La influencia de los entornos
Las personas y las cosas que nos rodean provocan un efecto en nuestro bienestar. Saber modificar un contexto nocivo es una buena opci¨®n para vivir mejor.
Todos ejercemos una influencia en nuestro entorno m¨¢s cercano. Pero es una relaci¨®n bidireccional, de doble influencia. Por lo com¨²n, las personas apelan a su fuerza de voluntad para rendir m¨¢s. Pero el ambiente es como una palanca en la que podemos trabajar para conseguir m¨¢s resultados con menos esfuerzo.
Los contextos en los que nos movemos pueden ser unos grandes aliados o unos grandes enemigos. Veamos qu¨¦ son, c¨®mo afectan y cu¨¢les son los mejores para reforzarnos en lo personal y en lo profesional. Se pueden agrupar en tres categor¨ªas:
Materiales. Los lugares donde se vive y se trabaja, el barrio y el vecindario, la tecnolog¨ªa, el autom¨®vil o el ajuar dom¨¦stico.
Personales. La familia, la pareja, los amigos, los compa?eros de trabajo, los conocidos, el contacto en las redes sociales, los horarios y los h¨¢bitos.
Mentales. Las creencias, los paradigmas, la formaci¨®n e informaci¨®n, la religi¨®n o los condicionamientos.
Hay esencialmente dos cosas que te har¨¢n sabio: los libros que lees y la gente que conoces¡± Jack Canfield
Todas estas circunstancias pueden jugar a favor o en contra de uno, ser un motor que propulse nuestra vida o un ancla que la hunda. Un entorno colabora o compite. Inspira o deprime. Nutre o envenena. Obviamente tambi¨¦n existen entornos neutros, pero por esa misma raz¨®n hay que evitarlos tanto como los que nos perjudican. No es posible prescindir de los ambientes, pero s¨ª elegirlos cuidadosamente teniendo en cuenta sus efectos.
Los entornos materiales y personales son visibles y evidentes, aunque tal vez no sus efectos. Otros son m¨¢s sutiles, pero tan influyentes. Todo influye en todo y nadie puede aislarse del contexto inmediato sin recibir de ¨¦l su influencia.
Delegar en el entorno significa no tratar de hacerlo todo por uno mismo, sino aprovechar las influencias positivas externas para reforzarse.
El lugar donde una persona vive ejerce una influencia enorme en ella: le da energ¨ªa o se la quita. Seguramente un peque?o piso ordenado, decorado de manera minimalista y con luz abundante es suficiente para nutrir a quien vive en ¨¦l. No es un tema de dinero, de propiedad o de lujos. Es cuesti¨®n de que cualquier cosa que entre en casa sea muy apreciada y est¨¦ en coherencia con el resto de objetos y con la persona que habita la vivienda.
Para conectarnos
LIBROS
¡®C¨®mo ganar amigos e influir sobre las personas¡¯
Dale Carnegie
¡®Feng Shui para Occidente¡¯
Terah Collins
PEL?CULAS
¡®Malas compa?¨ªas¡¯
Joel Schumacher
¡®El guerrero pac¨ªfico¡¯
V¨ªctor Salva
Tener menos cosas significa contar con m¨¢s espacio y m¨¢s claridad mental. La luz y el orden ejercen una influencia en la mente. Deshacerse de objetos que no se usan es una prioridad, y cambiar de vez en cuando la disposici¨®n de los muebles en casa es un divertimento muy motivador.
La luz y las vistas desde las ventanas son tanto o m¨¢s importantes que la vivienda en s¨ª o su superficie. Elegir el entorno donde uno va a pasar su vida cuenta mucho, pero, por desgracia, cuando las personas compran o alquilan un piso se fijan en los metros, el precio o los servicios antes que en la tranquilidad, la luz, las vistas o la ausencia de repetidores de telefon¨ªa m¨®vil. Lo que hay fuera de la vivienda es tan importante como lo que hay dentro.
El lugar donde se trabaja y en el que se pasan tantas horas al d¨ªa tambi¨¦n es importante. Influye en el rendimiento del trabajo y en la felicidad de las personas. Muchas veces uno carece de la capacidad de cambiarlo, pues las oficinas o instalaciones son las que son. Pero a menudo podemos influir en mejorarlas de alguna manera; y si no es as¨ª, siempre est¨¢ en nuestra mano dejar un trabajo cuyo entorno es insalubre, nocivo, molesto, desagradable, t¨®xico, inc¨®modo o desmotivador. Es decir, si no podemos cambiar un entorno de trabajo gris, siempre podemos cambiar de empleo. Un sueldo no lo justifica todo. Como en el caso anterior del piso, muchas veces nos equivocamos al valorar m¨¢s el sueldo, las vacaciones, los ascensos o la cercan¨ªa que el entorno de trabajo en s¨ª.
Las personas m¨¢s beneficiosas en el entorno personal son aquellas que sonr¨ªen, no se quejan, no se sienten v¨ªctimas de nada, est¨¢n automotivadas, son positivas, se esfuerzan, viven en la coherencia, inspiran paz y bondad, aprenden y se forman. En definitiva, las que tienen una mentalidad ganadora. Relacionarse con gente positiva es una receta para la felicidad que no siempre se tiene en cuenta.
