La autora escribe este pr¨®logo al libro Manual sobre el aborto, de Carmen Mart¨ªnez Ten, Isabel Serrano y Concha Cifri¨¢n, editado por Catarata.
Mari Carmen Talavera y Savita Halappanar. Estos dos nombres han acompa?ado a las autoras de este libro en el proceso de su escri?tura. Identifican a dos mujeres muy diferentes, de nacionalidades, oficios y experiencias dis?pares, igualadas sin embargo por la misma tra?gedia. Ambas est¨¢n muertas porque no pudie?ron interrumpir su embarazo en las condiciones de dignidad, seguridad y asistencia sanitaria que habr¨ªan asegurado, sin ninguna dificultad, su supervivencia.
Mari Carmen Talavera era espa?ola y muri¨® en Madrid en 1985 ¡ªel mismo a?o en el que sali¨® adelante la primera ley de supuestos, que legaliz¨® la interrupci¨®n voluntaria del embara?zo en nuestro pa¨ªs¡ª a causa de un aborto clandestino, como tantas otras, durante tan?tos siglos. Savita Halappanar, ciudadana irlan?desa de origen hind¨², muri¨® en el Hospital Universitario de Galway, en la Rep¨²blica de Ir?landa, en octubre de 2012. Los mismos m¨¦di?cos que la informaron de que estaba sufrien?do un aborto espont¨¢neo, se negaron a intervenir, alegando que el coraz¨®n del feto a¨²n lat¨ªa y que estaban en un pa¨ªs cat¨®lico. Su pasividad provoc¨® una septicemia que acab¨® con la vida de una joven sana de 31 a?os.
Si es?tas dos v¨ªctimas no hubieran sido mujeres a las que se neg¨® el derecho a interrumpir libremen?te su embarazo, sus muertes habr¨ªan sido con?sideradas como homicidios. El primero, invo?luntario y por acci¨®n. El segundo, voluntario y por omisi¨®n. Como son mujeres que aborta?ron, mucha gente despiadada, por m¨¢s que se considere a s¨ª misma buena y compasiva, les conceder¨ªa a duras penas el calificativo de v¨ªc?timas de s¨ª mismas.
Desde la muerte de Mari Carmen hasta la de Savita han pasado casi treinta a?os. En 1985, las ginec¨®logas Concha Cifri¨¢n, Isabel Serrano y Carmen Mart¨ªnez Ten publicaron un libro sobre el aborto y se lo dedicaron a la pri?mera de ambas. En aquel momento, nadie po?d¨ªa sospechar que tantos a?os despu¨¦s pudie?ra ser necesario otro libro sobre el mismo tema, como este que el lector tiene entre las manos. Pero el progreso no es una l¨ªnea recta, sino un milagro fr¨¢gil, azaroso, que puede invertirse en muy poco tiempo, anulando cualquier avance por mucho esfuerzo que haya costado conquis?tarlo. Los espa?oles conocen muy bien ese pro?ceso. Las espa?olas lo conocen mucho mejor.
En 2014 vuelve a ser imprescindible tratar del aborto con precisi¨®n, sabidur¨ªa y honestidad. En 2014, resuenan de nuevo, a traici¨®n, viejas sofla?mas, rancios argumentos enmascarados en el flamante envoltorio de una propaganda pre?suntamente humanista, que no logra disipar el polvoriento aroma de los cirios de los altares. Los mismos poderes que se declaran capaces de la monstruosidad que supone la ilegaliza?ci¨®n de seres humanos, invocan la moral, los principios ¨¦ticos universales, para abocar a las mujeres a un destino cruel, de mortales conse?cuencias. Como en una pesadilla circular, sin principio ni final, despu¨¦s de casi cuarenta a?os de democracia volvemos a ser sospecho?sas, peligrosas para nosotras mismas, sentinas de todos los vicios, como nos defini¨® san Agus?t¨ªn, y, al mismo tiempo, menores de edad per?petuas, criaturas disminuidas, incapaces de tomar nuestras propias decisiones sobre nues?tra intimidad, nuestro cuerpo, nuestro futuro.
Por eso es imprescindible alzar la voz, de?fender nuestros derechos, luchar contra quie?nes pretenden arrebat¨¢rnoslos, pero a¨²n es m¨¢s importante contar la verdad, explicar qu¨¦ quiere decir exactamente esa palabra que se pretende abominable, cu¨¢les son las condicio?nes, los riesgos, las consecuencias de un cam?bio legislativo como el que pretende imponer?nos el actual Gobierno. La batalla no est¨¢ solamente en la calle. El conocimiento es po?der, un arma tan importante como las consig?nas y las pancartas, porque ning¨²n factor ha hecho tanto da?o a las mujeres que afrontan un embarazo no deseado como la ignorancia, el oscurantismo y la manipulaci¨®n ideol¨®gica.
