El tesoro de lo que no sirve para nada
Todos tenemos aficiones que a veces consideramos caprichos a los que podemos renunciar. Pero en esas cosas ¡®in¨²tiles¡¯ se oculta el secreto de una vida m¨¢s rica.
Fue en Stanford, en 2005. Steve Jobs pronunci¨® un discurso que una d¨¦cada despu¨¦s est¨¢ considerado como un cl¨¢sico del desarrollo personal. Un peque?o manual de filosof¨ªa pr¨¢ctica donde en apenas 15 minutos habla del amor, los sue?os, la p¨¦rdida, la muerte o la importancia de mantener el inconformismo. El discurso empieza se?alando la importancia de unir los puntos, del tesoro oculto que existe en todas aquellas cosas que aparentemente no sirven para nada. Jobs nos confiesa c¨®mo esas cosas insignificantes transformaron su vida y, en cierta medida, la de la inform¨¢tica. Cuando dej¨® la universidad decidi¨® asistir a un curso de caligraf¨ªa. No ten¨ªa ninguna raz¨®n para ello; simplemente le atra¨ªa la idea, la encontraba interesante y sutilmente bella, explic¨®. Entonces no pens¨® que esa decisi¨®n tuviera la menor incidencia en su vida. Pero a?os m¨¢s tarde, cuando dise?¨® el primer ordenador, todo lo que hab¨ªa aprendido entonces le permiti¨® revolucionar el aspecto de los ordenadores. Como ¨¦l mismo se?al¨®: ¡°Si nunca me hubiera dejado caer por aquel curso en la universidad, el Mac jam¨¢s habr¨ªa tenido m¨²ltiples tipograf¨ªas ni caracteres con espaciado proporcional¡±.
¡°Haz las cosas peque?as con gran amor¡±
Madre Teresa de Calcuta
Acabamos de narrar una experiencia particular de unir los puntos. Pero no es la ¨²nica; cada uno puede encontrar la suya. Hay ejemplos ilustres. Desde Mick Jagger y sus estudios de finanzas, que ayudaron a los Rolling Stones a consolidar y rentabilizar la carrera m¨¢s exitosa de la historia del rock, hasta las artes marciales que sirven a Zlatan Ibrahimovic para marcar goles imposibles usando t¨¦cnicas de k¨¢rate. Pero tambi¨¦n podemos encontrar casos an¨®nimos de transformaci¨®n, ya sea el de una persona que combina su pasi¨®n por los cuentos infantiles con el marketing y se convierte en un experto de la narraci¨®n, o quien emplea todo lo aprendido en las clases de baile de sal¨®n para negociar con sus proveedores. Da igual cu¨¢les: cada uno tiene sus puntos. Lo importante es combinar y unirlos en nuestro d¨ªa a d¨ªa para tener una vida m¨¢s rica, m¨¢gica y sorprendente.
Principios que ayudan a unir los puntos
Por distantes que parezcan dos puntos, estos se pueden unir. Lo realmente importante es tener varios de ellos. Cuantos m¨¢s poseamos, m¨¢s posibilidades de uni¨®n habr¨¢. Y quien piense que no tiene intereses especiales en su vida puede empezar por estos tres principios:
- Reconectar con nuestros intereses pasados. Si somos sinceros con nosotros mismos, encontraremos en nuestro interior motivaciones que hemos ido arrinconando con el devenir de los d¨ªas. Las rutinas y la espiral de las obligaciones diarias hacen que aparquemos esos pasatiempos que aparentemente no sirven para nada. Tal vez sean tocar la guitarra, pintar o montar maquetas de aviones. Es importante reconectar con las aficiones que, como los primeros amores, nos provocan una sensaci¨®n especial cuando las recordamos. Volvamos a ellas y seguro que, pase lo que pase, nos producir¨¢n una experiencia enriquecedora.
- Interesarnos por las aficiones de los dem¨¢s es una buena manera de incorporar nuevos puntos en nuestras vidas; intereses que tal vez no hubi¨¦semos descubierto por nosotros mismos. Adem¨¢s, cuando nos mantenemos abiertos a los hobbies ajenos y escuchamos con atenci¨®n a la gente de nuestro alrededor, mejoran nuestras relaciones y se produce el milagro del enriquecimiento mutuo.
- Hacer sin pensar. Una vez hemos reconectado con nuestra afici¨®n y hemos adoptado una actitud de inter¨¦s hacia la gente a nuestro alrededor, llega el momento m¨¢s complicado: actuar. Debemos hacerlo sin pensar demasiado en si esto me servir¨¢ para esto o para aquello. Sin pensar si estamos o no perdiendo el tiempo. Porque si nos lo pensamos demasiado, no lo haremos. Y si no lo hacemos, seguro que nos estaremos perdiendo algo.
