An¨¢lisis sint¨¢ctico de tus comentarios en Internet

?Esta opini¨®n le ha parecido ¨²til? ?Le ha resultado interesante y esta cr¨ªtica? No son preguntas ret¨®ricas ni cuestiones que plantee el articulista. Estas frases aparecen siempre a rengl¨®n seguido de las rese?as online de webs como Amazon, FilmAffinity o TripAdvisor. Para ellas, no hay una ¨²nica respuesta, aunque ya hay gente que estudia las cr¨ªticas de productos firmadas en Internet por sus usuarios casi como si se trataran de un subg¨¦nero literario.

Cuanto m¨¢s caro es el art¨ªculo que se oferta, m¨¢s largas ser¨¢n las rese?as.?De hecho, los restaurantes m¨¢s caros alientan a sus clientes a escribir textos m¨¢s complejos y de mayor extensi¨®n

Es el caso de Camilla V¨¢squez, la ling¨¹ista que acaba de publicar The Discourse of Online Consumer Reviews (El discurso de las cr¨ªticas de clientes de tiendas online). La idea surgi¨® despu¨¦s de visitar un concesionario de coches.? El vendedor se mostr¨® tranquilo, no emple¨® t¨¢cticas agresivas, pero llegado un punto decisivo de la negociaci¨®n cogi¨® su tableta y les ense?¨® cr¨ªticas de usuarios muy (?demasiado?) positivas. Cuando volvi¨® a casa despu¨¦s de ese encuentro, empez¨® a analizar hasta un millar de rese?as de hoteles, restaurantes, pel¨ªculas y productos de consumo de todo tipo en webs como Yelp, TripAdvisor o Netflix. Seg¨²n ella, ese estudio no solo da informaci¨®n sobre los mecanismos mentales del consumidor contempor¨¢neo sino tambi¨¦n del estado de la lengua.

Influyen, seg¨²n la investigadora, muchos factores. Por ejemplo, el precio: cuanto m¨¢s caro es el art¨ªculo que se oferta, m¨¢s largas ser¨¢n las rese?as. De hecho, los restaurantes m¨¢s caros alientan a sus clientes a escribir textos m¨¢s complejos y de mayor extensi¨®n. Un coche merece largas parrafadas, mientras que una marca de t¨¦ puede despacharse con un monos¨ªlabo. ?Los m¨¢s recurrentes? Monos¨ªlabas que equivaldr¨ªan a Guay, Sep, Chachi, Uf, Mal, Guachi (en ingl¨¦s, Wow, Yeah, Yuck, Yikes o Yippie). Tambi¨¦n son muy habituales t¨¦rminos coloquiales como?meh (ni fu ni fa) o?the bomb (un la pera que tambi¨¦n suele aparecer en las rese?as espa?olas; es digno de estudio el que un superlativo de lo bueno sea para Estados Unidos un t¨¦rmino militar y en Espa?a una fruta, por mucho que la globalizaci¨®n nos est¨¦ introduciendo el t¨¦rmino militar poco a poco).

La palabra 'bueno' no necesariamente quiere decir 'bueno', sino m¨¢s bien 'no malo'. Si realmente quiere significar lo que refiere un diccionario, suele ir apuntalada con alg¨²n adverbio como 'realmente', 'tan' o 'muy'

Por otro lado, los adjetivos no significan lo mismo en el diccionario de Oxford y el de la RAE que en el entorno de estos escritos. Para decir que algo es bueno, se cargar¨¢n m¨¢s las tintas echando mano de superlativos de m¨¢s de tres s¨ªlabas como delicioso, maravilloso o fant¨¢stico (tambi¨¦n, c¨®mo no, la bomba). La palabra bueno no necesariamente quiere decir bueno, sino m¨¢s bien no malo. Si realmente quiere significar lo que refiere un diccionario, suele ir apuntalada con alg¨²n adverbio como realmente, tan o muy.

Los rese?istas, de los que V¨¢squez destaca un muy buen nivel literario, suelen aportar memorias personales para dar verosimilitud a lo que aconsejan. Explican si son padres de uno o dos ni?os y qu¨¦ perfil de compras suelen tener. Es decir, moldean su propio personaje del modo en que lo har¨ªa un novelista con su protagonista, sabiendo cada cosa de ¨¦l, hasta su marca de calzoncillos o qu¨¦ copa pide en un bar.

