Todo lo que sobra (y alguna vez falta)
Hoy: indefinidos de importaci¨®n
Vamos a fijarnos en unas cuantas frases con lo que las gram¨¢ticas llaman el ¡°cuantificador indefinido¡± todo. Empecemos con todo lo que, donde todo, con la ayuda de lo, introduce una oraci¨®n de relativo sustantivada:
¡°¡ como ya te cont¨¦, me empez¨® a dar risa todo lo que hac¨ªa¡± (Jorge L¨®pez P¨¢ez, Do?a Herlinda y su hijo y otros hijos, Fondo de Cultura Econ¨®mica, M¨¦xico D. F., 1993, p. 238).
¡°¡ era tan nuevo todo lo que estaba ocurriendo y trabajaba tanto y tantas horas que apenas ten¨ªa tiempo de m¨¢s¡± (Rosa Reg¨¢s, Azul, Destino, Barcelona, 1994, p. 137).
¡°¡ era maestro alba?il, maestro carpintero, maestro fontanero y maestro blasfemador. Hac¨ªa bien todo lo que hac¨ªa¡± (Eduardo Galeano, Bocas del tiempo, Siglo XXI de Espa?a, Madrid, 2004, p. 218).
En estos usos todo lo que equivale a ¡°todas las cosas que¡±, y el sentido de todo es ciertamente literal: indica, como dice el Diccionario panhisp¨¢nico de dudas, que ¡°no se excluye ninguna parte o ninguno de los seres o cosas designados por el sustantivo¡± al que acompa?a (en nuestro caso, una oraci¨®n sustantivada). (Por cierto, qu¨¦ clarita esta definici¨®n comparada con la del DRAE, apta ¨²nicamente para inteligencias extremas: ¡°Dicho de una cosa: Que se toma o se comprende enteramente en la entidad o en el n¨²mero¡±).
El sentido restrictivo que puede tener "all" en ingl¨¦s se ha trasladado sin pensarlo demasiado al "todo" espa?ol
Bien, ahora comparemos los ejemplos anteriores con los siguientes, tomados de los mismos autores y las mismas obras:
¡°??Se?ora!? fue todo lo que dijo¡± (L¨®pez P¨¢ez, p. 253).
¡°En el cabo que por el sur cerraba la bocana del puerto se hab¨ªa construido hac¨ªa pocos a?os una mezquita y se hab¨ªa urbanizado una peque?a plazoleta en el mismo muelle [¡]. Eso era todo lo que pod¨ªa verse desde el mar¡± (Reg¨¢s, p. 14).
¡°¡ y no encontr¨® m¨¢s que sus ra¨ªces secas al aire. Eso era todo lo que quedaba del ¨¢rbol¡¡± (Galeano, p. 101).
Algo ha pasado aqu¨ª. Si los primeros ejemplos designaban sin duda una totalidad, los segundos m¨¢s bien parecen referirse a la parte de un todo, a algo que se ha reducido, empeque?ecido, o que casi ha desaparecido¡ siempre respecto a lo que era, fue o habr¨ªa podido ser: una sola palabra o expresi¨®n (frente a las muchas que habr¨ªan podido decirse), un fragmento de paisaje, un resto de un ¨¢rbol. Ah¨ª todo m¨¢s bien significa lo ¨²nico, y nos preguntamos, consecuentemente, por qu¨¦ si queremos decir lo ¨²nico decimos en cambio todo.
?Podr¨ªa tratarse de una especie de paradoja? ?Utilizamos todo precisamente para recalcar lo poco que tenemos? ?Es una especie de regodeo expresivo? ?Un recurso de intensidad dram¨¢tica? ?O una forma de atenuaci¨®n ret¨®rica de la minucia, una muestra, ante ella, de compasi¨®n y generosidad?
Mucho nos tememos que la elecci¨®n no tiene nada que ver ni con nuestra creatividad ni con nuestro tacto. Una pel¨ªcula danesa de 2012 de Susanne Bier cuyo t¨ªtulo internacional, o sea, en ingl¨¦s, era Love Is All You Need se titul¨® aqu¨ª Amor es todo lo que necesitas, lo cual nos da algunas pistas. Y veamos algunos ejemplos de traducciones:
¡°Todo lo que quiero que me digas es que todav¨ªa existes; lo dem¨¢s lo he de buscar en mi tenaz memoria¡± (Francis Scott Fitzgerald, A este lado del para¨ªso (1920), Andr¨¦s Bello, Santiago de Chile, 1991, p. 175, no consta traductor).
