Samuel L. Jackson, de rehabilitaci¨®n al estrellato: el afroamericano humilde que se convirti¨® en el actor m¨¢s taquillero
A sus 75 a?os y con unos cuantos proyectos en cartera, el actor que se hizo c¨¦lebre gracias a ¡®Pulp Fiction¡¯ y ha encadenado ¡®taquillazos¡¯ desde entonces no tiene planes de retirarse y ni de dejar de opinar sobre todo lo que le venga en gana
Si escucha ¡°Y t¨² sabr¨¢s que mi nombre es Yahv¨¦ cuando descargue mi venganza sobre ti¡± es posible que piense en Jules Winnfield, el sicario parlanch¨ªn de Pulp Fiction, antes que en el profeta Ezequiel. Ese fue el personaje que puso en el mapa a Samuel L. Jackson (Washington D. C, 75 a?os), nada menos que el actor m¨¢s taquillero de la historia de Hollywood gracias a una trayectoria que mezcla taquillazos y cine de autor. Jackson ha sabido combinar su paso por las mastod¨®nticas franquicias de Star Wars y Marvel con sus trabajos con directores de prestigio como Milos Forman, Martin Scorsese, Steven Soderbergh o Paul Thomas Anderson y, por supuesto, Quentin Tarantino y Spike Lee, los realizadores que han marcado su carrera. A pesar de ello nunca ha ganado un Oscar, pero s¨ª el t¨ªtulo de ¡°t¨ªo m¨¢s cool de Hollywood¡±. Para saber por qu¨¦, s¨®lo hay que mirar cualquiera de sus fotos. Si hubiese que definir cualidades intangibles como la elegancia o el carisma, ¨¦l ser¨ªa un buen candidato al que se?alar.
Para empezar, es un superviviente de s¨ª mismo. A finales de los ochenta su mujer (la actriz LaTanya Richardson, con la que lleva casado m¨¢s de cuarenta a?os) y su hija Zoe lo encontraron en el suelo de la cocina desmayado. Hab¨ªa pasado la noche anterior bebiendo tequila y consumiendo coca¨ªna que ¨¦l mismo cocinaba. Era la culminaci¨®n de una larga senda de adicciones que hab¨ªa empezado en la universidad. Su mujer le dio un ultimatum. ¡°Le amenac¨¦ con dejarle si no segu¨ªa con la rehabilitaci¨®n. Sab¨ªa que no pod¨ªa dejar a este chico al que admiraba tanto. Pero tambi¨¦n estaba resentida con ¨¦l. Odiaba que arrastrara las palabras. Una esposa odia ver a su marido d¨¦bil¡±, declar¨® a Vanity Fair.
Jackson reconoci¨® su adicci¨®n y pas¨® 28 d¨ªas en rehabilitaci¨®n. ¡°Nunca pens¨¦ que fuera alcoh¨®lico; simplemente he bebido toda mi vida. Beb¨ªa hasta desmayarme y me despertaba en sitios a los que no sab¨ªa c¨®mo hab¨ªa llegado¡±. Su mayor miedo era no saber actuar sobrio porque nunca lo hab¨ªa hecho, aunque nadie parec¨ªa ser consciente o no les importaba mientras funcionase. ¡°Era un puto drogadicto y estaba colocado la mayor parte del tiempo, pero ten¨ªa buena reputaci¨®n. Llegaba a tiempo y sab¨ªa mis di¨¢logos¡±.
Mientras estaba en rehabilitaci¨®n se mantuvo en contacto con Spike Lee. En su pel¨ªcula Fiebre Salvaje (1991) hab¨ªa un papel en el que encajaba a la perfecci¨®n, Gator, adicto al crack. ¡°S¨¦ que voy a ser bueno¡±, le dijo a Lee. ¡°S¨®lo esp¨¦rame¡±. Estaba tan flaco y demacrado que los guardias del seguridad del rodaje le echaron creyendo que era un adicto del barrio. Jackson se ol¨ªa que su interpretaci¨®n dar¨ªa que hablar y, cuando supo que se estrenar¨ªa en Cannes, trat¨® de conseguir que Lee le invitase a ir con ¨¦l, pero el director prefiri¨® llevarse a las estrellas principales. Finalmente la pel¨ªcula no gan¨® nada (fue el a?o de Barton Fink de los hermanos Coen), pero la interpretaci¨®n de Jackson impact¨® tanto que el festival, a pesar de no premiar a actores secundarios, cre¨® un galard¨®n especial para ¨¦l.
Lo recogi¨® Lee, aunque seg¨²n recuerda el actor, tard¨® un a?o en entreg¨¢rselo. En aquel momento estaban discutiendo sobre el dinero que iba a cobrar por un papel que interpretar¨ªa en Malcom X, no llegaron a un acuerdo y Jackson abandon¨® el proyecto. El premio en Cannes lo hab¨ªa cambiado todo.
