Luchar como Gandhi para salvar vidas
Los m¨¦dicos Abhay y Rani Bang renunciaron a su vida c¨®moda para instalarse en una aldea de Maharashtra. Lo conseguido all¨ª con sus estudios ha influenciado la agenda de salud global
Chaya Chidange, de 33 a?os, se cas¨® en matrimonio concertado cuando ten¨ªa 19 y vive en Bodhali, un poblado rural en el Estado de Maharashtra, en India. Al a?o de casarse tuvo una ni?a, y con 22 a?os se qued¨® embarazada por segunda vez. Se hab¨ªa registrado para dar a luz en el hospital de Gadchiroli, la peque?¨ªsima ciudad capital del distrito del mismo nombre. Pero cuando empezaron los dolores del parto estaba en su casa y supo que no hab¨ªa tiempo de ir a Gadchiroli.
La familia llam¨® a la partera tradicional de Bodhali y tambi¨¦n a Anjava Uikey, la enfermera comunitaria formada por la organizaci¨®n Search. Cuando ambas llegaron, Chaya ya hab¨ªa roto aguas y se sent¨ªa agotada. La comadrona sac¨® a su beb¨¦ pero ¨¦ste no respiraba y, seg¨²n le dijeron a Chaya m¨¢s tarde, hab¨ªa empezado ya a asfixiarse dentro del ¨²tero.
En lugares como Bodhali, la asfixia es una de las principales causas de muerte en los reci¨¦n nacidos cuando el parto ocurre en casa y sin asistencia m¨¦dica. Pero Anjava estaba preparada. Se asegur¨® de que las v¨ªas respiratorias del beb¨¦ no estaban obstruidas y comenz¨® de inmediato a aplicarle la reanimaci¨®n cardiopulmonar con el peque?o bal¨®n de ventilaci¨®n, o amb¨², que forma parte de su equipo. Finalmente, el reci¨¦n nacido empez¨® a respirar.
¡°La vi haciendo todo ese esfuerzo y cuando mi beb¨¦ se recuper¨® la mir¨¦ como a un dios, ella hizo que mi beb¨¦ volviera a nacer¡±, recuerda hoy Chaya hablando en marat¨ª, el idioma de Maharashtra, mirando enf¨¢ticamente a Anjava, que guarda silencio con seriedad, envuelta en un sari con motivos blancos y dorados. Junto a ellas, Saurav, aquel beb¨¦ y que hoy tiene 11 a?os, sigue la escena con timidez.
En otras circunstancias, Saurav probablemente habr¨ªa muerto a los pocos minutos de nacer y habr¨ªa pasado a engordar las estad¨ªsticas que dan forma a las altas tasas de mortalidad neonatal e infantil en las zonas pobres de los pa¨ªses en desarrollo.
A¨²n hoy, casi cinco millones de beb¨¦s mueren cada a?o en el mundo antes de cumplir 12 meses de vida, seg¨²n cifras de Naciones Unidas. De ellos, m¨¢s de un mill¨®n mueren en la India, donde existen grandes diferencias entre las partes ricas de los n¨²cleos urbanos y las zonas rurales, en las que vive el 68 por cien de la poblaci¨®n, seg¨²n datos del Banco Mundial.
La ¡®b¨²squeda' de la soluci¨®n
Unos a?os antes de que naciera Saurav, los doctores Abhay y Rani Bang hab¨ªan establecido la organizaci¨®n Search (que quiere decir b¨²squeda en ingl¨¦s) en el distrito de Gadchiroli. Los Bang hab¨ªan construido y se hab¨ªan instalado en su propio asentamiento, Shodhgram, que significa poblado para la b¨²squeda en hindi.
