Las cobayas humanas del dictador que dice curar el sida
El presidente de Gambia inventa ung¨¹entos con los que 'trata' a enfermos terminales Los activistas locales protestan mientras las organizaciones internacionales callan
¡°Tratamos con hierbas enfermedades como el sida, la malaria, la infertilidad, el infarto cerebral y la diabetes. Y funciona, claro que funciona¡±, proclama Ansumana Jammeh, un hombre grandull¨®n y con cara de pocos amigos, en la puerta de la cl¨ªnica que dirige en el puerto pesquero de Bakau (Gambia). Mientras habla, siete buitres esperan en el jard¨ªn bajo dos esbeltas palmeras y ¨¢rboles repletos de mangos.
A sus espaldas, dentro del edificio, unos 30 pacientes, convertidos en cobayas humanas, reciben como ¨²nico tratamiento infusiones y ung¨¹entos de hierbas contra sus enfermedades graves y potencialmente mortales. La peque?a cl¨ªnica, bautizada Kanilai, es el epicentro del Programa de Tratamiento Alternativo del Presidente, una delirante iniciativa del dictador gambiano, Yahya Jammeh, para aplicar ¡°su amplio conocimiento en el campo de las hierbas concedido por el Dios Supremo¡±, en palabras de la propia presidencia gambiana.
Desde su apertura en 2007, el programa asegura haber tratado con ¨¦xito en este lugar a 500 personas con VIH/sida y haber conseguido que 2.700 mujeres est¨¦riles tengan hijos, muchos de ellos bautizados con el nombre del d¨¦spota. El 17 de enero de este a?o, en el s¨¦ptimo aniversario del programa, el dictador en persona anunci¨® ¡°curas para el c¨¢ncer de h¨ªgado, c¨¢ncer de p¨¢ncreas y c¨¢ncer de mama¡± con sus c¨®cteles de hierbas.
¡°Miles de personas de todo el mundo¡± han acudido desesperadas a Kanilai para tratar sus enfermedades, seg¨²n la propaganda del r¨¦gimen, aunque en la parsimoniosa puerta de la cl¨ªnica nadie lo dir¨ªa. Durante horas, en varios d¨ªas diferentes, no entra ni un enfermo. Y la comunidad cient¨ªfica internacional no tiene noticia de esos supuestos tratamientos milagrosos. Para la ciencia, el sida sigue sin tener cura y la supervivencia de los pacientes tras un c¨¢ncer de p¨¢ncreas no supera el 10% a los cinco a?os.
El malhumorado guardi¨¢n del hospital, Ansumana, es el sobrino y lugarteniente de Su Excelencia el Presidente Jeque Profesor Alhaji Doctor Yahya Abdul-Aziz Jemus Junkung Jammeh, como se hace llamar oficialmente Yahya Jammeh, un militar que tom¨® el poder en Gambia tras un golpe de Estado en 1994. Un joven enfermero que toma el t¨¦ con dos polic¨ªas junto a la garita de seguridad, Idrissa Jammeh, tambi¨¦n es pariente del dictador. ¡°La ciudad natal de mi familia se llama Kanilai, as¨ª que el presidente decidi¨® bautizar el hospital con su nombre¡±, explica.
El dictador ha llenado de familiares su laboratorio de experimentaci¨®n con seres humanos y lo ha blindado a la prensa. A trav¨¦s de su embajada en Madrid, se niega a hablar sobre su programa y veta una visita al hospital. En la puerta, su sobrino impide la entrada en tres ocasiones diferentes.
"El presidente Jammeh es un vulgar analfabeto inculto", denuncia un activista
¡°El programa es otra herramienta pol¨ªtica al servicio de un tirano de pueblo y est¨¢ socavando el sistema sanitario del pa¨ªs. El presidente Jammeh es un vulgar analfabeto inculto que se pone muchos t¨ªtulos, como doctor profesor jeque, que hacen que uno piense que es un humorista o una persona con problemas mentales. Jammeh es un charlat¨¢n¡±, zanja el nigeriano Leo Igwe, activista por los derechos humanos en ?frica.