El concepto de la maternidad en el que he?mos sido educadas es, como el propio pensa?miento occidental, una creaci¨®n fundamental?mente masculina, es decir, la elucubraci¨®n intelectual de quienes nunca jam¨¢s sabr¨¢n de lo que hablan. La exaltaci¨®n de los valores son?rosados, tan tibios como perversos, que pre?tenden elevar a las madres a la categor¨ªa de lo sublime, sostienen una exitosa estrategia que ha apartado hist¨®ricamente a las mujeres del teatro terrenal, donde se libran las luchas por el poder. Cuando me toca dar una charla en un instituto de ense?anza media, suelo decirles a las alumnas que se nieguen a que las convier?tan en seres superiores. Que no sean la poes¨ªa, sino poetas. Que no sean el amor, sino aman?tes. Que no intuyan, que piensen. Que sean mujeres, y no madres en potencia, porque as¨ª nunca las podr¨¢n sacar del mundo por el te?cho, a base de elevarlas, y elevarlas, y elevarlas sin cesar. Y porque a los hombres, a base de reservarse el papel de seres inferiores, insensi?bles, pecadores, les ha ido siempre mucho me?jor que a nosotras.
La maternidad no es una bendici¨®n, ni un regalo del Cielo, sino el acontecimiento que modifica de la manera m¨¢s radical e irreversi?ble la existencia de una mujer. As¨ª, resulta in?concebible que las grandes protagonistas de esta historia carezcan de libertad para decidir cu¨¢ndo quieren emprender, o no, esa aventura. Y m¨¢s inconcebible a¨²n que la mayor¨ªa carezca de la informaci¨®n indispensable para tomar una decisi¨®n tan transcendental, mientras reciben presiones y soportan chantajes de todo tipo.
Por eso me parece tan necesario este libro. Y por eso celebro que lo hayan escrito las mis?mas autoras que se atrevieron a hacerlo en 1985. Conozco muy bien a Concha Cifri¨¢n. Fue?ron sus manos las que trajeron a la luz de este mundo a mi hija Elisa.
Comentarios
La paternidad no es una bendici¨®n, ni un regalo del cielo, sino un acontecimiento que, cuando la mujer te lo impone por su propia y egoista voluntad, modifica de la manera m¨¢s r¨¢dical e irreversible la existencia de un hombre. As¨ª, resulta inconcebible que los otros protagonistas de esta historia - los padres a los que se les imponen obligaciones sobre hijos no deseados impuestos por las madres - carezcan totalmente de libertad para decidir cu¨¢ndo quieren emprender, o no, esa aventura.
Es muy reciente un libro, que tambi¨¦n que glosa las virtudes de la mujer en la relaci¨®n conyugal.Que nos vierte sobre nuestras conciencias una visi¨®n clara y concreta, donde se dice que la mujer como persona y como ser humano ha de ser sumisa al hombre.Y recibirlo en camis¨®n a la puerta de casa, sonriente y perfumada ofreciendo un refresco.Con el objeto de ser mejores y hacer mejor la sociedad en la que vivimos, la mayor¨ªa de la gente de a pie.La gente del mont¨®n.La gente que no llegamos a fin de mes, hombres y mujeres. Padres y madres de familia.Ante un mundo mercantil a destajo, en donde sobrevivir sin perder la cabeza ya es un m¨¦rito importante.Encontramos estas canciones de ser sumisas las mujeres, que en muchos casos son precisamente las personas que sostienen la casa.Esos acordes de m¨²sicas celestiales, huecas que nos acostumbraron durante demasiados a?os a vivir en las nubes, nos traen hoy estas normas.De vidas hechas de cart¨®n.Sin nada que ver con la realidad, de quienes han de estar busc¨¢ndose la vida desde primera hora del d¨ªa.Por cuatro duros.Como en un teatro griego o romano.Vemos desfilar las m¨¢scaras haci¨¦ndonos cucamonas.A las personas con cara y ojos.
Ninguna mujer desea el aborto y si lo realiza es por motivos imperativos. ?C¨®mo pretenden los que creen tener, el poder de decisi¨®n estimulado por una consciencia fan¨¢tica, decidir por ellas?. Est¨¢n masacrando a seres humanos en guerras, como en Palestina, Siria, u otras, sin que esos supuestos defensores de la vida, muevan un dedo para paralizar las masacres.
