Biograf¨ªa de un gusano
Se llama 'Elegans', mide un mil¨ªmetro, vive menos de un mes y es un gran aliado para estudiar enfermedades como la diabetes o el alzh¨¦imer.
Daniel Ram¨®n es un se?or alto y flaco, de 55 a?os, que tiene en la frente, sobre la ceja izquierda, una cicatriz casi imperceptible que parece un ojo cerrado. Si pasas muchas horas con ¨¦l, ese ojo te acaba obsesionando. Crees que se abre cuando le das la espalda, que se abre y te estudia y te eval¨²a como si fueras una bacteria, un virus, una levadura. Este se?or te cuenta lo suyo sonriendo, con un entusiasmo aminorado por el pudor, mientras sus brazos van de delante hacia detr¨¢s, o de abajo arriba, un poco con los movimientos mec¨¢nicos de una biela, como los manejar¨ªa un adolescente en un examen oral, pongamos que de qu¨ªmica. ?l se examina a s¨ª mismo todo el d¨ªa con un ojo interior que no se cierra nunca. Quiz¨¢ la vigilancia permanente de ese ojo es la responsable de un curr¨ªculo de v¨¦rtigo que empieza con una licenciatura en Ciencias Biol¨®gicas por la Universidad de Valencia, donde se doctor¨® y ejerci¨® de catedr¨¢tico de Tecnolog¨ªa de los Alimentos; contin¨²a en el Consejo Superior de Investigaciones Cient¨ªficas (CSIC), y sigue fluyendo hasta la actualidad, donde se desempe?a como consejero delgado de una empresa cuyo nombre ¨CBi¨®polis¨C parece sacado de Blade Runner.
Lo cierto es que Bi¨®polis lleva a cabo actividades que la mayor¨ªa de la gente juzgar¨ªa como de ciencia-ficci¨®n cuando son ya de puro costumbrismo cient¨ªfico. Lo hacen todo ah¨ª mismo, a la vuelta de la esquina, como el que dice. No en EE UU, no en Suiza, Dinamarca o Jap¨®n, nada de eso, a dos patadas de cualquier sitio de nuestra geograf¨ªa, en Valencia, en el Parque Cient¨ªfico de su Universidad, para ser m¨¢s precisos, donde Bi¨®polis ha arrendado un edificio de dos plantas m¨¢s s¨®tano, en el que Daniel Ram¨®n y su equipo conviven a diario con miles de millones de bacterias, de levaduras, y con un gusano maravilloso, el Elegans, que es simple y complejo a la vez y por las mismas razones, como un buen poema. El Elegans fue descubierto para la ciencia por Sydney Brenner, premio Nobel de Medicina en 2002. En su cuerpo se puede estudiar, como en la imagen del espejo, nuestro alzh¨¦imer, nuestra obesidad, nuestro envejecimiento, nuestra diabetes¡ Mide un mil¨ªmetro, es transparente y hermafrodita y no sufre con el estr¨¦s al que lo someten en el laboratorio porque carece de cerebro o lo tiene desperdigado a lo largo del cuerpo (unas neuronas por aqu¨ª, otras por all¨¢¡).
Adem¨¢s de compartir el 40% de nuestros genes con el Elegans, nuestras rutas metab¨®licas son las mismas. Una ruta metab¨®lica es el itinerario qu¨ªmico por el que un producto equis inicial se convierte en un producto equis final (la que transforma el az¨²car en alcohol, por ejemplo). Llamamos ¡°ruta metab¨®lica conservada¡± a la que procede de ¨¦pocas remotas. El Elegans y nosotros compartimos, desde la noche de los tiempos, las que intervienen en la asimilaci¨®n de nutrientes esenciales como la glucosa.
Todo esto era para decir que Daniel Ram¨®n se dedica a la biotecnolog¨ªa.
Este peque?o gusano fue descubierto por Sydney Brenner, nobel de medicina
¨C?Y qu¨¦ es la biotecnolog¨ªa? ¨Cdigo yo.
¨CEl uso de organismos vivos con fines industriales ¨Cdice ¨¦l.
Como las palabras vida e industria, colocadas as¨ª, tan cerca la una de la otra, producen cierta desaz¨®n en el oyente, a?ade:
¨CFleming, eso es un perfecto ejemplo de biotecnolog¨ªa. Coges un bicho, un hongo en ese caso, que es un organismo vivo, lo haces crecer en un fermentador y produce una sustancia que purificas, que vendes en la farmacia y que se llama penicilina. Eso es un ejemplo de biotecnolog¨ªa. La insulina, que ahora se produce en una bacteria transg¨¦nica, otro. Es biotecnolog¨ªa tambi¨¦n la enzima con la que se lavan los pantalones que conocemos como ¡°lavados a la piedra¡±, y que no se lavan con una piedra, sino que se tratan con una enzima que se llama lacasa y que los decolora.
Daniel Ram¨®n tiene un temperamento pr¨¢ctico. Necesita dar una utilidad a los descubrimientos cient¨ªficos. En el primer informe que hizo para el CSIC, cuando en 1997 le toc¨® coordinar el ¨¢rea de ciencia y tecnolog¨ªa de los alimentos, dijo que hab¨ªa algo que no le cuadraba, ya que no hab¨ªa relaci¨®n alguna entre la excelencia cient¨ªfica que hab¨ªan alcanzado y la capacidad para transferirla al sector industrial. No eran capaces de comercializar sus hallazgos. Y eso, como hab¨ªa comprobado en su estancia de posdoctorado en Holanda, no suced¨ªa en el entorno europeo.