¡°Todo lo que sab¨ªa era que quer¨ªa matar a alguien¡± (Christopher McDougall, Nacidos para correr, Debate, Barcelona, 2011, trad. de Diego Salazar, Google Libros).
¡°?Todo lo que busco es un beneficio justo y honesto, cosa que muchos no pueden decir!¡± (E. L. Doctorow, C¨®mo todo acab¨® y volvi¨® a empezar (1960), traducci¨®n de Antoni Pigrau, Roca, Barcelona, 2013, Google Libros).
Parece evidente que el sentido restrictivo que puede tener all en ingl¨¦s se ha trasladado sin pensarlo demasiado al todo espa?ol. Y, como hemos visto en muchas ocasiones, ya no es necesario que un texto sea una traducci¨®n para que nos olvidemos de que, en estos casos, lo l¨®gico ser¨ªa decir lo ¨²nico que:
¡°M¨¢s precavido que nunca, Nadal [¡] No defiende nada y todo lo que puede hacer es sumar partidos, sumar sensaciones, sumar ambici¨®n, sumar victorias¡± (¡°Nadal regresa al duro cemento¡±, ABC, 6/VIII/13).
¡°¡®Respetamos las decisiones judiciales¡¯. Es todo lo que va a decir la Casa del Rey sobre la imputaci¨®n de la infanta Cristina¡± (¡°La Casa del Rey: ¡®Respetamos las decisiones judiciales¡¯¡±, El Pa¨ªs, 7/I/14).
El uso de "todo" como "lo ¨²nico" parece una paradoja,? precisamente recalcamos lo poco que tenemos
Otro calco flagrante es una expresi¨®n que no deja de estar de moda. Cuando en la pel¨ªcula El diablo se viste de Prada el temible personaje que interpretaba Meryl Streep dec¨ªa su caracter¨ªstica muletilla That¡¯s all, en el doblaje espa?ol o¨ªamos ¡°Es todo¡±. No es nuevo. Recordemos la c¨¦lebre despedida de Porky (That¡¯s all, folks) en el programa Fantas¨ªas animadas de ayer y hoy (Looney Tunes): ¡°Esto es to-, esto es to-, esto es todo, amigos¡±.
Lo seguimos encontrando en todo tipo de traducciones:
¡°Todo lo que necesitaba [?otro falso todo lo que!] era una pluma y algo de tinta y de papel de cartas. Eso era todo¡± (Victoria Gillick, Relato de una madre (1989), Rialp, Madrid, 1998, trad. de Gonzalo Herranz, p. 187).
¡°Mi obligaci¨®n con el p¨²blico es ofrecerle un buen espect¨¢culo y asegurarme de que los Queen damos a la gente un buen y potente entretenimiento, y eso es todo¡± (Freddie Mercury, Su vida contada por ¨¦l mismo, Robinbook, Barcelona, 2007, trad. de Jordi Planas, p. 35).
¡°¡ no mostr¨® enfado, sino agrado m¨¢s bien, y, por un momento, pareci¨® querer hablar. Eso fue todo¡± (Margaret Olliphant, Lady Mary (1885), El Nadir, Valencia, 2009, trad. de Mar¨ªa Ingl¨¦s, p. 74).
Lo cierto es que, si uno se pone a rastrear, encuentra en la literatura espa?ola usos antiguos, no demasiado, pero, en fin, al menos de finales del siglo XVIII. ¡°Con que, ?eso es todo?¡±, le dice un oso a una leona que se lamenta de que le han robado un cachorro en la F¨¢bula XVII (1781-1784) de Samaniego (Castalia, 1980, p. 149). Es curioso, realmente, que un de¨ªctico como eso, un verbo como ser y un indefinido como todo, todos ellos de m¨ªnima carga l¨¦xica y casi siempre dependientes de otras palabras, hayan pensado que deb¨ªan combinarse para formar una locuci¨®n tan tajante. Pero, en cualquier caso, y volviendo a lo que ¨ªbamos, la antig¨¹edad de una expresi¨®n no es muchas veces la raz¨®n de ser de su actualidad. Creemos que la frecuencia de eso es todo hoy, convertido pr¨¢cticamente en una muletilla, se debe m¨¢s probablemente al ¨¦xito apenas contestado de la importaci¨®n de that¡¯s all, y seguramente tambi¨¦n de c¡¯est tout.