Por desgracia, en 2010, sin ning¨²n tipo de debate ¨® alaraca se modific¨® la Ley de ... con unos cuantos pactos realizados por debajo de la mesa sin luz ni taquigrafos. De aquellas pajas, estos lodos y ese talibanismo montaraz y cerril. Como en el tema de Catalunya, aqu¨ª, decidimos tod@s, porque de los impuestos de esos idem deben salir los medios econ¨®micos para paliar la irresponsabilidad de unas pocas. M¨¢s educaci¨®n sexual, m¨¢s madurez, m¨¢s responsabilidad, m¨¢s cultura en lo social y menos atributos sexuales sobredimensionados.
Mientras yo, hombre, ante un embarazo no deseado, no tenga derecho a desvincularme legalmente - a abortar legalmente, en fin - de un hijo no deseado, considerar¨¦ el debate del aborto - un debate sobre derechos reproductivos - como un debate que me incumbe por mucho que el hembrismo insista en que es un asunto ¨²nicamente femenino.
Si la paternidad ya se le impone al hombre - con la sola voluntad de la mujer y la complicidad del Estado -, no tendr¨¦ el menor reparo en desear que lo mismo se haga con la maternidad - haciendo de hecho los derechos de hombres y mujeres id¨¦nticos - import¨¢ndome muy poco las consecuencias para la mujer del mismo modo que a las mujeres les importa un pimiento las consecuencias que en las vidas de los hombres tienen las paternidades impuestas. Claro y cristalino.
Genial Almudena Grandes.Totalmente de acuerdo con el pr¨®logo que has escrito. Despu¨¦s de haber luchado hace tanto y por tantas mujeres, de nuevo en la Edad Media, gracias al Sr. Gallardon. Que pa¨ªs! Se nos hiela el coraz¨®n. Un abrazo afectuoso.
mas condon y menos llorar hombres de este foro
@aurora, por favor, por favor, por favor, ?aconsejas pues lo mismo a las mujeres? Qu¨¦ t¨ªtulo m¨¢s bueno para el libro que aqu¨ª se discute: "m¨¢s cond¨®n y menos llorar".
No, generalmente las mujeres se responsabilizan de su sexualidad bien tomando medicaci¨®n desde adolescentes o bien tratando de que sus parejas utilicen preservativos, ademas de esto se hacen cargo de las consecuencias que supone y que pasan por tomar la decisi¨®n de ser o no ser madres ya que es un hecho que sucede en sus cuerpos.Cuales son las precauciones y consecuencias que asum¨ªs los hombres que os quej¨¢is tanto?
Si tan bien se responsabilizan las mujeres de la anticoncepci¨®n, resulta absolutamente incomprensible que haya un solo embarazo no deseado. Sin embargo, solo en Espa?a 120,000 abortos al a?o. Qu¨¦ pena que la realidad venga a arruinarte la pel¨ªcula... Es una cifra que no habla demasiado bien de esa responsabilidad reproductiva de la mujer que mencionas, ?verdad?
o de la responsabilidad de los hombres mas bien
Las mujeres no se reproducen solas, cuales son las las precauciones y consecuencias que asum¨ªs los hombres que os est¨¢is quejando?
Es tremendo lo que est¨¢ pasando con este gobierno y las mujeres.Muy recomendable que aparezcan libros como este y que haya escritoras valientes como Almudena Grandes.Yo os recomiendo que le¨¢is 'C¨¢ndida', una novela sobre la historia de las primeras asociaciones feministas en Espa?a, de Isabel lizarraga.
?Responsabilidad de los hombres M?S BIEN? Ser¨¢, TAMBI?N, en todo caso... A los hombres ya les has aconsejado lo que deben hacer: M¨¢s cond¨®n y menos llorar. Te he preguntado si aconsejas lo mismo a las mujeres puesto que la consecuencia es la misma: Un embarazo no deseado. ?Les aconsejas lo mismo a ellas?
?Consecuencias, dices? Pues, para empezar, tener su destino totalmente en manos de la mujer, por si te parece poco. Si la mujer decide tener el hijo contra la voluntad del padre, el hombre queda obligado legalmente a mantenerlo hasta su independencia econ¨®mica, es decir, durante los pr¨®ximos 30 a?os. Pierde el control de su propia vida. Esto no es una posibilidad. Es una realidad. Si el hombre desea tener ese hijo, queda nuevamente a merced de la mujer. Y si la mujer decide parir ese hijo, en el caso de que no sean pareja o no haya v¨ªnculo matrimonial, el hombre estar¨¢ siempre a merced de lo que estipule la madre, sin apenas control sobre la educaci¨®n de un hijo que tambi¨¦n es suyo.
pues lo dicho si no quieres ser padre responsabilizate de no serlo. toma precauciones y asume las consecuencias como nosotras.Ya te he dicho lo que hacen las mujeres se medican, usan preservativos u otros m¨¦todos y si se ven en la circunstancia toman una decisi¨®n y asumen las consecuencias. (dan a luz o pasan por una intervenci¨®n quir¨²rgica).No hay mas vueltas.
