El ecosistema digital de la ¡®Grande ?le¡¯ se prepara para el futuro
Madagascar es uno de los pa¨ªses con menos penetraci¨®n de Internet, pero con una activa blogosfera. Las TIC pueden ser clave para impulsar el desarrollo econ¨®mico del pa¨ªs
La Grande ?le intenta emerger de nuevo. Geogr¨¢ficamente, Madagascar est¨¢ desconectado del continente africano y culturalmente se encuentra en un limbo entre la herencia africana y la ¨ªndica. Esta ambig¨¹edad es una caracter¨ªstica asumida y aceptada por la sociedad malgache. Sin embargo, la ¨²ltima gran crisis pol¨ªtica que ha vivido el pa¨ªs, desde el controvertido ascenso al poder de Andry Rajoelina en 2009, le ha condenado al ostracismo internacional, como si le hubiese sumergido en el oc¨¦ano durante m¨¢s cinco a?os. Pr¨¢cticamente un a?o han tenido que esperar los malgaches desde las ¨²ltimas elecciones de 2013, para que la comunidad internacional comience a reconocer el Gobierno de Hery Rajaonarimampianina que sali¨® de las urnas y reactive ayudas e inversiones. En este intento por volver a aflorar a la superficie, el panorama digital prepara el terreno para la inmersi¨®n.
S¨®lo dos de cada cien malgaches son usuarios de internet. Los ¨²ltimos datos de 2013 se?alan al pa¨ªs como el sexto del continente africano con una menor penetraci¨®n de la red de redes. Y, sin embargo, su ecosistema digital est¨¢ viviendo un momento de efervescencia, aunque parezca contradictorio. Entre luces y sombras, entre proyectos ambiciosos y obst¨¢culos legales, los propios internautas malgaches est¨¢n construyendo un futuro 2.0 que se ya se est¨¢ desplegando d¨ªa a d¨ªa.
Habaka es uno de los destellos m¨¢s brillantes de este panorama. En una comunidad con poco m¨¢s de medio mill¨®n de usuarios de internet puede parecer una locura intentar poner en marcha uno de esos tech hub (centro de innovaci¨®n tecnol¨®gica) que proliferan en otros lugares del continente en los que parece que el uso de las herramientas digitales est¨¢ m¨¢s implantado. Sin embargo, en 2011 Harinjaka Andriankoto Ratozamanana lider¨® una iniciativa, junto a otros apasionados del mundo 2.0, que se materializ¨® en Malgasy iHub y que un a?o despu¨¦s se convirti¨® en Habaka.
A fuerza de actividad, este tech hub se ha erigido como uno de los puntos neur¨¢lgicos de este ecosistema. Habaka desarrolla eventos internacionales y ha puesto en marcha programas de formaci¨®n que pueden parecer descabellados (como el CoderDojo Madagascar destinado a ni?os a los que se les ense?a a desenvolverse en internet e incluso a crear p¨¢ginas web), es un punto de encuentro clave para las iniciativas en la red y, sobre todo, es el pilar s¨®lido sobre el que se apoya la incipiente comunidad digital malgache.
Un segundo resplandor del creciente ecosistema 2.0 de la Grande ?le es su propia blogosfera. De nuevo, el n¨²mero, la implicaci¨®n y la actividad de las bit¨¢coras malgaches, parecen no tener relaci¨®n con las posibilidades de acceso a internet del pa¨ªs. Con una historia reciente jalonada de graves crisis pol¨ªticas, los blogueros se han ido erigiendo poco a poco como los depositarios de la independencia de la informaci¨®n y como los encargados de transmitir a todo el mundo la acci¨®n ciudadana de los malgaches. Finalmente, los incidentes ocurridos en 2009, los convirtieron en una pieza a la par fundamental y discreta de la sociedad civil del pa¨ªs.
La blogosfera de Madagascar est¨¢ llena de comentaristas pol¨ªticos sin pretensiones, de testigos denunciadores de los atropellos de los pol¨ªticos en el poder o de custodios de la voluntad popular, que no son menos valiosos por no haber podido garantizar la estabilidad del pa¨ªs. En un pa¨ªs considerablemente aislado, los blogs tambi¨¦n se han convertido en una manera de transmitir los avatares de la vida cotidiana. Adem¨¢s de los temas, una de las riquezas de la diversidad de esta blogosfera es tambi¨¦n la lengua, ya que el panorama se compone de bit¨¢coras en franc¨¦s, en ingl¨¦s y en malgache.
