Cine por cuatro duros
As¨ª es el low cost: el equipo no supera la decena de personas, se lanza gratis en Internet y la financiaci¨®n corre a cargo del director
Poco antes de ganar sus primeros goyas, el actor Javier C¨¢mara y el escritor y director David Trueba discut¨ªan sobre el estado del cine en Espa?a. ?ltimamente, charlaban, proliferaban las pel¨ªculas rodadas por cuatro duros. ¡°Hay mucha imaginaci¨®n y muy poco presupuesto¡±, aportaba C¨¢mara. Trueba, en cambio, prefer¨ªa hablar de una eclosi¨®n de cine ¡°precario¡± y ¡°low cost¡±. El Ryanair del celuloide. Para cuyo disfrute lo mejor que uno puede hacer es ser consciente de lo que va a consumir y reacomodar el nivel de expectativas. Cuando la luz de la Cineteca del Matadero de Madrid vuelve a encenderse tras los t¨ªtulos de cr¨¦dito, el director Miguel Larraya dice sobre lo que acabamos de ver: ¡°M¨¢s que una pel¨ªcula, es un boceto¡±. Su ?thriller, Todo el mundo lo sabe, un paseo por los bajos fondos de la corrupci¨®n pol¨ªtica, se rod¨® en un par de d¨ªas bajo el dec¨¢logo del movimiento #littlesecretfilms (peque?as pel¨ªculas secretas) que exige mantener la cinta oculta hasta su estreno, que el equipo no supere la decena de personas, que se lance de manera gratuita en Internet y que la financiaci¨®n corra a cargo del director (en este caso, una parte la aport¨® el grupo Calle 13). Dados los recursos limitados, y siguiendo con la met¨¢fora, el director de Todo el mundo lo sabe bosquej¨® unos apuntes en tres localizaciones, y con cuatro actores.
Ninguno memoriz¨® di¨¢logos, porque estos nunca fueron escritos. Una pel¨ªcula ¡°interesante¡±, en palabras del productor Juan Gordon, de Morena Films (Che, Celda 211), que considera este asunto de los #littlesecret?films ¡°un ejercicio fant¨¢stico para identificar talento¡±. En el ¨²ltimo Festival de Cine Fant¨¢stico de Sitges le llam¨® la atenci¨®n una pel¨ªcula de terror grabada en el interior de una cueva, escrita, dirigida y coproducida por Alfredo Montero.
Este fot¨®grafo de profesi¨®n ya rod¨® con su dinero una ficci¨®n sobre la pederastia en 2006. Nunca lleg¨® a estrenarse. Jur¨® no volver a la guerra. Hasta que pag¨® las deudas del primer largo y se le encendi¨® la bombilla en el interior de una gruta. ¡°Una sola localizaci¨®n, pocos personajes, una historia sencilla pero potente¡±, fueron sus restricciones. El 80% del filme transcurre entre galer¨ªas.No hay m¨¢s que cinco personajes. ?l es uno de ellos; otro, un amigo de la adolescencia. Las c¨¢maras y el equipo eran propios, hecho que el director denomina la ¡°democratizaci¨®n¡± del cine: cualquiera puede rodar. Tras verla, Gordon les propuso rodar un poco m¨¢s y poner el metraje en manos de un montador de prestigio. Y Gordon ha olido un fil¨®n: ¡°Saben rodar muy barato. No les hace falta equipos de 80 personas; y esto puede demostrar a los elefantes de la producci¨®n que se est¨¢n haciendo cosas fant¨¢sticas por cuatro duros¡±. Pero sin confundir bajo coste con trabajo gratis. Y Montero intuye en su pel¨ªcula La cueva una met¨¢fora sobre c¨®mo abrirse paso en la industria: ¡°He pasado mucho tiempo en la sombra, arrastr¨¢ndome. Empiezo a ver la luz¡±.
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