Abhay y Rani son fieles a la filosof¨ªa de Mahatma Gandhi, el h¨¦roe de la independencia india, quien recomendaba a sus seguidores que fueran a los poblados rurales de la India y que vivieran entre su gente. ?sa fue una de las razones por las que, tras realizar un m¨¢ster en Salud P¨²blica en Estados Unidos, los Bang decidieron instalarse en 1986 en Gadchiroli, el distrito m¨¢s pobre de Maharastra, el Estado indio originario de ambos. A¨²n hoy, los dos suelen vestir khadi, ropa tradicional cuyo uso tambi¨¦n promocion¨® Gandhi en las primeras d¨¦cadas del siglo XX, para as¨ª boicotear la industria textil brit¨¢nica como parte de su lucha no violenta por la independencia de la India.
En 1988, Search hab¨ªa medido la tasa de mortalidad infantil (TMI) en varios poblados de Gadchiroli y descubierto que era del 121 por 1.000. O lo que es lo mismo: 12 de cada 100 reci¨¦n nacidos mor¨ªan antes de cumplir un a?o. El 40% de los beb¨¦s mor¨ªan por pulmon¨ªa y los Bang y su equipo hab¨ªan realizado un estudio en el que demostraban c¨®mo reducir en una gran parte este n¨²mero de muertes, formando enfermeros comunitarios entre la poblaci¨®n local para que supieran reconocer y tratar los s¨ªntomas de la pulmon¨ªa en reci¨¦n nacidos. Hab¨ªan publicado los resultados en 1990 en la prestigiosa revista m¨¦dica The Lancet y, en parte debido a este estudio, la Organizaci¨®n Mundial de la Salud (OMS) acab¨® adoptando este modelo para tratar de disminuir las muertes de beb¨¦s en los pa¨ªses en desarrollo. Sin embargo, y aunque los doctores Bang hab¨ªan conseguido reducir las muertes por pulmon¨ªa, en 1990 la TMI en su zona era del 80 por 1.000, a¨²n muy alta.
Con la victoria contra la pulmon¨ªa infantil no era la primera vez que los Bang consegu¨ªan influir en la agenda internacional sobre la salud. Un a?o antes, otra investigaci¨®n liderada por Rani hab¨ªa tenido tambi¨¦n un impacto global. La doctora Bang hab¨ªa realizado un estudio en el que encontr¨® que el 92% de las mujeres en la zona ten¨ªan problemas ginecol¨®gicos, y que s¨®lo el 8% hab¨ªa buscado alguna vez atenci¨®n m¨¦dica. No era s¨®lo la ausencia de m¨¦dicas sino que estos temas eran tab¨² en las comunidades locales. ¡°Nos sorprendieron mucho [los resultados], para nosotros era incre¨ªble, y adem¨¢s encontramos que cerca del 48% de las chicas solteras ya hab¨ªan mantenido relaciones sexuales, que era algo de lo que nadie hablaba en la India¡±, comenta hoy en ingl¨¦s, en una sala para reuniones en Shodhgram. De sonrisa f¨¢cil, Rani Bang aparenta menos de sus 63 a?os, habla lentamente y en voz baja y transmite una cierta sensaci¨®n de calma.
Parte del problema era que, en cuanto a la salud de la mujer, el foco estaba en la maternidad, en el embarazo. M¨¦dicos e investigadores se centraban en dos aspectos: en la supervivencia de las mujeres pre?adas durante el parto y en dar informaci¨®n sobre planificaci¨®n familiar a las que no lo estaban. El resto de la salud de la mujer era dejado de lado. ¡°Y yo dec¨ªa (en su estudio, publicado tambi¨¦n en The Lancet en 1989) que no deber¨ªa ser simplemente salud materna, deber¨ªa ser?salud de la mujer. No deber¨ªa ser MCH (Salud de la Madre y del Ni?o, en sus siglas en ingl¨¦s) sino WCH (Salud de la Mujer y del Ni?o)¡±, recuerda Rani, que lleva el pelo recogido, un sencillo vestido khadi y, como es com¨²n en la zona, luce un gran bindi en la frente,
En lugares como Bodhali, la asfixia es una de las principales causas de muerte en los reci¨¦n nacidos
Que sea uno u otro el concepto aceptado es m¨¢s importante de lo que puede parecer. Es de acuerdo con estas definiciones que, en los c¨ªrculos m¨¦dicos y de dise?o de pol¨ªticas p¨²blicas, se decide en qu¨¦ poner el ¨¦nfasis y d¨®nde invertir recursos. Adem¨¢s, organismos internacionales, como la OMS, y agencias y pa¨ªses donantes de fondos para la ayuda al desarrollo tambi¨¦n ajustan su asistencia seg¨²n este tipo de conceptos. La insistencia en la salud maternal de la mujer provocaba que otras cuestiones m¨¢s all¨¢ del embarazo y el parto quedaran desatendidas.
