El CSIC necesita menos dependencia del Gobierno y m¨¢s reformas urgentes

El Consejo Superior de Investigaciones Cient¨ªficas (CSIC) celebra el 24 de noviembre sus 75 a?os. El CSIC es una de las primeras instituciones de investigaci¨®n e innovaci¨®n en el mundo y la primera de Espa?a. Hasta el a?o 2009, como el resto del sistema espa?ol de ciencia y tecnolog¨ªa, este organismo p¨²blico estaba contribuyendo a nuestro acercamiento a los pa¨ªses l¨ªderes de referencia en la UE como Alemania, Francia o Reino Unido, en cantidad y calidad de resultados (publicaciones y patentes). Sin embargo, la crisis econ¨®mica y las pol¨ªticas de control dr¨¢stico del gasto dirigidas a superarla han revertido esta tendencia, devolvi¨¦ndonos a niveles de hace una d¨¦cada y han puesto de manifiesto las debilidades del CSIC para funcionar eficazmente en un mundo cambiante, globalizado y muy competitivo

Es necesario acercarse a los niveles de inversi¨®n y dotaci¨®n de personal cient¨ªfico de los pa¨ªses de referencia, como han reconocido numerosas instituciones espa?olas a trav¨¦s de su apoyo a la Carta por la Ciencia. Sin embargo, esta demanda de recursos requiere una reforma profunda previa de la estructura de las instituciones que dise?an y ejecutan la pol¨ªtica de I+D en Espa?a. La reforma es imprescindible para que los costes de la investigaci¨®n no sean gasto sino verdadera inversi¨®n, tanto en t¨¦rminos de eficiencia por euro invertido como, sobre todo, en t¨¦rminos de captaci¨®n de recursos externos, liderazgo de iniciativas a gran escala y transferencia a la sociedad.

La crisis ha puesto de manifiesto las debilidades del CSIC para funcionar eficazmente en un mundo cambiante

En este contexto, un grupo de investigadores del CSIC abrimos hace algo m¨¢s de un a?o un debate interno, concretado en una propuesta de ideas para la reforma del CSIC y de la ciencia en Espa?a. La propuesta incluye 13 puntos, estructurados en torno a cuatro ejes: modernizaci¨®n, transparencia, gesti¨®n eficiente y autonom¨ªa de gobierno.

La modernizaci¨®n se refiere a la transformaci¨®n del CSIC desde un papel actual de mero gestor pasivo de fondos destinados a la investigaci¨®n a otro en el que lidere la expansi¨®n de las fronteras del conocimiento y la atenci¨®n de las necesidades cient¨ªfico-t¨¦cnicas de la sociedad espa?ola. Se requieren planes a medio y largo plazo, vinculantes, sometidos a evaluaci¨®n interna y externa, y suficientemente ¨¢giles y flexibles como para actualizarse en funci¨®n de las evaluaciones y del propio avance de la ciencia. Las evaluaciones deben tener efectos incentivadores significativos en la promoci¨®n de los investigadores y grupos que mejor cumplan sus objetivos y debe servir adem¨¢s para estructurar y facilitar la colaboraci¨®n con otros grupos de investigaci¨®n, tanto dentro como fuera del CSIC.

Es imprescindible implementar una gesti¨®n transparente de los objetivos y recursos humanos y financieros incluidos en la planificaci¨®n. Es esencial en primer lugar tomar decisiones meditadas y consensuadas entre los miembros del CSIC, su direcci¨®n y los responsables pol¨ªticos, para establecer prioridades de l¨ªneas de actuaci¨®n y de gesti¨®n en los centros, dot¨¢ndolos a continuaci¨®n de un plan econ¨®mico viable y con presupuesto suficiente que garantice su funcionamiento independiente a corto y medio plazo. La gesti¨®n de estos fondos debe ser p¨²blica y sometida a evaluaci¨®n interna y externa, basada en el cumplimiento de objetivos, no s¨®lo en el control de los procedimientos de gasto.

