Mira detr¨¢s de la puerta y... ver¨¢s el mundo real
Una exposici¨®n invita a seguir el rastro de productos de gran consumo en pa¨ªses ricos para descubrir su origen y consecuencias
Ba?o de mujeres. Un s¨ªmbolo lo indica en una puerta de contrachapado marr¨®n. Agarramos el pomo, lo giramos y al otro lado¡ un muro de ladrillos. Esta es la met¨¢fora de la situaci¨®n real de falta de oportunidades que sufre, cada d¨ªa, la mitad de la poblaci¨®n mundial. Millones de mujeres que cuando intentan progresar, cruzar el imaginario umbral que las separa del ¨¦xito, de su desarrollo, chocan contra una pared. No as¨ª los hombres que, al abrir su puerta, encuentran un urinario en perfectas condiciones. Esta representaci¨®n de la desigualdad de g¨¦nero es una de las obras que se exponen en la muestra Puertas: La vida que llevamos; el mundo que queremos inaugurada este martes en el espacio CentroCentro, en Madrid.
¡°La exposici¨®n propone una visita al mundo en que vivimos, tan complejo como es. Polarizado. En el que una parte de la poblaci¨®n vive en una espiral de consumo, mientras el 20% est¨¢ por debajo del umbral de pobreza extrema. En el que el 1% de los habitantes, 81 millones de personas, disponen de la misma renta que las 3.500 millones m¨¢s pobres¡±, ha detallado Pablo Mart¨ªnez-Os¨¦s, coordinador de la Plataforma 2015 y m¨¢s, organizadora de la muestra.
Para representar esa idea de un planeta complejo y polarizado, la exposici¨®n se divide en cuatro etapas, en las que puertas de todo tipo ¡ªde cristal, acorazada, una verja¡¡ª dan paso a una realidad distinta: la pobreza, el hambre, el consumismo, la explotaci¨®n. As¨ª el visitante conoce primero un mundo feliz, en el que no falta un filete de carne en la mesa, ropa en el armario, m¨®viles, televisi¨®n, un sof¨¢. Las comodidades propias de un hogar en un pa¨ªs desarrollado. Pero ese escenario tiene, pese al color blanco imperante, un lado oscuro, el que hay detr¨¢s de esos objetos. Es el mundo real. Ese en el que una persona trabaja en condiciones infrahumanas para coser las prendas que vestimos o donde una nevera llena es ¡°un crimen contra la humanidad¡± porque ¡°hay comida de sobra, pero no llega a quien la necesita¡±, como se lee en el cartel explicativo en la puerta de un frigor¨ªfico.
¡°Esta es una propuesta para entender los porqu¨¦s de las situaciones de injusticia. Tambi¨¦n es una llamada a la responsabilidad tanto individual como colectiva. Hay buenas pr¨¢cticas que no son falsos remedios, como decimos en una de las partes de la exposici¨®n. No son maquillaje, sino acciones que realmente est¨¢n cambiando las cosas¡±, ha a?adido Mart¨ªnez-Os¨¦s en referencia a los dos siguientes mundos de la exposici¨®n.
Gu¨ªa para entender la vida que llevamos y el mundo deseado
Los organizadores de 'Puertas' ponen a disposici¨®n de los visitantes, mediante solicitud previa, una persona especializada en temas relativos a la pobreza, la desigualdad, la cooperaci¨®n y el desarrollo, que ejercer¨¢ de gu¨ªa de la muestra que se extiende en 500 metros cuadrados en el CentroCentro de Cibeles, en Madrid. Ya hay 5.000 personas, seg¨²n sus datos, que han reservado este servicio.
Para los que prefieran ir por su cuenta, tambi¨¦n entregan una gu¨ªa did¨¢ctica impresa, en la que no solo se puede leer una explicaci¨®n de cada una de las obras que se puedan observar de los mundos y puertas en los que se divide la muestra. M¨¢s a¨²n, incluye 10 actividades pr¨¢cticas en torno a las diferentes materias tratadas en la muestra ¨Ccomercio internacional, seguridad alimentaria, medio ambiente¨C con la intenci¨®n de que sean realizadas por los escolares, ni?os y adolescentes, que realicen la visita. De momento, m¨¢s de 150 colegios de la periferia de Madrid han solicitado que sus alumnos hagan este recorrido por la realidad oculta (o lejana) detr¨¢s de objetos tan cotidianos para ellos como un m¨®vil o una sudadera.
¡°Esta es una muestra muy did¨¢ctica¡±, ha dicho Jos¨¦ Tono, director de Centrocentro, durante la presentaci¨®n de la exposici¨®n pocas horas antes de su inauguraci¨®n en Madrid. ¡°Viene a hacernos pensar que se pueden hacer las cosas de otra manera, que se puede consumir de una forma distinta¡±, ha a?adido.
- Exposici¨®n La vida que llevamos; el mundo que queremos.
- Lugar: CentroCentro ¨C Plaza Cibeles, 1 (Madrid).
- Fechas: 19 de febrero a 28 de junio.
- Horario: martes a domingo de 10.00 a 20 .00 horas.
- Visitas guiadas: reservas@exposicionpuertas.org / 914029286
- Organiza: Plataforma 2015 y m¨¢s
- Produce: CIP?, con el apoyo de la Agencia Espa?ola de Cooperaci¨®n (Aecid).
Para luchar contra las injusticias, o al menos aparentarlo, se toman medidas m¨¢s o menos acertadas. Es lo que se puede observar en la tercera sala, la de los falsos remedios, en la que las 10 puertas son ¡°ficticias¡±, no se abren. Sobre ellas, grandes fotograf¨ªas muestran ¡°soluciones que no son soluciones, son acciones para limpiar las conciencias¡±, ha explicado el coordinador de la Plataforma 2015 y m¨¢s. Lo son las pol¨ªticas alimentarias que no combaten el hambre, la moda superficial de la solidaridad y la ecolog¨ªa, las promesas de los l¨ªderes una y otra vez incumplidas.
Pero ah¨ª no acaba la historia. Hay una ¨²ltima parada: el mundo posible. ¡°Refleja los esfuerzos de mucha gente para cambiar y lograr un planeta mejor que no solo es posible, sino que est¨¢ en marcha¡±, ha apuntado Mart¨ªnez-Os¨¦s. Se llega a ¨¦l tras traspasar las ¡°puertas de la resignaci¨®n¡± en las que hay que superar preguntas como ¡°?es que esto no tiene remedio?¡±. El consumo responsable, la econom¨ªa sostenible, los movimientos sociales, la educaci¨®n o la sanidad p¨²blicas son algunas de las respuestas a esta cuesti¨®n.
En este tramo final, el de la esperanza, sobre los cristales de 10 alacenas se leen mensajes de personajes ilustres. Benjamin Franklin: ¡°Quien compra lo superfluo no tardar¨¢ en verse obligado a vender lo necesario¡±. ¡°Antes de iniciar la labor de cambiar el mundo, da tres vueltas por tu propia casa¡±, proverbio indio.
Pese a estar expuestos por separado, estos cuatro mundos no son estancos. Ninguno es m¨¢s verdadero que los otros. Al contrario. ¡°Todos son, en realidad, un solo mundo¡±, ha zanjado Mart¨ªnez-Os¨¦s.
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