¨CNo lleg¨¢bamos a la industria ¨Cdice¨C porque no ten¨ªamos una entrada directa al cliente y porque cuando pod¨ªamos llegar no ¨¦ramos capaces de producir lo que les vend¨ªamos. Yo trabaj¨¦ mucho tiempo en levaduras para vino durante mi ¨¦poca del CSIC. Cuando ¨ªbamos a las bodegas, les contaba que ten¨ªamos una levadura que daba aroma afrutado, y me dec¨ªan: ¡°Dame un kilo para hacer una fermentaci¨®n de prueba¡±. Y no lo ten¨ªa, no lo ten¨ªa, no lo ten¨ªamos porque carec¨ªamos de una instalaci¨®n de fermentaci¨®n. Ah¨ª empez¨® lo que desembocar¨ªa en la creaci¨®n de Bi¨®polis, cuya originalidad consiste en que el centro de investigaci¨®n y el de producci¨®n se hallan en el mismo lugar.
Tras diversas vicisitudes, cuya pormenorizaci¨®n dar¨ªa material para crear un g¨¦nero novel¨ªstico nuevo (el cient¨ªfico-empresarial), Daniel Ram¨®n se vio al frente de una compa?¨ªa cuyo accionariado estaba compuesto por el CSIC, Natraceutical, Central Lechera y un fondo de inversi¨®n llamado TALDE.
El ¡®Elegans¡¯ tiene 18.700 genes, frente a los 23.000 de los humanos¡±
¨CNos dispon¨ªamos a vender bacterias y levaduras, pero no ten¨ªamos nada. Ahora, vi¨¦ndolo desde lejos, nos damos cuenta de nuestra ingenuidad. Despu¨¦s de dos meses de patear empresas, el gerente me dijo: ¡°Mira, este no puede ser nuestro negocio. Y si tiene que ser este, bajamos la persiana y ya est¨¢. ?T¨² qu¨¦ sabes hacer?¡±. Cuando le confes¨¦ que lo ¨²nico que sab¨ªa era investigar, me dijo: ¡°?Y por qu¨¦ no vendemos eso?, ?por qu¨¦ no vendemos que sabemos investigar? ?Qu¨¦ asuntos te parecen interesantes?¡±.
¨CA m¨ª me parec¨ªan interesantes la alimentaci¨®n y la salud, adem¨¢s de la utilizaci¨®n de microorganismos para revalorizar residuos, aunque eran cosas en las que no ten¨ªa mucha experiencia. El gerente me dijo: ¡°Vamos a vender eso¡±. Me pareci¨® una locura, pero la verdad es que a los tres meses ten¨ªamos tres clientes.
¨C?Qui¨¦n fue el primero?
¨COrdesa, una compa?¨ªa catalana muy fuerte en alimentaci¨®n infantil. La directora cient¨ªfica de Ordesa, Montse Rivero, es una mujer incre¨ªble, a la que conoc¨ªa de antes porque nos hab¨ªamos visto en alg¨²n congreso. Cuando llegamos, el primer d¨ªa, ella hab¨ªa convocado a su departamento de I+D, unas seis o siete personas. Se produjo una especie de di¨¢logo para besugos. Nosotros les dijimos que sab¨ªamos investigar y les debimos inspirar tal ternura que Montse nos dijo: ¡°Mira, tenemos tres asuntos que nos pueden interesar. Volved a Valencia, pensadlos y dentro de 15 d¨ªas decidme si se os ocurre algo sobre alguno de ellos¡±. Respecto a uno de ellos se nos ocurri¨® algo que podr¨ªa ser muy interesante: un probi¨®tico frente a rotavirus.
¨C?Qu¨¦ es un probi¨®tico, qu¨¦ es un rotavirus?
¨CUn probi¨®tico es una bacteria extra¨ªda del tracto digestivo que tiene un efecto positivo sobre nuestra salud. Si t¨² pesas 70 kilos, un kilo de tus 70 son las bacterias que viven en el tracto digestivo. Las hay muy malas, pat¨®genas, pero las hay muy buenas. Estas, las buenas, lo que hacen es regular el equilibrio intestinal. Lo que ten¨ªamos que hacer era aislar una bacteria que tuviera un efecto inhibitorio del crecimiento del rotavirus, que es el virus que produce diarreas infantiles en ni?os de corta edad.
¨C?Y era complicado aislar esa bacteria?
¨CEsas bacterias se extraen de las heces de ni?os de hasta tres meses que est¨¢n bajo lactancia materna y son sanos. En esas heces hay millones de bacterias. Lo complicado es aislar la que es capaz de inhibir el virus. Tienes que buscar aquella espec¨ªfica que lo hace y empezar el estudio. Hab¨ªa que ver por qu¨¦ actuaba in vitro y luego experimentar con un animal al que se le hubiera infectado de rotavirus. Si funcionaba, se llevar¨ªa a ensayos cl¨ªnicos con ni?os.
¨C?Y funcion¨®?
¨CFuncion¨®. Aislamos la bacteria, la cultivamos, la liofilizamos¡
¨C?Qu¨¦ es liofilizar?
¨CEs un modo especial de deshidrataci¨®n.
¨C?Y luego?
¨CLa redujimos a unos polvitos que son los que se a?aden a las leches maternizadas o a los cereales.