Tras la publicaci¨®n de su trabajo, Rani hab¨ªa sido invitada a participar en la asamblea anual de la OMS en Ginebra para hablar de este tema. Y unos a?os m¨¢s tarde, en 1994, tambi¨¦n en parte debido al estudio de la doctora Bang, la comunidad internacional reconoci¨® la necesidad de ir m¨¢s all¨¢ de la planificaci¨®n familiar y abordar la salud de la mujer de un modo m¨¢s amplio en la Conferencia Internacional sobre Poblaci¨®n y Desarrollo organizada por la ONU en El Cairo, en Egipto. Sin embargo, el camino para la realizaci¨®n de este cambio est¨¢ siendo lento. El n¨²mero de septiembre de 2013 del bolet¨ªn de la OMS a¨²n se titula Tema especial: la salud de la mujer m¨¢s all¨¢ de la reproducci¨®n. Una nueva agenda.
En cualquier caso, y como hab¨ªa ocurrido con el estudio sobre la pulmon¨ªa, una peque?a investigaci¨®n sobre una serie de poblados en el medio de la India hab¨ªa conseguido influir la agenda internacional sobre salud p¨²blica. Esto convenci¨® a los Bang de que su f¨®rmula, ofrecer servicios m¨¦dicos localmente y realizar estudios cient¨ªficos sobre la aplicaci¨®n de estos programas, pod¨ªa llegar a tener un impacto global.
M¨¢s all¨¢ de la pulmon¨ªa
En 1993, y aunque la intervenci¨®n de Search hab¨ªa reducido el n¨²mero de muertes infantiles por pulmon¨ªa, los reci¨¦n nacidos segu¨ªan muriendo en grandes n¨²meros en Gadchiroli. El doctor Bang recuerda un episodio que ocurri¨® en agosto de ese a?o, durante la ¨¦poca del monz¨®n y las lluvias, que marcar¨ªa el futuro trabajo de su organizaci¨®n y, de nuevo, de la agenda global sobre salud.
Una noche, de vuelta en su casa tras haber trabajado en el hospital de Search en Shodhgram, dos mujeres, una de unos 20 a?os y su madre, llamaron a la puerta y entraron apresuradamente. Llevaban con ellas un beb¨¦, el hijo de la m¨¢s joven, que parec¨ªa muy enfermo. El doctor Bang lo puso en su cama y lo observ¨®.
¡°Me dije: bajo peso al nacer, seriamente demacrado y malnutrido, deshidratado. El beb¨¦ respiraba con gran dificultad, cog¨ª el estetoscopio y hab¨ªa un sonido burbujeante, as¨ª que me dije: pulmon¨ªa. Todo esto me llev¨® quiz¨¢ un minuto. Y entonces el beb¨¦ dej¨® de respirar, y no hab¨ªa nada que yo pudiera hacer. Muri¨®¡±, recuerda hoy con voz seria en una sala junto a su despacho en Shodhgram.
Abhay Bang cuenta que, tras el sentimiento de tristeza, se sinti¨® molesto con las mujeres. Si hubiesen llegado unas horas antes quiz¨¢ ¨¦l podr¨ªa haber salvado al beb¨¦. Les pregunt¨® y madre e hija ven¨ªan de un poblado a s¨®lo tres kil¨®metros de Shodhgram, pero la historia era m¨¢s compleja.
