Artista + activista = artivista
Las Pussy Riot representan la m¨¢s reciente vuelta de tuerca verbal para definir a alguien que hace de la expresi¨®n art¨ªstica una forma de acci¨®n pol¨ªtica real
Cuando a Maria Alyokhina, entonces encarcelada integrante de las Pussy Riot, le preguntaron qu¨¦ pensaba hacer cuando saliera de prisi¨®n, contest¨®: ¡°Lo mismo que he estado haciendo hasta ahora: arte¡±. Ni ¡°activismo¡±, ni ¡°pol¨ªtica¡±, ni ¡°revoluci¨®n¡±. Dijo ¡°arte¡±. Desde aquellas primeras incursiones, cuando no eran todav¨ªa la banda de punk que har¨ªa perder pelo a Putin, mucho antes del foll¨®n de la catedral, de la c¨¢rcel siberiana, del photocall con Hillary, las comidas con Yoko Ono y las cartas con Zizek, algunas de las Pussy ya se defin¨ªan como ¡°personas normales que hacen arte¡±.
Y aunque a algunos todav¨ªa les escame que se considere ¡°arte¡± a lanzarle gatitos a los empleados del McDonald¡¯s, montar una org¨ªa en un museo o pintar un pene gigante en un puente frente a los cuarteles de la KGB, a juzgar por la capacidad de incidir en la realidad que tienen sus performances, las Pussy han llevado a cabo por lo menos una obra maestra: su medi¨¢tico encarcelamiento consigui¨® llamar la atenci¨®n de la comunidad internacional sobre lo que est¨¢ ocurriendo con las libertades en Rusia. Pese al escepticismo, los intentos de deslegitimizaci¨®n y las acusaciones que les llueven desde que Madonna las busca para hacerse fotos con ellas, puede afirmarse que las rusas son la representaci¨®n m¨¢s global de lo que se conoce como artivista (artista + activista), la m¨¢s reciente vuelta de tuerca verbal para definir a alguien que hace de la expresi¨®n art¨ªstica una forma de acci¨®n pol¨ªtica real.
?Est¨¢n los artivistas cambiando el mundo? El soci¨®logo C¨¦sar Rendueles cree que no se salvan de perpetrar acciones que conducen inevitablemente a din¨¢micas elitistas. ¡°Los casos de las Pussy y Grillo resultan ambiguos. Aprecio el trabajo de otros grupos como Critical Art Ensemble o The Yes Men, pero no s¨¦ muy bien c¨®mo encaja en los procesos de creaci¨®n de poder popular. ?C¨®mo le explico a mi panadera de 70 a?os lo que es una performance feminista? ?O la ultrairon¨ªa de un c¨®mico posmoderno? Y, sobre todo, ?realmente hace falta?¡±.
El escritor Eloy Fern¨¢ndez Porta, autor de Emoci¨®nese as¨ª (Anagrama), premio Ciudad de Barcelona, apunta que en este debate ¡°es habitual contraponer a los artivistas con ¡®artistas que se limitan a hacer arte¡±. Pero si llamamos artivismo a una breve intervenci¨®n de las Pussy Riot en una iglesia, ?por qu¨¦ no llamar as¨ª tambi¨¦n a un partido de f¨²tbol? Un partido es artivismo tronista y hom¨®fobo; un telediario es artivismo neoliberal gore.
En otro giro para desafiar antagonismos aparentes y ver c¨®mo hay mundos que se fagocitan hasta la n¨¢usea, hasta febrero de 2015 se exhibe la muestra Disobedient Objects en el Victoria and Albert Museum de Londres, una extra?a colecci¨®n de meg¨¢fonos, cucharas y teteras usados creativamente en protestas sociales de distintas ¨¦pocas. Aunque la revoluci¨®n no ser¨¢ tuiteada, podr¨ªa acabar en el museo.
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