La reina del cannabis de Beverly Hills
Cheryl Shuman gestiona un fondo de 106 millones para invertir en negocios de marihuana y preside un club con 1.700 miembros, entre ellos, la ¨¦lite del espect¨¢culo
A los 24 a?os, Cheryl Shuman hab¨ªa salido de la pobreza, se hab¨ªa hecho millonaria vendiendo cupones descuento en Los ?ngeles, se hab¨ªa arruinado otra vez, y malviv¨ªa en su coche. Encontr¨® trabajo en una ¨®ptica de Encino, al norte de la ciudad, por cuatro euros la hora. ¡°Un d¨ªa, las otras chicas estaban fuera fumando y yo estaba sola en la tienda. Y entonces entr¨® Michael Jackson¡±. Era la ¨¦poca de Thriller, a principios de los ochenta. Iba disfrazado para que no lo reconocieran, lo pasaba mal por la calle, cuenta Shuman.
¡°Entonces le dije que si quer¨ªa pod¨ªa atenderle a domicilio¡±. A Jackson le encant¨® la idea de no tener que salir de su casa. Cuando fue a su mansi¨®n, Shuman le adapt¨® unas gafas con medios precarios. ¡°Me dijo, ?puedo recomendarte a gente?". Me ayud¨® a comprar un equipo y me mand¨® a George Lucas, John Landis, Quincy Jones, Paula Abdul, su hermana¡ En 30 d¨ªas hab¨ªa ganado 14.000 d¨®lares (12.500 euros), me hab¨ªa puesto de nuevo en pie y le dije a mi jefe que lo dejaba¡±.
Dicen que Los ?ngeles, capital mundial del show business, es una ciudad que se pone a tus pies si tienes una buena historia que contar. La de Cheryl Shuman es de las mejores. Empresaria, madre soltera, arruinada, tres veces millonaria, superviviente de c¨¢ncer y, en los ¨²ltimos a?os, reina de la distribuci¨®n de marihuana entre la ¨¦lite del espect¨¢culo. Shuman se ha hecho famosa como presidenta del Beverly Hills Cannabis Club y tiene una misi¨®n: ¡°Conseguir que consumir marihuana sea tan normal como tomar vino con la comida¡±.
El encuentro con EL PA?S se produce por la noche en el legendario bar Rainbow del Sunset Strip, la zona oeste de Sunset Boulevard en la que varias generaciones de m¨²sicos y estrellas han protagonizado todo tipo de excesos para alimentar su leyenda, algunos hasta el punto de morir en esta calle. Shuman hab¨ªa citado ese d¨ªa a mujeres que quieren empezar negocios relacionados con la marihuana, para hacer una sesi¨®n de networking y darles una charla motivacional sobre sus propios logros. ¡°Empez¨® como una convocatoria para 15 personas y se han presentado 40¡±, dec¨ªa mientras intentaba organizar las mesas.
¡°Este es un programa de patrocinio para ayudar a la gente a meterse en la industria¡±, explicaba Shuman. Una por una, las participantes se iban presentando. ¡°Hola, soy Kim, soy interiorista. Estoy harta de dispensarios de marihuana oscuros, quiero conocer gente y entrar en la industria¡±. Otra: ¡°Hola, soy fot¨®grafa y estoy lanzando el primer sitio de fotograf¨ªa y v¨ªdeo especializado en marihuana¡±. Una tercera dec¨ªa que era m¨¦dico y que en realidad la marihuana no le importaba mucho: ¡°Estoy aqu¨ª para hacer dinero¡±. Una empresaria amiga suya, ense?aba su ¨²ltimo producto, caramelos para perros con marihuana. ¡°Es para perros nerviosos¡±, dice.
Shuman encuentra tiempo para seguir contando la historia que la ha tra¨ªdo hasta aqu¨ª. A mediados de los noventa, lo que empez¨® con unas gafas para Michael Jackson era una empresa valorada en 20 millones de euros llamada Starry Eyes. Shuman no solo hac¨ªa las gafas de sol para estrellas como George Clooney o Tom Cruise, sino que prove¨ªa a productores, directores y directores art¨ªsticos para las pel¨ªculas. Antes, ten¨ªan que comprar gafas a bulto y probarlas. Ella empez¨® a llevar muestrarios a domicilio. ¡°Hice todas las pel¨ªculas de gafas, desde Terminator 2 hasta Misi¨®n Imposible¡±. De ah¨ª, sus contactos con las estrellas.