Hay quien se divierte escribiendo rese?as sin conocer lo que se ofrece. En 2011, la Universidad de Cornell desvel¨® que las cr¨ªticas falsas tend¨ªan a ser mucho m¨¢s exageradas y superlativas que las reales. Tambi¨¦n que sol¨ªan usar m¨¢s veces los pronombres en primera persona (yo, nosotros).

Por eso tambi¨¦n se suelen comparar la expectativa con lo encontrado, as¨ª que conceptos como decepci¨®n suelen aparecer frecuentemente y tambi¨¦n se suele perorar sobre lo enga?oso o no del anuncio o art¨ªculo del lugar en cuesti¨®n. Si se ha ofertado como modesto y lo es, se dir¨¢ que estaba limpio. Si se anunci¨® como lujoso y es limpio y modesto, se escribir¨¢ que es enga?oso.

Hay quien se divierte escribiendo rese?as sin conocer lo que se ofrece. En 2011, la Universidad de Cornell desvel¨® que las cr¨ªticas falsas tend¨ªan a ser mucho m¨¢s exageradas y superlativas que las reales. Tambi¨¦n que sol¨ªan usar m¨¢s veces los pronombres en primera persona (yo, nosotros). Como sucede, una vez m¨¢s, con la narrativa, eran m¨¢s cre¨ªbles si daban detalles concretos de las caracter¨ªsticas de una habitaci¨®n o de una aspiradora, fij¨¢ndose en aspectos aparentemente intrascendentes, el color del marco del espejo, por ejemplo.

La calidad literaria del texto cuenta si se quiere ser tenido en cuenta. No abunda tanto esa ret¨®rica an¨¦mica ni esa ortotipograf¨ªa tarada de las comunicaciones en WhatsApp. ¡°Si quieres que te tomen en serio, sonar como una persona literaria es parte de la imagen que quieres proyectar¡±, explica la autora. De hecho, algunos usuarios incluso se vienen arriba y emplean recursos como la analepsis, la prolepsis, la exposici¨®n dram¨¢tica (el di¨¢logo con guiones) o las met¨¢foras. Y, claro, las elipsis.

Para decir que algo es bueno, se cargar¨¢n m¨¢s las tintas echando mano de superlativos de m¨¢s de tres s¨ªlabas como 'delicioso', 'maravilloso' o 'fant¨¢stico'

Se ha llegado a sofisticar tanto en algunos casos, que incluso se da otro curioso fen¨®meno: las rese?as par¨®dicas. Igual que existen las spoof movies que parodian g¨¦neros como el de esp¨ªas o el noir, tambi¨¦n existen rese?as en Amazon sobre objetos como los bol¨ªgrafos para mujeres que ridiculizan, mediante la iron¨ªa, el art¨ªculo en cuesti¨®n. He aqu¨ª un ejemplo, jugando, desde un feminismo c¨®mico, con la ret¨®rica de los anuncios de compresas: ¡°?Alguien ha contestado mis plegarias y FINALMENTE ha dise?ado un bol¨ªgrafo que puedo usar durante todo el mes! Lo uso cuando nado, cuando monto mi caballo, cuando camino por la playa e incluso haciendo yoga (...) Desde que he empezado a usar estos bol¨ªgrafos, los hombres se fijan m¨¢s en m¨ª y me consideran m¨¢s atractiva!¡±. Entre otros cl¨¢sicos de este g¨¦nero: una crema que elimina el vello de los genitales masculinos, una camiseta con tres lobos aull¨¢ndole a la luna y la secci¨®n entera de Amazon Art, que vende verdaderas obras de arte en el mismo formato en el que vende alfombrillas para el ba?o.

Las rese?as de FilmAffinity pueden ser m¨¢s sesudas que las de Cahiers du Cin¨¦ma. Un ejemplo: ¡°El cine es fondo y es forma, es impulso y es raciocinio¡± (sobre Magical Girl, de Carlos Vermut) o ¡°Y es que el brit¨¢nico hace del celuloide un lienzo¡± (sobre Interestellar, de Christopher Nolan). Algunos no pueden evitar alinearse con la forma de hablar de los autores que rese?an, como es el caso de esta otra sobre un libro de Arturo P¨¦rez Reverte: ¡°Libro duro, cuyas palabras comparto al cien por cien. Los amantes de los animales llorar¨¢n, igual que yo lo he hecho, a los dem¨¢s¡­ Que les den¡±. La cr¨ªtica online de prendas de ropa, sin embargo, se escora hacia otros tonos m¨¢s amables: ¡°Muy suave y calentito. Queda muy bien y el tono rosa pastel combina muy bien con tonos de invierno como camel, kaki, negro¡­ muy confortable¡±.

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