Ecuador: viaje de ida y reflexi¨®n
El documental 'Ecuador, con los ojos cerrados', ganador del concurso Clipmetrajes, muestra proyectos en el pa¨ªs americano que van desde el comercio justo a los pozos de agua potable
?Qu¨¦ es Ecuador? ?Qui¨¦n es esa gente? ?Qu¨¦ puede una persona como yo buscar tan lejos? Todo empez¨® un buen d¨ªa. Recib¨ª una llamada desde Manos Unidas, debido a mi participaci¨®n como jurado en su Festival de cine, y me pidieron con 15 d¨ªas de antelaci¨®n viajar a Ecuador. El objetivo era acompa?ar a las ganadoras de la IV edici¨®n Festival de Clipmetrajes, Luc¨ªa Mencos y Camila de Ros, para realizar un documental all¨¢. La verdad es que no me lo pens¨¦ demasiado, pero tras decir que s¨ª, muchas preguntas bailaron en mi mente. Iluso de m¨ª, pens¨¦ que era tan solo un viaje m¨¢s, sin recordar la tercera ley de Newton: ¡°Con toda acci¨®n, ocurre siempre una reacci¨®n igual y contraria: quiere decir que las acciones mutuas de dos cuerpos siempre son iguales y dirigidas en sentido opuesto¡±. Con esto aprehend¨ª que, de un viaje, nunca se vuelve, ya que el que regresa ya no eres t¨², sino otra persona muy cambiada.
Ecuador me ense?¨® muchas cosas. He de admitir que, como buen hipocondr¨ªaco, estuve ciertamente nervioso de esas vacunas que se me exig¨ªan y de los peligros que all¨ª me aguardaban. Un castellano manchego como yo est¨¢ acostumbrado a luchar contra constipados y gripes, dimes y diretes, el qu¨¦ dir¨¢n, y dem¨¢s molinos, pero nunca contra la malaria, fiebre amarilla, y otros males. Por supuesto no se le puede vacunar a uno contra los ojos de la ni?a que te mira, esa sonrisa en la mujer que nada tiene pero nada teme, o el amor de la gente que baila al son de la alegr¨ªa porque, por fin, tienen agua corriente.
Nuestro viaje fue bastante apretado y, en aproximadamente 10 d¨ªas y casi sin dormir, pudimos conocer a gente muy luchadora que est¨¢ colaborando en las comunidades, con la inestimable ayuda de Manos Unidas, as¨ª como de otras instituciones como Aecid, sin olvidar las entidades locales y los propios beneficiarios.
En el terreno pudimos ver c¨®mo una comunidad de mujeres pod¨ªa, por fin, comercializar sus t¨ªpicos sombreros paname?os, gracias a la nueva f¨¢brica que hab¨ªan construido con la ayuda de Manos Unidas. Tambi¨¦n pudimos disfrutar de la finalizaci¨®n de un centro de turismo comunitario cerca del volc¨¢n Quilotoa, con sus diversos anexos, como una planta de fabricaci¨®n de altramuces, un vivero de plantas aut¨®ctonas, as¨ª como hospeder¨ªas y otras instalaciones. Adem¨¢s, vimos la llegada del l¨ªquido elemento a zonas donde antes era imposible regar y tener agua corriente. Tambi¨¦n nos mostraron c¨®mo el centro de acopio de leche ayuda a otra de las comunidades a tener un sustento con su manera tradicional de vivir. En la zona de Francisco de Orellana, pudimos constatar c¨®mo las prospecciones petrol¨ªferas y de gas llevan a?os arruinando la belleza amaz¨®nica y lastrando la calidad de vida, la de los alimentos, la del aire y la del agua de los que all¨ª viven. Pero, gracias a Manos Unidas, se est¨¢n llevando unos instrumentos que depuran el agua y que, poco a poco, est¨¢n cambiando la vida de esas gentes. La red de mujeres de Paute ha logrado, con estas ayudas, consolidar un centro de comercializaci¨®n agr¨ªcola y de carne, que explotan de manera justa, rotativa y equitativa, y que est¨¢ solucionando el problema del desempleo para muchas mujeres de la zona.
