La universidad que paga a sus estudiantes para que estudien
Alguien que quiere proseguir estudios superiores normalmente debe pagar por ello, y pagar y endeudarse tal vez si se trata de una formaci¨®n muy especializada y con mucha salida en el mercado laboral. En Francia, sin embargo, abri¨® el a?o pasado una escuela privada de inform¨¢tica de alto nivel que paga a sus alumnos los 3 o 5 a?os de carrera. Se trata de la escuela 42, ¡°Born to code¡±.
Es la iniciativa de un grupo de empresarios del mundo digital cansados de ver que el sistema educativo franc¨¦s produc¨ªa a destajo licenciados pero no necesariamente profesionales de la inform¨¢tica a la altura de sus expectativas y de sus necesidades. Se trata de un grupo de empresarios capitaneados por Xavier Niel, una de las mayores fortunas de Francia, fortuna que amas¨® en tiempo r¨¦cord gracias a la eclosi¨®n del negocio digital. Se le conoce, entre otras haza?as, por haber roto con el monopolio de la telefon¨ªa m¨®vil, invent¨¢ndose un operador -Free- cuyas tarifas hipercompetitivas obligaron a todo el sector a revisar a la baja las suyas.
Para Niel el sistema educativo franc¨¦s superior no funciona. La universidad, a menudo p¨²blica y accesible a casi todos los bolsillos, no siempre est¨¢ adaptada a las necesidades de la empresa. Y por el otro lado, las escuelas privadas son caras y competentes pero suelen descartar a los candidatos m¨¢s sobresalientes, quienes no siempre sacan sobresaliente. Y precisamente porque los ¡°geeks¡± no necesariamente pueden alardear de un curriculum inmaculado la escuela 42 no exige ning¨²n t¨ªtulo ni formaci¨®n alguna a sus candidatos.
La entrada se decide exclusivamente en un largo proceso de selecci¨®n que empieza con un test online. La escuela escoge los 4.000 mejores test y los convoca a pasar una prueba que dura 1 mes en sus instalaciones y en el que el aspirante a estudiante, un joven entre 18 y 30 a?os, debe demostrar qu¨¦ sabe y de qu¨¦ es capaz, al margen de su formaci¨®n convencional y de su nivel social. Tambi¨¦n es importante que el futuro estudiante demuestre en ese mes que sabe trabajar en equipo porque su pedagog¨ªa es colaborativa. Se alejan de la ense?anza tradicional, la de las lecciones magistrales, y en cambio apuestan por la formaci¨®n peer-to-peer, donde todos aprenden de todos.
Al final de ese mes, un mes intenso en el que los aspirantes a veces duermen en la misma escuela, espachurrados entre mesas y ordenadores, porque a duras penas les quedan unas horas entre una prueba y la siguiente, la escuela comunica qui¨¦nes son los 1.000 afortunados que van a integrar la nueva promocion. La matr¨ªcula y los a?os de formaci¨®n son financiados exclusivamente por el bolsillo de Xavier Niel, quien ya desembols¨® 20 millones de euros para echar a andar la escuela y ha prometido invertir 50 millones m¨¢s en los pr¨®ximos 10 a?os. La escuela ocupa una superficie de 4.242 m2 en Par¨ªs, a la que han bautizado como ¡°The heart of code¡±, y se vanagloria de contar con los mejores medios log¨ªsticos y t¨¦cnicos: m¨¢s de 1.000 iMac de alta gama, conectados a internet de alta velocidad y con servidores que permiten almacenar mucha informaci¨®n. Todo ello accesible para los alumnos 24 h. al d¨ªa, 365 d¨ªas al a?o.
Los promotores ven en su escuela una apuesta por algo m¨¢s que un nuevo sistema educativo. Buscan que Francia no pierda el tren de la revoluci¨®n tecnol¨®gica. En la web de la escuela 42 se lee que Francia es la 5? potencia econ¨®mica mundial pero en el r¨¢nking de desarrollo digital cae hasta la posici¨®n 20. Seg¨²n los promotores de la escuela 42 si se hubiera invertido a tiempo en las profesiones del futuro, las vinculadas al desarrollo digital, hoy en d¨ªa ¡°se habr¨ªa solucionado el problema del paro en el Hex¨¢gono¡±.
Y no s¨®lo se preocupan por el desarrollo tecnol¨®gico y econ¨®mico de su pa¨ªs sino por conseguir que Francia siga siendo la patria de la ¡°igualdad¡±, adem¨¢s de la ¡°libertad¡± y la ¡°fraternidad¡±. Con su iniciativa pretenden crear una ¡°nueva estructura de sociedad en la que no haya excluidos¡±, en palabras de Nicolas Sadirac, director general de la escuela. Todo un programa de principios que va mucho m¨¢s all¨¢ de lo que se espera de una escuela al uso. ?Estamos ante una posible v¨ªa de futuro para el sistema educativo o es s¨®lo el delirio de un multimillonario visionario, sin que vaya a tener mayor trascendencia ni en el tiempo ni en el espacio?
Fotograf¨ªas: "The heart of code", las instalaciones de la escuela 42.
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