"El reconocimiento militar es la c¨²spide de la excelencia"
Carlos A. Rosillo es el confundador de Bell & Ross, una casa de relojes suizos que no tienen 3G ni tiran de 'celebrities', pero s¨ª tienen precisi¨®n marcial
?Puede un aviador an¨®nimo suplir el glamour de una estrella del automovilismo o el cine? Carlos A. Rosillo (Par¨ªs, 1965) lidera, junto a su amigo de infancia Bruno Belamich, una marca de relojer¨ªa de lujo que ha logrado franquear la barrera de entrada al herm¨¦tico mundo de la aviaci¨®n profesional. Es, desde su fundaci¨®n, el consejero delegado de Bell & Ross, y desde su cuartel (empresarial, no militar) establece la estrategia de una firma que produce sus cron¨®grafos en Suiza y que sigue inmersa en una carrera de fondo que incluye alianzas como la que le ha tra¨ªdo a Madrid. Rosillo ha presentado dos ediciones especiales vinculadas al Ej¨¦rcito espa?ol: un homenaje al Ej¨¦rcito del Aire en su 75 aniversario y una edici¨®n especial reservada a los integrantes de la Patrulla Acrob¨¢tica de Paracaidismo de dicho Ej¨¦rcito. Precisamente en las dependencias del Ej¨¦rcito del Aire hablamos con ¨¦l sobre pacifismo, minimalismo, aviones, nostalgias b¨¦licas y, por supuesto, relojes.
Rockefeller sol¨ªa decir que ¡°es preferible una amistad basada en los negocios que un negocio basado en la amistad¡±. Usted fund¨® Bell & Ross en 1992 junto a un compa?ero de estudios. ?Qu¨¦ opina?
Yo dir¨ªa que la amistad no hace que un negocio salga bien. Es necesario tener experiencias complementarias y una visi¨®n com¨²n para que cada uno tenga su valor a?adido.
En el lujo hay dos caminos. Uno es el de la moda, las celebrities, lo ef¨ªmero. El otro son las tradiciones, los valores fuertes, la excelencia. Un avi¨®n militar es siempre la c¨²spide de la exigencia t¨¦cnica.
Afirman que su objetivo es dar prioridad a la funcionalidad de sus relojes frente a los aspectos est¨¦ticos. ?C¨®mo compatibilizan ese punto de vista con su papel en el lujo? ?D¨®nde se sienten m¨¢s c¨®modos?
En ambos. Nos interesa lo profesional porque es un reconocimiento. En el lujo hay dos caminos. Uno es el de la moda, las celebrities, lo ef¨ªmero. El otro son las tradiciones, los valores fuertes, la excelencia. Los profesionales requieren la excelencia m¨¢xima. Un avi¨®n militar es siempre la c¨²spide de la exigencia t¨¦cnica. Los aviones civiles son s¨®lo una adaptaci¨®n m¨¢s f¨¢cil. Internet naci¨® como un lenguaje militar. El GPS tambi¨¦n. Cuando tienes un reconocimiento a nivel militar, est¨¢s en la c¨²spide de la excelencia. Y entonces s¨ª que es f¨¢cil entrar en el ¨¢mbito de lujo.
Acaban de presentar un reloj dise?ado especialmente para la Patrulla Acrob¨¢tica de Paracaidismo del Ej¨¦rcito del Aire. ?Qu¨¦ tiene de particular un reloj para paracaidistas?
Algo muy sencillo: legibilidad perfecta, fortaleza, precisi¨®n y funcionalidad. Hoy la tendencia en el ¨¢mbito profesional no es a?adir funcionalidades ni elementos extra?os, sino acertar.
Los profesionales quieren saber la hora inmediatamente, sin tener que encender un m¨®vil
Ahora que se nos quiere convencer de que un reloj tiene que hacer de todo, ?proponer un reloj que es s¨®lo un reloj no tiene algo de rom¨¢ntico?
En la alta tecnolog¨ªa, la prioridad es siempre lo ¨²ltimo, lo m¨¢s nuevo, lo que dura apenas una temporada. Frente a lo digital, los objetos mec¨¢nicos permanecen y duran. Igual que los ideales de las Fuerzas Armadas.
En los ¨²ltimos a?os han creado relojes inspirados en la historia de la aviaci¨®n, las dos Guerras Mundiales¡ ?Qu¨¦ papel juega la nostalgia en su firma?
No dir¨ªa nostalgia, porque nos proyectamos fuertemente en el mundo moderno. Tratamos de captar ra¨ªces tradicionales para proyectarlas en la modernidad. Pero nos inspiramos tanto en la aviaci¨®n del XIX como en los aviones m¨¢s modernos. No es nostalgia: es entender de d¨®nde venimos.
Baudelaire dec¨ªa que la evoluci¨®n del gusto est¨¦tico se pod¨ªa medir en los uniformes de los militares. Hoy, sin embargo, nadie lo dir¨ªa. ?Qu¨¦ ha sido de la elegancia militar?
Yo creo que permanece, aunque no hay tanto adorno. Estamos en un siglo m¨¢s de eficacia. El prestigio y la coherencia del uniforme sigue, y permite entender regimientos y grados. Pero hay algo de pompa todav¨ªa.
Afirman que el dise?o de sus relojes sale de los pliegos de condiciones de aviaci¨®n. ?C¨®mo lo hacen?
Hablando con profesionales, entendiendo c¨®mo act¨²an. Quieren saber la hora inmediatamente, sin tener que encender un m¨®vil.
?Qu¨¦ respuesta hab¨¦is tenido desde el ¨¢mbito profesional?
Como todos los objetos que tienen eficacia t¨¦cnica, son relojes que hablan al gran p¨²blico. Los talleres de Savile Row siempre han hecho trajes para los militares de graduaci¨®n, y a partir de eso han podido dise?ar para el gran p¨²blico.
En ese sentido, ?qu¨¦ piensa cuando ve a un hombre de esmoquin llevando uno de sus relojes?
No hay contradicci¨®n ninguna. La elegancia es compatible con la fuerza.
Las marcas de relojer¨ªa suelen emplear como imagen a estrellas del deporte o del cine. Ustedes acuden a profesionales y a militares.
No necesitamos celebrities. Cuando ves el precio de un avi¨®n militar, queda claro que el piloto ha de ser el mejor. Y muchos hombres sue?an con estar en su lugar. A la gente le gustan los h¨¦roes.
Habla con frecuencia de la permanencia de los valores militares. Puede ser una virtud en t¨¦rminos de marketing, pero una dificultad a?adida para acceder a ese p¨²blico. ?C¨®mo se vence el inmovilismo?
Con una visi¨®n muy clara. No hay tantas marcas con este enfoque, que es bastante original.
?C¨®mo explica que en tiempos de pacifismo sobreviva el aura de hero¨ªsmo de lo militar?
Para tener la paz, hay que ser fuerte. Los pa¨ªses que tiene un clima de paz son los que son capaces de mantenerla.
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