Nicaragua, ?abierta en canal?

Un inmenso movimiento de lodos, la expulsi¨®n de millares de campesinos de sus tierras, el agua para beber afectada, los h¨¢bitat de al menos 22 especies vulnerables amenazados. El Canal de Nicaragua dejar¨¢ impactos a¨²n m¨¢s profundos que la zanja fara¨®nica prevista para hacerlo realidad. Y todo para lograr el paso de grandes buques, algo tan peligroso como innecesario. Las poblaciones locales se han movilizado en contra, pero la respuesta est¨¢ resultando muy dura. Piden desde all¨ª que se d¨¦ a conocer la amenaza de partir un pa¨ªs en dos.

El gobierno de Nicaragua inici¨® a finales de diciembre de 2014 la construcci¨®n del llamado Canal Interoce¨¢nico, una obra fara¨®nica pensada para permitir la navegaci¨®n de grandes embarcaciones de transporte entre el Atl¨¢ntico y el Pac¨ªfico. La obra, que cuenta con inversores chinos detr¨¢s, se ha planteado como un desaf¨ªo de las econom¨ªas emergentes al imperialismo estadounidense, representado por el Canal de Panam¨¢ y su proyecto de ampliaci¨®n. Pero no existe ning¨²n reto en realidad. Las grandes navieras y el capital financiero de EE UU no se ven amenazados por este proyecto y de hecho no se han manifestado en contra. Es m¨¢s, est¨¢n amparando otros proyectos similares de transporte ferroviario entre ambos oc¨¦anos en Guatemala y M¨¦xico, lo que supondr¨¢ una feroz competencia. Esa es otra de las incertidumbres del Canal Interoce¨¢nico, su viabilidad econ¨®mica.

Frente a esa incertidumbre hay ya grandes certezas: los impactos que el canal dejar¨¢ en la tierra y en la sociedad nicarag¨¹ense. Empezando por lo m¨¢s grave, el proyecto acentuar¨¢ el riesgo de cat¨¢strofes naturales, pues se construye en una zona de alto riesgo s¨ªsmico, partiendo en dos el arco volc¨¢nico centroamericano y pasando al lado de varios volcanes activos.

Una enorme excavaci¨®n a lo largo de 278 kil¨®metros atravesar¨¢ importantes ¨¢reas de selva virgen y la mayor reserva de agua potable en Centroam¨¦rica, el lago Nicaragua o Cocibolca. Da?ar¨ªa miles de kil¨®metros cuadrados de bosque, costa y humedales que incluyen el sistema de humedales de San Miguelito (incluido en la Convenci¨®n Ramsar), la Reserva Natural Cerro Silva o la Reserva de la Biosfera de R¨ªo San Juan, por citar algunos.

La obra afectar¨ªa a los h¨¢bitat de al menos 22 especies vulnerables y en peligro de extinci¨®n, de acuerdo con la Lista Roja de la UICN, incluyendo tapires, jaguares, tortugas marinas, corales y otras especies; as¨ª como algunos de los escas¨ªsimos manglares v¨ªrgenes, arrecifes de coral, bosques secos y bosques h¨²medos que a¨²n perduran en Centroam¨¦rica. El Corredor Biol¨®gico Mesoamericano ser¨¢ partido en dos, y el canal y su infraestructura crear¨¢n una barrera descomunal de dispersi¨®n para plantas y animales.

El canal tambi¨¦n causar¨¢ fort¨ªsimos da?os a la calidad del agua y su distribuci¨®n, todo ello en un pa¨ªs con problemas de escasez h¨ªdrica. Los impactos combinados del proceso de construcci¨®n del canal y de los derrames accidentales de petr¨®leo de buques oce¨¢nicos que utilizasen la ruta podr¨ªan impedir el uso del agua del lago para beber, la pesca, el riego o el turismo. S¨®lo en el Lago Cocibolca habr¨ªa que realizar una zanja de 520 metros de ancho por 30 metros de profundidad, lo que obligar¨¢ a mover 1.300 millones de toneladas de sedimentos y materiales del fondo del lago

Millares de campesinos se ver¨¢n expulsados de sus tierras de cultivo y numerosas poblaciones locales, tanto campesinas como comunidades ind¨ªgenas, se ver¨¢n obligadas a desplazarse por la construcci¨®n del Canal. Y eso a pesar de que la propia Constituci¨®n de Nicaragua reconoce y garantiza la inalienabilidad de las tierras de ind¨ªgenas y afrodescendientes, que no pueden ser vendidas, donadas ni arrendadas.

Parce que poco importa la Constituci¨®n si ya se ha entregado la soberan¨ªa nacional nicarag¨¹ense a un conglomerado financiero internacional: el gobierno ha concedido al concesionario chino total discrecionalidad para ¡°negociar¡± la adquisici¨®n de propiedades tanto en el canal propiamente dicho como en los subproyectos que no est¨¢n en la ruta canalera.

Una vez m¨¢s se invoca un ¡°desarrollo¡± amparado en megaproyectos que finalmente solo atienden a los intereses de las grandes corporaciones aliadas al poder pol¨ªtico local. Est¨¢ demostrado que el verdadero desarrollo, el ¨²nico posible, es el que se vincula con las caracter¨ªsticas ecol¨®gicas, sociales y culturales de los pueblos. Aun as¨ª, e incluso en t¨¦rminos puramente ingenieriles, la obra propuesta para el canal no respeta ni las m¨¢s elementales buenas pr¨¢cticas internacionales sobre megaproyectos, como constat¨® una conferencia organizada por la Academia de la Ciencia de Nicaragua en noviembre de 2014 que cont¨® con la participaci¨®n de 15 expertos internacionales.

Francisco Segura es miembro del equipo de coordinaci¨®n de Ecologistas en Acci¨®n.