Disfrutar y lograr m¨¢s haciendo menos
Querer controlarlo todo nos agota. Concentrarse en lo fundamental nos hace m¨¢s efectivos
A menudo nos pasa que con la mente queremos controlar y dirigir tanto lo que deseamos conseguir, que generamos agotamiento y nos desconectamos de nuestras capacidades naturales. Con lo cual trabajamos mucho, con la mente agitada y el cuerpo pesado, lo que provoca p¨¦rdida de vitalidad. Hacemos m¨¢s y m¨¢s, con listas interminables y, a pesar de nuestros mejores esfuerzos, queda por hacer. Siempre hay nuevas fronteras que conquistar, y los desvelos interminables y la agitaci¨®n mental no cesan. Adem¨¢s, con la fatiga, perdemos inspiraci¨®n. ¡°No puedo m¨¢s, estoy agotado de pelear las batallas de la vida en cada frente, en un duro intento de tirar para adelante¡±, me dec¨ªa una persona durante una sesi¨®n de coaching. Sea por correr tras el ¨¦xito, por luchar por mantener los logros que ha conseguido o por prevenir el fracaso¡, todo es bastante estresante.
Ponemos un tremendo ah¨ªnco en intentar que los acontecimientos ocurran de la manera que tenemos previsto, y el resultado es que a menudo la vida no se somete a nuestro tes¨®n. Si somos capaces de no forzar las cosas, dejamos que se desarrolle con mayor armon¨ªa. Al soltar y soltarnos nuestro potencial se expresa mejor. Si estamos ansiosos y forzamos, hay resistencia. En cambio relajando, nos abrimos de manera natural. Con menos esfuerzo logramos m¨¢s.
Cuando puedes estar aqu¨ª para ti mismo, restableces un orden b¨¢sico que te permite hacer las paces contigo mismo¡± Th¨ªch Nhat Hanh
Los invitados de Mar¨ªa quer¨ªan t¨¦ e infusiones. As¨ª que puso el agua sobre el fuego, y a cada poco levantaba la tapa del cazo para ver si ya herv¨ªa. Con la ansiedad de querer lograrlo lo m¨¢s r¨¢pido posible, retrasaba la ebullici¨®n. ?ste es un ejemplo sencillo de lo que a menudo hacemos con la mente. Queremos que las cosas ocurran m¨¢s r¨¢pido, y nos esforzamos para ello, con lo cual pensamos demasiado, hacemos m¨¢s y logramos menos o retrasamos los logros.
No se trata de bajar los brazos, sino de ser capaces de revertir la tendencia a pensar demasiado, a realizar las cosas con ansiedad y a estar cansados antes de iniciar el trabajo. Uno quiere relajarse, pero no sabe c¨®mo soltar sus autoexigencias en los miles de detalles que considera deber¨ªa haber hecho ayer. Y cuando se fuerza a ralentizar, se siente culpable.
Con uno mismo
LIBROS
¡®Focus¡¯
Daniel Goleman (Kair¨®s)
¡®Est¨¢s aqu¨ª. La magia del momento presente¡¯
Thich Nhat Hanh (Kair¨®s)
¡®El poder del ahora¡¯
Ekhart Tolle
¡®La pr¨¢ctica de la atenci¨®n plena¡¯
John Kabat-Zinn (Kair¨®s)
¡®Inteligencia intuitiva¡¯
Vanessa Mielczareck (Kair¨®s)
¡®Do less, achieve more. Discover the hidden power of giving in¡¯
Chin-Ning Chu (Harper Collins Publishers Inc. New York)
El objetivo est¨¢ en equilibrar. Disfrutar de lo que realizamos y mantener la mente contenta nos permite esforzarnos sin estr¨¦s. Para ello hemos de vivir conectados con lo que nos proporciona vitalidad, lo que nos apasiona y motiva. La ansiedad y las tensiones nos apagan. Con lo cual hacemos m¨¢s y logramos menos. Si trabajamos contentos, cada d¨ªa nos aporta nuevas perspectivas sobre c¨®mo afrontar sus proyectos. Uno se mantiene abierto, con espacio mental para ser intuitivo. Gran parte de la realidad que vive est¨¢ en su propia mente. Por esto Buda preguntaba a sus disc¨ªpulos: ?est¨¢ seguro de sus percepciones? Muchas de las percepciones, seg¨²n Buda, son falsas. Deber¨ªamos formularnos a menudo la pregunta que planteaba el sabio.
Cultive una mente agradecida que no permita que las percepciones negativas nublen su mirada. En vez de enfocarse en lo que le falta, en lo que va mal, empiece a agradecer porque esa actitud abre la mente y ampl¨ªa nuestra capacidad para lograr m¨¢s haciendo menos. Gastamos menos energ¨ªa vital que de otra manera se perder¨ªa por la ansiedad, el estr¨¦s y la resistencia a lo que es.
Si su mente complica y retuerce las cosas creando una realidad pesada, sentir¨ªa angustia aunque estuviera en el para¨ªso. Si su mente no es su amiga y sigue quej¨¢ndose en una actitud cr¨ªtica saboteadora, boicotear¨¢ sus logros positivos. La mente puede convertirse en su amiga o en su peor enemiga, creando para¨ªsos o infiernos internos. Siendo reh¨¦n de ella, no importa lo bien que act¨²e, nunca se sentir¨¢ satisfecho. Vivir¨¢ en un estado de masoquismo en el cual se maltrata a s¨ª mismo en vez de cuidarse y velar por su propia vitalidad.
Debemos encontrar ¡°el ojo del hurac¨¢n¡±, ese espacio en el cual hay quietud en nuestro interior. Puede visualizar un mar tranquilo con un horizonte amplio, y en ese espacio inmenso deje que su mente descanse.
