Barbas y barbaridades
Egipto reconoce la chapucera restauraci¨®n de la m¨¢scara de Tutankam¨®n
La tosca reparaci¨®n de la barba de Tutankam¨®n ha sido una chapuza de dimensiones colosales. La falsa perilla del insigne personaje fue pegada a la barbilla con un aditivo ¡ªuna resina epoxi¡ª poco apropiado para la majestuosa m¨¢scara funeraria de 11 kilos de peso y 54 cent¨ªmetros de longitud que acompa?¨® al fara¨®n en su ¨²ltima morada.
Al Gobierno egipcio le han llovido todo tipo de cr¨ªticas por desatender de manera tan flagrante el cuidado de uno de los principales tesoros arqueol¨®gicos y quiz¨¢ la imagen m¨¢s emblem¨¢tica del arte del antiguo Egipto.
Todo empez¨® el pasado agosto cuando, durante unas obras para cambiar la iluminaci¨®n del Museo Egipcio, la barba postiza se desprendi¨® y los empleados optaron por colocarla de nuevo en su sitio usando un producto que, sin duda, no era el m¨¢s apropiado. Tan zarrapastrosa fue la reparaci¨®n que los restos del pegamento (una masa amarillenta) eran visibles entre la perilla y el ment¨®n.
Para esta operaci¨®n, los restauradores hab¨ªan utilizado un producto de secado r¨¢pido utilizado habitualmente para unir metales, piedras y pl¨¢stico. Los conservadores del museo han admitido que la resina no es un material adecuado y ahora un comit¨¦ cient¨ªfico se ocupar¨¢ de inspeccionar la m¨¢scara y determinar cu¨¢l es el mejor m¨¦todo para que luzca con todo su esplendor. Sobre todo, teniendo en cuenta que no es la primera vez que la perilla se desprende. En 1941 ya sufri¨® un lance similar, aunque la restauraci¨®n fue m¨¢s exitosa.
Al margen de los percances que la m¨¢scara dorada ha sufrido desde que en 1922 Howard Carter descubri¨® la tumba de Tutankam¨®n y sac¨® a la luz los 5.000 objetos que compon¨ªan su tesoro mortuorio, de lo que se trata es de seguir los protocolos para evitar barbaridades de este calibre en el Museo Egipcio, ubicado en el coraz¨®n de El Cairo.
La galer¨ªa muestra a los visitantes m¨¢s de 100.000 piezas, a menudo expuestas de forma tan abigarrada y ca¨®tica que no es f¨¢cil apreciarlas. En marcha est¨¢ la inauguraci¨®n de un nuevo recinto que permitir¨¢ descongestionar las instalaciones. Esperemos que la mudanza no da?e nuevamente a su m¨¢s ilustre inquilino.
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