¨C?Pero la bacteria no muere al secarla?
¨CNo, entra en una especie de hibernaci¨®n y se activa al entrar en contacto de nuevo con un medio h¨²medo.
¨CY eso es un probi¨®tico.
¨CS¨ª.
¨C?Tiene fecha de caducidad?
¨CDos a?os.
A trav¨¦s del ¡®Elegans¡¯ podemos ver efectos de un alimento a nivel gen¨¦tico¡±
¨CPor cierto, ?qu¨¦ es una bacteria?
¨CUn organismo vivo de una sola c¨¦lula que mide muy poco, micras, y que tiene la capacidad de reproducirse y crecer.
¨C?No es un animal?
¨CNo.
¨C?No es un vegetal?
¨CTampoco. Hay un reino distinto, el de los procariotas.
¨CEn definitiva, que triunfasteis con ese primer proyecto.
¨CS¨ª, volvimos, les dijimos lo que ten¨ªamos y ahora ya est¨¢ comercializado. A los 15 d¨ªas surgi¨® el segundo proyecto con una empresa del mundo farmac¨¦utico. No te lo puedo contar porque es confidencial y es un trabajo de I+D interno de ellos.
¨CCrec¨ªais r¨¢pido.
¨CA los dos a?os est¨¢bamos ya en beneficios. Los socios empezaron a ver que aquello ten¨ªa sentido. Todo lo hab¨ªamos hecho en un laboratorio de 40 metros cuadrados, cerca de aqu¨ª, donde el CSIC nos hab¨ªa cedido un terreno. As¨ª fue el arranque. A partir de ah¨ª se abre otra fase que dur¨® dos a?os m¨¢s en la que nos metieron algo m¨¢s de dinero y nos compraron un fermentador de 20 litros.
¨C?Qu¨¦ es un fermentador?
¨CEs el recipiente en el que se crean las condiciones necesarias para que las bacterias se reproduzcan. Introducimos en ¨¦l un caldo de cultivo del que se alimentan. Ese caldo se va espesando a medida que crece la biomasa. Al final forma una especie de pur¨¦. Los hay desde los 20 litros hasta los de 1.500 o 3.000, que son los que tenemos abajo, en la planta de producci¨®n. Pero todos son necesarios para el proceso de escalado.
¨C?Y qu¨¦ es el escalado?
¨CEl proceso por el que vamos optimizando el crecimiento de un microorganismo, desde el laboratorio hasta la planta de producci¨®n. Cuando encontramos en el laboratorio un microorganismo que hace algo interesante, solo sabemos hacerlo crecer en una escala muy peque?a, en matrices de 100 o 200 mililitros. Para producirlo industrialmente, vamos optimizando poco a poco su crecimiento. Primero aprendemos a reproducirlo en fermentadores peque?os, de un litro. Cuando crece ah¨ª de forma ¨®ptima, pasamos a uno de 20 litros, donde de nuevo hay que retocar algunos de los par¨¢metros de crecimiento.
¨C?Por ejemplo?
¨CVariar un poco los tiempos o la acidez del medio.
¨CEn resumen, que vais dando saltos, y mejorando en calidad y cantidad la biomasa, hasta que lleg¨¢is a la producci¨®n industrial.
¨CEso es.
¨CDec¨ªas que os compraron un fermentador de 20 litros.
¨CY nos lanzaron el reto para ver hasta d¨®nde ¨¦ramos capaces de llegar. Empezamos a generar m¨¢s clientes, unos doce m¨¢s o menos, la mitad de la industria agroalimentaria y la mitad del sector qu¨ªmico-farmac¨¦utico. Tambi¨¦n empezamos a tener clientes fuera de Espa?a y a establecer relaciones con el centro de I+D de Danone, que es el centro mundial de I+D.
A medida que Daniel Ram¨®n entra en detalles, la novela cient¨ªfico-empresarial se llena de tramas secundarias. De repente hacen falta m¨¢s fermentadoras, y m¨¢s grandes. Se hace imprescindible tambi¨¦n un secuenciador de ADN, lo que implica cambiar de instalaciones, contratar personal¡ Y todo ello sin parar de trabajar, de investigar, de producir. Ah¨ª aparece en la conversaci¨®n una bacteria que fabrica, a partir de ciertos residuos, un pl¨¢stico org¨¢nico con las mismas caracter¨ªsticas que los sint¨¦ticos, pero capaz de biodegradarse.
¨CSobre esta bacteria ¨Cdice¨C ya hab¨ªa desarrollos descritos, de hecho lo que hicimos fue licenciar una patente del Centro de Investigaciones Biol¨®gicas del CSIC y ponernos a trabajar sobre ella para dar el salto a la industria. Luego nos metimos en un proyecto de alimentaci¨®n para la tercera edad. Buscamos el probi¨®tico frente a la celiaqu¨ªa porque, al contrario de lo que mucha gente piensa, la mayor¨ªa de los diagnosticados son gente mayor que era celiaca y no lo sab¨ªa. A partir de los sesenta, se va perdiendo parte de esa microbiota de la que habl¨¢bamos antes, ese kilo de bacterias que viven en el tracto intestinal. Se pierden selectivamente y suelen ser bacterias con mucha capacidad antiinflamatoria. Y tambi¨¦n quer¨ªamos trabajar con el Elegans, ese gusano que ahora es uno de los activos m¨¢s importantes de Bi¨®polis porque fuimos los primeros en ofertarlo como modelo de evaluaci¨®n. Y fue rompedor. De hecho, acaba de aparecer una segunda compa?¨ªa en Cambridge, pero no somos m¨¢s que dos ofert¨¢ndolo, lo que ha provocado que muchas compa?¨ªas grandes se hayan interesado por el tema y hayan venido.