El ¨²ltimo de los resplandores se puede ver desde lejos y se proyecta hacia el futuro. El incipiente ecosistema digital malgache tiene ya experiencias, aunque sean recientes, de ciberactivismo y, m¨¢s concretamente, de uso de las redes sociales como herramienta de participaci¨®n. En las ¨²ltimas elecciones de 2013, que se celebraban en un clima de extrema tensi¨®n, surgieron varias experiencias encaminadas a monitorizar y vigilar los comicios utilizando las TIC. ZahaVato era una de las organizaciones de la sociedad civil implicadas en la iniciativa Mahitsy Fijery para la supervisi¨®n de las elecciones y, concretamente, la encargada de desplegar la estrategia virtual. Por otro lado, Andrimaso es una segunda organizaci¨®n nacida "para restaurar la confianza de los ciudadanos en el proceso democr¨¢tico y conjurar el riesgo de disturbios poselectorales, por ello Andrimaso pretende implicar a la sociedad civil en la vigilancia del proceso electoral", seg¨²n sus propios objetivos. Para conseguir esta finalidad Andrimaso tambi¨¦n puso en marcha herramientas digitales.
Lo cierto es que tanto ZahaVato como Andrimaso no tuvieron un seguimiento masivo, como era de suponer en un entorno con una penetraci¨®n de internet tan limitada. Sin embargo, Thierry Ratsizehena, experto en social media y uno de los actores de la construcci¨®n de esta comunidad virtual, se?ala que estas iniciativas "tienen el m¨¦rito de haber existido" y que se pueden considerar "test o pruebas para otras experiencias futuras, ya sean elecciones que se deban vigilar o desastres naturales ante los que haya que reaccionar".
En todo caso, en la construcci¨®n de esta comunidad no todo es de color de rosa. La principal sombra que se cierne sobre este proceso es la escasa penetraci¨®n de internet. Con poco m¨¢s de medio mill¨®n de internautas, este ecosistema tiene dificultades para hacerse o¨ªr y conseguir un impacto y un reconocimiento oficial. Ratsizehena se queja, precisamente, de que los poderes malgaches se resisten a reconocer el papel de esta comunidad, mientras que ese reconocimiento s¨ª que les llega desde organizaciones internacionales.
Ficha t¨¦cnica
Pa¨ªs: Madagascar
N¨²mero de miembros: Tres fundadores
A?o de creaci¨®n: 2011
Objetivo: Reunir a la comunidad tecnol¨®gica malgache, impulsar las nuevas tecnolog¨ªas, formar e incubar 'start-up' y difundir la cultura web en el pa¨ªs.
Logros: Establecer un local de trabajo colaborativo en Antananarivo, organizar reuniones y eventos tecnol¨®gicos, formar en programaci¨®n de forma gratuita a j¨®venes locales.
La insuficiencia de infraestructuras casi end¨¦mica en el pa¨ªs y que se hace evidente desde los transportes hasta la educaci¨®n, repercute tambi¨¦n en la estructura t¨¦cnica que necesita el ecosistema digital, a trav¨¦s de los problemas con el fluido el¨¦ctrico y, en menor medida, de la red de telefon¨ªa. La implantaci¨®n de las TIC en la educaci¨®n tampoco se ha generalizado. "Los estudiantes no se familiarizan con las TIC en el sistema escolar hasta que no llegan al instituto, pero tienen oportunidades de hacerlo fuera del colegio, por su cuenta. Sobre todo, a trav¨¦s de los tel¨¦fonos m¨®viles, el acceso a las TIC est¨¢ empezando a democratizarse, poco a poco", se?ala este experto en social media.
La legislaci¨®n es otro de los espacios de oscuridad. En este mismo momento, un buen n¨²mero de blogueros y algunas organizaciones de la sociedad civil se han levantado contra la Ley n¡ã2014-006 llamada "sobre la lucha contra la cibercriminalidad". Estos actores consideran que la ley aprobada por la asamblea nacional el pasado 19 de junio y de la que no han tenido noticias hasta que no ha sido una realidad es un intento del Gobierno para controlar a los medios de comunicaci¨®n y, m¨¢s concretamente, a los blogueros y ciberactivistas. En el art¨ªculo 20, la ley contempla penas de prisi¨®n de dos a cinco a?os y multas de entre dos y cien millones de Ariary para aquellas personas que "injurien o difamen" a una larga lista de personas con mandatos p¨²blicos que va desde el ej¨¦rcito, hasta cualquier funcionario, pasando por los miembros de la asamblea, de los tribunales o del gobierno. Lo que se ha entendido como un intento de amordazar la informaci¨®n independiente, en realidad, ha desencadenado un movimiento de reacci¨®n.
