Un deporte ?f¨¢cil! que adelgaza, fortalece huesos y anima

Seg¨²n la Real Academia Espa?ola, andar significa ir de un lugar a otro dando pasos; caminar es andar una distancia; pasear es hacerlo por distracci¨®n o ejercicio; marchar es realizarlo a un ritmo constante¡­ Esperamos no haberle cansado antes de empezar¡­ Lo llame como lo llame, moverse poniendo un pie delante del otro es uno de los deportes m¨¢s saludables que se pueden hacer. Seg¨²n los expertos de la Cl¨ªnica Mayo, recientemente nombrado el mejor hospital de Estados Unidos, "permite mantener un peso saludable, prevenir y tratar varias dolencias entre las que se encuentran las card¨ªacas, la hipertensi¨®n y la diabetes de tipo 2, fortalece los huesos, eleva el ¨¢nimo y mejora el equilibrio y la coordinaci¨®n. Y cuanto m¨¢s r¨¢pido, m¨¢s lejos y m¨¢s frecuentemente lo haga, mayores ser¨¢n los beneficios". Deber¨ªa ser m¨¢s que suficiente para convencerle de ponerse en marcha. No importa cu¨¢ndo siempre que lo haga. El c¨®mo, en cambio, es fundamental: acu¨¦rdese de llevar la cabeza alta, la mirada al frente, los hombros y cuello relajados, los brazos sueltos, el est¨®mago contra¨ªdo y la espalda recta. ?rdenes de los doctores (de la Cl¨ªnica Mayo). Y si necesita un 'd¨®nde' porque lo suyo no es, por supuesto, merodear (vagar por las intermediaciones de un lugar, en general, con malos fines), tampoco lo es deambular (andar sin direcci¨®n determinada) y no le atrae el hecho de vagar (andar por varias partes sin determinaci¨®n a sitio o lugar, o sin especial detenci¨®n en ninguno), le proponemos esta ruta (la primera de muchas).

Adentrarse en tierras sorianas invita a mimetizarse con la belleza de los Campos de Castilla, sentir su historia y dejarnos llevar por la experiencia de un viaje en el tiempo, entre mares de verde hierba, sabinas, acu¨ªferos turquesa y vestigios medievales. Le proponemos una ruta de senderismo en un entorno natural inigualable: El Sabinar de Calata?azor y el Monumento Nacional de la Fuentona, entre las llanuras del r¨ªo Duero y las Sierras de Urbi¨®n y de Neila. M¨¢s de 250 hect¨¢reas de la red de espacios protegidos de Castilla-Le¨®n.

1. El Sabinar de Calata?azor

Comience la ruta contemplando la sobriedad de la ermita rom¨¢nica de La Soledad, del siglo XII, situada extramuros de Calata?azor, a la vera de la carretera, a 5,5 Km de Muriel de la Fuente. Desde ah¨ª, trasl¨¢dese al Sabinar de Catala?azor, ubicado en la parte noroccidental de la provincia de Soria, al sur de la sierra de Cabrejas, declarado reserva natural el 11 de julio de 2000. El bosque que le animamos a atravesar ocupa una extensi¨®n de 74 hect¨¢reas que acogen espectaculares ejemplares de sabinas albares (Juniperus thurifera o enebros, para entendernos). Disfr¨²telas: son ¨²nicas por su longevidad ¨Csu origen se remonta a la era terciaria¨C y por sus dimensiones ¨C20 metros de altura y 8 de di¨¢metro troncal¨C gracias a la fertilidad de este terreno aprovechado como dehesa para el pastoreo.

