Michael Bloomberg dona un premio de un mill¨®n de d¨®lares
El exalcalde de Nueva York es galardonado por un grupo de fil¨¢ntropos jud¨ªos en Jerusal¨¦n En un acto con Jay Leno y Netanyahu anuncia que el dinero ir¨¢ a j¨®venes emprendedores
Para quien tiene 30.000 millones de d¨®lares en el banco (unos 22.000 de euros) uno m¨¢s o uno menos es pr¨¢cticamente calderilla. Por eso, Michael Bloomberg, el emblem¨¢tico exalcalde de Nueva York, magnate de la prensa econ¨®mica, se ha permitido el lujo de donar el dinero del Premio G¨¦nesis, entregado en Jerusal¨¦n por un grupo de fil¨¢ntropos rusos, jud¨ªos, apadrinados por el primer ministro israel¨ª, Benjam¨ªn Netanyahu, y la Agencia Jud¨ªa para Israel. El mill¨®n de d¨®lares (unos 733.000 euros) con que se distingu¨ªa su defensa de los valores de su comunidad religiosa se repartir¨¢, ahora, en 10 ayudas de 100.000 d¨®lares cada una a emprendedores de entre 20 y 36 a?os que promuevan un mundo mejor. Cualquier joven del planeta podr¨¢ intentar ser parte de la que Bloomberg ha llamado la Generaci¨®n Desaf¨ªo.
La ceremonia del que ya se ha bautizado como el Nobel jud¨ªo tuvo lugar el jueves por la noche, en un acto con la presencia de 400 invitados y presentado por el periodista Jay Leno ¨Ctambi¨¦n lejos de estar descamisado, con entre 250 y 350 millones de d¨®lares en el bolsillo-, que visitaba Israel por primera vez. En ella, Bloomberg desvel¨® que renunciaba el dinero para dedicarlo a mejores causas que ayuden a construir un mundo m¨¢s igualitario, tikkun olam, seg¨²n la f¨®rmula hebrea.
Un gesto que no alterar¨¢ su balanza. En diversas entrevistas en la prensa local ha insistido en que nadie debe sorprenderse por su decisi¨®n, ya que ¡°es agradable regalar grandes cantidades de dinero, pero hay una enorme cantidad de personas que ayudan con lo que pueden, aunque sea muy poco, y ellas son las que hacen un verdadero sacrificio¡±. ¡°No es mi caso¡±, dijo p¨²blicamente, apuntalando su fama de fil¨¢ntropo sin l¨ªmite aparente, en un discurso que quiso ensalzar las ¡°bondades¡± del trabajo duro y la necesidad de mantener ¡°los pies en la tierra¡±. ¡°Mi madre me dir¨ªa que no debo dejar que este premio se me suba a la cabeza¡±, dijo gui?ando al p¨²blico.
El Jerusal¨¦n del neoyorquino
Bloomberg, seg¨²n ha informado su fundaci¨®n, ha invertido en su vida varios millones en la Jerusal¨¦n que anoche visit¨® por en¨¦sima vez, donde ha pagado hasta instalaciones sanitarias que hoy llevan el nombre de sus padres. Hasta 650 millones de sus propios fondos invirti¨® en proyectos para Nueva York entre 2002 y 2013, un tiempo en el que se convirti¨®, desde su lista variable (dem¨®crata, republicano, independiente), en el regidor total, conquistador de votos y adhesiones. Su sueldo durante esos a?os fue de un simb¨®lico d¨®lar al a?o. No le hac¨ªa falta para comer. S¨®lo en el pasado 2013, cedi¨® 400 millones m¨¢s a decenas de proyectos solidarios en todo el mundo.
En su intervenci¨®n del jueves, en la que ni apareci¨® la palabra ¡°dinero¡±, quiso insistir en que la distinci¨®n del G¨¦nesis (que se entregaba por vez primera) es para quienes lo eligieron, para quienes hizo de ¡°mensajero¡± y gracias a los que pudo aplicar los mejores principios del juda¨ªsmo: el respeto, la educaci¨®n, la sensibilidad, el ansia innovadora¡ principios que forzosamente deber¨¢n estar en las bases de las propuestas que los j¨®venes a los que quiere becar deben enviar a su fundaci¨®n antes del 1 de agosto pr¨®ximo. Cualquiera, de cualquier pa¨ªs y religi¨®n, podr¨¢ optar a ellas.
A sus 72 a?os, encumbrado gracias al canal de televisi¨®n especializado en finanzas que lleva su nombre, Bloomberg enfatiz¨® la necesidad de comprometerse econ¨®micamente, ¡°hasta donde se pueda¡±, en causas ¡°esenciales¡± para la sociedad. En el recuerdo m¨¢s emotivo de la noche, rememor¨® c¨®mo su padre pagaba una cuota de 50 d¨®lares a favor de la Asociaci¨®n Nacional para el Avance de la Gente de Color en Estados Unidos. ¡°Nosotros no ¨¦ramos negros¡ Yo no lo entend¨ªa siendo ni?o¡±, reconoc¨ªa. La entrega del G¨¦nesis, dijo, le ratifica en que, con los a?os, entendi¨® el mensaje, el de ¡°ayudar al otro¡± sin distinci¨®n, con la justicia como referente. Ahora puede devolver el favor de vuelta, sin que el bolsillo se le resienta.
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