Grulla y at¨²n
Imaginemos por un instante que la majestuosa grulla japonesa constituyese un ingrediente esencial de nuestras paellas y cocidos, y que por este motivo este s¨ªmbolo japon¨¦s estuviese en peligro de extinci¨®n. No me cabe duda de que ante tal realidad, la pac¨ªfica sociedad nipona reaccionar¨ªa cual enfurecido samur¨¢i contra tan exc¨¦ntrica barbaridad culinaria for¨¢nea que amenaza con extinguir a tan emblem¨¢tica criatura de su archipi¨¦lago.
Por suerte para la grulla, ¨¦sta no constituye ingrediente esencial de nuestra cocina tradicional, suerte que en direcci¨®n contraria no comparte un emblem¨¢tico pez de nuestra cuenca mediterr¨¢nea llamado at¨²n rojo. Desgraciadamente su intenso sabor a mar ha cautivado a los paladares orientales, vaciando con ello de t¨²nidos nuestro mar para rellenar con su carne sushis y sashimis en el pa¨ªs del sol naciente.
La desdicha para este t¨²nido no viene s¨®lo de Oriente, sino tambi¨¦n de los pa¨ªses de la cuenca mediterr¨¢nea, que lejos de proteger a su amenazado s¨ªmbolo, optan mayoritariamente por hacer un gran negocio con su carne sin advertir que en paralelo est¨¢n arruinando todo un ecosistema.¡ª Mart¨ª Gassiot.
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