¨C?Qu¨¦ es lo que hace tan particular a este gusano?
¨CTiene 18.700 genes frente a los 23.000 nuestros, as¨ª que no estamos tan alejados. Y compartimos el 40% de esos genes. Lo utilizamos para estudiar la obesidad, el envejecimiento, el alzh¨¦imer¡ Te voy a poner un ejemplo: el cacao guarda una relaci¨®n con la salud que viene de la ¨¦poca de Moctezuma, lo llamaban el oro de los dioses porque los aztecas pensaban que ten¨ªa propiedades saludables. De hecho, tiene muchas y sabemos que est¨¢n ligadas a un tipo de mol¨¦culas que llamamos polifenoles. De cada kilo de polvo de cacao, un 3% son estos polifenoles. Nos preguntamos cu¨¢nto costar¨ªa hacer con este producto un ensayo de efecto antioxidante en un rat¨®n o una rata. Costaba seis meses y unos 40.000 euros. Era caro. Ah¨ª naci¨® la discusi¨®n sobre la b¨²squeda de modelos m¨¢s sencillos. Y el gusano era perfecto. Se le puede hacer reproducirse en plaquitas de cultivo, es sencill¨ªsimo de manipular, no es pat¨®geno, no requiere ninguna autorizaci¨®n especial¡ Vive 21 d¨ªas y pone huevos. Durante los cinco primeros, el huevo eclosiona y el gusanito empieza a crecer hasta alcanzar un mil¨ªmetro. Ah¨ª es donde le damos a comer o no los polifenoles del cacao. Y lo que vemos es que los que comen este ingrediente est¨¢n m¨¢s activos durante su vejez que los que no. Como te dec¨ªa, seis meses y 40.000 euros con un rat¨®n; con un Elegans tienes los resultados en cinco d¨ªas y sin apenas coste. En cuanto a los polifenoles del cacao, est¨¢ claro que son un ingrediente excepcional para las personas de la tercera edad.
¨C?Cu¨¢nta gente trabaja ahora en Bi¨®polis?
¨CCuarenta y nueve, y empezamos tres. Nuestro problema es que tenemos que trabajar con las empresas y las empresas quieren las cosas en tiempo y en dinero. No quieren una publicaci¨®n, sino que se resuelva el problema. Si el hallazgo es patentable, se patenta y luego a lo mejor lo publican. Es el cambio a una mentalidad totalmente distinta a la de la investigaci¨®n por la investigaci¨®n. Por eso decidimos apostar por gente joven y acabar de formarla en la compa?¨ªa a todos los niveles. Apostamos por reci¨¦n licenciados o con la tesis acabada o que tuvieran uno o dos posdoctorales, pero que estuviera dispuesta al cambio. La edad media es de treinta y pocos, el 70% mujeres y el 30% hombres, lo que ha dado lugar al nacimiento de 21 ni?os desde la creaci¨®n de Bi¨®polis. Y tenemos otros tres en camino.
Marta Tortajada tiene 34 a?os y es ingeniera qu¨ªmica, responsable del departamento de biotecnolog¨ªa microbiana, que consiste en la aplicaci¨®n de microorganismos a la industria qu¨ªmica y farmac¨¦utica.
¨CTrabajamos ¨Cdice¨C para empresas que quieren un producto. Utilizamos los microorganismos como si fueran peque?as f¨¢bricas. La idea es conseguir una bacteria o una levadura capaz de fabricar el compuesto que busca nuestro cliente.
Nos encontramos en uno de los laboratorios de Bi¨®polis, adonde Tortajada me ha conducido para que vea el pl¨¢stico biodegradable producido por la bacteria de la que hemos hablado con Daniel. Tomo un trozo de ese pl¨¢stico en la mano y resulta que tiene un tacto seductor, te lo imaginas perfectamente para la confecci¨®n de un impermeable tras el que los contornos del cuerpo se perciban como a trav¨¦s de la mampara de una ducha. Luego me ense?a la fotograf¨ªa de una de las bacterias responsables. Y no es que haya fabricado el pl¨¢stico, es que se ha convertido, casi literalmente, en pl¨¢stico. El 90% de ella es pl¨¢stico ya que, sometida a una situaci¨®n de estr¨¦s, lo ha acumulado en su organismo para hacer frente a tiempos de escasez; el 10% restante es ella, su cuerpo, que ha devenido as¨ª en un mero excipiente. No habr¨ªa m¨¢s que sacudirla un poco para liberar ese biopl¨¢stico que se degrada f¨¢cilmente en el aire o en el mar, por lo que la gesti¨®n de su residuo no supone ning¨²n problema.
¨C?Es competitivo este pl¨¢stico?
¨CTodav¨ªa no, aunque estamos cerca. Los derivados del petr¨®leo cuestan uno o dos euros por kilo; estos est¨¢n rondando los tres o cuatro. Pero en escalado est¨¢n casi a la par. De momento se est¨¢ utilizando para productos de un solo uso como el envasado de cuberter¨ªa.