Si Lee, con el que ha trabajado en cinco pel¨ªculas, ha sido importante en su carrera, no ha sido menor la relevancia de Tarantino, de quien Jackson valora especialmente su capacidad para definir personajes con sus di¨¢logos. Tras el estreno de Reservoir Dogs (1992), para la que ¨¦l hab¨ªa hecho una prueba, lo abord¨® en el Festival de Sundance par decirle que la pel¨ªcula le hab¨ªa gustado, pero habr¨ªa sido mejor con ¨¦l. As¨ª lleg¨® Jules a su vida. El ¨¦xito que tanto hab¨ªa anhelado se materializ¨® cuando ya sobrepasaba los 40, algo que agradece. Sabe que si su momento hubiese tenido lugar cuando era un adicto, se habr¨ªa quemado.
¡°Pero las cosas llegan cuando tienen que llegar, no antes. Ser famoso de joven hoy ser¨ªa una locura. Manejo mis redes sociales yo mismo y, todav¨ªa tengo que pensar antes de darle al bot¨®n de enviar. Imagina las locuras que cometer¨ªa hoy siendo joven. Ser¨ªan unos esc¨¢ndalos enormes. La fama lo jode todo en ese aspecto¡±, declar¨® hace unos a?os a ICON.
La suerte empez¨® a sonre¨ªr: mientras esperaba un papel en la tan denostada como reivindicable Waterworld (1995) le llamaron para coprotagonizar la tercera parte de La Jungla de Cristal, el papel que m¨¢s ha disfrutado porque considera que representaba la mirada del espectador. Willis, que ya sab¨ªa lo que era convertirse en una estrella de la noche a la ma?ana, supo la relevancia que aquella pel¨ªcula tendr¨ªa para Jackson. Cuando se estren¨® Pulp Fiction fueron juntos a Cannes para verla por primera vez y ambos ambos supieron que iba a ser un ¨¦xito, pero Willis, m¨¢s experimentado en las subtramas de Hollywood, sab¨ªa que no ser¨ªa la de Tarantino la pel¨ªcula que marcar¨ªa la diferencia.¡±S¨ª, esto es bueno y te har¨¢ reconocible, pero La jungla de cristal. La venganza te convertir¨¢ en una estrella, cambiar¨¢ tu vida¡±.
¡°Y es verdad¡±, reconoci¨® Jackson. ¡°Fue la pel¨ªcula m¨¢s taquillera del mundo ese a?o. Eso cambi¨® las cosas¡±. Consciente del racismo que impera en Hollywood sab¨ªa que en las grandes pel¨ªcula s¨®lo hab¨ªa sitio para un negro y ¨¦l no era el primero. ¡°Denzel [Washington] recibe la oferta primero. Luego Danny Glover, Forest Whitaker y Wesley Snipes. Ahora mismo, soy el siguiente en la lista¡±, declar¨® en 1993, pero un a?o despu¨¦s, ya no era una opci¨®n m¨¢s, sino la ¨²nica. Los papeles se escrib¨ªan para Samuel L. Jackson.
O palabrotas o interpretaci¨®n
Fue el triunfo de un ni?o criado en condiciones especialmente duras. Naci¨® en Chattanooga, Tennessee, era hijo de un padre alcoh¨®lico al que s¨®lo vio dos veces en su vida y una madre que trabajaba de sol a sol, a lo que hab¨ªa que sumar un problema de tartamudez que le reportaba burlas de los compa?eros de las clases segregadas a las que asist¨ªa. Intentaba controlarla diciendo palabrotas, pero su t¨ªa le aport¨® una soluci¨®n m¨¢s elegante: la actuaci¨®n.
En la universidad empez¨® a implicarse en temas pol¨ªticos. Asist¨ªa a Morehouse, donde hab¨ªa estudiado Martin Luther King, de hecho Jacskon fue uno de los acomodadores en su funeral. Poco despu¨¦s particip¨® en una toma de rehenes de miembros del consejo administrativo para pedir mejoras en la universidad. Le expulsaron durante dos a?os. Como defensor de los derechos civiles estuvo en el punto de mira del FBI. Cuando su familia empez¨® a temer por su vida lo enviaron lejos de la ciudad. Su madre quer¨ªa que estudiase una carrera, pero ¨¦l quer¨ªa ser actor.
Lo ha demostrado sin prejuicios, ha hecho teatro, televisi¨®n y much¨ªsimo cine. Tambi¨¦n esa clase de cine que parece que solo sirve para pagar las hipotecas de las mansiones, pero Jackson las hace por verdadera convicci¨®n de que el cine es entretenimiento. ¡°Solo voy a hacer cosas que me hagan feliz¡±, asegura. ¡°Lo ¨²ltimo que quieres es hacer algo solo por dinero¡±. Por eso adora especialmente t¨ªtulos de su filmograf¨ªa como Serpientes en el avi¨®n (2006), una pel¨ªcula en la que suplic¨® participar porque se enamor¨® de su t¨ªtulo, o Memoria letal (1997), la infravalorada cinta de acci¨®n en la que comparti¨® protagonismo con una Geena Davis desatada.
