Un circo en Alhaur¨ªn
Isabel Pantoja, maestra en la escenograf¨ªa del dolor, entrar¨¢ en prisi¨®n en los pr¨®ximos d¨ªas
Isabel Pantoja, exnovia de Espa?a, viuda de torero, arrastrada al delito por amor a Juli¨¢n Mu?oz, el exalcalde de Marbella condenado por corrupci¨®n, entrar¨¢ en prisi¨®n ¡ªsi el juez no lo remedia aceptando el recurso de s¨²plica¡ª en los pr¨®ximos d¨ªas. La tonadillera est¨¢ condenada a 2,5 a?os de c¨¢rcel por prestar sus sociedades a Juli¨¢n Mu?oz para que el regidor, heredero de Jes¨²s Gil, pudiese lavar el dinero corrupto que trasteaba en bolsas de basura. Madre de otro icono de la Espa?a invertebrada (Paquirr¨ªn), Isabel porfi¨® sin ¨¦xito para que se le cambiase la privaci¨®n de libertad por una multa. Pero tampoco tiene dinero (dice); sus altavoces medi¨¢ticos ¡ªpara s¨ª los quisiera el Gobierno¡ª han venido informando con asiduidad de los esfuerzos pantojiles para conseguir los 1,14 millones de multa; incluso han publicitado la campa?a de recaudaci¨®n voluntaria (un crowdfunding ca?¨ª, inspirado por la idea de Lola Flores ¡°si cada espa?ol me diera una peseta...¡±) entre sus seguidores para pagar la sanci¨®n. Pero, infieles y mezquinos, solo han aportado 100.000 euros. Tampoco puede vender su megafinca porque ¡°hay mucha crisis¡±.
Pantoja es maestra en la escenograf¨ªa del dolor. Se presenta ante sus fieles con las sienes mora¨ªtas de martirio, suspirando tragedias al mismo tiempo que ¡ªesto es lo importante¡ª exhibe una entereza de cart¨®n piedra. El ¨¦xito de su m¨ªstica procede de que sus seguidores (son legi¨®n) piensen ¡°?cu¨¢nto sufre esta mujer!¡± y sigan pensando que sus penas de amor, civiles, penales o familiares son un eximente de sus obligaciones ciudadanas con la justicia. Clama con voz desgarrada y llega a desmayarse si es necesario, como sucedi¨® a la salida del tribunal, rodeada de fieles, cuando le comunicaron la sentencia.
Y si cumple condena en Alhaur¨ªn de la Torre, donde purgan sus penas respectivas ¡°el culpable de sus males¡± (Juli¨¢n Mu?oz), la exmujer de Juli¨¢n, Maite Zald¨ªvar, a quien Pantoja rob¨® el marido por la patilla delante de las c¨¢maras de televisi¨®n, y el hermano de la Zald¨ªvar, Jes¨²s? Entonces podr¨¢ organizar conciertos entre rejas y la televisi¨®n rosa nombrar¨¢ corresponsales en la c¨¢rcel para cubrir las noticias de la familia.
La corrupci¨®n es asunto muy serio; ser¨ªa deseable que no se convirtiera en un circo medi¨¢tico.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.