Superstici¨®n y tradici¨®n? propician pr¨¢cticas que ponen en peligro la vida de la madre y sus hijos
¡°La madre era analfabeta, el marido era alcoh¨®lico, en su primer parto el beb¨¦ naci¨® muerto; cuando se volvi¨® a quedar embarazada no recibi¨® cuidado antenatal, tuvo malaria durante el embarazo y tampoco recibi¨® tratamiento¡±, empieza a enumerar Abhay, aunque la lista contin¨²a.
¡°Seg¨²n su sistema tradicional de creencias, la madre deb¨ªa comer menos durante el embarazo para que el beb¨¦ fuera peque?o y el parto fuera f¨¢cil. As¨ª que, adem¨¢s de que ya era pobre, hab¨ªa comido aun menos. El parto hab¨ªa tenido lugar en casa. Tambi¨¦n seg¨²n la tradici¨®n, (la madre) no hab¨ªa dado de mamar al beb¨¦ durante los tres primeros d¨ªas¡±.
Cuando la mujer ya intent¨® dar de mamar al reci¨¦n nacido, sus pechos ya no daban leche. Entonces compr¨® un poco de leche que mezcl¨® con agua y us¨® una botella a la que puso una tetina de algod¨®n para alimentar al beb¨¦. Tanto el agua como la botella estaban sucias, lo que provoc¨® diarrea al reci¨¦n nacido, as¨ª que la mujer dej¨® de darle esa mezcla de agua y leche. ¡°Entonces llev¨® el beb¨¦ a alg¨²n curandero local, que le cobr¨® 200 rupias (unos 2,4 euros en precios actuales) e hizo alg¨²n tipo de brujer¨ªa, aunque por supuesto no ocurri¨® nada. Quiz¨¢ entonces el reci¨¦n nacido cogi¨® pulmon¨ªa, no pod¨ªa respirar bien y fue cuando decidieron venir a nuestro hospital¡±, contin¨²a narrando el doctor Bang.
Aunque el poblado de estas mujeres estaba a s¨®lo tres kil¨®metros de Shodhgram, se encontraba al otro lado de un r¨ªo que estaba crecido por las lluvias. Hab¨ªa un puente pero estaba medio derruido e inutilizable. As¨ª que las dos mujeres esperaron todo el d¨ªa sentadas en la orilla del r¨ªo hasta que por la noche el agua baj¨® y fueron capaces de cruzar. En total, incluyendo la corrupci¨®n de las autoridades como origen del puente disfuncional, el doctor Bang dice que cont¨® 18 causas que hab¨ªan condenado a muerte a este beb¨¦, algunas como la diarrea y la pulmon¨ªa pero tambi¨¦n otras como el analfabetismo de la madre y el alcoholismo del padre.
¡°Pens¨¦: ¡®De acuerdo, he venido a Shodhgram, estoy muy cerca de los poblados tribales, pero a s¨®lo tres kil¨®metros de aqu¨ª el beb¨¦ acaba demacrado, el beb¨¦ llega al borde de la muerte y ni siquiera pueden traerlo a mi hospital. ?Qu¨¦ estoy haciendo? Y, segundo, si un reci¨¦n nacido muere por 18 causas distintas, ?qu¨¦ puedo hacer?, es una lucha demasiado desigual, no puedo salvar a estos beb¨¦s¡±.
