Por qu¨¦ no es buena idea que su hija le robe el esmalte de u?as

Si desde hace un tiempo observa c¨®mo su hija peque?a emprende sigilosas incursiones al ba?o para hacerse con su pinta¨²?as y someterse a interminables (y originales) sesiones de manicura, es posible que, despu¨¦s de haberse echado unas risas contemplando el resultado, se haya preguntado si hay, en ese comportamiento, algo que deba vigilar, o si el uso del esmalte puede resultar perjudicial sobre sus j¨®venes u?itas.

Lo cierto es que, a priori y seg¨²n los expertos, no existe ning¨²n problema grave de salud asociado a este h¨¢bito, aunque tambi¨¦n es verdad que aconsejan algo de prudencia cuando se trata de u?as y mentes pueriles.

Plant¨¦elo como un juego. "Todos los ni?os tienden a imitar a los mayores", afirma la psic¨®loga Carmen Torrado, quien considera que es "absolutamente normal" que una ni?a le pida a su madre que le compre maquillaje. Eso s¨ª, la experta aboga por establecer l¨ªmites, y aconseja: "Del mismo modo que llega Carnaval y las ni?as se disfrazan, o el d¨ªa de su cumplea?os se visten de hada o princesa, de forma excepcional, los padres pueden permitir que sus hijas se maquillen y, en concreto, se pinten las u?as".

Pero, ?y si no hay d¨ªa que no acabe con las u?as de colores? "En ese caso, quiz¨¢ sea el momento de que los padres tomen cartas en el asunto. Este comportamiento puede denotar una falta de autoestima que la ni?a pretende compensar con la cosm¨¦tica. Los padres deber¨ªan intentar averiguar cu¨¢l es el nivel de aprecio propio de su hija y actuar en consecuencia, solicitando, si es preciso, ayuda profesional", explica Torrado. Tambi¨¦n la doctora Rosa Ortega, dermat¨®loga de la Academia Espa?ola de Dermatolog¨ªa y Venereolog¨ªa (AEDV), apela al "sentido com¨²n" cuando se refiere a la frecuencia con que los padres deber¨ªan permitir el uso de esmaltes de u?as en la ni?ez (de 2 a 10 a?os): "Pero no se trata solo de fijarnos en la frecuencia, sino tambi¨¦n en la toxicidad de los cosm¨¦ticos que emplean".

El tr¨ªo 'del mal'

El Departamento de Control de Sustancias T¨®xicas de California (Estado Unidos) advirti¨® en 2012 de que algunos esmaltes comercializados como saludables continuaban teniendo en su composici¨®n el llamado "tr¨ªo t¨®xico", a pesar de que en la etiqueta no lo indicase. La presencia de estas sustancias (formaldeh¨ªdo, ftalato de dibutilo y tolueno) es, sin duda, una de las razones por la que deber¨ªamos tomar ciertas precauciones a la hora de dejar nuestra laca de u?as al alcance de los cr¨ªos. "Aunque en Espa?a todos los productos comercializados deben pasar exhaustivos controles sanitarios, no podemos olvidar que tambi¨¦n hay a la venta otros muchos esmaltes cuya composici¨®n no est¨¢ supervisada", advierte la dermat¨®loga. En Europa y Estados Unidos el empleo de ftalaro de dibutilo en la fabricaci¨®n de cosm¨¦ticos est¨¢ prohibido. La Agencia Europea de Sustancias y Mezclas Qu¨ªmicas (ECHA), por su parte, apuesta por la limitaci¨®n de tolueno y formaldeh¨ªdo, que, inhalados, pueden causar tos, irritaci¨®n de garganta, somnolencia y dolor de cabeza.

Los esmaltes calificados como 3-Free est¨¢n libres de estos elementos. Tambi¨¦n existen los 4-Free, que no contienen tosilamida (resina responsable de aumentar el brillo y alargar la duraci¨®n, pero que, seg¨²n el mapa de sustancias peligrosas de la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos, se asocia a casos de alergia alrededor de la u?a, con picor y descamaci¨®n) y los 5-Free, que, adem¨¢s de los anteriores, excluyen el alcanfor (plastificante que reduce las grietas en la pintura, pero que ingerido, seg¨²n el americano Centro para el Control de Enfermedades y Prevenci¨®n (CDC), puede causar irritabilidad, confusi¨®n e hiperactividad neuromuscular).

Las alergias suponen la tercera v¨ªa de vigilancia, pues como recuerda la doctora Ortega: "El hecho de usar sustancias qu¨ªmicas en contacto con la piel, y en concreto, los esmaltes de u?as, puede favorecer la aparici¨®n de alergias en el futuro en ni?os at¨®picos [con atop¨ªa: mecanismo inmunitario que presentan los trastornos al¨¦rgicos]".