Cumbre EEUU-?frica (2): ?Se acabar¨¢ la maldici¨®n de los recursos naturales?
El sector de las materias primas representa una fuente importante de ingresos para muchos pa¨ªses en desarrollo. Seg¨²n el Fondo Monetario Internacional (FMI), en el a?o 2012, ?frica subsahariana export¨® materias primas, de forma legar, por valor de 438 mil millones de d¨®lares, mientras que las ayudas al desarrollo que recibi¨® ese mismo a?o sumaron 51 mil millones de d¨®lares. Las rentas provenientes del petr¨®leo y la miner¨ªa representan un promedio del 28 % del PIB de esos pa¨ªses y suponen m¨¢s del 77 % de los ingresos por exportaciones. Sin duda, una gran fuente de riqueza.
Los pa¨ªses africanos ricos en materias primas sufren la llamada ¡°maldici¨®n de los recursos naturales¡±. Esto significa que esos estados est¨¢n expuestos a guerras, altas tasas de pobreza, fuerte corrupci¨®n, mala gobernabilidad y poca democracia, todo ello causado por el intento de distintos pa¨ªses, principalmente occidentales, de controlar los recursos naturales, para lo cual no escatiman medios provocando conflictos, imponiendo y manteniendo dictadores o sistemas corruptos¡ Estados Unidos y Europa son expertos en estas t¨¢cticas. En los ¨²ltimos a?os, China tambi¨¦n ha entrado en este juego y en el horizonte se divisan las maniobras de algunos otros de los pa¨ªses pertenecientes al grupo de los BRICS.
El ant¨ªdoto para romper la maldici¨®n pasa por el establecimiento de gobiernos transparentes, responsables y que den cuenta de su gesti¨®n. Tambi¨¦n se requiere una fuerte sociedad civil capaz de monitorizar a los gobiernos y exigir las reformas necesarias para conseguir la buena gobernabilidad y que se destinen los ingresos obtenidos de las recursos naturales para luchar contra la pobreza y promover el desarrollo econ¨®mico sostenible.
Al mismo tiempo, es imprescindible que las multinacionales y empresas nacionales que explotan los recursos naturales africanos tambi¨¦n presenten plena transparencia. El ¨¦xito de campa?as como la Iniciativa de Transparencia de las Industrias Extractivas (EITI, en sus siglas en ingl¨¦s), que en teor¨ªa implementan 45 pa¨ªses, suponen una respuesta a las presiones de la sociedad civil occidental. Pero estas iniciativas solo representan peque?os pasos que est¨¢n muy lejos de poner fin a esta maldici¨®n.
No es un secreto que Estados Unidos corteja los recursos naturales de ?frica. El pasado mes de mayo, el Secretario de Estado norteamericano, John Kerry, lo dejaba muy claro en una visita a Addis Abeba cuando declar¨® que ¡°Estados Unidos es el ¡®socio natural¡¯ del continente africano¡±. Hasta ahora, el pa¨ªs norteamericano no ha escatimado medios para conseguir esos recursos. En aquel mismo discurso, Kerry invit¨® a los ciudadanos africanos a presionar a sus gobiernos para obtener m¨¢s democracia y control de los recursos naturales, pero evit¨® criticar a los aliados norteamericanos que no respetan la democracia, llegando incluso a poner como ejemplo de buen socio a Guinea Ecuatorial.
La Primera Cumbre EE.UU-?frica, que se celebra en Washington los d¨ªas 5 y 6 de agosto, representa una oportunidad hist¨®rica para conseguir mejorar considerablemente el uso y la gesti¨®n de los recursos naturales de manera que, de una vez por todas, las poblaciones locales puedan beneficiarse de la riqueza que produce el petr¨®leo, el gas, los minerales, la madera o la pesca, por ejemplo. Tambi¨¦n lo es para lograr que una gran potencia como los Estados Unidos cambie su modo de operar en el continente y deje de abusar de su posici¨®n dominante que le permite alcanzar sus intereses aunque sea a expensas de las vidas o el sufrimiento de los africanos.
