Cinco principios para la cooperaci¨®n internacional
Por Asier Herando (@asierhm)
Imaginaros por un momento que una ONG digamos, brasile?a y ante el desprop¨®sito del gobierno espa?ol, provee los trajes de protecci¨®n contra el ¨¦bola al hospital Carlos III. Que el gobierno chileno, dada la trayectoria ambientalista de su sociedad, financia en Espa?a las acciones a favor del perro Excalibur. Subamos el list¨®n! que el gobierno chino financie en Espa?a un sistema de salud p¨²blico paralelo, los trajes antidisturbios de la polic¨ªa o los camiones a los bomberos. Y ahora vayamos a lo m¨¢s sensible, una ONG de EEUU instala bancos de alimentos en Espa?a, sin coordinarse con Caritas o con los respectivos ayuntamientos donde interviene, lo hacen a trav¨¦s de estadounidenses que quieren tener una experiencia en un pa¨ªs pobre, de paso aprender espa?ol y por supuesto pasarlo bien.
Y ahora surgen las preguntas, muy de los que estamos en el gremio de la cooperaci¨®n: ?qu¨¦ legitimidad tiene una ONG extranjera para actuar en un pa¨ªs sin coordinarse con contrapartes nacionales o con su gobierno?, ?Cu¨¢ndo una ONG o gobierno extranjero debe intervenir en un pa¨ªs que tiene necesidades consecuencia de la mala actuaci¨®n de su Estado?, En casos como el de Espa?a ?se debe asistir y dar de comer cuando hay gente que pasa hambre o ir a ra¨ªz del problema y presionar al gobierno para que tome medidas? ?si dada la represi¨®n de la polic¨ªa los ciudadanos no presionan para que un gobierno tome medidas, tiene legitimidad en actuar una ONG extranjera?
No pretendo a trav¨¦s de esta entrada dar mi visi¨®n sobre todas estas preguntas, algunas de ellas nos han llevado a grandes debates y est¨¢n todav¨ªa sin resolver, pero s¨ª algunos principios que me parecen especialmente importantes:
- La cooperaci¨®n internacional hace todo el sentido, incluso hasta en Espa?a y por supuesto en pa¨ªses como Honduras, Sudan, Guatemala, as¨ª como en otros ricos pero con enormes desigualdades como M¨¦xico y Brasil. De esto no hay duda y el recorte del 70% de la cooperaci¨®n oficial espa?ola ha hecho que mucha gente de clase media en Am¨¦rica Latina vuela a la marginalidad o que defensores de DDHH en Colombia o Guatemala se queden sin protecci¨®n.
- Trabajar con organizaciones locales no tendr¨ªa que ser la excepci¨®n, como a veces lo ha sido en el pasado, sino la norma y uno de los principios b¨¢sicos para las ONGs que trabajan en un pa¨ªs. Ellas son la que nos dan una parte importante de nuestra legitimidad, las que se quedar¨¢n cuando no tengamos m¨¢s recursos y tengamos que salir del pa¨ªs, las que mejor conocen las soluciones a sus problemas y las que m¨¢s sufren la represi¨®n de sus gobiernos.
- En ocasiones hay que molestar para conseguir cambios duraderos. Por ejemplo, y siguiendo el supuesto de Espa?a, de nada servir¨ªa un proyecto sobre seguridad alimentaria apoyado por una ONG colombiana en un pueblo de C¨¢ceres si no se presiona para cambiar las ayudas del Gobierno al sector o la PAC. Las alianzas para conseguir cambios m¨¢s grandes es fundamental.
- La visibilidad, por norma general, la deben tener las organizaciones locales salvo que ¨¦stas pidan lo contrario, que muchas veces pasa, porque les da protecci¨®n o mayor influencia vincularse con ONGs extranjeras o internacionales. Todo Centroam¨¦rica est¨¢ llena de carteles de proyectos de cientos de ONGs, muchas de ellas espa?olas.
- Hay que respetar al pa¨ªs donde trabajamos, sus organizaciones, procesos y ritmos. No hay f¨®rmulas m¨¢gicas en el desarrollo y saben las organizaciones nacionales y locales mucho mejor que las extranjeras lo que hay que hacer. Muchas veces hemos ido con la verdad por delante, dictando sentencia sobre qu¨¦ es lo mejor para las vidas de otros, de las comunidades donde hemos intervenido, ni s¨¦ cuantos proyectos fracasados he visto por esta causa. Un ejemplo, he conocido un proyecto en Guatemala donde una ONG internacional le dijo a una comunidad que ten¨ªa que sembrar br¨®coli para exportar a EEUU, la comunidad cultiv¨® el br¨®coli, pero no consigui¨® exportarlo, qued¨¢ndose as¨ª m¨¢s pobre y encima endeudada. Para la comunidad fue un drama, para la ONG un aprendizaje, esto no puede ser!
- La cooperaci¨®n internacional hace todo el sentido, incluso hasta en Espa?a y por supuesto en pa¨ªses como Honduras, Sudan, Guatemala, as¨ª como en otros ricos pero con enormes desigualdades como M¨¦xico y Brasil. De esto no hay duda y el recorte del 70% de la cooperaci¨®n oficial espa?ola ha hecho que mucha gente de clase media en Am¨¦rica Latina vuela a la marginalidad o que defensores de DDHH en Colombia o Guatemala se queden sin protecci¨®n.
- Trabajar con organizaciones locales no tendr¨ªa que ser la excepci¨®n, como a veces lo ha sido en el pasado, sino la norma y uno de los principios b¨¢sicos para las ONGs que trabajan en un pa¨ªs. Ellas son la que nos dan una parte importante de nuestra legitimidad, las que se quedar¨¢n cuando no tengamos m¨¢s recursos y tengamos que salir del pa¨ªs, las que mejor conocen las soluciones a sus problemas y las que m¨¢s sufren la represi¨®n de sus gobiernos.
- En ocasiones hay que molestar para conseguir cambios duraderos. Por ejemplo, y siguiendo el supuesto de Espa?a, de nada servir¨ªa un proyecto sobre seguridad alimentaria apoyado por una ONG colombiana en un pueblo de C¨¢ceres si no se presiona para cambiar las ayudas del Gobierno al sector o la PAC. Las alianzas para conseguir cambios m¨¢s grandes es fundamental.
- La visibilidad, por norma general, la deben tener las organizaciones locales salvo que ¨¦stas pidan lo contrario, que muchas veces pasa, porque les da protecci¨®n o mayor influencia vincularse con ONGs extranjeras o internacionales. Todo Centroam¨¦rica est¨¢ llena de carteles de proyectos de cientos de ONGs, muchas de ellas espa?olas.
- Hay que respetar al pa¨ªs donde trabajamos, sus organizaciones, procesos y ritmos. No hay f¨®rmulas m¨¢gicas en el desarrollo y saben las organizaciones nacionales y locales mucho mejor que las extranjeras lo que hay que hacer. Muchas veces hemos ido con la verdad por delante, dictando sentencia sobre qu¨¦ es lo mejor para las vidas de otros, de las comunidades donde hemos intervenido, ni s¨¦ cuantos proyectos fracasados he visto por esta causa. Un ejemplo, he conocido un proyecto en Guatemala donde una ONG internacional le dijo a una comunidad que ten¨ªa que sembrar br¨®coli para exportar a EEUU, la comunidad cultiv¨® el br¨®coli, pero no consigui¨® exportarlo, qued¨¢ndose as¨ª m¨¢s pobre y encima endeudada. Para la comunidad fue un drama, para la ONG un aprendizaje, esto no puede ser!
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