Durante mucho tiempo la salud de la mujer se ha desatendido
El de este reci¨¦n nacido que muri¨® en la cama del doctor Bang fue un ejemplo extremo que reun¨ªa casi todos los diferentes motivos por los que tanto beb¨¦s segu¨ªan muriendo a los pocos d¨ªas o semanas de nacer. Cuando el parto se produc¨ªa en casa, como ocurr¨ªa en la gran mayor¨ªa de los casos, la partera tradicional dejaba a la madre y al reci¨¦n nacido recluidos solos en una habitaci¨®n aislada en la casa hasta que los restos secos del cord¨®n umbilical se desprend¨ªan del beb¨¦, lo que sol¨ªa ocurrir tras alrededor de una semana. Si la madre era primeriza, normalmente no sab¨ªa qu¨¦ hacer con el reci¨¦n nacido, que sol¨ªa permanecer desnudo en el suelo de tierra y esti¨¦rcol, ya que sobre estos temas apenas se hablaba en las familias de los poblados. Una de las pocas cosas que s¨ª le dec¨ªan era que no diera de mamar al beb¨¦ durante los primeros d¨ªas, cuando se cre¨ªa que la lecha materna era impura. La madre s¨®lo alimentaba al beb¨¦ con agua endulzada con az¨²car casero y ella tampoco com¨ªa ni beb¨ªa gran cosa, tambi¨¦n para intentar no tener que hacer sus necesidades frecuentemente, ya que lo hac¨ªa en un agujero en una esquina en esta misma habitaci¨®n. Cuando madre y reci¨¦n nacido sobreviv¨ªan, a¨²n deb¨ªan permanecer en la casa durante las primeras seis semanas, no fuera a ser que vecinos envidiosos les echaran mal de ojo u otra maldici¨®n. As¨ª que durante ese tiempo la familia era todav¨ªa reacia a buscar cuidado m¨¦dico si, por ejemplo, cre¨ªan que el beb¨¦ lloraba m¨¢s de lo normal.
Estas pr¨¢cticas incid¨ªan en que, en lugares como esta zona rural de la India, muchos reci¨¦n nacidos siguieran muriendo de causas prevenibles y tratables. Y aunque las circunstancias var¨ªan de un lugar a otro, en muchas zonas rurales de los pa¨ªses en desarrollo la alta mortalidad infantil se deb¨ªa a causas de este tipo. Ante esta situaci¨®n, lo que la OMS recomendaba era llevar a los beb¨¦s al hospital o, si no hab¨ªa un centro sanitario accesible, que un m¨¦dico tratara y siguiera a los reci¨¦n nacidos en su casa. Pero, de nuevo, ?qu¨¦ hacer all¨¢ donde no s¨®lo no hab¨ªa hospitales sino que tampoco hab¨ªa m¨¦dicos? Lo remoto de muchos de estos poblados dificultaba el acceso a los servicios m¨¦dicos de sus habitantes, quienes de todas formas confiaban m¨¢s en sus propias tradiciones y en curanderos locales. Y lo que ocurr¨ªa es que millones de beb¨¦s mor¨ªan cada a?o en los pa¨ªses en desarrollo de causas conocidas y evitables. Los doctores Bang hab¨ªan conseguido reducir el n¨²mero de muertes de reci¨¦n nacidos por pulmon¨ªa, e incluso hab¨ªan conseguido que la OMS recomendara su modelo globalmente, pero la tasa de mortalidad infantil en Gadchiroli segu¨ªa siendo muy alta. ?Qu¨¦ hacer all¨¢ donde los beb¨¦s segu¨ªan muriendo incluso cuando esta pareja de m¨¦dicos volv¨ªa de Estados Unidos, lo dejaba todo, se trasladaba a la zona y consegu¨ªa salvarlos de la pulmon¨ªa? Para padres y muchos expertos m¨¦dicos, no parec¨ªa haber soluci¨®n contra la mortalidad infantil en este tipo de situaciones. Porque, ?c¨®mo salvar a beb¨¦s a quienes, seg¨²n Abhay Bang, hasta 18 causas diferentes empujaban a la muerte?
Ese es el segundo de una serie de seis cap¨ªtulos titulada "?Est¨¢ la respuesta a la mortalidad infantil en un peque?o poblado de la India?". Cada martes publicaremos una nueva entrega.
Los gastos de realizaci¨®n de esta serie ha sido cubiertos por una subvenci¨®n del European Journalism Centre financiada por la Bill and Melinda Gates Foundation. Los reportajes han sido realizado con completa libertad editorial.
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