Canciones que cambiaron el mundo: ¡®White riot¡¯, de The Clash
Tres m¨²sicos se sumaron a la rebeli¨®n de la poblaci¨®n negra contra la polic¨ªa en el carnaval de Notting Hill de Londres en 1976 Nace el gran himno social del punk brit¨¢nico
Fue el verano m¨¢s caluroso que se recuerda en el Reino Unido. Al menos desde el siglo XVII. Estamos en 1976. Durante 15 d¨ªas seguidos la temperatura se mantendr¨ªa por encima de los 31 grados. Algo totalmente inusual en la tierra de los Beatles e Isabel II. El consumo de agua se dispara para paliar el bochorno y una extra?a plaga de mariquitas impacta contra la sudorosa piel de los sorprendidos brit¨¢nicos. En este t¨®rrido ambiente se celebra el carnaval de Notting Hill, popular barrio de Londres colindante con Hyde Park.
Hay que hacer una pausa aqu¨ª para explicar el significado de esta celebraci¨®n. Se fund¨® en 1966 para ensalzar la diversidad cultural y como respuesta festiva a los ataques racistas contra los colectivos de inmigrantes que se asentaron en Notting Hill. De regreso al verano de 1976, aquel a?o el carnaval contaba con abundante presencia policial despu¨¦s de un periodo de incidentes racistas. Tres veintea?eros ingleses que acaban de montar una banda de punk acuden al festejo a pasar un buen rato. Sus nombres: Joe Strummer (guitarra y voz), Paul Simonon (bajo) y Bernie Rhodes (m¨¢nager).
Simonon est¨¢ en su salsa en Notting Hill: se ha criado en el barrio, frecuenta los ambientes de los habitantes negros y es un apasionado del reggae. El tr¨ªo hace acopio de cervezas y sale a la calle a bailar el reggae y los ritmos afro que escupen los potentes altavoces que pueblan el festejo. Cuando el d¨ªa comienza a enfilar la tarde, un tumulto llama su atenci¨®n. La polic¨ªa arresta a un adolescente negro porque supuestamente ha cometido un robo.
Strummer y Jones en 2002 interpretando White riot
Los j¨®venes que hay en la zona, la mayor¨ªa de raza negra, comienzan a increpar a la polic¨ªa porque consideran injusto el arresto y abusivo el trato al detenido. La algarab¨ªa se radicaliza y la gente lanza ladrillos y otros objetos a las fuerzas del orden, que se defienden. Caen los primeros heridos.
?Qu¨¦ hacen los tres blancos aspirantes a punkis? Simonon, comprometido con la causa, lleva tiempo lanzando artefactos a la polic¨ªa. Los amigos pierden el contacto por unos minutos. Tiempo despu¨¦s, Strummer encuentra a su colega y se suma a la rebeli¨®n. Entre los dos intentan prender fuego a un coche, pero no pueden porque sus cerillas son apagadas por el intenso viento. Los aspirantes a punkis salen ilesos de los disturbios.
Ese mismo d¨ªa, Strummer se pone como objetivo componer su primera canci¨®n social. ¡°Es ese momento decid¨ª escribir White riot (Revuelta blanca), porque no era nuestra pelea¡±, dijo Strummer a Don Letts, director de los documentales The punk rock movie y The Clash: Westway to the world. Strummer quiso reflejar en la canci¨®n su frustraci¨®n por la actitud de los blancos, que al contrario que la poblaci¨®n negra, eran incapaces de enfrentarse a los poderes establecidos. Lucha en la calle, orgullo de la clase trabajadora.
White riot, primer sencillo de The Clash, publicado en 1977, dice as¨ª:
¡°Revuelta blanca, quiero una revuelta./
Revuelta blanca, mi propia revuelta./
Los negros tiene muchos problemas./
Pero a ellos no les importa lanzar ladrillos./
Los blancos van al colegio./
Donde te ense?an c¨®mo ser fuerte./
Todos lo est¨¢n haciendo./
Y lo que ellos te han dicho es que nadie quiere ir a la c¨¢rcel./
Todo el poder est¨¢ en las manos de gente lo suficientemente rica como para tenerlo./
Mientras, caminamos por las calles demasiado amedrentados como para si quiera intentarlo./
?Est¨¢s encarg¨¢ndote de ello o est¨¢s recibiendo ¨®rdenes?/
?Est¨¢s yendo hacia atr¨¢s, o est¨¢s yendo hacia delante?/
Revuelta blanca, quiero una revuelta./
Revuelta blanca, mi propia revuelta¡±.
Musicalmente, la pieza es breve (no llega a los dos minutos: 1¡¯56), rabiosa, expeditiva. Strummer no canta, se desga?ita, se deja las am¨ªgdalas. La guitarra de Mick Jones suena tan sucia que parece rescatada de un barranco. ?Influida por los Ramones? Probablemente. Y, conscientemente, ya que en la versi¨®n original arranca con el cl¨¢sico ¡°one, two, three¡± de los neoyorquinos. Para el mercado estadounidense se cambi¨® el inicio: en lugar de la numeraci¨®n se escucha una sirena de polic¨ªa. Este era el primer puntapi¨¦ sonoro de los Clash. El grupo creci¨® en calidad y l¨ªrica. Incluso algunos miembros de la banda cuestionaron incluir White riot en el repertorio por su ¡°poca calidad¡±. Pero, finalmente, volv¨ªan a ella. Sus seguidores la ped¨ªan. No fue la mejor, pero s¨ª la primera proclama social de una breve pero sobresaliente carrera.
Versi¨®n de la edici¨®n inglesa de White riot
La revista Melody Maker cubri¨® uno de los primeros conciertos del grupo. Fue en 1976 en Londres. En un momento de la actuaci¨®n, Joe Strummer grit¨® a la audiencia: ¡°Todos los que pens¨¦is que la violencia es dura, ?por qu¨¦ no os vais a vuestra casa y coleccion¨¢is sellos? Eso s¨ª que es duro¡±. A continuaci¨®n, el grupo atac¨® una cabreada versi¨®n de White riot.
En diciembre de 1976 The Clash participan en la gira Anarchy Tour, como teloneros de Sex Pistols, episodio germen de la explosi¨®n del punk brit¨¢nico. En febrero de 1977 se publica el sencillo White riot; en abril de ese mismo a?o sale a la venta su primer disco de larga duraci¨®n, The Clash; y en mayo el grupo protagoniza su primera gira brit¨¢nica grande. Su nombre: White Riot Tour.
Versi¨®n que se incluy¨® en la edici¨®n estadounidense, con el sonido de la sirena de la polic¨ªa.
El 11 noviembre de 2002 y despu¨¦s de 20 a?os sin tocar juntos, el exguitarrista de los Clash, Mick Jones, se uni¨® a Joe Strummer para tocar unas cuantas canciones de su exgrupo. No falt¨® White riot. Strummer fallecer¨ªa de un ataque al coraz¨®n un mes despu¨¦s. Ten¨ªa 50 a?os.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.