?Asume las consecuencias "como nosotras"? Abortar es precisamente NO ASUMIR LAS CONSECUENCIAS. Es alucinante hasta qu¨¦ punto son algunos capaces de mentirse a s¨ª mismos.
Es decir: Yo me emborracho, atropello a una persona y tengo dos posibilidades: Entregarme a la polic¨ªa o esconder el cad¨¢ver. ???Esconder el cad¨¢ver es, seg¨²n usted, asumir las consecuencias de los actos??? Flipante...
#Eva# C¨¢ndida, es ese anuncio de la tv donde una hija le pregunta a su mami si tambi¨¦n ... Por cierto, cu¨¢ntos anuncios de anticopceptivos exclusivamente femeninos ven Vds. en tv, radio, prensa etc. Ninguno, todo son cremas para, toallitas que disimulan el, perlas para idem de lienzo. El preservativo femenino existe, como los guantes de cocina a los que se asemeja, s¨®lo se comercializan un 1%, son engorrosos de utilizar y claro, dan un bajooon.!!! Los mejores m¨¦todos anticonceptivos son los combinados, cada uno, el suyo para obtener un alto nivel de eficacia, dejar toda la responsabilidad de la mano del hombre es una insensatez. El aborto, no es un m¨¦todo anticonceptivo porque ya hay concepci¨®n.
que abortar es no asumir las consecuencias es su opini¨®n la m¨ªa es que si lo es. La consecuencia de un embarazo no deseado es que las mujeres que as¨ª lo deciden, se someten a una intervenci¨®n quir¨²rgica. No hay consecuencias en ese caso para los varones que decidieron no tomar precauciones.Y no hay relaci¨®n ninguna entre este tema y emborracharse y cometer un atropello.
ya es hora que tambi¨¦n se hable de la ley de inmunidad a demandas de paternidad -> http://cort.as/DARA
@Aurora: El caso es exactamente el mismo. Y lo sabes. Conducir borracho / follar sin cond¨®n, irresponsabilidad. Consecuencia: Atropello / embarazo no deseado. En ambos casos, cuerpos que "molestan". Asumir las consecuencias: entregarse a la polic¨ªa / parir ese hijo. Eludir las consecuencias, esconder el cad¨¢ver / abortar. En ambos casos, deshacerse del cuerpo que amenaza nuestra comodidad.
?Crees en las secuelas psicol¨®gicas de un trauma? Entonces quiz¨¢s seas capaz de comprender que el aborto de un hijo contra la voluntad del padre - en caso de que este desee tenerlo - puede provocarle problemas psicol¨®gicos serios. Y que la incertidumbre de perder el control de tu destino cuando el embarazo no es deseado - bastante mayor que en el caso de los hombres - puede provocar tambi¨¦n problemas psicol¨®gicos muy gordos.
Abandona pues la rid¨ªcula idea de que un aborto o un embarazo no deseado no tiene consecuencias en la vida del padre.
Pobre "paje?o", esta visto que la paternidad es un riesgo terrible y una de las mayores causad de mortalidad de hombres en el mundo... ah, espera, ?qu¨¦ eso solo pasa con la maternidad? ?Qu¨¦ la paternidad "impuesta" s¨®lo afecta a tu econom¨ªa y no a tu salud? ?Qu¨¦ no te impide tomar medicamentos durante 9 meses, ni produce p¨¦rdidas de calcio, ni duele? Pues va a ser que tus que tu derecho a la integridad f¨ªsica no est¨¢ en entredicho. Respecto al se?or que habla de conducir borracho y de "asumir consecuencias", quiero se?alar que si la persona a la que atropella necesita una transfusi¨®n de sangre, la ley NO le obliga a donar sangre. Ni siquiera ¨®rganos si se muere. As¨ª que tambi¨¦n existe el respeto a la integridad f¨ªsica de la persona que comente la "imprudencia" (o tiene mala suerte), mientras que con el embarazo, "convenientemente" se reduce a la mujer a una incubadora y se olvida que es una persona con derechos humanos. Tiene gracia que el embarazo es el ¨²nico caso en el que se habla de negar la integridad f¨ªsica a una persona (supuestamente en favor de la potencia de otra, pero ya sabemos que si nace, no tendr¨¢ ya el mismo "privilegio" y se le podr¨¢ negar cualquier donaci¨®n de sangre del padre o madre). ?Por qu¨¦ hay gente que pide m¨¢s derechos para los fetos que para los bebes? O tal vez es que consideren que las mujeres