Comer sin sufrir
Ingerir alimentos de forma compulsiva puede enmascarar frustraci¨®n, rabia o tristeza Si es de las personas angustiadas con la comida y las dietas, siga algunos consejos para volver a disfrutar de la comida de forma relajada y en armon¨ªa
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¡°Tengo una terrible angustia que me lleva a comer de forma compulsiva. Me siento nerviosa, estoy frustrada en mi trabajo, llego a casa y todo son problemas: los ni?os y sus deberes, mi marido llega tarde porque est¨¢ hasta arriba, no consigo seguir una dieta y estar motivada para perder peso, y me siento culpable cada vez que me salto el r¨¦gimen. La ansiedad la calmo atracando el frigor¨ªfico. Pico sin ganas y me acabo las sobras de los ni?os de la cena. Me encantar¨ªa poder comer en paz, disfrutar de la comida en lugar de engullirla y saber parar cuando no tengo apetito. Quiero perder peso, pero estoy metida en un bucle que no me deja vivir¡±.
Comer de forma compulsiva puede ser un comportamiento sustitutivo. No siempre se realiza por el propio placer de comer, sino que se lleva a cabo para enmascarar emociones como la frustraci¨®n, la rabia, la tristeza o la ansiedad provocadas por el estilo de vida, las circunstancias de cada uno o la forma de interpretar el entorno que est¨¢ viviendo.
Comer puede ser, adem¨¢s de una conducta vital para la supervivencia, un placer. No solo el acto en s¨ª, sino toda la parafernalia que conlleva: el arte de cocinar, compartir una velada con alguien, la sobremesa y sus temas de debate. Pero tambi¨¦n puede convertirse en el enemigo; la nevera, el rival al que hay que derrotar; un c¨¢lculo matem¨¢tico contando calor¨ªas, el desencadenante del sentimiento de culpabilidad por tomar lo prohibido y una verdadera lucha contra usted mismo.
No hay amor m¨¢s sincero que el amor a la comida¡± George Bernard Shaw
?Por qu¨¦ la ansiedad o la tristeza llevan a comer alimentos cal¨®ricos, ricos en grasas e hidratos de carbono? Son muchos los estudios que demuestran que alimentos como el chocolate reducen el hambre, elevan el estado de ¨¢nimo y provocan un aumento de la activaci¨®n. El consumo de carbohidratos lleva a estados de bienestar y tranquilidad, y el az¨²car influye en la liberaci¨®n de serotonina y de endorfinas. Pero no es oro todo lo que reluce, porque un art¨ªculo de la British Journal of Clinical Psychology afirm¨® que aunque el chocolate proporciona placer, este es de corta duraci¨®n y va acompa?ado de sentimientos de culpa para aquellos que consideran que no lo deben tomar.
Serotonina y endorfinas desempe?an un papel fundamental en la regulaci¨®n del bienestar. Las personas a las que su trabajo no les llena, que se sienten solas, que se atan a dietas imposibles de seguir o que viven otras situaciones frustrantes terminan por buscar consuelo en la comida en lugar de soluciones al problema de origen. Ahogar las penas abriendo la puerta de la nevera, mantener una lucha interna entre ¡°quiero comerlo, pero no debo¡±, solo le lleva a parchear las emociones. Si realmente fuera eficaz, recuperar¨ªa su sonrisa y su tranquilidad. Pero lo cierto es que al rato se vuelve a estar tan triste y ansioso como antes de comer lo que no era una elecci¨®n, sino un impulso por saciar su ansiedad.
Dios ha hecho los alimentos, y el diablo, la sal y las salsas¡± James Joyce
La relaci¨®n entre emociones y alimentaci¨®n es bidireccional. Lo que se ingiere provoca cambios en la conducta: la cafe¨ªna del caf¨¦ excita y despierta, el az¨²car y la glucosa dan energ¨ªa y el consumo de alcohol desinhibe. Los estados de humor afectan tambi¨¦n a los h¨¢bitos de alimentaci¨®n. Una vida equilibrada favorece conductas saludables. Si alguien practica deporte, descansa de forma apropiada, disfruta con su trabajo, aprovecha su tiempo libre, dispone de tiempo para comer de forma pausada y cocinar sano, tender¨¢ a alimentarse mejor. Una persona que se esfuerza por hacer ejercicio tambi¨¦n se esforzar¨¢ eligiendo alimentos saludables.
Para saber m¨¢s
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LIBRO
¡®Comer sin miedo¡¯
J. M. Mulet
(Destino)
PEL?CULAS
Para disfrutar de la
conducta de comer
¡®Deliciosa Marta¡¯
Sandra Nettelbeck.
¡®Julie y Julia¡¯
Nora Ephron
Otra de las variables que llevan a angustiarse con la comida es la necesidad absurda de responder a un canon de belleza que se relaciona con lo perfecto. Perder peso de forma sana, como aconsejan los nutricionistas y dietistas, es m¨¢s de sentido com¨²n que de experimentos privativos que luego generan un efecto rebote y modifican su humor.