Hasta ahora, la corrupci¨®n, la falta de transparencia y la mala gesti¨®n han supuesto un fuerte freno para el desarrollo econ¨®mico sostenible de la mayor¨ªa de los pa¨ªses de ?frica subsahariana ricos en recursos naturales. Y eso, a pesar de que muchos de ellos est¨¢n experimentando las mayores tasas de crecimiento econ¨®mico del mundo. Adem¨¢s estas malas pr¨¢cticas facilitan el flujo il¨ªcito de capitales fuera de ?frica y la financiaci¨®n de grupos criminales y guerrilleros.
?Por qu¨¦ la cumbre de Washington representa una oportunidad hist¨®rica para cambiar esta situaci¨®n?. Porque en 2010 los Estados Unidos hicieron historia al convertirse en el primer pa¨ªs en exigir a las empresas petroleras, de gas y mineras que cotizaban en sus bolsas de valores que publicaran sus pagos a los gobiernos de todo el mundo. La llamada ley Dodd-Frank supuso un hito en el campo de la transparencia de las empresas de extracci¨®n y se convirti¨® en el catalizador de iniciativas similares, especialmente en Europa. Esto unido al apoyo internacional que ha recabado la anteriormente citada EITI, ha convertido a los Estados Unidos en un referente cuando se trata de la gesti¨®n de los recursos naturales.
Algunos pa¨ªses africanos tambi¨¦n est¨¢n dando pasos en este sentido, como es el caso de Guinea Conakry que publica todos los contratos firmados con compa?¨ªas mineras en una plataforma online. En Ghana la Petroleum Revenue Management Act obliga a publicar los ingresos obtenidos de las compa?¨ªas petroleras. Un ¨²ltimo ejemplo lo encontramos en la Rep¨²blica Democr¨¢tica del Congo que el pasado 2 de julio se convirti¨® en miembro de pleno derecho de la EITI.
Se trata de peque?os pasos e insuficientes todav¨ªa pero que muestran que la presi¨®n de la sociedad civil africana est¨¢ consiguiendo que la situaci¨®n vaya cambiando poco a poco. Si la buena voluntad del los gobiernos de Estados Unidos y de los distintos pa¨ªses africanos se a¨²nan podr¨ªamos presenciar grandes cambios en la gesti¨®n de los recursos naturales del continente en los pr¨®ximos a?os.
La Primera Cumbre EE.UU-?frica podr¨ªa poner los cimientos que permitieran una mayor transparencia en la explotaci¨®n y gesti¨®n de los recursos naturales africanos. Todos los pa¨ªses deber¨ªan acordar la implementaci¨®n de normas dom¨¦sticas que obliguen a la publicaci¨®n de los contratos firmados entre el gobierno y las compa?¨ªas extractivas y las cantidades obtenidas por esos contratos y la explotaci¨®n de los recursos.
Evidentemente, para implementar estas medidas de forma eficaz, los pa¨ªses africanos tendr¨ªan que redoblar sus esfuerzos en la lucha contra la corrupci¨®n.
Al mismo tiempo, Estados Unidos deber¨ªa comprometerse a un mayor control de las compa?¨ªas extractivas que cotizan en sus bolsas de valores para evitar la picaresca y el tr¨¢fico de minerales. De esta forma tambi¨¦n se acabar¨ªa con la financiaci¨®n de bandas criminales a trav¨¦s de estos recursos.
Estados Unidos, tambi¨¦n deber¨ªa usar su liderazgo mundial para controlar el tr¨¢fico il¨ªcito de capitales que sale del continente, derivado principalmente del crimen, la corrupci¨®n, la evasi¨®n de impuestos y otras actividades criminales. Una pr¨¢ctica muy ligada, en algunos aspectos a la explotaci¨®n de los recursos naturales del continente.
Todo esto ser¨¢ posible si ambas partes se comprometen a establecer mecanismos de control que tengan plenas facultades para investigar y denunciar. Para ello, es muy importante reforzar el papel de la sociedad civil africana y establecer canales de comunicaci¨®n entre esta y la occidental. Aqu¨ª, las ONG podr¨ªan jugar un gran papel de seguimiento y denuncia.
Comentarios
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.