no son personas y no merecen derecho a la integridad f¨ªsica... ?C¨®mo era eso de que el cuerpo de las mujeres es de dominio p¨²blico? Viendo comentarios como el de "paje?o", parece que no estar¨ªan dispuestos siquiera a pagar m¨¢s impuestos para proteger a bebes ya nacidos, no digamos donar su propia sangre y renunciar a su integridad f¨ªsica, as¨ª que... ?con qu¨¦ autoridad moral exigen eso a las mujeres?Las consecuencias en la vida del padre NUNCA afectar¨¢n a su cuerpo e incluso econ¨®micamente son inferiores a las que se le impone a la mujer. No s¨®lo ella tendr¨¢ que pagar la mitad de los gastos, adem¨¢s repercutir¨¢ en su desarrollo profesional (todo el mundo sabe que cuando te quedas embarazada ya no te ascienden), formaci¨®n si es joven (se suele retrasar a?os) y vida personal (Todas las horas cuidando del cr¨ªo evitan que puedas hacer otras cosas). Y eso es sin contar las consecuencias para la salud. No en vano se dice que cada hijo cuesta un diente. No es s¨®lo la p¨¦rdida de calcio y mayor riesgo de osteosporosis que aumentan el coste de los seguros m¨¦dicos y empeoran la calidad de vida en la vejez. La bajada de defensas muchas veces hace que pilles enfermedades que ni siquiera puedes medicar (ya que afecta a la leche). En resumen, que si quieres comparar pagar pensi¨®n con todo eso, solo demuestra tu completa falta de empat¨ªa. S¨®lo te preocupas de lo que tu quieres, no te importa un cagarro lo que afecte a la mujer. Puede que a ti no tener el control (Sobre el cuerpo de otra persona) te cause un "trauma" e "incertidumbre", ?pero sabes algo? Eso no te da derecho a tratar a nadie como una cosa. En el art¨ªculo citan dos casos de muertes por denegar el aborto ?vuestra respuesta? "es que me hacen pagar pensiones" "es que no puedo decidir yo si ella lo tiene o no y no tener el control me causa un trauma". Dej¨¢is claro cuales son vuestras prioridades y me hace cuestionarme porqu¨¦ diablos apoyo la custodia compartida. Menos mal que hay muchos que no son as¨ª...
Cansina, trabajar durante 30 a?os para mantener a aquel que te han impuesto no s¨®lo afecta a tu econom¨ªa, como cualquiera con dos dedos de frente sabe. Hay hombres que mueren trabajando - ?ignorabas, manceba, que esa siniestralidad afecta fundamentalmente al hombre? ¨C precisamente para alimentar a hijos no deseados. As¨ª que, ya ves, cuando pones 30 a?os de trabajo obligado junto a 9 meses de pre?ez, como que me da la risa. El embarazo, por tanto, no es ni de lejos el ¨²nico caso en el que se niega la integridad f¨ªsica de una persona. La integridad f¨ªsica de los padres ¨C de ambos ¨C queda supeditada al beneficio del menor en todo lo referente al derecho de familia. De tal modo, un juez te obligar¨¢ a realizar un trabajo que afecta a tu salud para mantener a tu hijo. As¨ª que ya ves: Abre los ojos un poquito y m¨ªdelo todo por el mismo rasero aunque estropee la estrecha visi¨®n que tienes de la realidad. El trabajo al que te obliga la mujer que tiene un hijo contra tu voluntad causa muertes, enfermedades profesionales, achaques, muertes prematuras, accidentes, mutilaciones¡ por mucho que insistas en ignorarlo.
Las consecuencias en la vida del padre SIEMPRE afectar¨¢n a su cuerpo por las razones apuntadas, junto con las secuelas psicol¨®gicas de perder el control de su destino. Ella no tendr¨¢ que pagar la mitad, porque ¨¦l ser¨¢ obligado a pagar seg¨²n sus ingresos, como sabe cualquier padre que no tiene la custodia de sus hijos. Ella tendr¨¢ la opci¨®n de dar al ni?o en adopci¨®n. ?l no tendr¨¢ esa opci¨®n. Repercutir¨¢ en el desarrollo profesional de ¨¦l, obligado a mantener a un hijo cuando quiz¨¢s lo que ¨¦l deseaba era seguir estudiando. Y afectar¨¢ a su vida personal por las mismas razones. Y eso sin contar en las consecuencias para su salud dependiendo de la actividad profesional que se vea obligado a aceptar, poniendo incluso en riesgo su propia vida.
