El ¨¦xito de un coraz¨®n roto
Sam Smith logra, a sus 22 a?os, cuatro premios Grammy con su primer disco
El nuevo rey de los Grammy responde al sencillo nombre de Sam Smith, un londinense de 22 a?os casi desconocido para el gran p¨²blico hasta que en la velada del domingo se llev¨® cuatro de los premios gordos, incluidos los codiciados a la mejor grabaci¨®n y a la mejor canci¨®n del a?o. Y all¨ª mismo, encaramado al podio del que acababa de desbancar a grandes estrellas de la m¨²sica, lanz¨® una misiva al hombre que inspirara el disco de su fortuna: ¡°Gracias por romperme el coraz¨®n, ahora tengo estos premios¡±. La candidez de la nueva voz del soul blanco se meti¨® inmediatamente al personal en el bolsillo.
Otros premiados
Beck dio la sorpresa al llevarse el Grammy al mejor disco por Morning Phase.
Con sus nuevos tres Grammys, Beyonc¨¦ ya lleva ganados un total de 20 a lo largo de su carrera. Pharrell Williams tambi¨¦n oy¨® su nombre tres veces.
Rosanne Cash, hija de Johnny Cash, con tres galardones y Eminem, con dos, otros de los triunfadores.
Iggy Azalea, que part¨ªa con cuatro nominaciones, se fue con las manos vac¨ªas.
El ¨¢lbum que ha encumbrado al joven cantante y compositor, In the lonely hour, se tradujo en un fen¨®meno desde el momento de su lanzamiento al mercado, el pasado mayo. Otra cosa es que la personalidad de su int¨¦rprete consiguiera un m¨ªnimo de proyecci¨®n. ¡°?Qui¨¦n es Sam Smith?¡±, es la pregunta que los medios intentan saciar a ra¨ªz del campanazo de los Grammy. De ¨¦l se ha dicho que es la versi¨®n masculina de Adele, otra brit¨¢nica que de la noche a la ma?ana pas¨® de la nada al ¨¦xito y que tambi¨¦n tiene en la voz su principal arma. No es cierto, sin embargo, que ambos compartan unos or¨ªgenes humildes, aseveraci¨®n nunca desmentida por el aparato publicitario que rodea a Smith, aunque s¨ª matizada por el propio interesado: ni una infancia de privaciones ni tampoco cuchara de plata, la respuesta es algo m¨¢s compleja.
Nacido en Londres y criado en el universo privilegiado de la campi?a de Cambridgeshire, el peque?o Sam ya cantaba a los 8 a?os en las fiestas que organizaban sus progenitores. Pronto le organizaron lecciones privadas de canto, una ¨¦poca de la que Smith recuerda su pasi¨®n por los temas de Frank Sinatra, y a los 13 a?os le buscaron un representante. Esa pl¨¢cida existencia se trunc¨® despu¨¦s de que su madre, agente de Bolsa, se querellara contra una firma de la City que la acus¨® de emplear parte de su jornada laboral en gestionar la incipiente carrera musical del hijo. El caso lleg¨® a los titulares de la prensa cuando Smith contaba 16 a?os y supuso la ruina econ¨®mica para la familia. Dos a?os m¨¢s tarde, y carente de medios, se decidi¨® a probar suerte en la escena de Londres, sobreviviendo a base de trabajar en un bar donde limpiaba los lavabos.
Smith segu¨ªa componiendo en su tiempo libre, y el fortuito encuentro con quien acab¨® convirti¨¦ndose en su representante, Elvin Smith, finalmente le procur¨® los resortes para hacerse un hueco en la industria. El ¨¦xito razonable de singles en los que cantaba temas de otros dio pie a la grabaci¨®n de su primer ¨¢lbum, cuyo corte estrella, Stay with me, interpret¨® meses m¨¢s tarde en la MTV flanqueado por Katy Perry y Miley Cyrus. Se codea ahora de t¨² a t¨² con nombres de ese calibre, pero lo incipiente de su fama no le frena a la hora de expresarse con abierta franqueza.
Nunca sali¨® del armario, ha dicho, porque en realidad nunca estuvo dentro y esa fue la fuente de su desdicha: se enamor¨® de un hombre heterosexual y el consiguiente rechazo le aboc¨® a escribir su ya famos¨ªsimo ¨¢lbum. La noche de los Grammy se sinti¨® inmensamente feliz, aunque no tanto como aquel d¨ªa en que visit¨® a Beyonc¨¦ en su camerino y la reina del R&B elogi¨® su ¡°voz de mantequilla¡±. Un tiempo despu¨¦s son casi colegas.
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