El comercio de mascotas amenaza con un nuevo exterminio de anfibios
Cient¨ªficos de 12 pa¨ªses alertan de que un hongo llegado a Europa desde Asia amenaza con diezmar poblaciones de salamandras y tritones en todo el mundo
Los seres humanos tenemos el dudoso honor de ser animales capaces de desencadenar una extinci¨®n a nivel global. Los cient¨ªficos la llaman "la sexta extinci¨®n" y una de sus causas es el comercio globalizado de mascotas, tanto legal como ilegal, que lleva consigo enfermedades inofensivas en su lugar de origen, pero letales en sus nuevos destinos. De todos los animales del planeta, los anfibios son los que peor parte se est¨¢n llevando y hoy un estudio aporta nuevos datos de c¨®mo este holocausto podr¨ªa empeorar f¨¢cilmente.
Un estudio internacional, publicado en la revista Science, se?ala que la compra y venta global de anfibios como mascotas ha tra¨ªdo a Europa un nuevo hongo letal para salamandras y tritones, entre las que se encuentran varias especies amenazadas en Espa?a y otros pa¨ªses de la UE. El pat¨®geno ya ha causado muertes en masa en Holanda y ha saltado a B¨¦lgica, los dos pa¨ªses donde un equipo liderado por An Martel y Frank Pasmans, de la Universidad de Gante, lo han detectado por el momento.
Esta nueva amenaza se suma a la de otro hongo descubierto a finales de la d¨¦cada de los noventa y que tambi¨¦n viaja a sus anchas gracias a los medios de transporte legales e ilegales del ser humano. Este segundo hongo, Batrachochytrium dendrobatidis, ya ha causado el declive o la extinci¨®n de m¨¢s de 200 especies de anfibios y supone ¡°la mayor amenaza para la biodiversidad causada por una enfermedad¡±, seg¨²n un estudio anterior del equipo de Martel.
Un total de 41 especies analizadas en todo el mundo mueren r¨¢pidamente una vez contagiadas
El trabajo actual ha analizado m¨¢s de 5.000 anfibios en cuatro continentes para averiguar el origen del pat¨®geno. As¨ª han descubierto que ¨¦ste ya estaba presente en espec¨ªmenes capturados en el siglo XIX en Asia. En pa¨ªses como Tailandia, Vietnam o Jap¨®n, el hongo no causa enfermedad, lo que indica que all¨ª los batracios han desarrollado inmunidad al pat¨®geno, probablemente tras convivir con ¨¦l durante miles de a?os. El hongo lleg¨® recientemente a Europa a trav¨¦s del comercio de animales, se?ala el trabajo, empez¨® a exterminar poblaciones enteras de salamandras y tritones, y lo seguir¨¢ haciendo en cada vez m¨¢s pa¨ªses si no se hace nada para evitarlo, alertan los autores.
¡°En Espa?a hemos demostrado que dos de las tres especies analizadas, el trit¨®n alpino, que est¨¢ en peligro de extinci¨®n, y el gallipato, son incre¨ªblemente susceptibles a este hongo y mueren en cinco d¨ªas¡±, explica Jaime Bosch, investigador del Museo Nacional de Ciencias Naturales (MNCN-CSIC) y coautor del estudio. Hace unos a?os, Bosch detect¨® en Espa?a un nuevo virus que tambi¨¦n podr¨ªa haber sido introducido por actividades humanas y que est¨¢ esquilmando poblaciones enteras de anfibios en el Parque Nacional de Picos de Europa. En total, 41 de las 44 especies de salamandras y tritones analizados en todo el mundo mueren r¨¢pidamente una vez contagiados, seg¨²n el estudio. La ¨²nica buena noticia es que el nuevo hongo no parece afectar a ranas, sapos y cecilias (anfibios sin patas).
El nuevo pat¨®geno se llama Batrachochytrium salamandrivorans, literalmente devorador de salamandras, en referencia a las heridas en la piel que causa la infecci¨®n. Del mismo modo, el B. dendrobatidis se come a las ranas venenosas de Am¨¦rica Central que comenzaron a morir en masa por este pat¨®geno hace m¨¢s de una d¨¦cada. En ambos casos, el comercio internacional de especies est¨¢ en el punto de mira como principal culpable de la r¨¢pida expansi¨®n.
Convencer a los pol¨ªticos
Los autores del trabajo, de 12 pa¨ªses, dan un dato que llama a la alerta. Entre 2001 y 2009 se importaron de Asia a EE UU 2,3 millones de tritones chinos que son potenciales portadores del hongo. La especie en cuesti¨®n, el trit¨®n de vientre de fuego, ¡°es una especie que puedes encontrar en Espa?a en casi cualquier tienda grande de animales¡±, explica Bosch. ¡°Lo peor es que, hoy por hoy, ninguna autoridad hace pruebas para ver si son portadores de los hongos¡±, se?ala. Ya en 2002, el atlas de anfibios del Ministerio de Medioambiente reconoc¨ªa que hab¨ªa tritones de este tipo en puntos de Espa?a, probablemente liberados por gente que se cans¨® de tenerlos en casa. "El peligro es totalmente real, si se observan ejemplares sueltos en la naturaleza, imag¨ªnate cuantos ejemplares se soltar¨¢n sin que nos enteremos", dice Bosch.
Otros expertos en el tema que no han participado en el estudio ven el vaso medio lleno, aunque no sin preocupaci¨®n. "Quiz¨¢s se haya encontrado lo suficientemente pronto como para evitar que se extienda por Europa y llegue a Norteam¨¦rica", explica desde la Universidad de Maine (EE UU) la bi¨®loga Joyce Longcore, un autoridad en el tema y codescubridora del?B. dendrobatidis. La soluci¨®n, seg¨²n ella, est¨¢ clara, aunque no es f¨¢cil. "Para prevenir la expansi¨®n internacional hay que detener el comercio global de anfibios", resalta. "Para eso hay que legislar, lo que significa que hay que convencer a los legisladores de que las salamandras juegan un papel clave en la regi¨®n pale¨¢rtica [que abarca parte de Europa, Asia y el norte de ?frica] y que proporcionan servicios que tienen un valor econ¨®mico y ecol¨®gico mayor del que genera el comercio de anfibios", concluye.
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