Decidir con lucidez
Tomar resoluciones claras y hacerse las preguntas adecuadas resulta crucial Es positivo no dejarse llevar por los impulsos ni bloquearse pensando en exceso
A lo largo del d¨ªa tomamos muchas decisiones. Algunas le incumben s¨®lo a uno, son peque?as y no tienen aparentemente mucha trascendencia. Por ejemplo, qu¨¦ camisa me voy a poner. Hay decisiones que influyen o repercuten en los dem¨¢s e implican una responsabilidad personal e incluso colectiva. Es lo que ocurre cuando alguien conduce de forma temeraria, ensucia lugares p¨²blicos o invierte en un banco que financia armas. Otras cambian el rumbo de nuestra vida, como sucede en caso de separaci¨®n o cambio de lugar donde se vive. Con cada decisi¨®n que se ejerce, se va creando la realidad de cada uno y ese paso puede variar el destino de una persona.
Por ejemplo, se resbal¨® y se torci¨® el pie porque mientras caminaba su mente estaba en otro sitio y andaba distra¨ªdo. Adem¨¢s, ese d¨ªa hab¨ªa optado por las sandalias y no los zapatos que proteg¨ªan mejor sus pies. Una peque?a decisi¨®n puede tener grandes repercusiones.
Desarrollar la habilidad de tomar resoluciones claras y efectivas es crucial. ?stas influyen en el presente y contribuyen a crear el futuro. Se necesita claridad para discernir, luz para decidir, voluntad y determinaci¨®n para poner en pr¨¢ctica las resoluciones.
El discernimiento tiene m¨¢s que ver con preguntas que con respuestas¡± Mariana Caplan
?C¨®mo lograr tomar decisiones coherentes, inteligentes, equilibradas y apropiadas? El discernimiento es la gu¨ªa. ?Qu¨¦ es lo que m¨¢s conviene? ?Qu¨¦ es lo que crea un mayor bienestar? ?Qu¨¦ es lo m¨¢s adecuado en esta situaci¨®n y para esta o estas personas? ?Qu¨¦ es lo justo? ?Qu¨¦ es lo ¨¦tico? ?Qu¨¦ implicar¨¢ menos desgaste y ofrecer¨¢ mejores resultados? ?Qu¨¦ precio habr¨¢ que pagar por ciertas decisiones? ?Nos acercar¨¢ a nuestro prop¨®sito o ideal?
Discernir es una facultad que todos tenemos y no siempre se utiliza con sabidur¨ªa. Cuando nos dejamos llevar por la rutina de los h¨¢bitos, se act¨²a mec¨¢nicamente sin ser conscientes del impacto de las decisiones. Luego uno se ve atrapado por los resultados que esta actitud provoca.
Para saber m¨¢s
LIBROS
'La mente en meditaci¨®n'
Jiddu Krishnamurti
(Editorial Kair¨®s, 2? edici¨®n, 2012)
'Con los ojos bien abiertos. La pr¨¢ctica
del discernimiento en la senda espiritual'
Mariana Caplan
(Editorial Kair¨®s, 2010)
'El poder de elegir o
el principio de responsabilidad'
Annie Marquier
(Editorial Luci¨¦rnaga)
'Biograf¨ªa del silencio'
Pablo d'Ors
(Editorial Siruela, 5? edici¨®n, 2013)
Hay momentos en los que la claridad se reduce y la confusi¨®n aumenta. No se discierne bien cuando la actividad mental nos mantiene ocupados con pensamientos negativos, in¨²tiles y que debilitan. En esos momentos se ha desconectado del poder interior de cada uno y se est¨¢ m¨¢s expuesto a ser vulnerables a las influencias externas. Entonces cuesta encontrar las soluciones adecuadas que liberen de las presiones y de los obst¨¢culos.
Es bueno no precipitarse y saber esperar a que se disuelvan las nubes. Entre los h¨¢bitos y el parloteo mental es f¨¢cil dejarse llevar por los impulsos. Es preferible fortalecer la voluntad para no ser una marioneta de los impulsos, h¨¢bitos, ni los deseos compulsivos.