¨C?Y cu¨¢l es la materia prima? ?A partir de qu¨¦ fabrica la bacteria este pl¨¢stico?
¨CLa idea es que lo haga a partir de residuos industriales.
¨C?Ser¨ªa un modo de reciclar la basura?
¨CClaro.
¨C?Y de d¨®nde hab¨¦is sacado la bacteria?
¨CMuchas son aisladas de suelos ricos en el sustrato que nos interesa porque ya se han adaptado a ¨¦l. Imagina, por ejemplo, que queremos utilizar un lactosuero, que es un subproducto de la producci¨®n de quesos. Ir¨ªamos a la f¨¢brica y la aislar¨ªamos de donde est¨¢ ese lactosuero.
¨CEn resumen, aisl¨¢is una bacteria, cre¨¢is una colonia y hac¨¦is que esa colonia se reproduzca a millones en el caldo de cultivo que introduc¨ªs en los fermentadores¡
¨CS¨ª, el aspecto es como de un cocido, est¨¢n en un l¨ªquido muy denso, como un pur¨¦.
¨C?Qu¨¦ basuras son susceptibles de convertirse en pl¨¢stico?
¨CMuchas. Las bacterias, como seres vivos que son, necesitan hidratos de carbono y prote¨ªnas, que son los componentes de la fuente de la vida. En la industria de la leche y el queso hay mucha lactosa residual que se puede utilizar. La industria cervecera produce tambi¨¦n mucho bagazo rico en az¨²car. En las industrias agrarias hay restos de paja, tronco o ramas que contienen celulosa. Todo se puede degradar y con ello obtenemos comida para que crezcan las bacterias.
¨CSupongamos que una f¨¢brica de quesos ha producido una cantidad equis de residuos que tienen en la basura¡
¨CY normalmente est¨¢n pagando para que se los lleven porque no se pueden tirar a la red. Idealmente, igual que las f¨¢bricas tienen depuradoras, podr¨ªan tener una instalaci¨®n anexa con un tanque como los que tenemos aqu¨ª y la bacteria se alimentar¨ªa de ese residuo, que ser¨ªa el caldo de cultivo.
¨C?Contiene el pl¨¢stico en el interior de su cuerpo porque al metabolizar el residuo lo ha convertido en pl¨¢stico?
¨CEso es.
Marta abre una de las neveras del laboratorio y saca un bote de residuos. El aspecto es el de una basura cualquiera del cubo de restos org¨¢nicos de una casa cualquiera. Pero no huele mal porque est¨¢ fr¨ªa.
¨CEsta es la materia prima tal cual ¨Cdice¨C, este es alimento de las bacterias. La acondicionar¨ªamos un poco y quedar¨ªa con un aspecto similar, pero algo m¨¢s denso.
¨CY sobre ¨¦l soltar¨ªais una colonia de bacterias. ?C¨®mo les provoc¨¢is el estr¨¦s para que produzcan m¨¢s?
¨CHaciendo que les falte algo en el medio de cultivo. Por ejemplo, pueden tener mucha comida, pero que les falte un poco de ox¨ªgeno o nitr¨®geno. Ante esa escasez se disparan mecanismos para acumular comida. Esa comida es el pl¨¢stico que ellas mismas han producido.
Lo que acabamos de ver es un ejemplo del trabajo del departamento de Marta para la industria qu¨ªmica. Tambi¨¦n trabajan para la farmac¨¦utica, en la b¨²squeda de principios activos que curen una u otra enfermedad.
¨CPero no te puedo dar ejemplos concretos ¨Cdice¨C, porque tenemos premisas muy estrictas de confidencialidad. Muy rara vez nos dejan hablar del producto final, casi nunca del proceso y muchas veces ni siquiera dar el nombre de la empresa.
Me asom¨¦ al microscopio y lo vi: all¨ª estaba el gusano del que tanto y tan bien hab¨ªa o¨ªdo hablar. Ah¨ª est¨¢bamos los dos, ¨¦l con sus 18.700 genes, y yo con mis 23.000, no tan alejados el uno del otro, en efecto, sobre todo si ten¨ªamos en cuenta que compart¨ªamos casi la mitad. Pens¨¦ que Dios jugaba a los dados con los genes: los met¨ªa en un cubilete, los agitaba y sal¨ªa un Elegans. Volv¨ªa a meterlos y a agitarlos y sal¨ªa un tipo como yo. El Elegans, mi semejante, mi hermano, se deslizaba sobre la superficie plana de una porci¨®n de gelatina, de nombre agar, en la que estaban contenidos todos los nutrientes que necesitaba para completar su ciclo, y quiz¨¢ el m¨ªo. La gelatina se encontraba a su vez en una de las llamadas plaquitas de cultivo, que son unos recipientes redondos, de pl¨¢stico, con las paredes muy bajas. A la luz del microscopio, el agar hab¨ªa adquirido un color dorado, de modo que daba la impresi¨®n de que el nematodo, que as¨ª es como se dice formalmente gusano, se deslizaba sobre un medall¨®n de oro blando sobre el que iba dejando la huella de su cuerpo. Y no es gratuito que lo llamen Elegans, pues sus movimientos son de una distinci¨®n notable. No s¨¦ cu¨¢ntos hab¨ªa en la plaquita de cultivo a la que yo me hab¨ªa asomado, no muchos, quiz¨¢ veinte o treinta, cada uno alejado de los otros, porque no son gregarios, y cada uno dedicado a la escritura de un texto, pues sus ondulaciones dibujaban sobre la gelatina de oro las palabras de un alfabeto muy parecido al nuestro, aunque con un n¨²mero exagerado de vocales. Tales surcos resultan muy ¨²tiles para estudiar su grado de movilidad, que disminuye a medida que envejece. Una curiosidad triste, por cierto, o alegre, no lo s¨¦: al envejecer, se agrupan.
