Cocinar navegando, Jo?l Robuchon y Rodrigo de la Calle

Cuando Juan Moll, uno de los propietarios del restaurante La Sort me coment¨® que el concurso ¡°Cocinar navegando¡± en su tercera edici¨®n iba a tener como ingrediente principal el bogavante, le manifest¨¦ mi desacuerdo de manera airada. ¡°No es un crust¨¢ceo mediterr¨¢neo ni tiene relaci¨®n con Moraira¡±, le dije. Sin embargo, como luego se comprob¨®, no fue un desatino, sino una buena elecci¨®n por la dificultad adicional que represent¨® para los concursantes el sacrificio a bordo de estos crust¨¢ceos.

La primera edici¨®n de Gourmet Race que el Ayuntamiento de este pueblo alicantino organiza en colaboraci¨®n con el Club Mar¨ªtimo cada a?o con fines tur¨ªsticos se bas¨® en el at¨²n, la segunda en el rape y la cuarta, ya en 2015, han anunciado que ser¨¢ con raya. Ingredientes sobre el papel m¨¢s adecuados que el bogavante de este a?o.

A primeras horas de la ma?ana del pasado s¨¢bado veinticinco embarcaciones, veleros y barcos de motor de peque?o calado, comenzaron una regata por la bah¨ªa de Moraira. A bordo tripulantes aficionados a la cocina con la inclusi¨®n ocasional de alg¨²n profesional de hosteler¨ªa la zona. Lo importante no era alcanzar la primera posici¨®n sino cocinar de la mejor manera los dos bogavantes vivos que los participantes recib¨ªan por parte de la organizaci¨®n al iniciar su corta singladura. En suma, hacerlo lo mejor posible con los escasos medios que se dispone a bordo.

A partir del mediod¨ªa, ya concluido el circuito, los concursantes arribaban a puerto con sus crust¨¢ceos preparados para emplatarlos en tierra.

Presid¨ªa el jurado el famoso Jo?l Robuchon (27 estrellas Michelin, record absoluto) que duerme m¨¢s noches en Calpe que en ning¨²n otro lugar del Planeta. El resto lo integraban ilustres cocineros de la zona junto con Rodrigo de la Calle, adem¨¢s de algunos periodistas. Con las primeras presentaciones Robuchon solt¨® el bombazo. ¡°Desped¨ªos de Rodrigo. Lo vais a ver poco por Espa?a, va a formar parte de mi equipo de I+D en Paris pr¨®ximamente¡±.

Entre todos escogimos los 6 mejores platos y dejamos que Robuchon manifestara su opini¨®n en el ¨²ltimo tramo. Gan¨® el favorito, una receta moderna (bogavante sobre crema de ajo blanco) que hab¨ªa elaborado el equipo de Iv¨¢n Grau del bar Zensatez, algo m¨¢s que un aficionado. Pero, seg¨²n mis noticias, el segundo y el tercer puesto, adem¨¢s del premio a la presentaci¨®n art¨ªstica, fueron a parar a meros cocinillas.

Tras la entrega de premios me hice algunas reflexiones.

Al menos la mitad de los platos presentados eran acertados y cualquiera de los seis finalistas pod¨ªa figurar en la carta de un buen restaurante. Si esas recetas las hab¨ªan elaborado amateurs hay que reconocer que en nuestro pa¨ªs tenemos un nivel importante.

Mi pensamiento se fue enseguida a Rodrigo de la Calle, cocinero de val¨ªa que tuvo que cerrar primero su restaurante en Aranjuez donde alcanz¨® una estrella Michelin, y hace poco padeci¨® una ef¨ªmera y desafortunada experiencia en el hotel Villamagna. Cuando casi nadie se acordaba ya de su ¡°Gastrobot¨¢nica¡± es fichado por el equipo de cazatalentos de Robuchon para que instruya a los cocineros de sus famosos L?Atelier de medio mundo sobre los secretos de su revoluci¨®n verde. ¡°Robuchon piensa que las recetas de Rodrigo van a desempe?ar un papel important¨ªsimo en la alta cocina antes de diez a?os¡±, me dijo Juan Moll, supervisor internacional de todos los L?Atelier del grupo.

Bien por Rodrigo. Enormes dudas entre nosotros, que presumimos de liderar los movimientos culinarios de vanguardia del mundo y no somos capaces de valorar como es debido una renovada corriente que tenemos tan cerca. S¨ªgueme en Twitter

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