La nueva normalidad
Olivia Taters no existe. Pero su estupidez es para algunos la manifestaci¨®n irrefutable de que es humana, y la raz¨®n de su popularidad
Aproximadamente desde su creaci¨®n, ciertas tecnolog¨ªas han visto acompa?ado su paseo triunfal por nuestras instituciones con las voces de quienes celebraron sus posibilidades al tiempo que denunciaban sus riesgos. Por lo dem¨¢s, si hay alguien que nunca ha pensado en estos ¨²ltimos, ¨¦sa es @oliviataters, una joven que dice ser la m¨¢s madura de su c¨ªrculo de amigos, comenta los filmes que ha visto y es particularmente expresiva cuando muere alguna celebridad, por ejemplo Robin Williams. Claro que Olivia Taters no existe: es un generador automatizado de textos creado por el escritor Rob Dubbin, aunque para muchos adolescentes que interact¨²an con ella es ¡°real¡±, incluso (o precisamente) por decir cosas como ¡°Nada es mejor que el amor¡± o ¡°Con¨®cete a ti mismo¡±. Su estupidez, por supuesto, es para algunos la manifestaci¨®n irrefutable de que es humana y la raz¨®n de su popularidad.
Buena parte de la literatura y del arte del siglo XX han tenido como objeto alertarnos acerca de los peligros inherentes a crear algo m¨¢s inteligente que nosotros. El golem inform¨¢tico que se emancipa de su creador, la nave espacial que decide eliminar a sus tripulantes, el robot que se reproduce no son escenarios posibles, sino advertencias acerca de esos peligros. Pero ninguno de ellos nos ha preparado para el riesgo quiz¨¢ mayor de que los ordenadores no se impongan a nosotros por su inteligencia, sino por su estupidez. ?Necesitamos uno que las reproduzca? No, pero el servicio prestado por Olivia Taters es el de alertar acerca de las posibilidades pr¨¢cticamente ilimitadas de la manipulaci¨®n en una ¨¦poca en la que los intercambios con personas reales empiezan a ocupar un lugar menos relevante en nuestras vidas que el que supuestamente se produce en las redes sociales. Un ¨¢ngel exterminador en forma de robot asesino no es lo peor que puede sucedernos en comparaci¨®n con esta nueva normalidad.
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