Todas estas, y otras actividades, se realizan desde la filosof¨ªa del desarrollo sostenible, la econom¨ªa solidaria, el comercio justo y la defensa de la igualdad entre hombres y mujeres. Volvimos exhaustos, pero contentos de haber aportado nuestro granito de arena para hacer un mundo mejor, y tuvimos un trabajo muy arduo hasta la finalizaci¨®n del documental Ecuador con los ojos cerrados.
En mis anteriores viajes a M¨¦xico, Guatemala y ahora en Ecuador, pude constatar c¨®mo mucha de esta gente que tiene bien poco, da mucho y nada pide. No paran de agradecer lo poco que reciben y a¨²n con sus penurias son, a su manera, felices. La naturaleza de la felicidad en el primer mundo es muy diferente, y deber¨ªamos aprender muchas cosas de ellos. Bien es verdad que tienen una tierra rica, llena de recursos, aunque hay zonas bastante ¨¢ridas, eso s¨ª. Pero me sorprendi¨® la majestuosidad de la vegetaci¨®n (con hojas m¨¢s altas que un hombre), la ferocidad de los r¨ªos (con un caudal envidiable), y lo trabajador de esas gentes.
Si se me permite una reflexi¨®n, no se puede comprender qu¨¦ es lo que lleva a la pobreza en los pa¨ªses llamados del tercer mundo cuando tienen tanta riqueza de recursos. No s¨¦ qu¨¦ ser¨ªa de estas gentes sin organizaciones como Manos Unidas. Es muy bonito ver c¨®mo el dinero de las ONG llega, y ayuda mucho. Creo que esta ayuda es un ejemplo y deber¨ªa potenciarse a¨²n m¨¢s, o institucionalizarla de una manera regular y estable por los gobiernos, al menos para los m¨¢s necesitados.
Para m¨ª, una de las conclusiones de este viaje, como digo en nuestro documental, es que el problema de la pobreza y de las desigualdades no es un problema de carest¨ªa, sino del reparto de los recursos. Es lo mismo que pasa con la crisis en Europa. El sol no luce menos ni hay una gran sequ¨ªa, pero parece que desde los recursos naturales a los productos manufacturados hay unos intermediarios que no quieren repartir, y al usuario final no le queda nada, viviendo ahogado y esclavizado.
Creo que, esta crisis, es una crisis de amor. Todos estamos conectados y al final todo ego¨ªsmo es in¨²til ya que cae sobre su propio tejado. No se es m¨¢s feliz por tener m¨¢s, sino que se consigue una felicidad triste, solitaria y ef¨ªmera. Adem¨¢s, un pa¨ªs con grandes diferencias sociales siempre es inseguro incluso para los que tienen m¨¢s, algo que les lleva a vivir en el temor, lejos de la felicidad so?ada. Todos los estudios de la felicidad hablan de que su consecuci¨®n viene a trav¨¦s de lo compartido y siempre desde los dem¨¢s. Creo que el ego¨ªsmo surge del miedo y del desconocimiento, y de no ser capaz de ver a largo plazo.
Por ello siento que, contrariamente a lo que se est¨¢ haciendo, hay que invertir m¨¢s en cultura, educaci¨®n, arte¡ porque s¨®lo conociendo otras realidades podemos llegar a esa empat¨ªa que nos haga amar a los dem¨¢s y repartir los recursos y finalmente tener una felicidad plena, global y real. Todo esto es lo que tratamos de mostrar en nuestro documental. Ecuador, con los ojos cerrados es un proyecto hecho desde el coraz¨®n, y para el coraz¨®n de la gente.
En estos momentos el cortometraje est¨¢ en abierto en Internet, para el disfrute gratuito de todo el mundo. Estamos teniendo una muy buena acogida en festivales, con casi 50 selecciones internacionales y tres premios hasta el momento.
El documental Ecuador con los ojos cerrados se puede ver en:
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