Su acercamiento con la marihuana llega en 1996, tras una tormentosa relaci¨®n sentimental. Bordeando un estado depresivo, su psic¨®logo un buen d¨ªa le dijo que se hiciera un porro. ¡°Pens¨¦ que estaba en una c¨¢mara oculta¡±. Ese a?o se aprob¨® el uso m¨¦dico de la marihuana en California. Shuman mont¨® una granja de marihuana en el norte del Estado y empez¨® a vend¨¦rsela a su lista de contactos profesionales, las estrellas, y con el m¨¦todo que sab¨ªa que funcionaba, a domicilio. ¡°Yo hab¨ªa trabajado con Cameron Diaz, Drew Barrymore, Justin Timberlake, Paul McCartney. A toda esa gente le encanta la marihuana¡±.
Hoy el Beverly Hills Cannabis Club lo componen 1.700 miembros, de los cuales ¡°unos cien¡± son la verdadera ¨¦lite del espect¨¢culo, los productores y directores m¨¢s importantes. En el club pueden comprar a domicilio ¡°el mejor cannabis del mundo, todo natural y org¨¢nico¡±, a 620 euros la onza (28,3 gramos).
En 2006, le diagnosticaron un c¨¢ncer que la dej¨® postrada en un hospital. Empez¨® a tratarse con cannabis a trav¨¦s de un amigo. Afirma que en 60 d¨ªas pas¨® de estar pr¨¢cticamente en estado vegetativo a ir al ba?o sola por primera vez. Est¨¢ convencida de que el CBD, un principio activo medicinal del cannabis, la cur¨® y que puede revertir tumores. Se trata de una de esas experiencias al borde de la muerte que cambia la vida de una persona y se convierte en su obsesi¨®n. Hay quien atribuye la recuperaci¨®n a Dios, y abraza la religi¨®n. Shuman se la atribuy¨® a la marihuana, y se abraz¨® a ella.
Al a?o siguiente, Shuman decidi¨® ¡°salir del armario¡± y dar toda la publicidad que pudiera a su empresa y a s¨ª misma. Tiene una presencia constante en medios estadounidenses para promocionar el cannabis y sus beneficios medicinales, especialmente para pacientes de c¨¢ncer. ¡°Trabajo con madres que tienen ni?os que se est¨¢n muriendo de enfermedades y luchan por salvarlos, les animo a que pongan jardines de marihuana en sus casas¡±. Est¨¢ convencida de que es cuesti¨®n de tiempo la legalizaci¨®n total. ¡°Es el nuevo alcohol¡±. Sus empresas hacen consultor¨ªa, asesor¨ªa de imagen, marketing, branding, publicidad. Afirma que gestiona un fondo de inversi¨®n de 106 millones de euros para invertir en negocios de marihuana. Conseguir su legalizaci¨®n, y cobrar por ayudar a colocarse en un buen sitio para cuando eso suceda, es su trabajo.
La marihuana es completamente legal en Colorado, Alaska, Washington y Oreg¨®n. En California es de uso com¨²n, pero hay que hacer el parip¨¦ de buscar una receta m¨¦dica para justificar su uso terap¨¦utico. Sin embargo, es ilegal a nivel federal. Por tanto, hay base legal para cerrar cualquier negocio de marihuana, en cualquier momento. Esto se utiliza para evitar que la marihuana sea demasiado normal, especialmente cuando un negocio adquiere notoriedad medi¨¢tica. ¡°Me podr¨ªan arrestar y mandarme a la c¨¢rcel para dar ejemplo en cualquier momento¡±, dice Shuman. ¡°Cuando me voy a la cama, tengo esa visi¨®n de gente entrando por la puerta con un AK47 y gritando: ?Al suelo!¡±.
Cheryl Shuman cumplir¨¢ 55 a?os el mes que viene. Creci¨® en una granja de tabaco en Buena Vista, Ohio, en la regi¨®n de los Apalaches, uno de los condados m¨¢s pobres de Estados Unidos. ¡°Fui una ni?a trabajadora¡±, relata, ¡°no tuve agua corriente hasta los 14 a?os¡±. Tiene dos hijas, de 34 y 27 a?os. La mayor trabaja con ella y la m¨¢s joven, en la industria del cine.
Su objetivo en los pr¨®ximos a?os es ¡°ser la Martha Stewart de la marihuana y montar la mayor compa?¨ªa de medios¡± del sector. Va a hacer una revista que se llamar¨¢ Cannalebrity, una fusi¨®n de las palabras cannabis y celebrity cuya tem¨¢tica es evidente. ¡°Vengo de la nada y tengo una vida de jet set. Todo lo que tengo me lo he ganado. Pero al final del d¨ªa, ?qu¨¦ sentido tiene tu vida? Yo quiero ser la que haga esto realidad, quiero ser la que lo lleve a la tierra prometida. Dejar un legado, ese es mi plan¡±.
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