Para lograrlo, cada d¨ªa puede proponerse realizar algo o concentrarse durante un rato meditando o caminando. Observe c¨®mo usted mismo boicotea su prop¨®sito, pero aun as¨ª ejercite su voluntad: haga lo que se ha propuesto. Por ejemplo, ?cu¨¢n a menudo consume informaci¨®n cada d¨ªa?, ?cu¨¢ntos minutos por hora?, ?por qu¨¦ consume informaci¨®n con tanta frecuencia?, ?qu¨¦ porcentaje de la informaci¨®n le nutre y cu¨¢nta es una p¨¦rdida de tiempo y de energ¨ªa? Ejercite su voluntad: ¡°Esta semana s¨®lo mirar¨¦ el correo electr¨®nico, las noticias y webs dos veces al d¨ªa¡±, y decida c¨®mo va a reemplazar ese tiempo con su creatividad. O bien, ¡°a tal hora cada d¨ªa de esta semana voy a desconectar el tel¨¦fono durante 15 minutos y voy a relajarme y a pensar en algo inspirador que me conecte con lo que me da vida¡±. Pensar en algo que le revitalice, que le recuerde lo que es esencial y tiene sentido para usted. Elija una acci¨®n que implique desarrollar su voluntad.
Tenga muy en cuenta hacia d¨®nde se dirige, porque bien podr¨ªa acabar llegando¡± Lao-Tzu
La primera voluntad para practicar es sobre los h¨¢bitos mentales. ?Quiere realmente dejar de pensar en esa persona, situaci¨®n o dilema que ocupa su mente, le distrae y le entretiene? Si es as¨ª normalmente se enfrentar¨¢ a una doble situaci¨®n: por un lado querr¨¢ liberarse de esa garra para obtener mayor claridad mental, pero por otro su mente est¨¢ habituada y casi adicta a ese modo de discernir. Prop¨®ngase centrarse en otra cosa cada vez que su cerebro le dirija a ese pensamiento que le ocupa tanto espacio.
Resulta ¨²til reconocer que cada uno es el creador de lo que ocurre en su mente. Cuando se dispara, hay que detenerse a respirar hondo, a observar lo que est¨¢ pensando y a preguntarse ?quiero seguir haci¨¦ndolo? No. Entonces, ?qu¨¦ quiero?, ?qu¨¦ es lo apropiado? Deje espacio de calma, respire conscientemente hasta que se vaya creando silencio interior y deje espacio para que aparezca la voluntad que act¨²a como freno a esa actividad mental que es innecesaria.
Esta pr¨¢ctica es tan sencilla que parece que no puede funcionar. Pero pru¨¦belo y vaya tomando las riendas de su mente, parando, respirando, observando y con paciencia dejando que surja el silencio. A medida que se disuelven los pensamientos instant¨¢neos se crea claridad, surgen otros que estimulan la creatividad y la apertura y, con paciencia, llega la intuici¨®n y la voluntad. En definitiva, lo que es apropiado en cada momento y situaci¨®n, y la voluntad para aplicar las decisiones.
En un art¨ªculo anterior en esta misma secci¨®n se habl¨® de que ¡°seguir la intuici¨®n es conectar con la br¨²jula interna que ayuda a mantener el rumbo. Es una voz interior que en ciertos momentos susurra para ayudarnos a decidir. La sabidur¨ªa de nuestra intuici¨®n nos ofrece una verdadera gu¨ªa¡±. Sin embargo, debido a la programaci¨®n que a menudo se lleva grabada parece necesario analizar, intelectualizar, procesar, buscar razones, dar vueltas al asunto que se tenga entre manos, todo porque impera la creencia de que cualquier problema que aparezca requiere de mucho pensamiento racional para solucionarlo. As¨ª se utiliza mucha energ¨ªa mental y la consecuencia es que nos perdemos dando demasiadas vueltas a las cosas y negando el acceso a la sabidur¨ªa interna, que se manifiesta en la intuici¨®n.