La reforma es imprescindible para que los costes de la investigaci¨®n no sean gasto sino verdadera inversi¨®n

El tercer pilar del dec¨¢logo es la gesti¨®n eficiente de los recursos disponibles, que siempre ser¨¢n relativamente escasos. La estructura gestora del CSIC debe transformarse desde el actual esquema en el que predomina la burocracia innecesaria pero en el que apenas se eval¨²a el uso eficiente del gasto ejecutado. Es necesario centrarse en la evaluaci¨®n de resultados y objetivos a posteriori y flexibilizar la autonom¨ªa a priori de la ejecuci¨®n de los presupuestos administrados por los investigadores. Estos deben tener capacidad para modificar la distribuci¨®n de los fondos durante el desarrollo de los proyectos y, a cambio, ser auditados por un sistema p¨²blico de rendici¨®n de cuentas con posterioridad a la ejecuci¨®n del proyecto.

Finalmente, la gobernanza del CSIC debe ser aut¨®noma, esto es, no debe estar basada en cargos de designaci¨®n y dependencia pol¨ªtica directa del gobierno (central o auton¨®mico) en cada coyuntura electoral. Por el contrario, los gestores del CSIC deben responder ante el Parlamento, los colectivos administrados y la sociedad en general sobre el grado en que se alcancen los objetivos marcados por sus planes a medio y largo plazo. A cambio, los gestores deben poder exigir al Gobierno y al Parlamento que cumplan sus compromisos. La base de la gobernanza debe ser la excelencia, esto es, en qu¨¦ medida la consecuci¨®n de objetivos y los resultados de la investigaci¨®n colocan en una situaci¨®n de relevancia internacional la labor realizada en todas las escalas. La autonom¨ªa del CSIC a este respecto contribuir¨ªa a situar a la ciencia como cuesti¨®n de Estado.

La gobernanza del CSIC no debe estar basada en cargos de designaci¨®n pol¨ªtica directa desde el gobierno

Estas reformas son necesarias para que el CSIC en particular, y la ciencia espa?ola en general, consoliden las posiciones de liderazgo internacional que ya ostentan varios de sus investigadores. Nuestras propuestas coinciden en gran medida con el informe hecho p¨²blico en septiembre de este a?o por un grupo de expertos independientes a iniciativa del Gobierno.

La propuesta lleva impl¨ªcitas profundas reformas de varias leyes que constri?en la modernizaci¨®n del sistema espa?ol de ciencia y tecnolog¨ªa y limitan el desarrollo social y econ¨®mico de nuestro pa¨ªs. Por tanto, deben ser los partidos pol¨ªticos los que la debatan a fondo e incorporen los aspectos que consideren adecuados a su acci¨®n pol¨ªtica y de gobierno, o a sus programas electorales. Sobre todo, abogamos por el tan repetido como necesario pacto de estado sobre I+D+i, que posibilite, mediante una planificaci¨®n estrat¨¦gica a medio-largo plazo, la recuperaci¨®n del camino hacia la excelencia que nuestra ciencia y tecnolog¨ªa emprendi¨® durante la d¨¦cada pasada y ha abandonado abruptamente en ¨¦sta.

La propuesta ha sido elaborada por un grupo de 37 investigadores del CSIC, ha recibido el apoyo de otros 80 investigadores a t¨ªtulo individual y de 10 sociedades cient¨ªficas, y se est¨¢ presentando a los partidos pol¨ªticos para su conocimiento y toma en consideraci¨®n.

Mario D¨ªaz, Alberto Jim¨¦nez, Alexandra Rodr¨ªguez, Alvaro Blanco, Ana L¨¢zaro, Ana Rey, Angel P¨¦rez del Pino, Annie Machordom, Beatriz Arroyo, Ceferino L¨®pez, David Vieites, Fernando Valladares, Francisco Guinea, Jaime Bosch, Joaqu¨ªn Hortal, Jordi Moya, Jorge Curiel Yuste, Jorge M. Lobo, Jos¨¦ Luis Tella, Juan Aguilar Amat, Lidia Mart¨ªnez, Luis Mar¨ªa Carrascal, Luis Santamar¨ªa, Manuel Nieto Sampedro, Mar Garc¨ªa Hernandez, Marta Montserrat, Miguel Angel Rodr¨ªguez-Giron¨¦s, Miguel Bastos Ara¨²jo, Miguel Camblor, Pablo Campos, Pablo Vargas, Paola Laiolo, Pedro Arag¨®n, Pedro Jordano, Rafael Jim¨¦nez, Santiago Merino, Teresa Mor¨¢n-L¨®pez