Muchas veces, las personas que no hemos elegido, pero que forman parte de nuestros c¨ªrcu?los (familia pol¨ªtica, compa?eros de trabajo o vecinos), parecen una imposici¨®n imposible de eludir. Tal vez no podamos decidir si forman parte de nuestra vida, pero s¨ª tenemos la capacidad de minimizar su efecto, e incluso de evitar su trato si su influencia es muy negativa.
La influencia de las personas es invisible y silenciosa, se acumula con el tiempo, pero sus efectos acaban siendo muy visibles a la larga. Cada amigo o conocido deja un poso, una influencia mayor o menor. De hecho, acabamos pareci¨¦ndonos mucho a las personas que m¨¢s tratamos. Deber¨ªamos preguntarnos: ¡°?Qui¨¦n me est¨¢ influyendo m¨¢s?¡±.
A veces conservamos la amistad de algunas personas solo porque en el pasado fuimos amigos y nos sentimos empujados a seguir si¨¦ndolo. Pero la gente cambia con los a?os, y es l¨®gico que las amistades tambi¨¦n cambien, sin obligaciones morales o deudas de amistad autoimpuestas. No se trata de no quererlos, sino de no frecuentarlos tanto y a la vez hacer espacio para compa?¨ªas diferentes. Cambiar de entorno personal siempre conlleva variaciones individuales y profesionales. Si buscamos modificar nuestra vida, ser¨¢ necesario un cambio de amistades o, como m¨ªnimo, un ajuste de los c¨ªrculos sociales.
El gran peligro de estar alrededor de gente no excelente es que empiezas a volverte como ellos sin siquiera darte cuenta¡± Robin Sharma
No tener esto en cuenta puede traer consecuencias desagradables a largo plazo. ?No es extra?o que descuidemos con qui¨¦n entramos en contacto y, sin embargo, para nuestros hijos e hijas exijamos colegios y amistades beneficiosos?
Todos somos conscientes del gran valor que tiene el pensamiento en la vida. Es nuestro ¡°cuadro de mandos¡±, y siendo tan conscientes de esa importancia parece mentira que lo tengamos tan descuidado y tan poco ¡°afilado¡±. Mucha gente vigila escrupulosamente lo que come cada d¨ªa: calor¨ªas, nutrientes, calidad y cantidad. Cuidan su cuerpo, pero descuidan el alimento de su mente. ?No es una incoherencia? El tiempo promedio que dedica una persona al cuidado del esp¨ªritu es exactamente cero segundos al d¨ªa. Incre¨ªble.
Deber¨ªamos cuestionar el ¡°material¡± que permitimos que entre en contacto con nuestra mente, como publicidad, noticias, ideas, creencias, informaciones¡ Todo eso puede alimentar o envenenar la mente. O la expande, o la contrae.
Hay mucho que podemos hacer para nutrir el pensamiento: lecturas inspiradoras, meditar unos minutos al d¨ªa, relajar la mente en el silencio cada jornada, aprender cada d¨ªa algo nuevo, cuestionar creencias in¨²tiles o contraproducentes que nos limitan, ejercitar la imaginaci¨®n y la creatividad o incluso elegir un vocabulario y unas expresiones que nos sienten bien mientras rechazamos las que nos perjudican.
La lectura es una de las mejores formas de alimentar la mente. Una hora al d¨ªa es bastante para que esta se exponga a nuevas ideas y entre en contacto con autores de culturas y mentalidades diferentes. Leer es el gimnasio del esp¨ªritu. Resulta incomprensible que los ¨ªndices de lectura del pa¨ªs sean tan bajos cuando es el ingrediente que m¨¢s necesitan las personas para su ¨¦xito personal y profesional. Todos somos el resultado de la media de los libros que hemos le¨ªdo en nuestra vida. Por poner un met¨¢fora, lo que distingue a una persona que lee de una que no lo hace es semejante a la diferencia de velocidad que hay entre un jet a reacci¨®n y un patinete.
Cuando una mente se expande y cambia de paradigmas, ya no vuelve a su tama?o anterior y sus posibilidades aumentan en consecuencia.
?Qui¨¦n le est¨¢ influyendo?
¡°?Con qui¨¦n pasa m¨¢s tiempo? ?Qui¨¦nes son las personas que m¨¢s admira? Jim Rohn me ense?¨® que nos convertimos en una combinaci¨®n de las cinco personas con las que pasamos m¨¢s tiempo. Rohn dec¨ªa que podemos adivinar la calidad de nuestra salud, actitud e ingresos con tan solo mirar a las personas que nos rodean. Con el tiempo empezamos a comer lo que comen, hablar como hablan, leer lo que leen, pensar lo que piensan, ver lo que ven, tratar a la gente del mismo modo, incluso a vestir igual que ellos. La influencia es muy sutil, es como estar tumbado en una colchoneta hinchable en el mar. Crees que flotas y permaneces en la misma posici¨®n, hasta que miras y te das cuenta de que una corriente moderada te ha desplazado 800 metros de la costa¡±. El efecto compuesto, de Darren Hardy.
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