Priorizar y concentrarse en una sola idea ayuda a calmarse y a centrarse en lo esencial. Si su cerebro corre como un caballo salvaje, escriba sus ideas y vaya centr¨¢ndose en las que merecen la pena ahora. Escribir ayuda a aclararse. Si no se enfoca internamente, permite todo tipo de distracciones. No son las circunstancias y las personas las que vienen a distraerle, sino que es usted quien permite que lo hagan.
?Est¨¢ tan preocupado por el futuro que el presente lo vive como un mero medio para llegar hasta all¨ª? Enf¨®quese en lo que tiene entre manos y no en el tiempo. Simplifique. Tener claro lo prioritario y centrarse en ello le ayudar¨¢ a lograr m¨¢s ahorrando esfuerzos.
Mi pasatiempo favorito es dejar pasar el tiempo, tener tiempo, tomarme mi tiempo, perder el tiempo, vivir a contratiempo¡±. Franc?oise Sagan
Incluya en su agenda tiempos para imprevistos. Si finalmente no surge ninguno, dispondr¨¢ de un espacio para respirar conscientemente y relajarse, para llamar a un amigo¡ Si finalmente aparece algo inesperado, no tendr¨¢ que correr ni estresarse.
Tambi¨¦n perm¨ªtase ir a las reuniones, dirigirse a coger aviones o trenes de una forma relajada. Lo que aparentemente puede parecer una p¨¦rdida de tiempo, nos ahorra el estr¨¦s de no llegar o de tener que dar explicaciones por nuestra tardanza.
Patricia siempre llega tarde a las reuniones, y cuando lo hace est¨¢ estresada. Da justificaciones de sus retrasos. Por querer apurar hasta el ¨²ltimo minuto, acaba desgast¨¢ndose, cans¨¢ndose, y quedando mal. Hace m¨¢s y logra menos. Comprender el tiempo es vital para hacer menos y lograr m¨¢s. Hacer las paces con ¨¦l es hacer las paces con uno mismo. No se trata de gestionarlo, el tiempo est¨¢ siempre lleno de abundancia y potencial, y el reloj hace tic tac sin pedirnos que lo hagamos. Lo que debemos administrar es nuestra mente y nuestra acci¨®n. Estemos presentes en lo que hacemos y pensamos. Si est¨¢ lav¨¢ndose los dientes, h¨¢galo conscientemente y no pensando en muchas otras cosas. Si camina, d¨¦ un paso tras otro conscientemente y con atenci¨®n. As¨ª no tropezar¨¢. Y conseguir¨¢ revitalizarse.
Por temor a no tener suficiente, hacemos mucho m¨¢s innecesariamente, hasta el punto de rompernos. Muchos de nuestros miedos surgen del p¨¢nico a morir: el miedo a asumir riesgos, al compromiso, a tomar decisiones, a equivocarse, al fracaso, a la confrontaci¨®n, a ser rechazado, a la soledad, a la vida, al propio miedo. Contemplar la muerte nos mantiene centrados en lo que es esencial. Nos ayuda a poner los problemas en una perspectiva adecuada. Disminuye nuestro nivel de estr¨¦s, nos ayuda a estar desapegados de las p¨¦rdidas y las ganancias. El c¨®mo vivimos cada instante nos importa y gozamos m¨¢s de cada momento.
Cuantos m¨¢s miedos tenga por su supervivencia, m¨¢s errores tender¨¢ a cometer¡± Ching-Ning Chu
Sin duda la vida en la que estamos inmersos se hace cada vez m¨¢s compleja, con bombardeo de datos e informaci¨®n, con lo cual la l¨®gica simple no suele ser suficiente para ayudarnos a tomar decisiones complejas. La consultora y escritora Chin-Ning Chu comparti¨® a finales del siglo pasado que ¡°la Universidad de Harvard y la escuela de negocios INSEAD en Par¨ªs realizaron investigaciones que dieron como resultado que las dos herramientas m¨¢s efectivas para el siglo XXI son la meditaci¨®n y la intuici¨®n¡±. Temas que se han tratado en art¨ªculos publicados en esta misma revista.
Con la pr¨¢ctica de la meditaci¨®n calmamos, aclaramos y nos conectamos con la fuente de vitalidad. Ahorramos tiempo. Con lo cual la excusa de ¡°no encuentro momentos para meditar¡± es infundada. Medite y tendr¨¢ m¨¢s espacio para vivir lo que es esencial, para disfrutar y hacer bien lo que quiere hacer. ?brase a la intuici¨®n, la voz de la sabidur¨ªa interior, la mentora que en momentos complicados nos gu¨ªa para tomar decisiones estrat¨¦gicas.
No se trata de cantidad
Nuestra sociedad alaba estar ocupados. Lo asociamos con el ¨¦xito. En chino la palabra ocupado consiste en dos partes, una simboliza el coraz¨®n humano, otra la muerte. Si uno est¨¢ extremadamente atareado es como si su coraz¨®n estuviera muerto. No tiene tiempo de sentir ni de sentirse. No se asombra de las maravillas de la vida, ni goza el instante presente. No escucha ni se escucha. Uno est¨¢ muy agobiado, no para de hacer, pero si no est¨¢ contento y su mente no est¨¢ satisfecha ?ad¨®nde va?, ?qu¨¦ busca?, ?qu¨¦ har¨¢ para estar contento?
Si lo que realizamos es de calidad y actuamos con atenci¨®n, en consciencia plena, aunque aparentemente hagamos menos, viviremos una vida m¨¢s digna, m¨¢s saludable y con mejores resultados.
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