Asesinato en Mosc¨²

El asesinato en Mosc¨² de Boris Nemtsov el m¨¢s destacado opositor liberal a Vladimir Putin, ha sacudido y polarizado Rusia y postrado a una oposici¨®n cada vez m¨¢s d¨¦bil. El presidente ruso ha asegurado asumir personalmente el control de la investigaci¨®n de un crimen odioso que considera una ¡°provocaci¨®n¡±, pero que es solo uno m¨¢s, probablemente el m¨¢s relevante, en una larga lista de asesinatos impunes de pol¨ªticos, periodistas y militantes pro-derechos humanos bajo su mandato.

Nemtsov era un defensor a ultranza de los valores democr¨¢ticos y las libertades. Uno de los ¨²ltimos adversarios de Putin en la calle, cr¨ªtico impenitente de la corrupci¨®n oficial y de la implicaci¨®n del Kremlin en la guerra de Ucrania, contra la que hoy deb¨ªa encabezar una marcha en Mosc¨², transformada por los acontecimientos en procesi¨®n funeraria. Recientemente lamentaba que la oposici¨®n real a Putin hubiera devenido mera disidencia, desmoralizada por la censura, la c¨¢rcel y el exilio. Nemtsov estaba en el punto de mira de los medios oficiales, y especialmente de los mas fan¨¢ticos defensores de la intervenci¨®n en Ucrania. Para los ultranacionalistas rusos, incendiados por la totalitaria propaganda del Kremlin, era un traidor a batir.

No deber¨ªa ser dificil dar con los autores del asesinato, en un lugar a tiro de piedra del Kremlin y plagado de c¨¢maras de seguridad. Pero en la Rusia de Putin el historial de la polic¨ªa es en estos casos desolador. Durante m¨¢s de una d¨¦cada salpicada por muertes violentas de opositores de relieve, rara vez se ha encontrado a sus autores y pr¨¢cticamente nunca a sus instigadores. El presidente ruso, llegado al poder en 2000 con la promesa de instaurar la ¡°dictadura de la ley¡±, ha convertido a su pa¨ªs en uno de los paradigmas de la violencia pol¨ªtica m¨¢s impune.

Con Nemtsov, Rusia ha perdido una voz fundamental en la defensa de lo mejor. Por su significado, su asesinato ¡ªsobre el que los l¨ªderes democr¨¢ticos se han apresurado a exigir una investigaci¨®n implacable¡ª deber¨ªa significar un punto de inflexi¨®n para un pa¨ªs en el que, bajo Putin, ejercer de opositor se ha convertido en riesgo mortal. Europa y EEUU no solo est¨¢n obligados a multiplicar sus sanciones contra Mosc¨² por su agresi¨®n en Ucrania. En esta hora deben exigirse tambi¨¦n servir de apoyo moral y esperanza para quienes, en la estela de dignidad y coraje de Boris Nemtsov, buscan evitar que Rusia se hunda definitivamente en una de sus edades m¨¢s oscuras.