El superviviente del ¨¦bola n¨²mero 1.000

En el coraz¨®n del brote de ¨¦bola en ?frica occidental, muy lejos de los tratamientos experimentales que reciben los enfermos occidentales repatriados, hay margen para algo de ilusi¨®n. El ¨²ltimo rostro de la esperanza es el de Kollie James, un chaval liberiano de 18 a?os. Su madre, su t¨ªo y sus dos hermanas murieron por el virus, pero ¨¦l acaba de salir curado del hospital de M¨¦dicos Sin Fronteras (MSF) en Foya, en el norte de su pa¨ªs. Es el superviviente n¨²mero 1.000 entre todos los pacientes atendidos en los centros de la ONG en Guinea, Sierra Leona y Liberia.

Su padre, Alexander Kollie, que trabaja para MSF explicando por las aldeas c¨®mo esquivar al virus, ha contado la historia de su hijo en una emotiva carta divulgada por la ONG. ¡°Cuando volvimos a casa, Kollie sonre¨ªa y una gran sonrisa no abandonaba mi rostro. Decid¨ª hacer una peque?a fiesta para Kollie. Desde entonces, lo hacemos todo juntos. Hemos hablado durante horas. Le pregunt¨¦: ¡®?Qu¨¦ quieres hacer cuando te grad¨²es y termines el bachillerato?¡¯. Y me respondi¨® que quiere estudiar Biolog¨ªa y convertirse en m¨¦dico¡±.

Kollie ha recibido el tratamiento est¨¢ndar de la ONG. A falta de remedios eficaces, los m¨¦dicos intentan alargar la vida de los pacientes para que ellos mismos generen defensas que derroten al virus. ¡°Ganamos tiempo para que las personas no se mueran por otras cosas¡±, explica Luis Encinas, un enfermero de MSF que acudi¨® a Guinea en marzo, tres d¨ªas antes de que se declarara oficialmente el brote.

El tratamiento consiste en ganar tiempo para que las personas no se mueran por otras cosas

El tratamiento, por lo tanto, es ganar tiempo como sea. El personal sanitario de la organizaci¨®n en el terreno, unos 3.250 actualmente, rehidrata a los enfermos por v¨ªa oral o intravenosa para compensar la p¨¦rdida de l¨ªquidos por v¨®mitos y diarrea. Los pacientes tambi¨¦n reciben f¨¢rmacos para bajar la fiebre, antibi¨®ticos para evitar infecciones, analg¨¦sicos para los fuertes dolores de espalda, medicamentos contra las n¨¢useas y tranquilizantes.

B¨¢sicamente, as¨ª han podido recuperarse los 1.000 supervivientes de los 2.700 pacientes confirmados en los centros de MSF. Del resto, no todos han muerto. Muchos siguen ingresados, ganando tiempo. Y otros miles luchan en hospitales de otras organizaciones. Seg¨²n los ¨²ltimos datos de la Organizaci¨®n Mundial de la Salud, en ?frica Occidental se han registrado 9.191 casos confirmados, con 4.546 muertos.

¡°El tratamiento no acaba con el alta, en ?frica occidental es muy importante el seguimiento psicol¨®gico y social, porque hay un alto riesgo de estigmatizaci¨®n. Acompa?amos a los supervivientes a sus aldeas y los abrazamos delante de todos¡±, puntualiza Encinas.

En el caso de Kollie James, su padre estar¨¢ a su lado. ¡°Ahora que mi hijo est¨¢ curado del ¨¦bola, trataremos de construir nuestra vida. Tiene 18 a?os ahora y ha pasado a ser mi amigo. No s¨®lo mi hijo, sino mi amigo. Kollie es el ¨²nico que tengo para hablar. No puedo sustituir a mi mujer, pero s¨ª que puedo comenzar una nueva vida con mi hijo¡±.