El creciente ecosistema digital malgache aparece encabezado por una activa blogosfera y auspiciado por un incipiente tech lab, para superar los obst¨¢culos y conseguir poner a Madagascar en el mapa de las sociedades africanas 2.0.
Habaka: Semilla y pilar
Harinjaka Andriankoto Ratozamanana bromea sobre la ubicaci¨®n de Habaka en Tsimbazaza, justo en frente del zool¨®gico de Antananarivo, la capital malgache: "El parque zool¨®gico y el parque tecnol¨®gico, van a ser las dos caracter¨ªsticas m¨¢s conocidas de Madagascar". Harinjaka es el alma mater de Habaka, el tech lab de la Grande ?le, un incansable tecnooptimista que a pesar de liderar la comunidad de uno de los pa¨ªses menos tecnol¨®gicos del continente es miembro del consejo de administraci¨®n de AfriLabs. Ha sido considerado como uno de los l¨ªderes africanos del ma?ana por el Institut Choiseul. Pero, sobre todo, es apasionado de las TIC, uno de los pioneros de la blogosfera malgache y, sin duda, uno de los pilares de la comunidad digital del pa¨ªs, gracias a su impulso para crear Habaka.
El proyecto surgi¨® como un espacio en el que los apasionados de las TIC pod¨ªan encontrarse y pod¨ªan compartir y complementar sus conocimientos y sus inquietudes, seg¨²n explica Thierry Ratsizehena, otro de los pioneros de las bit¨¢coras malgaches y uno de los m¨¢s cercanos colaboradores de Ratozamanana. La actividad de Habaka tiene cuatro ejes: el espacio de coworking, en el que se fomenta el trabajo colaborativo de los profesionales independientes de las TIC; la organizaci¨®n de actividades, para animar los contactos entre la comunidad digital; el papel de incubadora de empresas innovadoras; y la formaci¨®n, con la que se intenta acercar la tecnolog¨ªa a diferentes sectores sociales. El ¨¢mbito formativo genera algunas actividades sorprendentes como las sesiones de codificaci¨®n y dise?o web para ni?os.
As¨ª Habaka intenta compatibilizar dos dimensiones diferentes de las TIC, la de sector econ¨®mico y la de instrumento de transformaci¨®n social. En este ¨²ltimo sentido, Ratsizehena confiesa que los impulsores de Habaka aportan "sus conocimientos en todo lo que se refiere a las TIC para que la sociedad civil pueda desarrollar sus iniciativas". "Internet puede cambiar las cosas", asegura Ratsizehena, "y por eso nosotros intervenimos como estructura s¨®lida, para aportar los conocimientos t¨¦cnicos a todos aquellos que quieren cambiar las cosas". De hecho, para este experto en social media, las dos dimensiones se confunden: "En Habaka hay una parte de ecosistema y econom¨ªa digital, de desarrollo de ideas de los emprendedores, de empleo para los j¨®venes¡ y tambi¨¦n hay una parte de promoci¨®n de las TIC m¨¢s all¨¢ de los expertos y de democratizaci¨®n de su uso". "Nuestro papel es reforzar las competencias de los actores, poner en marcha un entorno que sea favorable y multiplicar esos actores para que sea un ecosistema viable", explica Ratsizehena en relaci¨®n al desarrollo de la econom¨ªa digital.
"Estamos convencidos de que el desarrollo de un pa¨ªs como Madagascar se har¨¢ obligatoriamente con las TIC. Durante la crisis que ha habido desde 2009, todos los sectores de la actividad econ¨®mica se han visto afectados, pero el de las TIC ha seguido creciendo. Por otro lado, se pueden utilizar las TIC para mejorar la vida cotidiana de los ciudadanos. Hay experiencias de vigilancia de las elecciones, pero tambi¨¦n hay proyectos, por ejemplo, para mejorar el contacto de los ganaderos rurales con los veterinarios a trav¨¦s de los tel¨¦fonos m¨®viles, o aplicaciones que dan informaci¨®n sobre los autobuses en Antananarivo. Hay much¨ªsimas iniciativas de este tipo que merecen ser mencionadas y recibir atenci¨®n", a?ade.
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