En resumen, aqu¨ª tienes la comparaci¨®n con toda la verdad por delante y no ignor¨¢ndola deliberadamente como haces t¨². Y si algo demuestra lo que he expuesto es que si alguien carece de empat¨ªa, esa eres t¨². Lo que me devuelve a la viga en tu ojo. A la mujer le importa un cagarro lo que yo opine como padre. Y eso lo demuestra la falta de reivindicaci¨®n respecto a los derechos reproductivos masculinos que acompa?en las soflamas respecto a los derechos reproductivos femeninos. Al hombre se le obliga a ser padre hoy d¨ªa y ninguna mujer mueve un dedo. Naturalmente, porque les conviene. Porque no miran m¨¢s que por su propio y ego¨ªsta inter¨¦s. El primero que es tratado como una cosa es el hombre. Desde hace lustros. Como dice Almudena Grandes, ¡°ese ser inferior¡± al que no veo que le vaya demasiado bien, la verdad.
Mi respuesta no es a las muertes por aborto. Mi respuesta es a la demanda de derechos reproductivos. ?Quer¨¦is decidir sobre vuestros embarazos no deseados? Perfecto. Yo tambi¨¦n quiero ese derecho. Pero, de ning¨²n modo, que vosotras teng¨¢is derechos de los que yo carezco. Y, encima, a mi costa.
Mi prioridad es mantener el control sobre mi propia vida. ?No te parece una prioridad razonable? ?No tienes t¨² la misma? Porque eso es reclamar poder de decisi¨®n sobre hijos que no deseo. T¨² quieres decidir. Yo tambi¨¦n. Eso es igualdad de derechos. Una igualdad que hoy d¨ªa no existe.
Ah, veo que me cambias el g¨¦nero. Pero f¨ªjate en algo, ?te lo han impuesto? ?Te obligaron a no hacerte vasectom¨ªa? ?A no ponerte cond¨®n? Pero te repito, pagar ?30? (me parto, la le¨ª opina que es s¨®lo hasta los 24, as¨ª que imagino que te mola exagerar), es mucho menos que pagar 30 a?os, m¨¢s dedicar tiempo, que tu salud se vea afectada toda tu vida, que no te asciendan (p¨¦rdida de ingresos que arrastras toda tu vida laboral que son entre 40-45 a?os m¨¢s o menos) o no te contraten y, por supuesto, renunciar a la vida social los primeros a?os. Te recuerdo que no son 9 meses de pre?ez versus 30 a?os, son 9 meses de embarazo (Con sus consecuencias f¨ªsicas para el resto de la vida) + 30 a?os de cuidados y gastos versus 30 a?os de pagar pensi¨®n alimentaria (asumiendo que sean realmente 30 y no 24 o menos si el hijo consigue curro, aunque hoy esta dif¨ªcil). Pero sigo, la siniestralidad laboral, ?qu¨¦ tiene que ver con la paternidad? Es decir, si te paras a pensar de forma racional (y no emocional como haces tu), la seguridad laboral es responsabilidad de los jefes (con implicaciones penales, por cierto) y esos jefes suelen ser hombres. Adem¨¢s, en la inmensa mayor¨ªa de los casos, es predominantemente en sectores como la construcci¨®n, donde no son demasiado amigos de contratar mujeres. As¨ª que parece que la discriminaci¨®n afecta de forma negativa a los t¨ªos tambi¨¦n. Ir¨®nicamente es algo por lo que las feministas llevan a?os protestando, pero vaya, los que usan el argumento de la mortalidad no se suelen parar a investigar las causas de las cosas. Es como el asunto de la testosterona. La mayor potencia muscular supone tambi¨¦n un mayor desgaste y menor esperanza de vida, llorale a la madre naturaleza... M¨¢s a¨²n, el cuerpo del padre no se ve afectado por la paternidad. Un t¨ªo que trabaje en un despacho (nada raro) no ver¨¢ su salud s¨²bitamente afectada por el embarazo o el parto. Puede ni enterarse si la mujer no se lo cuenta. As¨ª que NO, la integridad f¨ªsica del padre no se ve afectada. Nadie obliga a que el padre trabaje en cosas peligrosas (o siquiera trabaje). De hecho, la "defensa" de muchos hombres es declararse insolventes, as¨ª que... Vamos, que tu diatriba es lo que tradicionalmente se conoce como intentar desviar la atenci¨®n. XDDDTu supuesta "verdad" no es tal. Para empezar, en muchos trabajos de oficina, el ser padre se valora positivamente como que se es "m¨¢s responsable" si se trata de un hombre y eso implica ascensos y aumentos de sueldo. Mientras que en las mujeres es al rev¨¦s. Adem¨¢s, creerte que con lo que se paga de pensi¨®n basta para pagar los gastos de un ni?o es cuanto menos rid¨ªculo y lo digo en serio. Si, la pensi¨®n va en funci¨®n de los ingresos del padre, si son cero, ?cu¨¢nto toca? Y el rollo de no estudiar