambio del otro. No ceda en nada que vaya contra su escala de valores o en algo que le suponga un sacrificio enorme. Esta no es la soluci¨®n. Se trata de compaginar y compenetrarse en lo que sea sencillo. A veces basta con poner un poco de atenci¨®n a las necesidades del otro y complacerle. Y no compare lo que da con lo que recibe.
5. Piense en lo que le agrada y aprecia. Si atraviesa por un mal momento, lo normal es que est¨¦ muy centrado en lo que le hace sentir mal. A partir de hoy, lleve un registro de lo contrario. Obligue a su cerebro a buscar lo que le complace, los detalles, la sonrisa, un gesto de complicidad o un momento agradable. Anote todo y comp¨¢rtalo con su compa?ero en un momento de relax por la noche. Es agradable que se aprecie el cambio y saber qu¨¦ tiene valor para el otro.
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