Cinco desastres estil¨ªsticos que una vez estuvieron de moda
De las ya cl¨¢sicas chanclas con calcetines al conjunto 'denim' con sombrero de 'cowboy'. Hay desastres para todos los gustos
El estilismo es un arte sutil. En una ¨¦poca en que los manuales de estilo (indumentario) parecen una reliquia del siglo XX, recordar algunas normas b¨¢sicas nunca est¨¢ de m¨¢s. No nos referimos a vetar la innovaci¨®n (si algo nos ense?aron Emilio Arag¨®n y Sarah Jessica Parker es que no est¨¢ prohibido llevar un esmoquin con zapatillas o una falda de alta costura con camiseta), sino a se?alar que, en ocasiones, las combinaciones las carga el diablo. A continuaci¨®n, algunos ejemplos casi letales.
Polo + polo
La superposici¨®n de prendas es un cl¨¢sico del estilismo contempor¨¢neo. En el punk serv¨ªa para crear uniones ins¨®litas y cuestionar las convenciones del buen gusto. Los ac¨®litos del grunge la adoptaron imitando a Kurt Cobain, que afirmaba llevar muchas prendas para abrigarse en los inviernos de Seattle y para aparentar m¨¢s corpulencia de la que ten¨ªa. Los dise?adores japoneses de los 80 superpon¨ªan prendas de tonos similares, generalmente negro, para generar efectos sutiles de volumen y un aspecto sofisticadamente descuidado. Todo esto ten¨ªa sentido. Lo que no lo tiene es superponer dos prendas id¨¦nticas. En el caso del polo, el origen fue posiblemente adolescente, en un intento por restar gravedad y aportar irreverencia a la prenda conformista por excelencia. Puede que tenga algo de surfero. O de pijo. Lo que queda claro es que, a no ser que se quiera resaltar la anatom¨ªa, no tiene demasiado sentido. Sin embargo, hace una d¨¦cada estuvo de moda, y podr¨ªa volver en cualquier momento. Avisado queda.
Chanclas + calcetines
No es que constituyan algo abrumadoramente actual, porque han sido durante d¨¦cadas atuendo ocasional e improvisado de campistas y domingueros, adem¨¢s de una soluci¨®n invernal a la costumbre de ciertas ¨®rdenes mon¨¢sticas de llevar sandalias durante todo el a?o, franciscanos a la cabeza. Lo nuevo es su santificaci¨®n v¨ªa celebrities. Del mismo modo que Yves Saint Laurent insisti¨® en que una mujer con pantalones pod¨ªa ser elegante, las hermanas Olsen parecen haber convencido al mundo (o a parte de ¨¦l) de que esta combinaci¨®n puede no ser absolutamente fea. Para que funcione, el conjunto debe tener un algo de campestre, de r¨²stico, de fil¨®sofo en a?o sab¨¢tico. ?Necesita referentes? Imagine un autoestopista que ha recorrido el sudeste asi¨¢tico con una gu¨ªa Lonely Planet y una buena tarifa de roaming. De regreso a la civilizaci¨®n, filosofa sobre espiritualidad asi¨¢tica, habla de ¡°experiencias¡± y est¨¢ corrigiendo el primer borrador de una novela multicultural destinada a convertirle en el Kerouac de su generaci¨®n (aunque Kerouac no correg¨ªa). ?Lo visualiza llevando zapatillas sin m¨¢s? Su personalidad es demasiado compleja y contradictoria para ello. Exactamente igual que este look.
Cinturones XXL + ropa corriente
El folk ha dado grandes regalos a la moda contempor¨¢nea. Lamentablemente, los cinturones extraanchos con enormes hebillas no son uno de ellos. Fuera de su entorno habitual, los cinturones de rodeo o de lucha libre muestran una incapacidad absoluta para combinar con cualquier otra cosa. Sin embargo, ello no impide que algunos valientes sigan llev¨¢ndolos con pantalones vaqueros, americana o incluso traje. Puede ser un motivo de orgullo, cada cual es libre de lucir los trofeos que ha ganado, pero no es nada c¨®modo. Ni bonito. Ni tiene demasiado sentido.
Sastrer¨ªa + Denim + Sombrero de cowboy
Si la redundancia fuera un hombre, se vestir¨ªa as¨ª. Corr¨ªa 2001 y Justin Timberlake, por aquel entonces flamante novio de Britney Spears, decidi¨® llevar a cabo una declaraci¨®n de patriotismo sin cortapisas. Su traje elaborado a partir de distintos tipos de denim y coronado por un sombrero de cowboy en id¨¦ntico tejido pasar¨ªa a los archivos visuales de la moda como una de las mayores aberraciones estil¨ªsticas del entonces naciente siglo XXI. Hoy combinar varias prendas de tejido vaquero es algo habitual y con bastantes posibilidades de ¨¦xito. Lo mismo sucede con la fusi¨®n entre sastrer¨ªa y denim, que ha logrado resultados m¨¢s que interesantes en colecciones de Ralph Lauren o del sastre madrile?o Fernando Mart¨ªnez de la Calera, fundador de The Concrete Co. Lo ¨²nico que le recomendamos es elegir cuidadosamente las prendas y el corte de las mismas. Y nunca, nunca, nunca corone el look con un sombrero de cowboy y unas gafas de sol ahumadas.
Chaleco + camiseta
No decimos que el chaleco y la manga corta sean elementos incompatibles. Ni siquiera que la camiseta de algod¨®n y el chaleco no puedan ir juntos. Hay tejidos, cortes y acabados que hacen m¨¢s que plausible esta combinaci¨®n a la que no hay que tenerle tanto miedo. El conflicto llega cuando el chaleco es m¨¢s formal de lo conveniente: la raya diplom¨¢tica, el raso o los tejidos con brillo nunca aportar¨¢n sofisticaci¨®n a una prenda, la camiseta, que no la necesita. Crear¨¢n, al contrario, un error de coordinaci¨®n. Y todos alabar¨¢n su originalidad, pero no debe creerlos. Nunca.
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