tambi¨¦n es gracioso, porque repito, no tiene obligaci¨®n legal de dejar los estudios (puede estudiar mientras trabaja y no ser¨ªa la primera persona en hacerlo) o siquiera de empezar a currar si no lo hace ya. Por otra parte, cualquier an¨¢lisis te dir¨¢ que es f¨¢cil que una chiquilla embarazada deje los estudios, en gran parte por la presi¨®n social. As¨ª que me llama la atenci¨®n que lo cites como "los grandes traumas de los hombres por la paternidad forzada" y lo omitas con las mujeres. Pero seguro que no es doble rasero, ?verdad? Es s¨®lo que das por hecho que en orden de controlar tu vida, tienes derecho tambi¨¦n a controlar la de las mujeres, no sea que te afecte algo aunque sea de refil¨®n. XDDDSigo, lo de que la mujer puede "darlo en adopci¨®n" es s¨®lo con la aprobaci¨®n del padre. Una vez ha nacido un bebe, la patria potestad es de los dos. As¨ª que ella puede querer darlo, el padre decir que no y que ella tenga que pagar pensi¨®n. Pero imagino que todo tu discurso sobre "ignorar la verdad" y mi terrible carencia de empat¨ªa (imagina, ?considerar que las mujeres tambi¨¦n son personas en lugar de extensiones del var¨®n!, terrible), tal vez debas revisarlo. Insisto, te miras la legislaci¨®n y luego dices algo coherente. Hay una gran frase que dice "mi libertad termina donde empieza la de los dem¨¢s". Cuando empieces a considerar a las mujeres personas, todo esto te resultar¨¢ m¨¢s simple. Si no quieres ser padre, usa m¨¦todos anticonceptivos, dobles si hace falta. Muchas mujeres usan la p¨ªldora o el anillo adem¨¢s de los condones. Tu tienes la vasectom¨ªa y los condones. Si pese a todo eso falla, tal vez debas hablar con tu pareja. Pero mientras el embarazo se produzca solo en el cuerpo de las mujeres, s¨®lo hay una integridad f¨ªsica implicada y no es la tuya. Porque lo repito, tu trabajo, es cosa tuya. TU decisi¨®n (Condicionada por la econom¨ªa y la sociedad, pero a¨²n). Hablas de control de tu vida, pero el control de tu vida, si trabajas o estudias, no lo pierdes. Y tampoco el de tu cuerpo. Y el control de tu vida jam¨¢s implica el control del cuerpo de otros. Tal cual. Igual que yo no puedo obligar a nadie a donar sangre, no se debe obligar a pasar un embarazo y un parto, ni a un aborto tampoco. El equivalente a tu discursito sobre tu integridad f¨ªsica, es si para estar seguras de que no haya embarazos no deseados te obligasemos por ley a hacerte vasectom¨ªa, que s¨ª afecta a tu integridad f¨ªsica. O a donar sangre para restituir la que se pueda perder en el parto... ?Ves que suceda algo de eso? ?O qu¨¦ te obligue la ley a follar sin cond¨®n (claro que casi mejor no dar ideas a Gallard¨®n y Co XD)? Pues eso, tu integridad f¨ªsica sigue indemne. Ahora compara el "trauma" de no salirte siempre con la tuya y pagar pensi¨®n por varios a?os con esto:http://www.who.int/mediacentre/factsheets/fs348/es/Supongo que como ya est¨¢n muertas y son mujeres, dir¨¢s que son cero a?os de impacto en sus vidas o algo as¨ª. O directamente lo ignorar¨¢s (como todo lo dem¨¢s). No, no es que me falte empat¨ªa por los "pobres" hombres. Es que realmente comparo el menor de los males y s¨ª que ten¨¦is mucho m¨¢s control del que dices que tienes, solo que a d¨ªa de hoy, ese control implica responsabilizarte y no parece que lo hagas. D¨¦jame adivinar, ?follaste sin cond¨®n porque ella te dijo que estaba con la p¨ªldora? ?Es eso? Entonces si, fue tu decisi¨®n. Ella no actu¨® bien, pero elegiste confiar en otra persona y ceder la responsabilidad del m¨¦todo anticonceptivo a otro. Si falla o no confiaste en la persona correcta, sigue siendo consecuencia de tu decisi¨®n. Y a¨²n as¨ª, la consecuencia que afrontas sigue siendo menor que la que afronta ella, porque si vienen mal dadas y el embarazo se tuerce, s¨®lo ella lo pasar¨¢ mal. Confundes salud con econom¨ªa y no tienen nada que ver.Claro que es posible que mi tremenda falta de empat¨ªa se deba a mi escala de valores donde integridad f¨ªsica > derecho a la propiedad. Tal vez para ti sea alrev¨¦s. Claro que a¨²n as¨ª, deber¨ªas revisar cu¨¢l es el impacto econ¨®mico completo, tanto a corto, como medio/largo plazo. Despu¨¦s de todo, el coste de oportunidad y los costes sombra tambi¨¦n son costes...