Cerca de m¨ª se encuentran Salvador Genov¨¦s, tecn¨®logo de alimentos, de 37 a?os, y Patricia Martorell, doctora en biolog¨ªa, de 38. Ambos trabajan en el departamento de biotecnolog¨ªa alimentaria. Significa que cuando usted se toma, pongamos por caso, un yogur con bifidus activo, no se est¨¢ tomando solo un yogur, sino unos conocimientos de car¨¢cter cient¨ªfico, una sabidur¨ªa industrial que se desarrolla fuera de su vista, en lugares como Bi¨®polis de los que a lo mejor nunca hab¨ªa o¨ªdo hablar. En el departamento de Salvador y Patricia, dirigido al estudio de alimentos funcionales, es decir, con efectos saludables para el cuerpo, se trabaja con el Elegans.
Salvador y Patricia me explican que la industria alimentaria moderna y los consumidores demandan al mercado, cada vez m¨¢s, alimentos beneficiosos para la salud. Estos alimentos, al igual que los f¨¢rmacos, est¨¢n regulados y llevan un control legal. Pero as¨ª como pueden pasar varios a?os desde que un f¨¢rmaco empieza a experimentarse hasta que llega al consumo humano, en la alimentaci¨®n todo deber ser m¨¢s ¨¢gil. Los estudios de seguridad y efectividad de los alimentos, me dicen, deben llevar un proceso m¨¢s r¨¢pido porque la rotaci¨®n es mucho mayor.
¨CLas industrias alimentarias ¨Ca?ade Patricia¨C necesitan sistemas de evaluaci¨®n r¨¢pidos, por lo que tenemos que utilizar modelos animales que nos proporcionen resultados inmediatos. El hecho de que el ADN del Elegans y el nuestro sea tan parecido constituye una ventaja enorme. Podemos estudiar qu¨¦ les pasa cuando les damos a comer determinado ingrediente o mol¨¦cula. Podemos ver qu¨¦ efecto tiene sobre el cuerpo del gusano y comprobar qu¨¦ est¨¢ haciendo ese alimento a nivel gen¨¦tico, c¨®mo est¨¢ modulando nuestro genoma. As¨ª es como averiguamos por qu¨¦ un ingrediente reduce la grasa o un alimento act¨²a como un antioxidante.
Ahora mismo, me explican, est¨¢n centrados en patolog¨ªas como la obesidad, el envejecimiento (muy relacionado con el estr¨¦s oxidativo) y las enfermedades neurodegenerativas, como el alzh¨¦imer. Trabajan con un Elegans que mimetiza el alzh¨¦imer.
¨C?C¨®mo? ¨Cdigo yo.
Con paciencia infinita, Salvador y Patricia tratan de explicar en t¨¦rminos inteligibles para un profano que el Elegans sintetiza la prote¨ªna que se acumula en las placas neuronales del cerebro humano y que es la responsable del deterioro cognitivo provocado por esa enfermedad. Esta prote¨ªna es un gen humano que se implanta en el nematodo, con perd¨®n, de modo que cuando se le proporcionan unas determinadas condiciones en la plaquita de cultivo, el gusano expresa esa prote¨ªna paraliz¨¢ndose: tal es su forma de decir que padece alzh¨¦imer. Eso nos permite observar qu¨¦ ingredientes retrasan esa paralizaci¨®n, que es tanto como retrasar la enfermedad.
¨CSupongo ¨Capunto yo¨C que la investigaci¨®n sobre el alzh¨¦imer estar¨¢ m¨¢s dirigida a la industria farmac¨¦utica que a la alimentaria.
¨CNo necesariamente ¨Cdice Salvador¨C, hay multinacionales de la alimentaci¨®n que est¨¢n trabajando en este campo. Para algunas hemos trabajado con alimentos que tienen compuestos antioxidantes y que retrasan la enfermedad. Aunque lo que m¨¢s interesa ahora mismo en alimentaci¨®n es la obesidad y la salud cardiovascular.
¨C?En qu¨¦ clase de alimentos se ha innovado m¨¢s por lo que se refiere a esto que llam¨¢is funcionalidad, es decir, que adem¨¢s de nutrir aporten beneficios para la salud?
¨CEn los l¨¢cteos ¨Casegura Patricia¨C. En la parte c¨¢rnica se ha investigado poco.
¨CEn la naturaleza, ?d¨®nde vive el Elegans?
¨CEs muy abundante en el suelo del campo. No es pat¨®geno. Se alimenta de las bacterias del suelo, lo que para nosotros es una ventaja.
El Elegans, en el laboratorio, vive en las placas de cultivo ya mencionadas antes y en estufas, a 20 grados. Cuanta mayor es la temperatura, m¨¢s se acelera su metabolismo, m¨¢s r¨¢pido crece y m¨¢s se reduce su esperanza de vida. A menos temperatura, resiste m¨¢s. Sustituye el cerebro del que carece con c¨¦lulas neuronales repartidas longitudinalmente a lo largo de su cuerpo y que son las que producen la par¨¢lisis cuando se le implanta la prote¨ªna productora del alzh¨¦imer. Si tiene usted microscopio y vive cerca del campo, no deje de ir a visitarle. Es como visitar a un primo, tambi¨¦n como volver a casa.