Igwe, que investiga la brujer¨ªa africana desde la Universidad de Bayreuth (Alemania), rastre¨® durante varios viajes a Gambia?entre 2007 y 2011 las supuestas curaciones milagrosas de Jammeh. ¡°Conoc¨ª a una de las pacientes con VIH que hab¨ªa sido tratada por el presidente Jammeh. El tratamiento no funcion¨®. Su carga viral aument¨® y tuvo que retomar el tratamiento con f¨¢rmacos antirretrovirales¡±, explica el nigeriano. ¡°Otra mujer me cont¨® que la salud de su padre empeor¨® hasta la muerte tras recibir el tratamiento de Jammeh¡±, denuncia.
Pese a las atrocidades que presuntamente se cometen dentro de las paredes de Kanilai, la comunidad internacional guarda silencio. En 2007, pocas semanas tras el lanzamiento del programa de tratamiento alternativo, el Gobierno gambiano expuls¨® del pa¨ªs a Fadzai Gwaradzimba, coordinadora de Naciones Unidas en Gambia, despu¨¦s de que recordara que no existe una cura contra el sida. Desde entonces, los organismos internacionales guardan un perfil bajo sobre Gambia, un pa¨ªs del tama?o de Asturias, con 1,8 millones de habitantes y una esperanza de vida de 60 a?os.
La actual coordinadora de Naciones Unidas en Gambia, Ade Mamonyane Lekoetje, no quiere hablar del tema. Preguntada por este peri¨®dico sobre su opini¨®n acerca del programa de Jammeh y su proclamada capacidad de curar el sida, Mamonyane es lac¨®nica: ¡°Lamentablemente, declino responder a las preguntas¡±. Nuha Ceesay, coordinador de ONUSIDA en Gambia hasta el a?o pasado, tambi¨¦n rechaza opinar ¡°por cuesti¨®n de procedimiento¡±, al no estar ya destinado en el pa¨ªs.
Mientras, el dictador recibe sorprendentes espaldarazos internacionales. El 5 de agosto, el presidente de EEUU, Barack Obama, pos¨® sonriente con Jammeh en la Casa Blanca durante la cena de una cumbre con l¨ªderes africanos en Washington. La imagen fue difundida hasta la saciedad por la propaganda del r¨¦gimen gambiano como un apoyo estadounidense a las pol¨ªticas de Jammeh.
El dictador, que se vende como un musulm¨¢n devoto, sostiene que los pacientes que acuden a Kanilai son tratados ¡°gratis, sin importar la raza, la etnia, el g¨¦nero, la religi¨®n, su nacionalidad, su tribu o su afiliaci¨®n pol¨ªtica¡±. Sin embargo, Jammeh es famoso por sus exabruptos. Seis meses antes del posado oficial con Obama, en un discurso televisado, el dictador hab¨ªa pregonado: ¡°Vamos a luchar contra estas alima?as llamadas homosexuales o gais de la misma manera que luchamos contra los mosquitos que causan la malaria, o con mayor agresividad¡±. Su Gobierno tiene pendiente de aprobaci¨®n un nuevo proyecto de ley por el cual los homosexuales ser¨ªan encerrados en prisi¨®n de por vida. En 2008, les dio 24 horas para abandonar el pa¨ªs bajo la amenaza de cortarles la cabeza.
Igwe lamenta el silencio internacional sobre las cobayas humanas de la cl¨ªnica de Jammeh. A su juicio, las fanfarronadas m¨¦dicas del aut¨®crata ¡°est¨¢n haciendo que muchos gambianos piensen que el VIH/Sida tiene cura, cuando todav¨ªa no existe¡±, cayendo en comportamientos sexuales de riesgo. ¡°Algunos de ellos est¨¢n muriendo porque reciben tratamientos ineficaces, cuando los tratamientos que s¨ª funcionan est¨¢n ah¨ª¡±, remacha.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.