Un conflicto bien delimitado en derecho internacional
Cuando la comunidad internacional quiere, despliega instrumentos de presi¨®n formidables
El conflicto palestino-israel¨ª debe, y puede, resolverse mediante la aplicaci¨®n del derecho internacional, sobre la base de dos Estados independientes. Pero solo se podr¨¢ conseguir si la comunidad internacional (un eufemismo para designar a las cinco o seis grandes potencias del mundo) presiona lo suficiente.
Resulta, sin embargo, que la comunidad internacional est¨¢ cansada. Alega que todos sus intentos y presiones han fracasado hasta ahora, porque los sectores m¨¢s extremistas del Gobierno israel¨ª y del grupo palestino Ham¨¢s se niegan a ello. Que quiz¨¢ haya que dejar pasar todav¨ªa unos a?os m¨¢s de sangre y fuego, antes de que la realidad se imponga y los extremistas se debiliten. Por eso la Casa Blanca habla en voz baja, y por eso la Uni¨®n Europea se muestra tan tibia a la hora de exigir un alto el fuego en Gaza. Por eso la famosa comunidad internacional mira con apat¨ªa la angustiosa lista de civiles muertos. ¡°Lo hemos intentado todo¡±, parecen lamentarse, sacudiendo sus poderosas cabezas.
La Casa Blanca habla en voz baja, y por eso la Uni¨®n Europea se muestra tan tibia a la hora de exigir un alto el fuego en Gaza
Pura mentira y puro cinismo. Cuando la comunidad internacional ha querido sofocar realmente el conflicto en Ucrania, ha recurrido a instrumentos muy poderosos: sanciones formidables capaces de calmar incluso a una potencia tan esencial en ese concierto mundial como es Rusia. ?No existen instrumentos poderosos para doblegar la belicosidad extremista israel¨ª, para empoderar al Gobierno moderado de la Autoridad Palestina frente a los grupos m¨¢s extremistas de Ham¨¢s? ?Para imponer el derecho internacional? Por supuesto que existen. No se trata de un conflicto entre colectivos desestructurados o grupos ca¨®ticos, no se afronta un conflicto como la guerra civil de Libia o de Irak. Se trata de un conflicto perfectamente delimitado, en el que tiene un papel protagonista un Estado muy capaz como el israel¨ª, que controla y asedia territorios que no son suyos.
La cuesti¨®n es que mientras pasan los a?os se acumula el odio y se acumulan los civiles muertos, en su inmensa mayor¨ªa palestinos; en muy buena parte, ni?os y adolescentes, a los que esa comunidad internacional mira como corderos propicios para el sacrificio. No se puede hacer nada. De nuevo falsedad y cinismo.
Adem¨¢s del derecho internacional, aplicable a la creaci¨®n y existencia de los Estados soberanos, existe el llamado Derecho Internacional Humanitario, cuyo cumplimiento es responsabilidad tambi¨¦n de la comunidad internacional y que se viola de manera cotidiana en la zona. El Comit¨¦ Internacional de la Cruz Roja, los sucesivos responsables de la Agencia de la ONU para los Refugiados Palestinos, Amnist¨ªa Internacional, grupos de juristas internacionales... todos han denunciado repetidamente que el asedio a que est¨¢ sometida la poblaci¨®n de Gaza es ¡°ilegal, inhumano e insensato¡±, en palabras de un militar y diplom¨¢tico irland¨¦s destinado all¨ª por Naciones Unidas.
Infinidad de organismos han recordado que el Derecho Internacional Humanitario proh¨ªbe (proh¨ªbe, no sugiere) que se vuelen las casas familiares de sospechosos de actos criminales; que se obligue a poblaciones enteras a abandonar sus domicilios (Gaza tiene un mill¨®n y medio de habitantes hacinados en un peque?o espacio geogr¨¢fico). Proh¨ªbe sin la menor disculpa posible que se realicen castigos colectivos y que se bombardeen instalaciones civiles necesarias para la supervivencia de la poblaci¨®n.
Una de las primeras normas o reglas de ese Derecho Internacional Humanitario, avalado por tratados internacionales, exige la proporcionalidad en la respuesta a un ataque. Desde que un grupo palestino todav¨ªa no identificado secuestr¨® y asesin¨® a tres adolescentes israel¨ªes, acto que fue condenado sin matices por la Autoridad Palestina, han muerto casi 300 palestinos, la mayor¨ªa civiles y casi 50 de ellos ni?os. Los padres de uno de esos adolescentes israel¨ªes se horrorizaron ante el asesinato de un adolescente palestino y el de los ni?os de Gaza que jugaban en una playa, pero tambi¨¦n ante la muerte violenta de tantos otros ni?os, tan inocentes como su hijo, v¨ªctimas de acciones militares que no debieron producirse porque, aunque buscaran interrumpir la lluvia de cohetes sobre territorio israel¨ª (cohetes que, afortunadamente, no son especialmente cruentos), era absolutamente previsible cu¨¢l ser¨ªa su resultado.
La comunidad internacional est¨¢ cansada. Vaya por Dios.?
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