¡°El hombre explota al hombre y eso es todo¡± (Francisco Umbral, Mortal y rosa (1975), Destino, Barcelona, 1995, p. 175).
¡°Recuerdo el arranque de la escalera que sub¨ªa hacia los pisos superiores, y eso es todo: el resto de la casa se ha esfumado en la niebla del olvido¡± (Jorge Sempr¨²n, Autobiograf¨ªa de Federico S¨¢nchez (1977), Planeta, Barcelona, 1995, p. 269).
¡°Me choc¨® e incluso pens¨¦ de pasada que no ven¨ªa a cuento, pero eso fue todo¡± (Fernando S¨¢nchez Drag¨®, El camino del coraz¨®n (1990), Planeta, Barcelona, 1993, p. 245).
¡°Como ¨²nico acontecimiento quedaba entonces una l¨ªnea de agua que corr¨ªa hasta la cuneta. Una l¨ªnea de agua sobre el pavimento y algo de fresco, eso era todo¡± (Antonio Jos¨¦ Ponte, Contrabando de sombras, Mondadori, Barcelona, 2002, p. 90).
¡°Eso no es todo. Todav¨ªa falta lo de Lola¡± (Kalpama Swaminatham, Los cr¨ªmenes de Ardeshir Villa, Siruela, Madrid, 2009, trad. de Dora Sales, Google Libros).
¡°Pero lo que s¨ª recuerdo es que al final me pagaron 1.300 d¨®lares. Y eso no fue todo, cada seis meses me llegaba otro cheque por 900 d¨®lares¡± (Ricky Martin, Yo, Plaza & Jan¨¦s, Barcelona, 2010, Google Libros).
Se nos ocurren alternativas para paliar el abuso de esta expresi¨®n: ¡°nada m¨¢s¡± (¡°?algo m¨¢s?¡± en interrogaciones), ¡°(y) ya est¨¢¡±, ¡°se acab¨®¡±, y seguro que hay muchas m¨¢s. En los casos negativos, ¡°aqu¨ª no acaba la cosa¡±, ¡°(pero) no he(mos) terminado¡±, ¡°(pero/y) hay m¨¢s¡±¡ Todas estas f¨®rmulas est¨¢n vigentes, tienen su contundencia si contundencia es lo que se busca, y no implican grandes variaciones de registro, as¨ª que podr¨ªan hacerle la competencia a eso es todo si de vez en cuando nos acord¨¢ramos de ellas.
"Eso", "ser" y "todo", con su m¨ªnima carga l¨¦xica, se han combinado para formar una locuci¨®n tajante
Nos gustar¨ªa, para terminar, ya que hasta ahora hemos hablado de unos todos que nos cansan y sobran, de algunas ocasiones en que los echamos de menos. Pensamos especialmente en las traducciones de la f¨®rmula comparativa inglesa as/so (much/many) as (o sea, tan o tanto(s) como) cuando va seguida de un verbo modal como can (¡°poder¡±), must (¡°deber¡±), need (¡°necesitar¡±), want (¡°querer¡±), etc. Como ah¨ª no hay ning¨²n all, nos hemos fijado en que a menudo el todo tampoco aparece en espa?ol:
¡°Como una buena respiraci¨®n empieza con una espiraci¨®n completa, empiece por espirar por la nariz tanto aire como pueda¡± (Julie T. Lusk, Yoga para la oficina, Oniro, Barcelona, 2000, trad. de Miguel Portillo, p. 27).
¡°¡coge la botella de la mesa y se sirve tanto whisky como puede caber en el vaso¡± (Angel Wagenstein, Lejos de Toledo (2002), Asteroide, trad. de Venceslav Nik¨®lov, Barcelona, 2009, p. 32).
¡°Comprar¨¦ una casa con jard¨ªn para Dan y puede tener tantos perros como quiera¡± (Nina Harrington, La mujer que quiero, Harlequ¨ªn Ib¨¦rica, Madrid, 2011, trad. de Rosa Maule¨®n Montes, p. 147).
¡°Cuando usted introduzca nuevos conceptos en un chico de entre cuatro y 14 a?os, simplifique el lenguaje tanto como sea necesario¡± (Susan K. Perry,Piensa r¨¢pido, Selector, M¨¦xico D. F., 2002, trad. de Mayolo Solano y Verania de Parres, p. 10).