Vivir en paz para comer con tranquilidad. Si es de las personas angustiadas con las dietas y el peso y desea disfrutar de comer y hacerlo de forma relajada y con armon¨ªa, puede seguir los siguientes consejos:
Tenga paciencia y consiga un ritmo en el que todo fluya. Perder peso no es algo de hoy para ma?ana. Cuanto m¨¢s exigente sea con su objetivo, mayor ser¨¢ la presi¨®n. Sea sensato, es mejor un objetivo a largo plazo, que le permita compaginar su vida con las relaciones personales y el trabajo.
No se trata de todo o nada. Lo que se quiere conseguir de forma inmediata puede generar un efecto rebote. No haga tonter¨ªas con la dieta. Consulte con un profesional que le aconseje. No hay milagros en la p¨¦rdida de peso.
No abuse del autocontrol. La investigaci¨®n sobre la fuerza de voluntad y el autocontrol asegura que tener capacidad para decir no y decidir lo correcto es un factor de ¨¦xito. Pero si tensa la cuerda y no se permite de vez en cuando un margen de error, igual le llevar¨¢ a un fracaso mayor.
Planif¨ªquese. Si no quiere comer lo que no est¨¢ en sus planes, tenga la despensa llena de lo que s¨ª est¨¢ en ellos. P¨®ngaselo f¨¢cil. Es muy dif¨ªcil tener hambre y no saber qu¨¦ comer porque le falten los alimentos permitidos. No compre en el supermercado cuando tenga hambre.
Visualice d¨®nde quiere llegar y c¨®mo ser¨¢ su vida cuando consiga el objetivo. Imagine el tipo de ropa que se podr¨¢ poner o lo c¨®modo que se sentir¨¢ al caminar. Podr¨¢ empezar a practicar deportes que ahora le cuestan o dejar¨¢ de tener dolores en articulaciones y complicaciones debidas al sobrepeso.
Sea flexible con usted mismo. No tiene que ser perfecto, exigirse mucho y no permitirse un margen de error elevar¨¢ su nivel de ansiedad e insatisfacci¨®n. De vez en cuando, y de forma planificada, decida en qu¨¦ va a transgredir la dieta: una comida con amigos, un tapeo el viernes por la noche o una celebraci¨®n. Eso s¨ª, no utilice el ¡°capricho¡± para comer sin control tirando de la m¨ªtica frase ¡°ma?ana empiezo otra vez¡±.
Busque argumentos. Las personas no tienden a empatizar con quien est¨¢ siendo capaz de controlar una situaci¨®n a base de sacrificio y renuncias. En muchos casos, su ¨¦xito es el fracaso de otros. Habr¨¢ mucha gente que le incite a romperlo, porque fracasar en la dieta y caer en lo que no debe le convierte en ¡°uno de los nuestros¡±. Utilice la t¨¦cnica del disco rayado. Consiste en repetir una y otra vez, con el mismo tono de voz, la misma frase: ¡°Gracias, prefiero seguir la dieta¡±. No entre en justificarse, ni trate de convencerles. Cuando se den cuenta de que tiene las ideas claras y que no es d¨¦bil, abandonar¨¢n la provocaci¨®n.
Disfrute de la comida. Busque tiempo para comer tranquilo, aunque sea media hora. Prepare una ensalada atractiva. La comida nos atrae no solo por el gusto, sino tambi¨¦n por la vista.
Retrase, no proh¨ªba. Cuando sienta la necesidad imperiosa de lanzarse al dulce, no se martirice con un debate interno entre ¡°venga, hombre, si no es nada¡± y ¡°d¨®nde vas con lo que llevas ya conseguido, ?ni se te ocurra!¡±. Trate solo de retrasar el deseo en lugar de prohibirse el capricho. Lo prohibido es muy atractivo, mientras que retrasar el impulso har¨¢ que coja distancia con ¨¦l y decida m¨¢s tarde si de verdad le sigue apeteciendo o solo fue un deseo moment¨¢neo. Calme durante esta espera su ansiedad con un t¨¦, una fruta y realice alguna conducta que le relaje.
Practique el buen humor y haga cosas que le plazcan. Disfrute de la vida. No todo es perder peso. Haga deporte, salga con amigos, lea y busque el placer en nuevos hobbies. Si su estado de ¨¢nimo es positivo, no necesitar¨¢ acudir a la comida para sentirse mejor.
A veces no son los kilos los que pesan, sino la mochila llena de frustraciones, obligaciones, estar sometido al qu¨¦ dir¨¢n o ser un actor de reparto en la pel¨ªcula de la vida de cada uno. Antes de empezar a tachar alimentos de la lista, elimine lo que le aprieta en su vida P
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