Los productores de comercio justo y el cambio clim¨¢tico
Por Marco Coscione, de la CLAC (Coordinadora Latinoamericana y del Caribe de Peque?os Productores de Comercio Justo)
Mientras escribimos esta nota, la CLAC est¨¢ participando en la COP 20 de Lima, reafirmando la necesidad de escuchar la ¡°voz de los peque?os productores¡±, frente al recrudecimiento de los efectos negativos del cambio clim¨¢tico.
Desde hace varios a?os, las organizaciones de productores de comercio justo se ven afectadas por el aumento de las temperaturas globales, de los fen¨®menos atmosf¨¦ricos m¨¢s radicales, por la difusi¨®n de viejas plagas que atacan los cultivos, y el surgimiento de nuevas enfermedades. La consecuente disminuci¨®n de la productividad, asociada con el aumento de los costes de producci¨®n y de vida, pone en riesgo la sostenibilidad de las actividades agropecuarias de los peque?os productores. Una de las consecuencias m¨¢s problem¨¢ticas podr¨ªa ser el progresivo abandono de la agricultura y una mayor concentraci¨®n de las tierras en manos de pocas empresas nacionales o multinacionales que, en los ¨²ltimos a?os, est¨¢n protagonizando crecientes niveles de adquisici¨®n y acaparamiento de tierras y tambi¨¦n el resurgimiento de nuevas formas de esclavitud rural.
En la actualidad, el cambio clim¨¢tico en la agricultura se analiza bajo varias perspectivas, pero principalmente dos: por un lado, la necesidad de mitigar los efectos negativos a trav¨¦s de una producci¨®n menos dependiente de insumos externos, y m¨¢s sostenible ambientalmente y socialmente; por el otro, la de adaptarse a los cambios presentes. Sin embargo, en cuanto a la mitigaci¨®n, los verdaderos culpables del calentamiento global no parecen realmente dispuestos a cambiar de manera radical los patrones de producci¨®n y consumo a los cuales est¨¢n acostumbrando nuestra civilizaci¨®n, desde hace por lo menos medio siglo. Al mismo tiempo, es muy escasa la reflexi¨®n en torno a un problema fundamental: los efectos del cambio clim¨¢tico en la agricultura los pagan pr¨¢cticamente solo los peque?os productores, mientras que las grandes empresas pueden internalizar el aumento de los costes al interior de las estructuras costes/beneficios.
A pesar de algunos proyectos pilotos con los cuales ciertas empresas intentan apoyar a los peque?os productores (casi siempre para seguir garantiz¨¢ndose el producto para la venta), no existe una verdadera pol¨ªtica comercial que fomente (o imponga) compartir los riesgos del cambio clim¨¢tico actualmente asumidos casi enteramente por los peque?os productores; quienes, al mismo tiempo, consideramos cada vez m¨¢s protagonistas para alimentar y enfriar el planeta.
?Podremos alg¨²n d¨ªa imaginar un esquema de asunci¨®n de riesgos realmente compartido entre los diferentes actores de las cadenas de suministro? Parece algo m¨¢s bien ut¨®pico o imposible de realizar. Pero la urgencia y gravedad de los cambios clim¨¢ticos no nos dan muchas posibilidades de maniobra. Adem¨¢s de un necesario repensamiento de los l¨ªmites y las verdaderas necesidades de nuestra civilizaci¨®n para frenar realmente los efectos negativos del calentamiento global, si queremos garantizar un flujo comercial sostenible de los alimentos, tenemos que compartir los riesgos del cambio clim¨¢tico. No es posible que sigamos pidiendo a los productores que asuman esos riesgos solos, para seguir consumiendo nuestros alimentos preferidos, pero sin entender lo que realmente supone adaptarse al cambio clim¨¢tico. Compartir esos riesgos, adem¨¢s, significar¨¢ un mayor equilibrio de poder entre los diferentes actores comerciales.
Fotograf¨ªa de apertura: COP20
Fotograf¨ªa de la segunda p¨¢gina: Una de las consecuencias del cambio clim¨¢tico: aumentan los huracanas y tormentas. Aqu¨ª una foto de la zona bananera en el Urab¨¢ Antioque?o de Colombia. (c) CLAC
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