2. Monumento natural de La Fuentona

La Fuentona de Muriel, tambi¨¦n conocida como ¡°Ojo de Mar¡±, se encuentra al sur de las parameras que se extienden al Oeste de la sierra de Cabrejas, a un kil¨®metro al Norte de Muriel de la Fuente. A cuatro kil¨®metros de Abioncillo, aguas abajo del nacimiento del r¨ªo Abi¨®n, en la margen izquierda, recibe el aporte de las aguas de ¡°la fuente de la Calabaza¡±, ¡°la fuente del Cura¡± y ¡°la fuente de las Fuentecillas¡±. Constituye un valioso ejemplo de acu¨ªfero formado por un conjunto de barrancos y desfiladeros flanqueados por formaciones rocosas de origen calizo, refugio de especies de singular rareza como el buitre leonado, el ¨¢guila real, el halc¨®n peregrino, el alimoche, el b¨²ho, la nutria o el mart¨ªn pescador etc¨¦tera. Entre los atractivos de este entorno natural debemos mencionar que a¨²n no se conoce el fondo ¡°del Ojo de Mar", ya que los buceadores y espele¨®logos solo han conseguido llegar al segundo sif¨®n ¨Ccanal cerrado de agua¨C ubicado a 115 metros de profundidad. El recorrido a pie nos permitir¨¢ disfrutar de la riqueza de valores paisaj¨ªsticos, geol¨®gicos, bot¨¢nicos y antropol¨®gicos. Contin¨²e ruta, tom¨¢ndose su tiempo, hacia la poblaci¨®n medieval de Calata?azor y recr¨¦ese (sin ba?arse) en las aguas transparentes del r¨ªo Abi¨®n, donde la baja o nula contaminaci¨®n permiten lucir un color turquesa de una belleza inigualable.

3. Calata?azor

Termine esta ruta tan completa adentr¨¢ndose en la villa medieval en su acceso por la parte baja, rodeada de recia muralla, cuyos lienzos cubren todo su per¨ªmetro, con excepci¨®n del flanco oriental. Suba la empinada calle que constituye el eje de la villa en cuyo extremo superior se ubica la plaza mayor, donde encontrar¨¢ una curiosidad ¨²nica: la piedra del abanico, huellas f¨®siles de hojas de palmera de entre 10 y 25 millones de a?os de antig¨¹edad que recuerdan el origen calizo de la construcci¨®n de Calata?azor.

Este entorno tambi¨¦n acoge el "rollo" bajomedieval, donde se aplicaba justicia, el castillo y el Ayuntamiento. Cuenta adem¨¢s con abundantes restos de un se?orial castillo donde la tradici¨®n sostiene: ¡°En Calata?azor, Almanzor perdi¨® su tambor¡±. ?C¨®mo? Cayendo derrotado en su lucha por el dominio musulm¨¢n en la pen¨ªnsula ib¨¦rica, lo que, aunque rom¨¢ntico, aseguran los expertos que no tiene fundamento hist¨®rico. Calata?azor rezuma sabor tradicional y atestigua el paso de los siglos en sus calles empedradas con canto rodado, hogares con desplomadas paredes de tapial de barro y paja o tosca mamposter¨ªa de piedra, puertas protegidas por postigos de media altura cubiertas de teja sobre las que se alzan las caracter¨ªsticas chimeneas c¨®nicas pinariegas. Las casas abren sus puertas para mostrar la artesan¨ªa y gastronom¨ªa aut¨®ctona, como La Casa del Queso o El restaurante Calata?azor, en la calle principal, un caser¨®n del siglo XVIII convertido en casa rural donde disfrutar de sus especialidades al calor de la chimenea (setas de temporada, carnes rojas, asados, pat¨¦s caseros escabechados de caza y migas de pastor). Los fines de semana de noviembre se organizan las jornadas gastron¨®micas moz¨¢rabes, pudi¨¦ndose degustar platos de la ¨¦poca en un decorado adaptado para la ocasi¨®n. Dicho conjunto arquitect¨®nico, al que se suman la actual iglesia parroquial Nuestra Se?ora del Castillo, la Ermita rom¨¢nica de la Soledad y la Ermita en ruinas de San Juan Bautista, le valieron a la villa de Calata?azor la declaraci¨®n de Conjunto Hist¨®rico-art¨ªstico Nacional en 1962.