La mente intuitiva es un regalo sagrado y la mente racional es un fiel sirviente. Hemos creado una sociedad que honra al sirviente y ha olvidado el regalo¡± Albert Einstein
Aunque para decidir con claridad es bueno tener los fundamentos sobre los que se basar¨¢ la decisi¨®n, no siempre es ¨²til pensar demasiado, m¨¢s bien nubla la visi¨®n y roba fuerza de voluntad para aplicar la resoluci¨®n. Despu¨¦s de tanto pensar, a veces se est¨¢ confundido, cansado y no quedan fuerzas para hacer lo que se quer¨ªa. A no ser que uno se d¨¦ cuenta y lo comprenda, su atenci¨®n est¨¢ continuamente distra¨ªda por la conversaci¨®n mental y es incapaz de escuchar y percibir los sentimientos de la intuici¨®n.
Entrar en un espacio de silencio facilita atender a la voz interior, la m¨¢s ¨ªntima, la que brota del fondo del ser. Crear espacios de tranquilidad permite escuchar lo que realmente se quiere. Una vez se alcanza esta situaci¨®n, se ve claro que se debe fortalecer la mente para que no distraiga de los prop¨®sitos que se persiguen, para que sea nuestra aliada y no provoque un efecto de boicot.
De lo contrario aparecen las excusas, surge esa barrera que nos limita por obra y gracia de nuestra propia mente. Se propone uno ir al gimnasio, adelgazar o realizar un viaje: tener una conversaci¨®n pendiente y compartir lo que se siente, pero se va posponiendo y, por unas causas u otras, se acaba por no ponerse manos a la obra. Tambi¨¦n suele hablar la voz del cr¨ªtico interior que juzga cada pensamiento e idea que brota en nosotros. Es perfeccionista, quiere que no haya equivocaciones. El resultado: se deja para otro momento o provoca par¨¢lisis. El saboteador nos hace desistir y bloquea la creatividad. Una voz inspira a actuar y otra lleva a no hacerlo. ?A cu¨¢l es preferible escuchar y seguir?
Para que su mente sea aliada y c¨®mplice en sus prop¨®sitos es necesario prestar atenci¨®n para percibir y poder discernir sin dejarse llevar por estas voces boicoteadoras. El cerebro se fortalece con pensamientos saludables y positivos, que estimulen su valent¨ªa, alegr¨ªa y paz interior; pensamientos que beneficien y sean amorosos, que estimulen la creatividad y la apertura.
El primer paso es el paso de la percepci¨®n clara. Percibir lo que est¨¢ pensando¡ tal cual es¡± Jiddu Krishnamurti
Una reflexi¨®n de calidad est¨¢ basada en una motivaci¨®n sana y constructiva. Es como una flecha: tiene la fuerza concentrada. En ese momento, en esa situaci¨®n, lo que piense surge de sentir y discernir con la luz de su sabidur¨ªa. Crea y conf¨ªe en ella. Practique la consciencia plena para decidir con lucidez. Supere as¨ª a su saboteador y sea el director de su orquestra interior. Venciendo los temores que le frenan y desbloqueando su energ¨ªa creativa surge la concentraci¨®n en el pensamiento y la determinaci¨®n en la acci¨®n.
Las claves est¨¢n en las preguntas
Un aspecto importante a considerar es darnos cuenta de que vivimos en el mundo creado por nuestras preguntas. Encontrar la adecuada nos ofrecer¨¢ el marco propicio para elegir. Por ejemplo, en una situaci¨®n concreta se puede preguntar: ?por qu¨¦ me toca vivir esto? ?C¨®mo se atreve a tratarme as¨ª? Las respuestas le llevan a decidir con enojo, tristeza o preocupaci¨®n. O bien se puede preguntar: ?qu¨¦ me ense?a esta situaci¨®n? ?Qu¨¦ puedo aprender aqu¨ª? ?Qu¨¦ generar¨¢ m¨¢s paz? ?Qu¨¦ ser¨ªa lo m¨¢s sabio que puedo hacer aqu¨ª? ?Para qu¨¦ voy a intervenir? ?Cu¨¢l es mi intenci¨®n? Las respuestas a estas preguntas le llevar¨¢n a ver con mayor claridad su motivaci¨®n prop¨®sito, a ser capaz de aportar luz y paz a la situaci¨®n. Sus interrogantes influyen en sus resoluciones y con ellas crea su realidad. Plant¨¦ese cuestiones sabias para resolver con lucidez.
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