¡°Una mujer violada durante una guerra es una mujer enferma¡±
Caddy Adzuba lleva toda su vida denunciando la violencia y el saqueo de los recursos minerales que vive su pa¨ªs y, en especial, la situaci¨®n de las mujeres y ni?os
Caddy Adzuba (Bukavu, Rep¨²blica Democr¨¢tica del Congo, 1981) lleva toda su vida denunciando la violencia y el saqueo de los recursos minerales que vive su pa¨ªs y, en especial, la situaci¨®n de las mujeres y ni?os. Esta periodista, abogada y activista por los derechos de la mujer y la paz utiliza los micr¨®fonos de Radio Okapi, la emisora de la ONU en la Rep¨²blica Democr¨¢tica del Congo (RDC), para desenmascarar a los poderes y ayudar a las mujeres v¨ªctimas de la violencia sexual a rehacer sus vidas. Est¨¢ amenazada de muerte.
Pregunta. ?Por qu¨¦ decidi¨® hablar de la situaci¨®n de las mujeres en su pa¨ªs?
Respuesta. Yo he sufrido la guerra, he tenido que huir de mi casa, he caminado 150 kil¨®metros a pie, he estado dos a?os separada de mis padres, he sido refugiada. He tocado las miserias de las mujeres; soy mujer y no puedo quedarme indiferente. Decid¨ª dar a conocer lo que suced¨ªa y por eso me convert¨ª en periodista: para denunciar lo que pasaba.
P. ?Por qu¨¦ las mujeres son las principales v¨ªctimas de la violencia en los conflictos armados?
R. La mujer congole?a es el centro de la familia. Es la que la mantiene a trav¨¦s de lo que cultiva, de lo que vende¡ Es esta econom¨ªa informal la que durante d¨¦cadas ha hecho posible que Congo funcionase. Siempre fueron ellas las que manten¨ªan a sus familias. Gracias a su trabajo, las comunidades funcionaban. Cuando comenz¨® la guerra, los que la hab¨ªan planificado sab¨ªan que en Congo, para ganar la guerra, hab¨ªa que destruir a las mujeres. Una mujer violada es una mujer enferma. En Congo el cuerpo de la mujer es el campo de batalla.
P. ?Una mujer v¨ªctima de la violencia sexual es capaz de rehacer su vida?
R. Es muy dif¨ªcil, pero se consigue. Cuando empezamos en 2000, nos dimos cuenta de que cada d¨ªa mor¨ªan muchas y no sab¨ªamos por qu¨¦ hasta que descubrimos que hab¨ªan sido violadas y no hab¨ªan encontrado a nadie que se ocupase de ellas. Ni siquiera pod¨ªan acceder a los servicios m¨¦dicos. Junto a otras colegas periodistas, decidimos que ten¨ªamos que hablar del tema de la violencia sexual en la radio. Pero segu¨ªa siendo muy dif¨ªcil conseguir que estas mujeres hablasen en la radio: los directivos segu¨ªan neg¨¢ndose a ello. Por eso decidimos renunciar a nuestros salarios y con ese dinero comprar 30 minutos de emisi¨®n para hacer un programa donde esas mujeres pudieran contar sus historias. Era imprescindible que la sociedad supiera lo que estaba pasando. A ra¨ªz de aquello, en Congo surgieron organizaciones que empezaron a ocuparse de ellas. Eran asociaciones de abogadas, psic¨®logas¡ para ayudar a superar el trauma f¨ªsico y psicol¨®gico.
P. ?Por qu¨¦ sucede todo esto?
R. Todo este horror tiene un ¨²nico objetivo: controlar los recursos naturales de la Rep¨²blica Democr¨¢tica del Congo. Por eso las multinacionales y los Gobiernos occidentales promueven y mantienen la guerra. Son ellos los que financian a los grupos rebeldes, los que les dan las armas; a cambio, los rebeldes explotan las minas de donde salen los minerales que se utilizan aqu¨ª.
P. En Occidente no queremos enterarnos de esa realidad.
R. El conflicto de la RDC es sobre todo econ¨®mico y las multinacionales no quieren que se conozca la verdad. Dar a conocer la verdad ser¨ªa el principio del fin de la guerra, y esa gente no quiere que eso pase. Los medios de comunicaci¨®n no hablan de lo que sucede en Congo porque est¨¢n financiados por las multinacionales. Hay que buscar medios de comunicaci¨®n alternativos.
P. ?Qu¨¦ le empuja a seguir adelante?
R. Cuando me dan ganas de tirar la toalla me pregunto qu¨¦ es lo que puedo hacer para ayudar a las mujeres que no tienen a nadie que las asista en su dolor. Eso me ayuda a levantarme y volver al trabajo. La esperanza que les podemos transmitir es suficiente para animarnos a continuar. Hemos conseguido algunos textos legales contra el abuso sexual; adem¨¢s hemos logrado que algunas mujeres salgan de su condici¨®n de v¨ªctimas y se hayan convertido en activistas. Esos son peque?os logros que nos animan a seguir adelante.
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