Finlandizaci¨®n
La finlandizaci¨®n de Ucrania tiene el regusto amargo de una cesi¨®n colosal ante Putin
Finlandia es el modelo. Un pa¨ªs que pudo mantener sus libertades y su soberan¨ªa internas, pero se vio obligado a limitar su margen de acci¨®n exterior durante m¨¢s de 40 a?os. Todo pa¨ªs rodeado de enemigos de mayor tama?o solo tiene dos opciones para sobrevivir: la actitud beligerante m¨¢s extrema o una astuta pol¨ªtica de pactos y equilibrios. Si Israel es el ejemplo de supervivencia belicista, Finlandia durante la guerra fr¨ªa es un buen ejemplo de la segunda.
Quien defini¨® estas ideas fue el polit¨®logo americano de origen alem¨¢n Hans Morgenthau (1904-1980), considerado el fundador de la escuela realista en las relaciones internacionales. El modelo finland¨¦s, como adaptaci¨®n realista a un contexto internacional hostil, fue considerado una forma de apaciguamiento y de rendici¨®n ante la Uni¨®n Sovi¨¦tica por los pol¨ªticos y polit¨®logos idealistas, normalmente los guerreros fr¨ªos m¨¢s intransigentes.
Ahora Obama ha propuesto a Polonia como modelo para la transici¨®n en Ucrania, pero la idea que planea sobre todas las canciller¨ªas es la de Finlandia, sugerida al inicio de esta crisis por dos realistas como Zbigniew Brzezinski, que fue consejero nacional de Seguridad del presidente Carter, y Brent Scowcroft, que tuvo id¨¦ntico cargo con los presidentes Ford y Bush padre.
Al igual que en la guerra fr¨ªa, la finlandizaci¨®n de Ucrania tiene el regusto amargo de una cesi¨®n colosal ante Putin, pero no hay ni un solo signo a favor de una pol¨ªtica distinta, que conduzca a la devoluci¨®n de Crimea y a la retirada de los combatientes irregulares prorrusos de las regiones orientales fronterizas con Rusia. Al contrario, se enquistan las zonas de fricci¨®n b¨¦lica y el nuevo poder ucranio ya legitimado por unas elecciones no consigue hacerse con el control del pa¨ªs. Probablemente solo una negociaci¨®n directa entre Kiev y Mosc¨² puede conducir a la retirada de los paramilitares prorrusos que se infiltran por la frontera con la complicidad de las autoridades rusas y de sus servicios secretos.
El nuevo presidente electo, Petro Poroshenko, sabe que su pa¨ªs no est¨¢ cubierto por el paraguas de la OTAN. Tambi¨¦n sabe que los intereses occidentales, fundamentalmente europeos, fomentan la finlandizaci¨®n, de forma que ni Cameron entregar¨¢ a la City con sus oligarcas, ni Hollande renunciar¨¢ a sus contratos militares con Mosc¨², ni Merkel se resignar¨¢ a que toda Europa Central se quede sin calefacci¨®n el pr¨®ximo invierno. En su mano est¨¢, por tanto, negociar con inteligencia una finlandizaci¨®n lo menos dolorosa posible, que le permita recuperar al menos todas las regiones orientales, aunque no sea posible con Crimea, y que le garantice la libertad y la soberan¨ªa internas aunque tenga que renunciar de momento al ingreso en la UE y en la OTAN. As¨ª no habr¨¢ guerra fr¨ªa, aunque s¨ª habr¨¢ una Finlandia del siglo XXI entre la Rusia de Putin y la Alianza Atl¨¢ntica.
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