Confieso que me da una pereza infinita rebatir las numerosas salidas de tiesto de que haces gala. Como esa de entregar al hijo en adopci¨®n: Una mujer descubre que ha quedado embarazada. No quiere abortar. Tampoco quiere cuidar del hijo. No quiere que nadie interfiera en su decisi¨®n. As¨ª que decide no informar al padre, parir al hijo y entregarlo en adopci¨®n para que sea el Estado quien se ocupe de ¨¦l. Puede hacer esto en cualquier momento de la vida del hijo. Una vez entregado en adopci¨®n, tiene dos a?os para reclamarlo si su situaci¨®n mejora. ?Ya ves t¨² qu¨¦ dif¨ªcil! Ahora: Un hombre no quiere cuidar de un hijo no deseado. ?Puede delegar en el Estado durante dos a?os, como s¨ª puede hacer la mujer? No, ?verdad? Pues ah¨ª lo tienes. Y como eso, ir¨ªa una a una desmontando tus peregrinas ideas.
As¨ª que dej¨¦monos de rodeos y vayamos directos al grano: ?En qu¨¦ afecta a las mujeres que los hombres tengan los mismos derechos reproductivos? Es decir, que ante la posibilidad de un hijo no deseado el hombre TAMBI?N pueda desentenderse de ¨¦l legalmente, bien v¨ªa "aborto legal" (no f¨ªsico, evidentemente) o bien cedi¨¦ndolo en alg¨²n tipo de adopci¨®n - que el Estado se haga cargo de la responsabilidad que, inicialmente, le corresponde al padre -.
De tal modo, cualquier hijo reci¨¦n nacido que no sea inscrito con el consentimiento del padre, queda sin la posibilidad de reclamar una paternidad ni las obligaciones que la acompa?an.
Adelante, espero la lista de problemas que esta soluci¨®n - la que sugiero - plantea a la mujer y en qu¨¦ modo limita su derecho a decidir.
Es m¨¢s sencillo que eso. Si somos seres humanos desde el momento de la concepci¨®n, no podemos ser despojados de nuestra naturaleza por la arbitrariedad de una opci¨®n desinformada. Hace unas d¨¦cadas, acaso hubiera cabido la duda acerca del car¨¢cter humano de las primeras etapas del desarrollo; entonces, especie y forma estaban ¨ªntimamente ligadas y los conocimientos cient¨ªficos sobre gen¨¦tica, fisiolog¨ªa de la ontogenia, medicina prenatal, etc, apenas permit¨ªan otra cosa que la especulaci¨®n sobre qu¨¦ es y qu¨¦ no es humano. Los avances del conocimiento han sido tales que ya es imposible separar al ser humano de sus ra¨ªces biol¨®gicas, de la esencia hereditaria que lo define y de su manifestaci¨®n reconocible desde que se constituye como individualidad provista de identidad. De ah¨ª viene, claro, la necesidad de que haya coherencia entre legislaci¨®n y los avances del saber. Ni m¨¢s, ni menos.Por otra parte, si vivimos en sociedad es para que prospere la filantrop¨ªa, ese respeto al individuo por ser quien es y no en raz¨®n de su estatus, de su sexo o de su edad. Un aborto es un homicidio prenatal y, por tanto, s¨®lo en casos excepcionales cabe darle cierto sentido humanista a una acci¨®n tan grave consider¨¢ndola como un mal menor. De ah¨ª, que el respeto a la vida humana haya de informar la iniciativa del legislador; de ah¨ª, que un estado que se autodefine como ¡±social¡± haya de manifestar preocupaci¨®n por quienes, incapaces de defenderse a s¨ª mismos frente al poder abrumador de una voluntad destructiva, ya han entrado en la trama de la sociedad al generar se?ales inequ¨ªvocas de su vitalidad.Y, como se puede comprobar, aqu¨ª no ha hecho un servidor la menor referencia ni a la Iglesia, ni a la trascendencia, ni a la Procesi¨®n del Corpus ni al "sursum corda". Conservadora es aquella forma de cogitaci¨®n y de praxis pol¨ªtica que se mantiene aferrada a antiguos mitos y apriorismos ideol¨®gicos desfasados, verbigracia el feminismo abortista.
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