¡°Y uno de los grandes problemas es que la gente ya no lee, o al menos no lee tanto como debiera¡± (David Eng, entrevistado en ?ngels Carab¨ª y Josep M? Armengol, La masculinidad a debate, Icaria, Barcelona, 2008, p. 104).
Y, sin embargo, bien habr¨ªamos podido decir aqu¨ª ¡°todo el aire que pueda¡±, ¡°todo el whisky que puede caber¡± y ¡°todos los perros que quiera¡±; y, en los dos ¨²ltimos casos, ¡°todo lo (que sea) necesario¡± (aunque seguramente ¡°al m¨¢ximo¡± ser¨ªa mejor) y ¡°todo lo que debiera¡±. La correlaci¨®n tan/tanto(s) como por supuesto es perfecta en espa?ol, pero nuevamente insistimos en que tampoco la perfecci¨®n es siempre la raz¨®n de ciertos usos, ni ?sobre todo? de su abundancia.
Hay algunos "todos" que nos cansan y sobran, y otros a los que echamos de menos
No cabe, por otra parte, despreciar el recurso a esa combinaci¨®n enf¨¢tica tan peculiar de nuestro idioma, todo lo, seguida de un adjetivo o adverbio:
¡°Lo discutiremos todo lo despacio que quieras, pero no creo que logres convencerme¡± (Fernando Savater, Juliano en Eleusis, Hiperi¨®n, Madrid, 1981, p. 31).
¡°¡ aunque en la carta Jasmin no se muestre conmigo todo lo amable que a m¨ª me hubiera gustado¡± (Ricardo Cano Gaviria, Una lecci¨®n de abismo, Versal, Barcelona, 1991, p. 170). Pero el caso es que esta construcci¨®n no se ve tanto como las siguientes:
¡°S¨¦ bien que hay muchos que practican la vida como un potencial, y por lo tanto calculan tan astutamente como pueden cu¨¢les son exactamente sus recursos y de qu¨¦ manera pueden hacer mejor uso de ellos¡± (Robert Creely, Lo creativo y otros ensayos, Universidad Iberoamericana, M¨¦xico D. F., 1998, trad. de Patricia Gola, p. 84).
¡°¡ moviendo las piernas tan r¨¢pido como sea posible¡± (Gordon Bakoulis & Candace Karu, Gu¨ªa para progresar como corredor, Paidotribo, Barcelona, 2001, trad. de Francisco Jim¨¦nez Ardana, p. 141).
¡°¡ el guardia ech¨® a correr y ella le sigui¨® andando tan deprisa como pudo¡± (Almudena Grandes, Los aires dif¨ªciles, Tusquets, Barcelona, 2002, p. 409).
¡°¡es fundamental establecer un proceso de informaci¨®n, de estudio y de reflexi¨®n tan extenso como sea conveniente¡± (Elvira Borrell Closa y Xavier Chavarr¨ªa Navarro, Evaluaci¨®n de centros educativos: aspectos nucleares, UOC, Barcelona, 2003, p. 53).
¡°H¨²ndete tan profundo como sea posible para evitar ser empujado hacia atr¨¢s por la ola¡± (¡°C¨®mo evitar los revolcones en el bodyboard¡±, Livestrong.com).
Es cierto que en alguno de estos casos incluso un todo lo seguido de adjetivo o adverbio parece forzado: cambiar el ¨²ltimo, por ejemplo, ¡°H¨²ndete tan profundo como sea posible¡±, por ¡°H¨²ndete todo lo profundo que sea posible¡± no parece buena soluci¨®n, comparada con ¡°H¨²ndete todo lo que puedas¡±; ¡°tan r¨¢pido como sea posible¡± podr¨ªa sustituirse por ¡°todo lo r¨¢pido que sea posible¡±, pero mucho m¨¢s sencillo y ?creemos? usual ser¨ªa ¡°lo m¨¢s r¨¢pido posible¡±. Aun as¨ª, ¡°todo lo astutamente que pueden¡±, ¡°todo lo deprisa que pudo¡±, ¡°todo lo extenso que sea conveniente¡± son opciones que podr¨ªamos considerar. Quiz¨¢ a algunos les parezcan vulgares, comparadas con la prestancia ret¨®rica de la construcci¨®n ¡°tan¡como¡±, pero una vez m¨¢s deber¨ªamos preguntarnos si realmente el estilo se dirime en el ¡°prestigio¡± de tales minucias.
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