Resulta que todas estas investigaciones de las que estamos hablando no ser¨ªan posibles sin el apoyo de la inform¨¢tica. El bioinform¨¢tico de Bi¨®polis se llama Francisco Codo?er y lleg¨® a la inform¨¢tica desde la biolog¨ªa porque es mucho m¨¢s f¨¢cil, asegura ¨¦l, ense?ar a un bi¨®logo a programar o estad¨ªstica que ense?arle a un inform¨¢tico o estad¨ªstico biolog¨ªa.
¨CEs mucho m¨¢s sencillo ¨Ca?ade¨C interpretar los datos desde el punto de vista biol¨®gico, y saber qu¨¦ herramientas inform¨¢ticas utilizar para analizar esos datos, que saber las herramientas, pero no poder darle el sentido biol¨®gico que tienes que darle a los resultados.
Francisco es el m¨¢s joven del equipo. Debido a su perfil, que es raro, pues no resulta f¨¢cil encontrar gente con un pie en la biolog¨ªa y otro en la inform¨¢tica, maneja una jerga que hipnotiza al oyente. Tiene uno la impresi¨®n de que este hombre conoce los secretos de la vida y de que sabr¨ªa construir con ellos un ?software. Desde la perspectiva de un ignorante como yo, es una especie de brujo doble, un cham¨¢n aumentado.
¨CEn efecto ¨Cdice respondiendo a mi pregunta¨C, el m¨ªo es un perfil profesional raro. La inform¨¢tica y la biolog¨ªa son dos formaciones en apariencia muy distintas, pero por otra parte la biotecnolog¨ªa sin la inform¨¢tica no har¨ªa nada. Las tecnolog¨ªas que nosotros utilizamos generan millones de datos. Las cl¨¢sicas utilizaban cien datos. Ahora disponemos de 3.000 millones y tenemos que interpretarlos. Para eso necesitas herramientas bioinform¨¢ticas.
¨C?Cu¨¢ndo naci¨® la bioinform¨¢tica?
¨CEn los a?os sesenta, con la secuenciaci¨®n del ADN, cuando se empezaron a desarrollar los primeros programas para interpretar secuencias. Con las plataformas de secuenciaci¨®n masiva actuales, el salto es brutal. La figura del bioinform¨¢tico no se empez¨® a contemplar hasta finales de los noventa.
¨C?Trabaja a demanda del equipo o del cliente?
¨CA demanda del cliente y a demanda de mi equipo. El cliente te puede pedir ayuda para dise?ar sus experimentos o para interpretar sus datos y averiguar qu¨¦ informaci¨®n puede extraer de ellos. Mi equipo de secuenciaci¨®n puede pedirme toda una serie de an¨¢lisis despendiendo de qu¨¦ aplicaci¨®n estemos desarrollando en ese momento. A veces mi equipo ha conseguido unos resultados y necesita saber si han pasado la calidad o si pueden mejorar y d¨®nde. Con la interpretaci¨®n de los resultados puedes mejorarlos t¨¦cnicamente en el laboratorio, mejorar tus procesos y ser m¨¢s coste-efectivo. Hay que verlo como una herramienta de interpretaci¨®n, pero tambi¨¦n como una herramienta de mejora.
Cada vez que termina una respuesta, Francisco Codo?er se me queda mirando, a la espera de la siguiente pregunta. Y yo le pregunto, pero me quedo in albis, porque no entiendo la respuesta. Contin¨²o obnubilado con el nombre de su profesi¨®n, bioinform¨¢tico, porque me imagino a una persona computarizada o a un ordenador con vida propia. A ratos, salgo de mi ensue?o y le sorprendo hablando de la secuenciaci¨®n de las bacterias que se come el Elegans.
¨CSecuenciamos el genoma de esas bacterias ¨Cdice¨C y los efectos que produce. Vemos qu¨¦ genes son los que est¨¢n provocando un efecto en el gusano.
¨C?Y c¨®mo es eso? ¨Cpregunto al azar.
¨CPuedes entender el efecto que produce en el gusano porque las bacterias que se est¨¢ comiendo expresan unos genes que son los que est¨¢n haciendo las funciones espec¨ªficas que generan ese fenotipo en el gusano.
[?C¨®mo no te vas a creer, con ese lenguaje, lo que te cuente?].
¨CNo s¨¦ si tienes algo m¨¢s que a?adir ¨Cle digo, acojonado.
¨CB¨¢sicamente esto: perfil raro, s¨ª. Cuando me presentan como bioinform¨¢tico, lo hacen como si presentaran un ente esot¨¦rico¡ La verdad es que se desarrollan aplicaciones para poder interpretar cualquier cosa. Ahora estamos con un contaminante alimentario de un producto. Ocurre cuando aparecen una bacteria o un hongo espec¨ªfico en la cadena de producci¨®n. Por las caracter¨ªsticas del bicho podemos saber en qu¨¦ punto de la cadena se ha producido la contaminaci¨®n.
¨CYa.
¨CTambi¨¦n hemos trabajado mucho para entender el microbioma de las heces y de la vagina. El caso de la vagina es muy interesante porque hay muchas mujeres con vaginosis recurrente y no es m¨¢s que un problema de ecolog¨ªa microbiana.