Debemos trabajar nuestras aficiones con pasi¨®n, amor e inter¨¦s mientras dure lo que estamos haciendo. Volvamos una vez m¨¢s al discurso de Steve Jobs. ¡°No puedes conectar los puntos hacia delante, solo puedes hacerlo hacia atr¨¢s. As¨ª que tienes que confiar en que estos se conectar¨¢n alguna vez en el futuro. Tienes que confiar en algo: tu instinto, el destino, la vida, el karma, lo que sea¡±, afirm¨® entonces.
Ocio en 3D
El tiempo es el principal inconveniente con el que nos topamos para llenar nuestra vida de puntos para unir. Todos tenemos esa frustrante sensaci¨®n de que las horas se nos escapan, los d¨ªas se diluyen y, cuando queremos darnos cuenta, han pasado varias semanas sin haber hecho lo que nos hab¨ªamos propuesto. A pesar de vivir, supuestamente, inmersos en la cultura del ocio. Y justo ah¨ª est¨¢ la clave. Cada vez son m¨¢s las voces que nos alertan de que no todo el ocio es igual y que no todo es igual de beneficioso. Podemos diferenciar dos grandes grupos:
Ocio pasivo. Es el tipo de entretenimiento del que recibimos los est¨ªmulos, pero con el que no interactuamos de forma activa. El m¨¢s claro ejemplo es la televisi¨®n, aunque hoy d¨ªa podemos compararlo con visionar v¨ªdeos en YouTube, observar las vidas de los dem¨¢s en Facebook o consumir titulares de pocos caracteres en Twitter, como si comi¨¦semos una bolsa de patatas fritas. El ocio pasivo nos deja, como esa bolsa de patatas, eternamente insatisfechos y con la sensaci¨®n de haber perdido el tiempo. Este tipo de entretenimiento es un desag¨¹e por el que se nos escapa el tiempo. Seg¨²n diversos estudios, el tiempo que dedicamos al ocio pasivo no para de incrementar en nuestro entorno. Es un tipo de afici¨®n que no solamente nos aleja de llenar nuestra vida de puntos interesantes, sino que se ha convertido en la principal causa del sedentarismo, una de las grandes epidemias que acechan a nuestra sociedad.
El sabio uso del ocio es un producto de la ?civilizaci¨®n y de la educaci¨®n¡±
Bertrand Russell
Ocio activo. Cuando practicamos este tipo de entretenimiento, nos convertimos en receptores y emisores de est¨ªmulos positivos. Formamos parte de la propia acci¨®n. Antes habl¨¢bamos de tocar la guitarra, pintar o hacer maquetas. Pero estos puntos pueden incluir tambi¨¦n estudiar algo que siempre nos interes¨® o caminar por el monte. En definitiva, todo aquello que implique mantenernos vivos y conectados con nosotros mismos.
Este tipo de ocio existe en tres dimensiones y consigue, a su vez, que avancemos en nuestro desarrollo personal:
- Descanso. Porque lo practicamos en nuestro tiempo libre y nos permite desconectar de las obligaciones de la rutina.
- Diversi¨®n. Como es una actividad escogida, nos entretiene, nos interesa y nos produce placer. Si no es as¨ª, es que algo no estamos haciendo bien, o no es la actividad que necesitamos.
- Desarrollo. El ocio activo, adem¨¢s, permite que progresemos como personas, as¨ª como cultivar otro tipo de relaciones sociales. Estas, a su vez, enriquecer¨¢n y nos producir¨¢n esa sensaci¨®n de descanso que provoca el hecho de desconectar de la rutina.
El c¨ªrculo virtuoso de las 3D del ocio activo nos permitir¨¢ llenar de puntos nuestra vida. Si conseguimos minimizar los momentos de descanso pasivo, descubriremos que contamos con m¨¢s tiempo con el que llenar nuestra vida de cosas interesantes, renunciando a las inercias del entretenimiento inm¨®vil. Figur¨¦monos que somos un huerto. Tenemos que cultivarnos, cuidarnos y mimarnos. Adem¨¢s, debemos procurar no ser una plantaci¨®n solamente de tomates, sino de muchas y muy variadas hortalizas. De esta manera, nuestros platos ser¨¢n m¨¢s ricos, m¨¢s variados, m¨¢s interesantes y tendr¨¢n m¨¢s matices. Y todo empieza con una semilla peque?a, con esos puntos que debemos unir en nuestra vida. Lo m¨¢gico es que podemos empezar a cultivar a partir de ahora mismo.
Para saber m¨¢s
Canci¨®n
'Aquellas peque?as cosas'
Joan Manuel Serrat
Libros
'Steve Jobs: La biograf¨ªa'
Walter Isaacson?(Debolsillo)
Una de las figuras m¨¢s geniales e inspiradoras de los ¨²ltimos tiempos.
'Amor en min¨²scula'
Francesc Miralles?(Editorial Vergara)
Un canto a las peque?as aficiones y detalles que hacen grande nuestra vida.
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