Quiere hacer la clase de pel¨ªculas que le hicieron amar el cine cuando era un ni?o, pel¨ªculas de g¨¦nero, de acci¨®n, divertimentos. ¡°Prefiero poner una sonrisa en la cara de la gente que hacerla llorar¡±. Es un actor an¨®malo que reconoce disfrutar viendo sus pel¨ªculas, mientras la mayor¨ªa de interpretes afirman no soportar verse en pantalla. ¡°?Por eso estamos en este negocio! Me he pasado toda la vida deseando hacer pel¨ªculas, as¨ª que las veo todo el tiempo¡±. Tampoco se molesta demasiado cuando alguien le pide que recite alguno de sus di¨¢logos m¨¢s c¨¦lebres o el inconfundible ¡°motherfucker¡± indisociable de su trayectoria. Incluso afirma que lleva en el m¨®vil un v¨ªdeo que los recopila todos. Debe ser un v¨ªdeo muy largo porque en 2014 The Huffington Post ya hab¨ªa contabilizado m¨¢s de 174.
Su extrema locuacidad le puede causar problemas, pero tambi¨¦n le ha dado alegr¨ªas. En una de sus entrevistas en el programa nocturno de Seth Meyers afirm¨® que le encantar¨ªa formar parte del universo Star Wars y no tard¨® en recibir una llamada del Rancho Skywalker. La nueva pel¨ªcula de Lucas a¨²n no estaba escrita, pero habr¨ªa alg¨²n papel para ¨¦l. Les dijo que har¨ªa cualquier cosa, incluso estaba dispuesto a ser un soldado imperial aunque nadie supiese nunca que ¨¦l era quien estaba bajo el casco. La sorpresa lleg¨® cuando en la prueba de vestuario le dieron una t¨²nica y unas botas. ¡°?Espera! ??Soy un Jedi?!¡± grit¨®. No solo un Jedi, sino el gran Mace Windu. El propio Jackson fue quien decidi¨® que la luz de su sable fuese morada, algo que aceptaron sin reservas. Ese sable que guarda en su casa ten¨ªa otra peculiaridad: el departamento de atrezzo hab¨ªa inscrito un ¡°B.M.F.¡± [Big Mother Fucker] en el interruptor.
Que disfrute de los taquillazos no impide que no quiera disfrutar tambi¨¦n de los premios poco asociados a ese tipo de producciones. Tiene un Oscar honor¨ªfico que recibi¨® el famoso a?o de la bofetada de Will Smith. Su mujer fue la encargada de explicarle a una sorprendida Liv Ullman lo que estaba pasando. ?l no considera un hecho menor que sea honor¨ªfico: ¡°Lleva mi nombre, es m¨ªo, me lo he ganado¡±. Tampoco niega cu¨¢nto le decepcion¨® perder la estatuilla a la que estaba nominado por Pulp Fiction. Su expresi¨®n al saber que el ganador era Martin Landau es legendaria, tambi¨¦n el ¡°mierda¡± perfectamente identificable que sali¨® de sus labios.
Aunque ya no est¨¢ en el ojo del FBI, sigue siendo un activista y un fil¨¢ntropo destacado que no oculta su aversi¨®n hacia Trump. ¡°Cuando escucho Make America Great Again, digo: ?de cu¨¢ndo estamos hablando? ?Estamos hablando de cuando ten¨ªamos el apartheid? Crec¨ª en segregaci¨®n en Tennessee. Fui a la escuela con ni?os negros porque no pod¨ªamos ir a la escuela con ni?os blancos. Vi marchas del Klan y m¨ªtines del Klan. Eso es lo que sol¨ªa ser Estados Unidos. Cuando los escucho decir ¡®hag¨¢moslo de nuevo¡¯ me hierve la sangre¡±.
Al igual que sus personajes, no se muerde la lengua. ¡°La gente necesita empezar a entender que la brecha econ¨®mica es una locura. Pago una enorme cantidad de impuestos y est¨¢ bien, porque s¨¦ que debo. Pero, ?por qu¨¦ no podemos conseguir que los multimillonarios paguen sus putos impuestos? Si esos hijos de puta pagaran sus impuestos, resolver¨ªamos un mont¨®n de mierda. Y seguir¨ªan siendo m¨¢s ricos que cualquier hijo de puta que camine a su alrededor¡±. Motherfucker no es su expresi¨®n favorita s¨®lo en la pantalla.
A punto de cumplir los 76, mantiene una envidiable forma f¨ªsica a pesar de que afirma adorar la comida basura tanto como Jules y no tiene previsto retirarse. Este mes llega a Netflix The Piano Lesson, la adaptaci¨®n de una obra de August Wilson que interpret¨® en Broadway hace m¨¢s de 40 a?os. Ahora ¨¦l es el venerable patriarca mientras su antiguo papel est¨¢ interpretado por John David Washington, el hijo de su ¨ªntimo amigo Denzel Washington. Y en enero dio una gran alegr¨ªa a sus fans al asegurar que Mace Windu no estaba muerto. Jackson quiere volver a encender el sable y le da igual si es en una nueva pel¨ªcula o una de las series de la franquicia. Hay motherfucker para rato.
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