¨C?Y lo de las heces?
¨CEn la parte del microbioma de las heces llevamos analizadas unas cuatro o cinco mil muestras, y con algunas, dependiendo de la composici¨®n de las bacterias que tengan, podemos llegar a asociar alteraciones intestinales, incluso enfermedades.
El microbioma de las heces y de la vagina nos recuerda que somos, en efecto, contenedores de bacterias. Las tenemos, y a miles de millones, en el intestino, en la boca, en el pelo, en la piel¡ Esta revelaci¨®n nos recuerda aquel aforismo terrible de Lichtenberg seg¨²n el cual la gallina no es otra cosa que un procedimiento del huevo para fabricar otro huevo. ?Y si nosotros no fu¨¦ramos m¨¢s que un procedimiento de las bacterias para fabricar m¨¢s bacterias?
El director general de todo esto es Javier Echevarr¨ªa, un qu¨ªmico org¨¢nico de 56 a?os que es el que mejor se lo pasa y a menor coste: jam¨¢s parece estresado. Viene uno ahora de comer con ¨¦l, y con otra gente, y ha comprobado c¨®mo disfrutaba de los placeres de la mesa y de la pl¨¢tica. Sonr¨ªe todo el tiempo y da la impresi¨®n de tener una relaci¨®n excelente con su cuerpo y con la vida en general. Ha trabajado en el sector l¨¢cteo 33 a?os: en Leche Pascual, en Lactaria Espa?ola y en Central Lechera Asturiana.
¨CAyud¨¦ a desarrollar los zumos Pascual ¨Cdice¨C y los postres de larga vida. En el caso de Central Lechera Asturiana, lo mismo. Y desarroll¨¦ departamentos completos como el de energ¨ªas, nutrici¨®n y dem¨¢s. Cuando acab¨¦ mi periodo en Central Lechera Asturiana, me fui a Oxford. Viviendo all¨ª me llam¨® Daniel Ram¨®n para que le ayudara porque Bi¨®polis estaba creciendo mucho. Daniel es un gran cient¨ªfico, pero desconoce el mundo industrial y empresarial. Solo puse una condici¨®n: que a los socios les pareciera bien. Para Central Lechera Asturiana, que ten¨ªa el 25% y con los que yo hab¨ªa trabajado 14 a?os, fue perfecto. Me incorpor¨¦ en febrero de 2014.
¨C?Y qu¨¦ ha hecho en estos 10 meses?
¨CHemos construido todo el plan de calidad de la compa?¨ªa, el plan industrial de cara a los pr¨®ximos dos o tres a?os y toda la evaluaci¨®n del desempe?o del personal. Hemos cambiado de ciclo: la compa?¨ªa es un referente a nivel espa?ol, pero no solo por su calidad cient¨ªfica, sino tambi¨¦n por su capacidad de producir. De hecho, Central Lechera Asturiana nos va a confiar todos sus probi¨®ticos y ya estamos mostrando nuestra capacidad de producci¨®n de cara al exterior. Como tenemos f¨ªsicos, qu¨ªmicos y bi¨®logos, nuestro enfoque es multidisciplinar. Una empresa te plantea un problema, lo analizas y en un par de semanas les decimos si somos capaces de resolverlo o no. Si lo somos, presentamos un proyecto y lo ponemos en marcha. A mis 56 a?os, podr¨ªa dedicarme a viajar con mis ahorros, estoy tranquilo, mis tres hijos ya trabajan, pero este es un mundo apasionante. Adem¨¢s, la gente aqu¨ª es muy joven, con unas ganas excepcionales de aprender, de conocer, y es muy divertido.
¨CSi se hiciera un ranking espa?ol de empresas de biotecnolog¨ªa, ?qu¨¦ lugar ocupar¨ªa Bi¨®polis?
¨CEs muy dif¨ªcil, lo que s¨ª te puedo decir es que es un referente en los temas de los que trata. Lo es en la utilizaci¨®n del Elegans como modelo de experimentaci¨®n; lo es en la generaci¨®n de probi¨®ticos; y va a serlo en la revalorizaci¨®n de residuos. Tenemos ciertas patentes que nos aportan una diferenciaci¨®n especial. Pero el mayor activo de esta compa?¨ªa es el capital humano, el conocimiento que atesora la gente que est¨¢ aqu¨ª. Cuesta much¨ªsimo llegar a tener un equipo con esas caracter¨ªsticas: muy formado y capaz de sacar adelante los proyectos.
Despu¨¦s de visitar los diferentes laboratorios de sus instalaciones, en cuyas estufas, neveras o fermentadoras viven y se desarrollan las bacterias, las levaduras y los gusanos con los que trabajan en Bi¨®polis, piensa uno que en definitiva todos estos se?ores y se?oras de bata blanca son granjeros. Los granjeros de unas formas de vida que se desarrollan en una escala infinitamente m¨¢s peque?a que aquella en la que nos desenvolvemos nosotros, pero de las que se pueden obtener beneficios para la alimentaci¨®n y la salud. No orde?an vacas ni recogen los huevos de las gallinas, pero vigilan el bienestar de reba?os inmensos de seres microsc¨®picos de los que, sin saberlo, obtenemos multitud de beneficios. Pi¨¦nselo la pr¨®xima vez que, con gesto rutinario, ponga en su carrito de la compra un yogur con bifidus activo o una mantequilla con omega 3.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.