La huella que dejan los rostros de 2014
El a?o que acaba ha sido el de los ¡®selfies¡¯, la filtraci¨®n de im¨¢genes de famosas y el de la ostentosa boda de George Clooney Los personajes p¨²blicos se han expuesto m¨¢s que nunca en la Red
Ser¨ªa l¨®gico que 2014 pasara a la historia como un cambio de muchas eras. Juan Carlos I abdic¨® en Felipe VI. Emilio Bot¨ªn muri¨® y su hija Ana hered¨® el Banco Santander. Cayetana de Alba falleci¨®, tambi¨¦n, pero nadie heredar¨¢ su hueco en el imaginario colectivo. Antonio Banderas se divorci¨® de Melanie Griffith y Gwyneth Paltrow de Chris Martin. George Clooney hizo algo a¨²n m¨¢s revolucionario: se cas¨®. Tras a?os de incorregible e inalcanzable solter¨ªa, hoy es el se?or de la brillante letrada Amal Clooney. Surgi¨® Podemos y, con ellos, la intentona de convertir a Pablo Iglesias en personaje del coraz¨®n. Volvi¨® Ana Obreg¨®n. Surgi¨® la Pechotes. Ortega Cano ingres¨® en prisi¨®n. La ni?a que cantaba country, Taylor Swift, se convirti¨® en la estrella del pop de m¨¢s ¨¦xito del a?o. En este clima, normal que cuando Jesul¨ªn de Ubrique brome¨® con que vend¨ªa su finca Ambiciones en un medio digital, medio mundo le creyera. Todo estaba cambiando.
Pero 2014 da para un an¨¢lisis m¨¢s amplio. Cuando se trata de la vida de personajes p¨²blicos, la queja tradicional era que ve¨ªamos m¨¢s de lo que deber¨ªamos. Este ser¨¢ el primer a?o en el que vimos m¨¢s de lo que quisimos. Entre la cultura del exhibicionismo y la del hackeo, entre selfies, filtraciones y v¨ªdeos distribuidos por la Red, corremos el riesgo de que este a?o se recuerde como el momento en el que la intimidad pas¨® a ser un s¨ªmbolo de estatus. En el acontecimiento m¨¢s importante del mundillo, decenas de famosas quiz¨¢s demasiado incautas se vieron como no quer¨ªan verse ante los ojos de todo el mundo. La noche del 1 de septiembre, un cargamento de fotograf¨ªas ¨ªntimas de estrellas ¡ªde la megaestrella Jennifer Lawrence para abajo¡ª se filtr¨® por Internet. Un robo de im¨¢genes (insulto a la privacidad y explotaci¨®n del lado oscuro de la Red y la fama) tan monumental que, qu¨¦ remedio, ser¨¢ hist¨®rico. La reci¨¦n nombrada mujer m¨¢s sexy del a?o Kate Upton, Rihanna, Avril Lavigne y muchas m¨¢s fueron v¨ªctimas. Pero, sobre todo, nuestra relaci¨®n con la privacidad de las famosas, que no ha vuelto a ser la misma.
Claro que el poder de la intimidad tiene m¨¢s de un filo. Quien se la puede permitir, alardea de ella como muestra de poder¨ªo: nadie ha visto fotos robadas de la boda de Kim Kardashian, esa estrella de la telerrealidad cuya anterior boda, hace tres a?os, dio para tres d¨ªas de programaci¨®n televisiva. Aqu¨ª en Espa?a, el ojo p¨²blico tampoco lleg¨® a ver, y vaya si lo intent¨®, a la infanta Cristina recorriendo los pasos que separan la entrada del juzgado de Palma de la sala a la que acudi¨® a declarar en febrero. A Isabel Pantoja ingresando en prisi¨®n en noviembre tampoco.
Mia Farrow, que volvi¨® a cargar contra Woody Allen, y el feminismo de Emma Watson,? protagonistas
Pero luego tambi¨¦n hay quien prescinde del pudor para conectar con el p¨²blico: ah¨ª estuvo James Franco ense?ando, en mayo, su ilustr¨ªsimo pubis en un selfie que nadie pidi¨® y del que todo el mundo habl¨®. Y es mejor no encajar (por surrealista) en ninguna categor¨ªa el v¨ªdeo que circul¨® por Internet en el que Solange Knowles, hermana de Beyonc¨¦, agred¨ªa a su cu?ado, Jay-Z, en un ascensor.
Si el an¨¢lisis resulta aciago, consu¨¦lense viendo algunas alternativas. El a?o 2014 se dejar¨ªa tambi¨¦n interpretar de formas mucho peores. Por ejemplo, como el a?o de las fotograf¨ªas policiales: de aquella de un preso tan atractivo que dio la vuelta a la Red ¡ªJeremy Meeks, se llamaba, y a ese nombre lo adornaban ojos azules como el cielo y p¨®mulos afilados como cuchillas¡ª a esa de un entusiasmado Justin Bieber en su primer encontronazo serio con la polic¨ªa. Tambi¨¦n podr¨ªa ser el a?o de las barbas: el portavoz de la Casa Blanca, Jay Carney, se plant¨® ante la prensa con una en enero y, al poco, Conchita Wurst estaba ganando Eurovisi¨®n. O como el a?o de la muerte prematura: la sobredosis de hero¨ªna de Philip Seymour Hoffman, el suicidio de Robin Williams, el accidente de ?lex Angulo o el c¨¢ncer de Tito Vilanova. Indudablemente, tambi¨¦n podr¨ªa ser el a?o de los selfies: del de los Oscar con Ellen DeGeneres a todos los tomados por actores de segunda. Y, m¨¢s recientemente, como el a?o del p¨¢nico esc¨¦nico, con Pastora Soler y Joaqu¨ªn Sabina de protagonistas. Sin olvidar que tambi¨¦n puede ser el a?o en el que la pol¨ªtica tradicional se alej¨® de la frivolidad: excluyendo los exiguos M&M¡¯s con los que Obama obsequi¨® a Rajoy en enero ¡ªy con los que Rajoy se estren¨® en el mundo del cotilleo morboso¡ª, solo queda el chisme que protagoniz¨® Fran?ois Hollande en mayo, cuando se le descubri¨® una amante, una historia que el sentido com¨²n dej¨® sin resolver. Y es imposible no mencionar que 2014 parece hacer sido el a?o en el que la otrora denostada Kim Kardashian se erigi¨® como una de las famosas de primera l¨ªnea del mundo, colonizando primero la portada de Vogue en abril y, luego, rematando la jugada ense?ando trasero en la portada de Paper con una de las im¨¢genes m¨¢s ic¨®nicas de los ¨²ltimos 12 meses.
Pero hay una alternativa dulce. Tal vez 2014 fue el a?o de los asuntos serios. El a?o en el que Mia Farrow resucit¨® las acusaciones de abuso sexual de Woody Allen a su hija en los noventa y nos oblig¨® a todos a replantearnos, muy en serio, a qui¨¦n cre¨ªamos y por qu¨¦. El a?o en el que Emma Watson, conocida por las pel¨ªculas de Harry Potter, enarbol¨® el discurso feminista contempor¨¢neo ante la ONU, ante hackers y simpatizantes por igual. El a?o de las celebridades imputadas y los imputados hechos celebridad. Volver¨¢ a remover cimientos de igual forma 2015. Pero como dec¨ªa Escarlata O¡¯Hara, 2015 ser¨¢ otro a?o.
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